Web Yoga 

Tao

 Om

              

 

Meditación Tao

Campana de viento

El adepto o alumno debe saber que en esencia el alma pertenece al reino espiritual, que es eterno. Pero que el hombre está demasiado consciente de su cuerpo y el mundo material, y es egoísta por naturaleza terrenal, lo que la mayoría de las veces impide que despierte su conciencia y descubra su verdadera naturaleza.

Por lo tanto no está consciente de su propia inmortalidad. Es lo que debe conseguir con las meditaciones; lograr llegar a su Ser Interno y despertar su Divina Conciencia. Es una unión de Hombre y Montaña. Ocho inmortales eran llamados “Los hombres de las Montañas”. Por lo tanto, la Montaña Sagrada del Taoísmo es el símbolo inmortal.
Tao es todo lo que cubre el Cielo y soporta la Tierra. Tao cubre a todo el Universo con su abrazo infinito y da visibilidad a aquello que antes no tenía forma. Inagotable fuente de energía, llenó el espacio. En su eterna emanación transforma el caos en claridad cristiana.

Para los chinos el Tao es el comienzo y el fin de toda creación. Las obras del Tao son tan misteriosas como el espíritu. En el proceso natural y del cambio, los organismos son creados y perfeccionados, para luego disolverse en los elementos básicos. Aquellos que practican el “Wu-Wei”, la acción mística de la inacción, una mágica paradoja, siempre están en armonía con el Tao.
Aquellos que hablan con discreción tienen el entendimiento de la virtud.
Aquellos que son tranquilos y contentos, sin astucias ni engaños, están en permanente posesión de la armonía, a pesar de vivir en medio de tantas variantes y variedades de la vida mundana.

Todas las cosas existentes están de acuerdo a su propia naturaleza. La energía del Tao opera hasta en la partícula y cosa más pequeña, y al mismo tiempo engloba a todo el Universo. Su virtud moldea al cielo y la tierra, armonizando con los Yang y Yin. Divide las cuatro estaciones y trae el equilibrio a los cinco elementos (agua, fuego, metal, madera y la tierra).

El Tao en su aspecto más sublime no se considera el autor de la Creación. Es más bien el espíritu de Dios o de la misma Creación Universal, que todo lo penetra y todo lo transforma. El que es adepto al Tao es parte de la Naturaleza de la Tierra, es Uno con ella antes de ser Uno con el Universo, y Uno con Dios.

¿Qué mejor meditación que hacer silencio, armonía y simplicidad, sentir al ser interior, despertar su propia conciencia, y entrar en el Espíritu del Universo de Dios? Tao está allí para todo el que lo busca. No se le ve, pero se le puede sentir si se busca con Fe y deseo de retornar a la pureza original. Las meditaciones son silenciosas, profundas, elevadas en el Tao.

Para Meditar: Basta ponerse en una postura cómoda, en posición de loto o con los pies replegados bajo el cuerpo. Respirar profundamente y dejar que la mente llegue a un silencioso vacío interno. Entonces, tratar de sentir con el corazón de la flor de loto interna, y tratar de ver la luz que hay dentro de cada ser humano. Es el primer paso a la liberación de lo externo y de las ilusiones mundanas.

 

Free Web Hosting