Disminuya la
cantidad de pensamientos que tiene.
Vea el lado positivo de las
situaciones; una mente llena de pensamientos negativos tendrá dificultades
para concentrarse.
Reduzca los
excesos: en el esfuerzo físico o mental, al hablar, comer o dormir. El
exceso provoca entorpecimiento y distracción, y dificulta la
concentración.
Haga el trabajo
que haga, ponga toda su atención en él. No deje nunca el trabajo a medias.
No haga las cosas sin orden ni concierto.
No saque
conclusiones precipitadas. Asegúrese de que está totalmente centrado antes
de tomar una decisión.
Aprenda a
relajarse.
Adopte una
actitud paciente, alegre y tenaz. La práctica de la concentración requiere
voluntad, regularidad y una persistencia incansable.
No abandone la
práctica por cualquier nimiedad. Conseguirá su objetivo. Como diría Swami
Sivananda: "Nada es imposible para alguien que practica la concentración
regularmente" |