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Tercera parte
Narraciones diversas

Om mani padme hum -Talla piedra

 

45 Varios cuentos cortos

Reverencia a todos los gurús

Cuando el Jetsun Milarepa vivía en el sitio solitario llamado Ku Ju, Rechungpa Je pidió una enseñanza mediante la cual pudiera practicar su devoción con cuerpo, boca y mente. En respuesta Milarepa cantó:

Practicar devoción con tu cuerpo
es observar la disciplina de la no distracción;
practicar devoción con tu boca
es mantenerla cerrada como el búfalo mudo;
practicar devoción con la mente
es ver la naturaleza de la no existencia.

Rechungpa preguntó nuevamente:

Debido a mi ignorancia
aún no entiendo
cómo observar la disciplina del cuerpo,
cómo controlar la boca
y cómo observar la esencia mental.

El Jetsun replicó:

Observar la disciplina del cuerpo
es mantener las reglas de los tres aprendizajes;
observar la disciplina de la boca
es mantenerla en silencio y a gusto;
contemplar la esencia mental es observarla
de modo que se libere del apego.

Para exponer las instrucciones de su gurú, Rechungpa cantó:

En el Dharmakaya innato, de sí nacido, libre en sí mismo,
está el concepto del Sambhogakaya,
por eso el Nirmanakaya puede servir a innumerables seres.
El fundamento es el espíritu de renunciación,
el sendero es la mente Bodhi y los actos Bodhi,
el fruto es la observancia de las reglas Samáya.

Renuncia a los ocho deseos mundanos,
abandona los asuntos de esta vida,
niega solamente los placeres y la riqueza,
abjura de la deshonestidad y el mal vivir;
como un loco, no prestes atención a tu cuerpo,
como un mudo, manten tu boca cerrada todo el tiempo,
como un niño, libera tu mente, sin más apegos.
Éste es el modo en que debemos practicar nuestra devoción.

Luego el Jetsun comentó "Pero quien no conoce los puntos vitales está propenso a errar de esta manera" :

Quien se esfuerce por la liberación
con el pensamiento de "yo" nunca la alcanzará,
quien intente desatar los nudos de la mente
cuando su espíritu no es grande ni libre
se tornará más tenso,
quien no tiene realización
vaga en la oscuridad como un ciego,
quien no guarda su disciplina
no tiene verdadero espíritu de renunciación;
sin una mente Bodhi
ninguno de los otros puede ayudarnos;
si no hay tantra, no habrá
enseñanza alguna que guíe.
Los ocho dharmas son las tentaciones de este mundo,
deseos y pasiones son causa de que uno destruya las virtudes;
uno está confinado al samsara por el apego y la mezquindad.
Si surgen los pensamientos también surge "lo dual".
Las palabras no pueden ser trascendidas por la charla;
una enseñanza sin estirpe se rompe,
el fracaso en la observancia de la disciplina trae la muerte;
si te embrollas con familiares
y tontos, caes en la confusión;
con el pensamiento de "ser" viene
la idea de tomar y rechazar.
Al concepto de "existencia" sigue el apego.
Sin una iluminación genuina
nuestra mente está obcecada por pensamientos de deseo.
Toda charla se tornará vana tontería.
si uno no puede elucidar la verdad.

En otra ocasión el Jetsun Milarepa se cubrió la cabeza y la cara mientras estaba sentado en meditación. Un Repa joven vino a él y le preguntó: "Padre Jetsun, ¿cómo es que pareces dormido?" En contestación Milarepa cantó:

Cuando me cubro la cabeza y la cara
puedo ver lugares distantes,
pero los seres mundanos no ven nada
ni aun cuando tienen los ojos muy abiertos.
Cuando duermo con mi cuerpo desnudo
adelanto el dharma.

Los ocho deseos mundanos
son causa de la distracción,
todos los actos están completos
dentro de nuestra mente.
¡Cuan maravillosa es esta experiencia
del éxtasis incesante!
Yo, el yogui que ha completado su devoción,
siempre se siente contento haga lo que haga.

En otra ocasión, cuando el Jetsun Milarepa estaba en Tsiba Gonti Tson, Rechungpa le preguntó: "Si un yogui tiene poder suficiente, debido a sus experiencias y realización, ¿debe mantener en secreto sus logros o puede demostrarlos si así lo desea?" En respuesta el Jetsun cantó:

El león en la montaña nevada,
el tigre en la selva
y la ballena en el océano
son tres animales sobresalientes.
Si ellos pueden ocultarse
será estupendo para ellos mismos
porque evitarán enemigos.
Éstas son mis tres parábolas externas.
Ahora escucha las internas.

El cuerpo físico del yogui,
el sendero eficaz del tantra
y la realización mediante la devoción
son las tres cosas preciosas.
Si un yogui puede ocultarlas
será estupendo para él
porque encontrará pocos enemigos.
Pocos yoguis en el Tíbet
pueden ahora ocultar estas cosas.
Por lo tanto, pocos seres realizados
pueden encontrarse aquí.

En otra ocasión, Shangon Repa vino y le dijo al Jetsun que tenía muchas dudas en su mente. El Jetsun le preguntó con detalle y en conclusión cantó:

Sin comprender la verdad de la unidad de los muchos,
aun cuando medites en la gran luz,
no practicas sino la visión del apego.
Sin comprender la unidad de gozo y vacío,
practicarás sólo nihilismo.

Si no puedes meditar
en cualquier tiempo y en cualquier parte,
tu meditación sin pensamiento será sólo ilusión.

Si no comprendes tu mente llana
tu práctica de la unidad
no puede trascender esfuerzo y empeño.

Si no comprendes la mente propia como no existente
tu práctica de no distinción
no puede trascender lucha y esfuerzo.

Si una profunda renunciación
no ha surgido aún en tu corazón
tu acción sin actuación estará
aún ligada a esperanza y temor.

Los actos virtuosos se tornan en vicios
si no sabes qué hay más allá de rechazo y aceptación.

Todo tú serás atrapado en las redes del samsara
si no sabes qué hay más allá de vida y muerte.

Más tarde, mientras el Jetsun Milarepa estaba en la cueva de Cristal de Agua del Bosque, cercana al río de la Benevolencia, conocido como Cuello de la Diosa de Larga Vida, sobrevino una grave sequía. Debido a la escasez de agua, querelláronse algunos patrones de Drin y pelearon unos con otros sobre los derechos de aguas. Finalmente todos vinieron al Jetsun para que arbitrara. Él les dijo: "Nada conozco de asuntos mundanos. La lluvia vendrá, no tienen que pelearse entre ustedes". Rechungpa urgió, sin embargo, al Jetsun para que los reconciliara; entonces Milarepa contestó: "Nosotros, yoguis, no tenemos nada que hacer con juicios mundanos. Escucha ahora mi canto".

Ustedes son el tesoro de virtudes perfectas,
fuente que nutre todo deseo;
ante ti, el gran Marpa el Traductor,
me inclino con profunda reverencia.

El consejero, el mediador y el intermediario,
éstos tres, causan discordia y pena.
Quien desee ser libre y neutral debe permanecer
silencioso como un mudo, sin tomar partido.

Las propiedades, los parientes y la tierra nativa
nos aprisionan en los reinos de samsara.
Quien pueda cruzar el río de la desdicha
cortará sin piedad la cadena del apego.

Engreimiento, tacañería y pretensión
lo arrastran a uno a los reinos más bajos.
Quien desee alcanzar un plano alto en el sendero de liberación
debe mantener su mente recta e íntegra.

Charla, discusión y títulos profesionales
causan celos y orgullo.
Quien desee practicar el sagrado dharma
debe ser humilde y modesto.

La cocina, el quehacer del hogar y sus cuidados
dañan la meditación de un yogui.
Quien desee sostener su sabiduría innata
debe fortalecer su respeto propio.

El maestro, el discípulo y la enseñanza
cargan y distraen la mente.
Quien desee meditar en soledad debe evitarlos.

Brujería, magia y To Tse
condenan a un yogui a las influencias negativas,
Quien desee consumar la práctica del dharma,
debe recordar al pájaro cantarino de Jolmo.

He cantado los siete
deméritos contra el dharma
y sus siete antídotos,
adquiridos por mi propia experiencia.

Con estos méritos espero que pronto
alcanzarán el estado búdico.

Luego Milarepa oró a les inmaculados; por consiguiente cayó una pesada lluvia y se calmaron todas las disputas. Los hijos discípulos y los monjes allí reunidos imploraron bendición del Jetsun pidiéndole les otorgara la enseñanza esencial del mahamudra y de los seis yogas. Él replicó: "Si pueden practicar sin fallar, les enseñaré. Éstos son los puntos importantes que siempre han de tener en mente".

Aunque tú, padre gurú, pareces
haber entrado al nirvana,
en verdad moras en la tierra pura del Sambhogakaya
haciendo acciones benévolas para todas
las criaturas de sentimiento en los tres reinos.
A ti, Marpa el traductor, ofrezco mi homenaje sincero.

Dewashun, Shiwa Aui, Ngan Tson Dunba
y mis discípulos bien dotados aquí reunidos,
quienes me son queridos como mis propios hijos,
me han pedido instrucciones para meditar.
En respuesta canto las Diez Esencias.

Es importante conocer
que el arcoiris, cuerpo del Buda,
es vacío aunque manifiesto.

Es importante saber
que demonios y fantasmas son inexistentes;
sus formas mágicas son meramente
conjuros de la propia mente.

Es importante tener en todo tiempo
la mayor veneración
por el bendito gurú jetsun.

Es importante conocer
que uno debe, por siempre,
renunciar a los asuntos mundanos.

Es importante trabajar duro, sin distracción,
en las experiencias cálidas y gozosas obtenidas
por la práctica del prana y nadis.

Es importante tener una voluntad fuerte
para unir la práctica combinada del yoga del dormir
y el yoga del cuerpo ilusorio.

Es importante trabajar en la meditación
más allá del símbolo,
en la Esencia desnuda iluminadora.

Es importante advertir el surco de agua
en la vacuidad de todo lo manifiesto.

Es importante tener piedad y bondad
hacia las criaturas de sentimiento sin iluminación.

Es importante tener una convicción libre de temor y esperanza
en el Dharmakaya de la propia mente que no surge.

Mis queridos hijos, éstas son
las cosas importantes que deben ustedes
tener en mente y practicar.

Todos los discípulos estaban grandemente inspirados. Rechungpa rogó luego al Jetsun que elaborara la enseñanza ¡llamada Señalamiento de la Sabiduría de los cuatro gozos. El pedido fue otorgado y como conclusión Milarepa cantó:

En un lugar solitario como un bosque
el yogui debe practicar las cuatro acciones,
equilibrando así los cuatro elementos internos.
Entonces, la sabiduría de los cuatro gozos
aparecerá en su mente.

En otra ocasión el Jetsun Milarepa fue a Phuyagzha de Drin por limosnas. Un protector le dijo: "Cerca del templo llamado Lhaze hay una cueva deliciosa. Si quieres vivir allí, te serviré, pero no sé si la diablesa del lugar será amigable contigo". Milarepa preguntó: "¿Qué clase de cueva es ésa y quién es ese diablo?". El hombre respondió: "La cueva es muy acogedora y grata pero el problema está en que la diablesa devora a quien está allí. Si piensas que puedes estar en la cueva, puedes hacerlo y tal vez la tengas por compañía".
Milarepa se fue a la cueva y permaneció allí. A medianoche apareció una mujer y rugió con voz amenazadora: "¿Quién está en mi hogar?" Milarepa no prestó atención sino que permaneció en actitud compasiva. La diablesa gritó: "¡Condenación! Parece que él intenta estar aquí para siempre!" Entonces llamó a un gran ejército de demonios para que echaran rocas y granizo sobre el Jetsun, conjurando muchas visiones para atemorizarlo, pero no pudieron ni rasguñar su piel porque él estaba en samadhi. Los demonios gritaron entonces "Queremos tener nuestro lugar y nuestras camas para dormir. Sea cual fuere la razón que te haya traído aquí, vete lejos ahora, vuelve adonde perteneces. Si no lo haces llamaremos más ejércitos para que beban tu sangre y coman tu carne". Pero el Jetsun, con gran compasión, cantó en respuesta:

Escuchen con cuidado, ejército de demonios;
ustedes, fantasmas hambrientos, malignos y viciosos,
¿saben que son seres impulsados por sus propios karmas?
¿Saben que a mayor y peor pensamiento maligno
mayor sufrimiento habrán de sobrellevar?
¿Saben que la fortuna se desvanece
con la mala voluntad,
que mientras mayor sea la codicia
más difícil les será hallar alimento?
Ustedes están privados de oportunidades
por la hambrienta presión;
por el gran amor al movimiento
han perdido hogar y camas;
porque se empeñan con mucha fuerza
no pueden terminar lo que hacen;
debido al mal karma
apenas pueden con mucho trabajo lograr algo;
porque hablan mucho
no pueden conquistar a sus enemigos;
las visiones malignas que han conjurado
son bienvenidas para mí y divertidas;
para sus brujerías ilusorias y sórdidas
yo, el yogui, tengo mucho qué decir.
Deben rogarme con cumplimientos
si quieren que les devuelva su hogar y sus camas.
Si tienen algún argumento que dar
consúltenlo entre todos y preséntenlo.
Éste es el lugar donde tropiezan muchos yoguis;
yo he venido a disciplinar a ustedes.

Éste es el lugar donde yo y ustedes nos hemos reunido
pero yo soy quien tiene sus deseos satisfechos.
Ustedes, fantasmas aquí reunidos,
no se vayan, permanezcan
y llamen a sus amigos para que se les reúnan.

La diablesa, jefa de los espectros, dijo luego a Milarepa: "Porque llevas la armadura del vacío compasivo no puedes ser dañado en ninguna de las formas en que lo hemos intentado". Así diciendo, tanto ella como todos los otros demonios se postraron ante el Jetsun ofreciéndole sus vidas y corazones junto con una solemne promesa de reforma. Entonces Milarepa les predicó la verdad del karma y la ley de la virtud.
Después que regresó el Jetsun, el patrón le preguntó: "¿Venciste a la diablesa?" Milarepa replicó: "Sí, en verdad fue vencida. Escucha ahora mi canto".

En el templo Lhaze de Drin
me senté con el cuerpo fantasma,
cruzadas las piernas, absorto en la dhyana de la no dualidad;
sin distracción contemplé la verdad del no ser,
convirtiendo a las viciosas diablesas en Bodhi.
Se convirtió a mi disciplina, renunciando a la maldad;
de ahora en adelante, quienquiera que medite
no hallará allí molestia alguna,
quienquiera que allí esté, progresará.

Ese lugar tornóse en la propicia Cueva de las Diosas;
la dueña es ahora una budista laica,
una de mis seguidoras más fervientes,
una amiga que ayuda a todos.
Quienquiera que permanezca allí
puede estar seguro de obtener
salud, larga vida y realización.

Al oír este canto los patronos se sintieran encantados. Con fe sincera sirvieron al Jetsun, ofreciéndole hospitalidad durante su permanencia de medio día. Un pastor fervoroso rogó a Milarepa que le diera enseñanzas budistas de modo que su mente encontrase ayuda. Milarepa dijo: "Es fácil para mí predicar el budismo, pero es difícil encontrar gente que pueda realmente practicarlo".

A pesar de que se predica la pesadumbre
del océano de samsara
y se urge a su renunciación,
poca gente se convence
y renuncia a él con determinación.
Aunque se sabe que la vida se resuelve en muerte,
pocos sienten incomodidad o piensan que hay un fin.
Aunque sean bendecidas las vidas con buenos propósitos,
pocos practican abstención por un día.
A pesar de que se exponga el gozo de la liberación
y se señalen las penas del samsara,
pocos pueden realmente entrar por la puerta del dharma.
Aunque se dé sin restricción
la profunda instrucción medular
de la estirpe susurrada, pocos
pueden practicarla sin fallar.
Aunque se exponga la enseñanza del mahamudra
y se ejerciten demostraciones de señalamiento,
pocos pueden entender la esencia de la mente.
A la vida ermitaña y a los deseos del gurú
uno puede aspirar siempre, pero son pocos
los que pueden ponerlo en práctica.
El profundo sendero eficaz de Naropa
puede mostrarse sin disimulo,
pero aquellos que pueden realmente seguirlo
son muy muy pocos.
Mi querido mozo, debes seguir mis huellas
si quieres hacer algo en esta vida
que valga la pena.

Establecida firmemente su fe en Milarepa, lo sirvió el pastor como criado y luego fue iniciado en las instrucciones medulares. Después de meditar por un tiempo, tornóse finalmente un yogui con buenas realizaciones.
En otro tiempo, el Jetsun Milarepa fue por limosnas, para beneficio de las criaturas de sentimiento. Al llegar a una villa en el centro de una llanura vio a mucha gente que se divertía. Algunos jugaban a los dados, al ajedrez y otros juegos diversos, mientras otros lanzaban piedras o disparaban flechas y algunas mujeres hilaban la lana. Milarepa se acercó a ellos y les pidió limosna. Una joven le dijo: "Querido lama, ¿no tienes parientes, padre, madre, hermanos. ¿Tienes casa o tierra?" El Jetsun replicó: "Sí, tengo todo eso y mejor que la mayoría". "En ese caso ellos te proveerán con las cosas que necesitas para tu devoción", dijo la muchacha. "Pero dime algo sobre tus parientes". En respuesta Milarepa cantó:

Mi hogar es el paraíso perfecto,
mi hacienda, buena voluntad hacia todos.
Mi casa es la gran compasión,
y el padre de mi estirpe es el Tathagata.
Mis tíos son misioneros
que esparcen el dharma por doquier,
mis abuelos son Naropa y Tilopa,
mi padre es el rey de la eficacia,
mi madre es el hada de la sabiduría,
mi hermano mayor es la disciplina pura,
mi hermano menor es diligencia decidida,
mi hermana es fe firme y yo mismo
soy hijo de la espontaneidad.
Los elementos de mi cuerpo son méritos
y yo medito en la realidad.
Mis únicos visitantes son las deidades
y en mi plantío no trazo otro surco
que no sea el Dharmakaya.

Todos los jugadores fueron rodeando a Milarepa a medida que cantaba. La muchacha dijo luego: "Querido lama, lo que has cantado es muy bello. Como eres tan rico quiero invitarte a quedarte aquí como mi maestro espiritual, uno en quien podré confiar mi verdad durante la desgracia y en quien pondré mi esperanza de felicidad presente y futura. Te proveeré de todas las cosas que necesitas para el servicio de las deidades y sus símbolos sagrados. En verdad luces como un hombre con grandes poderes misericordiosos". Algunos jóvenes dijeron: "Querido yogui, nuestros juegos gratos y el bello trabajo de las mujeres es señal de nuestra alegría y felicidad. ¿Tienen los seres celestiales los mismos placeres? Pareces tener muy buena voz. Por favor, canta para nosotros comentarios sobre estas cosas". El Jetsun replicó: "Las alegrías de ustedes no son las mismas de los seres celestiales. Les diré las diferencias en mi canto".

En sus casas, gente mala, dioses
y símbolos sagrados son como raíces de pecado,
las lámparas de aceite que arden en sus afligidos corazones
son como fogatas para el codicioso recaudador de impuestos,
los dueños de mucho ganado
son como dientes de comedores de carne,
los padres de muchos hijos
son como pedazos de carne hervida
en el puño de un hambriento,
los viejos y los limpiacasas
abandonados se parecen a moscas solitarias
olfateando heces en las ruinas.
El dueño de una gran fortuna
es como el guardia demoníaco Gordag.

El juego de lanzar piedras y flechas
es como una batalla entre dioses y asuras,
el juego de ajedrez se parece a las intrigas
sórdidas entre reyes,
quienes juegan a los dados o a tirar agua
son como demonios en busca de alimentos sacrificiales,
las cargas y embrollos de sus negocios
son como telarañas en los árboles,
sus cantos y danzas
son juego tonto de duendes,
los espectadores de sus juegos
son animales ignorantes,
mirando atentamente los espejismos,
los comentadores de sus juegos
son contorsionadas serpientes sin cabeza.
Quienes ansían juegos y diversiones
son como fantasmas hambrientos, los comedores de fragancias,
husmeando ambiciosos el alimento cazado.

Al escuchar este canto los oyentes se postraron ante el Jetsun con fe y veneración. Luego la joven invitó a Milarepa a su casa y le sirvió hospitalariamente. Luego practicó las instrucciones recibidas de él y fue capaz de entrar al sendero ai momento de su muerte.

En otra ocasión, cuando el Jetsun Milarepa salió de nuevo por limosnas, llegó al medio de una planicie donde construían una casa. Se echó a tierra (cerca, como si nada pasase). La patrona le dijo: "Querido yogui, pareces desocupado, aquí hay algunas herramientas; por favor, úsalas trabajando para nosotros un poco y yo te daré comida". Al rato regresó y viendo que Milarepa seguía allí acostado le dijo: "No en vano dicen que hay gente buena para nada; tienes tiempo de sobra en tus manos, sin embargo, no haces nada, ni siquiera un pequeño trabajo chapuceado. ¡Eres un inútil!" Entonces Milarepa la siguió hasta la casa donde los trabajadores estaban comiendo y les pidió alimento. La patrona o anfitriona dijo: "Quien no hace ningún trabajo con su cuerpo perezoso no debe preocuparse de comer con su boca perezosa". El Jetsun replicó: "No te he ayudado a remendar la pared porque estoy ocupado en otros asuntos mucho más importantes que los tuyos". Los patrones le preguntaron entonces cuáles eran esos asuntos que le tenían tomada su atención. En respuesta Milarepa cantó:
Me inclino ante todos los gurús.
Sobre todo tomo refugio en el uno misericordioso.

Ustedes me ven como si nada hiciera
pero yo me veo a mí mismo haciendo algo todo el tiempo.

En la planicie del increado sin extremos
construyo ocupadísimo la pared de dhyana;
no tengo tiempo de remendar paredes de barro.
En la pradera norte de la vacuidad
estoy domando las cabras salvajes de mis deseos;
no tengo tiempo de arar la tierra de mi padre.
En el reino de la no dualidad más allá de la palabra,
estoy dominando el demonio del ego;
no tengo tiempo para luchar con enemigos amargos.
En el palacio inmensurable
estoy ocupado en atender mis asuntos;
no tengo tiempo de hacer trabajos caseros.
En la mandala del Buda de mi propio cuerpo
alimento a mi pequeño hijo Conciencia;
no tengo tiempo de alimentar a otros o limpiarles las narices.
En el campo del gran gozo,
estoy juntando la riqueza del dharma;
no tengo tiempo de hacer dinero de este mundo.
En la montaña del inmutable Dharmakaya
arrebaño los corceles de la autoconciencia;
no tengo tiempo de pastorear otras ovejas y ganados.
Con el barro de mi carne y de mis huesos
estoy construyendo la stupa de la inmanencia;
no tengo tiempo de moldear Tsa Tsa.
En el centro triangular del corazón
estoy encendiendo la lámpara de la iluminación;
no tengo tiempo de ofrecer lámparas de mantequilla a las deidades.
En la capilla del vacío gozoso
estoy ofrendando inmortalidad
al Buda de la mente dhyana;
no tengo tiempo de hacer ofrendas materiales.
Sobre el papel de la mente inmaculada
escribo las palabras de los deseos dominados;
no tengo tiempo de preocuparme con escrituras mundanas.
En el tazón de calavera del Sunyata
estoy mezclando los tres y los cinco venenos;
no tengo tiempo para reglas monacales.
Alimentado de amor y piedad
estoy guardando los seis reinos;
no tengo tiempo para atender a mis parientes.
Ante mis padres gurús
estoy cavilando sus instrucciones;
no tengo tiempo para acciones mundanas.
En una ermita quieta en las montañas remotas
estoy practicando las enseñanzas bodhi;
no tengo tiempo para consentir en el dormir.
Con mi boca triangular como concha
entono el canto del dharma;
no tengo tiempo para charlas vanas.

Al oír este canto todos los asistentes quedaron convertidos. Luego preguntaron: "¿Por casualidad eres tú el Jetsun Milarepa?" "Sí", replicó el Jetsun. "En verdad somos afortunados" gritaron todos. Entonces se postraron ante él, rodeándolo muchas veces, invocándolo y sirviéndolo con ofrendas perfectas. La anfitriona hizo saber su arrepentimiento. Luego un joven le dijo a Milarepa: "Queremos llegar a ti para que nos des instrucciones; por favor, dinos dónde está tu templo y quién provee tu sustento". En respuesta Milarepa cantó:

Me inclino ante todos los padres gurús.

Mi templo es una ermita innominada,
mis protectores son hambres y mujeres de todas partes,
nadie puede decir dónde voy o si me quedo;
en las cuevas a donde no llega ningún hombre
yo, el yogui, estoy perdida en la visión.
Cuando viajo, llevo sólo las instrucciones de mi gurú,
ligeras como plumas, me las echo al hombro fácilmente;
más flexibles que el oro, las oculto donde quiero,
más fuertes que un sólido castillo,
se mantienen firmes en todo peligro.

Durante los tres inviernos vivo feliz en la floresta,
durante los tres veranos permanezco gratamente en las montañas nevadas,
durante las tres primaveras vivo placenteramente en las ciénagas,
durante los tres otoños vago alegremente pidiendo limosnas.

Mi mente está siempre feliz en las enseñanzas de mi gurú,
mi boca siempre está feliz cantando canciones inspiradas,
mi cuerpo siempre está feliz vestido de algodón de Nepal.
Deleitosamente logro todo y cada cosa;
para mí sólo hay contento y gozo.

Milarepa aceptó a este joven como sirviente y más tarde éste llegó a ser un yogui con buenas realizaciones. Cada quien en la asamblea hizo un voto para cumplir una virtud específica.
El Jetsun Milarepa salió por limosnas y llegó a un lugar donde hombres y mujeres bebían cerveza en una fiesta. Todos ellos eran seguidores del dharma ya sea en escuelas tantra o en la sutra. Milarepa les pidió comida, pero fue mofado y ridiculizado especialmente por aquellos que se sentaban en la hilera superior. El líder del grupo le dijo: "Querido yogui, ¿de dónde vienes y a dónde vas?" "Yo soy una persona que nunca se mezcla con la turba, sino que vive su vida en las montañas de nadie", replicó el Jetsun. "Hablas como si fueses Milarepa, ¿acaso tú eres él?" "Sí, pero como nada conozco de los ocho dharmas mundanos, no me mezclo con ningún grupo budista". "Esto es verdad —dijo el líder—. Pero si es cierto que eres él podrás predicar el dharma en cantos. Como todos nosotros sabemos, el Jetsun Milarepa es un yogui que tiene completamente abiertos todos los nadis del centro de la garganta y por tanto es capaz de predicar cualquier dharma sin la menor duda o dificultad. Para inspirar a estos asistentes de la reunión, por favor cántanos ahora". En respuesta Milarepa entonó El océano del samsara.

El gurú inmaculado se sienta siempre sobre mi cabeza.

¿No es el samsara como un mar?
Arrastrando tanta agua como uno desee,
permanece el mismo sin disminuir.
¿No son los tres preciados como el monte Sumeru
que nunca pueden ser sacudidos por nadie?
¿No es samaya como una pluma
que se deja caer y de la cual nadie se ocupa?
¿No son las reglas monacales puras
como cadáver de leproso abandonado
junto al camino, el cual nadie quiere tocar?
¿No están las pieles de tejón llenas de espinas
que punzan el trasero
de los sacerdotes eminentes?
¿No es cierto que mucha gente piensa
que es un sinsentido guardar las reglas monacales?
¿No es cierto que muchos monjes
ignoran las disciplinas?

¿Hay bandidos mongoles que invaden las celdas de los yoguis?
¿Por qué entonces los grandes yoguis están en pueblos y aldeas?
¿No está la gente ansiosa de renacer en el bardo?
¿Por qué, si no, se apegan, tanto a sus disciplinas?
¿Son los trajes de algodón más caros en la otra vida?
¿Por qué entonces las mujeres hacen tantos ahora?
¿Teme la gente que el samsara esté vacío?
¿Por qué entonces curas y legos ansían tanto los hijos?
¿Están ustedes reservando comida y bebida para la próxima vida?
¿Por qué entonces hombres y mujeres no hacen caridad?
¿Hay alguna miseria en el cielo de arriba?
¿Por qué entonces sólo unas pacos planean ir allá?
¿Hay alguna alegría en el infierno de abajo?
¿Por qué entonces hay tantas que se preparan a visitarlo?
¿No saben ustedes que todo sufrimiento
y los reinos inferiores san resultado del pecado?
Seguramente ustedes saben que si ahora practican virtudes
cuando llegue la muerte tendrán paz mental y no renacerán.

Para este tiempo ya toda la reunión estaba enterada de que el cantante era el verdadero Jetsun Milarepa. Llenos de profunda fe y veneración le sirvieron con mucha hospitalidad. Milarepa les predicó luego el dharma. Por la práctica de estas enseñanzas muchos de ellos fueron capaces de entrar al sendero en el momento de la muerte. Si todos estos casos se hubieran recopilado habrían muchas más historias.

En esta historia que en realidad encierra muchos cuentos, Milarepa contestó varias preguntas hechas por sus discípulos y por los protectores en general, formuladas en diferentes lugares y ocasiones. Por lo tanto no pueden adscribirse a un determinado grupo.



46 Eel sermón del monte Bonbo

Cuando el Jetsun Milarepa residía en la cueva del Nirmanakaya en Chu Bar, aclaró las dudas del inmaculado Gambopa así como los errores sobre la instrucción medular. Luego siguió hacia el este, pero una lluvia cerrada estuvo cayendo por muchos días y noches y los discípulos de Milarepa estaban muy preocupados por ello.
Un día el cielo comenzó a clarear y el sol brilló agradablemente cálido sobre las colinas. Milarepa y sus siete discípulos salieron a caminar para refrescar sus cuerpos y mentes. Todos se sintieron muy confortables y felices ante ese bello día.
Mientras caminaban hacia el pico de la montaña Bonbo, algunos Repas que no estaban familiarizados con la región vieron la Montaña Nevada de la Dama de Larga Vida y preguntaron al Jetsun: "¿Cuál es el nombre de esa montaña?" Él replicó: "Es llamada la Altura Azul de la Encantadora Diosa". Enseguida cantó:

Al cuello de la montaña de la Altura Azul,
al pico de la colina rocosa Bonbo,
allí vamos nosotros, los ocho visitantes,
a descansar y a holgar.

¿No se sienten ustedes felices, hijos queridos?
Yo, su padre, me siento estupendamente hoy.
Aquí, en esta alegre reunión del maestro y discípulos,
yo, el anciano, entono jubiloso
esta canción de alegría y placer
que traerá auspiciosa suerte y fortuna.

¡Vengan, Dewashun y Shiwa Aui!
Vengan y cantemos todos juntos;
ustedes, los otros Repas, siéntense y escuchen.
¿Saben qué es esta montaña?
Ésta es la montaña de las Diosas Propiciadoras de Larga Vida.
El pico de agudo borde triangular,
que espejea sobre su cintura
es como budín sobre una concha;
fluentes alrededor de su cuello,
las redes de arroyos plateados.
Corona es el alto pico de cristal que al alba
espejea al primer destello de luz solar,
embellecido por blancas nubes colgantes.

Del bajo monte perpetuamente asidas,
la bruma y la neblina;
a lo largo del día suavemente llovizna
mientras brilla reluciente el arcoiris.
Aquí las flores de otoño muestran su lozanía
en colores diferentes,
Y crecen potentes las hierbas en gran variedad.
¡Es el paraíso de los rebaños,
el hogar de los animales!

Ésta es la Montaña Nevada
de la cual hablan bien los dioses.
Aquí es donde medito muy a menudo.
En respuesta a las preguntas de ustedes los Repas
entono este canto, describiendo
vividamente la montaña.

Todos los discípulos Repas estaban agradados con este canto. Con gran interés preguntaron: "¿Cómo es de poderosa esta diosa?, ¿sigue el sagrado dharma o el mal?" En respuesta el Jetsun cantó:

La Dama de Larga Vida,
las cinco hermanas buenas,
guían a las doce diosas.
Ellas son dakinis mundanas
con poder de conjurar.
Huéspedes del río Drin
hablan tibetano y nepalés,
asisten a todos los budistas
y protegen sus cultos.
Como jefes ejecutan mis órdenes
y a ustedes, mis hijos-discípulos, ayudan.
Mediante mi esfuerzo y el de ellas, el Tíbet
será conducido por un sendero virtuoso
y seguirá gran realización
en nuestra estirpe Ghagyu.

Todos los discípulos dijeron: "Es maravilloso que estas diosas hayan sido convertidas en nuestras discípulas-sirvientes. Por favor, dinos cuál dharma les predicaste y cómo nos sirven ellas". En respuesta Milarepa cantó:

Sobre el cuello de esta Montaña Nevada
yo, Milarepa, prediqué una vez el dharma
a las deidades locales benevolentes.

Les indiqué cómo distinguir el bien del mal,
les prediqué el conveniente sutra verdadero
de la ley de causa y efecto.
Las bestias salvajes y los nagas de
las cuatro divisiones vinieron a estucharme.

Las cinco dakinis vengadoras fueron las anfitrionas
que invitaron al predicador.
Las cinco hermanas formidables fueron las anfitrionas
que atendieron a los huéspedes.
Muchos visitantes nobles se reunieron alrededor
mientras devas y demonios disfrutaban la fiesta.

Guié al dharma a todo aquel que estuvo allí
y los convertí, no por mi gran poder
sino por compasión y amor.
Con eficacia convertí a estos devas y fantasmas informes,
con sinceridad les prediqué el dharma de paz.

No tengo pesar por mis actos anteriores.
Ahora que estoy viejo, ¿por qué he de tener pesar por mis actos
pasados?
Cuando muera no tendré miedo sino alegría.
Queridos Repas que están aquí para renunciar al mundo,
deben practicar con determinación,
con un sentimiento de felicidad ante la muerte siempre que mediten.

Luego preguntaron otra vez: "Entre los seres humanos y los asuras, ¿quién está mejor dotado para practicar el dharma y quiénes sirven mejor a las criaturas de sentimiento?" El Jetsun respondió: "Los seres humanos son superiores en la práctica del dharma y más poderosos en ayudar a otros que los asuras. Pero la Dama de Larga Vida es una diosa semihumana. Ella se dedicará con gran poder a servir mi doctrina. He renunciado a la vida pública y a los ocho reclamos mundanos, por devoción. He olvidado muchos dioses y deidades perdiendo contacto con ellos. Siguiendo mis pasos, ustedes también deben renunciar a los ocho deseos mundanos, dedicándose a la meditación sin distracción. Escuchen mi canto:

El poder de bendecir de mi maestro
desciende desde arriba,
asegurándome la liberación
de las ligas de la dualidad.

Como un vagabundo he errado en toda la tierra
hasta que el destino me trajo al Misericordioso.
Renuncié al mundo como él me ordenó,
meditando sin distracción.
Ahora, todo mal y toda desgracia
son medios para mí.

Humildemente he practicado en soledad,
he ejercido mi devoción casi hasta morir,
he t meditado toda mi vida,
hasta esta edad anciana.
Por eso, crece en mí el gozo y el afecto.

Soy un yogui que no presta atención a la buena fortuna,
soy un yogui que abjura de la felicidad mundana,
uno que recuerda las penas de los reinos inferiores;
soy un yogui que nunca es ingrato con sus protectores,
uno que se apega a la ermita para meditar.
Mediante las bendiciones de mi gurú
he sido "impulsado hacia arriba" por un viento de amor;
sentado junto a la orilla he llegado al centro,
apegado a la humildad llego a la nobleza.

Cuando se aparta uno de los hombres, encuentra a Buda,
abandonando los sufrimientos se obtiene felicidad,
ejercitándose en la devoción crece dentro de uno la compasión,
permaneciendo en soledad, uno adquiere más seguidores y discípulos,
por la práctica de la enseñanza Ghagyuba
se difunde ampliamente el dharma.

Con mi gurú misericordioso
siempre sentado sobre mi cabeza,
como un viejo tigre que no teme a la muerte,
soy bien avanzado en años.
¡Con buen cariño entono este canto feliz!
Hijos míos Repas, no desperdicien sus vidas,
decídanse y perseveren
esforzados en sus devociones.

Milarepa y sus discípulos permanecieron allí por mediodía y realizaron una ofrenda ritual con las provisiones que habían traído.
Luego algunos discípulos expresaron su intención de entrar a diferentes ermitas, otros, de ir por limosnas y algunos otras pidieron permiso al Jetsun para quedarse con él. A nombre de todos, Rechungpa y Gambopa le pidieron algunos consejos. En respuesta, Milarepa entonó un canto para Rechungpa y los demás discípulos llamado Las seis esencias.

A nombre de todos los Repas aquí reunidos
mi hijo Gambopa, el docto erudito,
y mi hijo Rechungpa, el yogui no juramentado,
me han pedido que cante para ustedes.
Si ustedes son sabios escucharán ahora
el canto de este anciano.

Un pájaro sabe cuándo y dónde
desplegar y cerrar sus alas;
el verdadero hombre rico siempre está contento;
un buen agnóstico siempre juega a lo seguro.
Éstas son mis metáforas.

Después de esta ofrenda sagrada de diez días
algunos de ustedes dicen que visitaran diferentes países;
otros dicen que permanecerán en diversas ermitas,
otros que me seguirán y permanecerán conmigo,
pero en cuanto a mí se refiere, si un gran yogui
aspira a la fama y al beneficio propio,
pronto será atrapado por el mal.

Por lo tanto, queridos hijos, es de sabios
buscar protección en su padre
y escuchar consejos y críticas.

No escuchen mi canto como una dulce melodía,
más bien, oigan atentamente mis instrucciones;
no las olviden, guárdenlas
profundamente en sus corazones.

Quien ha dominado Tig Le
y ganado el poder de atracción
sin contar con una Rig Ma calificada
nunca debe practicar karma Mudra.
Hacer esto es tan peligroso
como escalar una escarpada y abrupta montaña.
Hasta que no practiquemos el vivido samadhi Yidham
con grande y fluyente compasión,
con el solo propósito de progresar
en el dharma y para el bienestar de todos los hombres,
uno nunca debe utilizar el mantra maligno
o practicar el yoga execrable,
no sea que por karma se renazca
como fantasma demoníaco.

Aun si uno ha dominado el prana mental,
hasta que se puedan realizar milagros
mediante el poder del cuerpo
y transformarse a sí mismo en bestias y serpientes
con la plena comprensión de maya y el vacío,
nunca deben traerse cadáveres del cementerio,
no sea que se provoque el odio
de las dakinis comedoras de carne.

Excepto para los propios hermanos en vajra
y para el gurú tres veces calificado,
uno nunca debe revelar la experiencia de la meditación
ni a hombres con profundo entendimiento del dharma,
ni a devotos de otras estirpes,
de prácticas y concepciones diferentes,
no sea que pierda el poder de bendecir
en la sucesión práctica.

No des la instrucción de la estirpe susurrada
a aquel cuyo talento no has observado.
No lo des sin permiso de las dakinis
ni por obtener riqueza
ni por conveniencia de aquellos que preguntan,
no sea que pecados y transgresiones te ensombrezcan.
Antes de que uno pueda destruir las dudas de otros
o convertir a los incrédulos buscadores de faltas,
uno no debe ejecutar el profundo Festival Secreto
ni demostrar en villas y pueblos los actos tántricos,
no sea que seamos infamados o denigrados;
esto sólo debe practicarse en ermitas y en soledad.

Este pequeño canto de las seis guías de devoción
es una preciosa gema para los seguidores del dharma.
Guárdenlo, queridos hijos discípulos,
profundamente en sus corazones.

Estas palabras quedaron impresas profundamente en las mentes de los hijos del corazón. Los jóvenes Repas que deseaban quedarse con el Jetsun le dijeron luego: "Estamos en una época de corrupción. Para la salvación de los seres inferiores y de las personas de escaso talento como nosotros, predica por favor algo apropiado a nuestras necesidades". En respuesta Milarepa cantó:

¡Escuchen propiciamente, hijos discípulos!

En estos tiempos de corrupción
que ensombrecen el dharma de Sakyamuni
uno debe esforzarse con perseverancia,
grabando sobre la roca de su mente
la palabra "diligencia".

Cuando ustedes se sientan soñolientos en la meditación
traten de orar intensamente con sus cuerpos despiertos,
con sus bocas y mentes.
Cuando se empañe la chispa de fuego de la sabiduría
traten de inflamarla con el viento de la atención.
Si quieren estar libres de la prisión de samsara,
practiquen arduamente sin diversiones.
Si aspiran a nirvana abandonen este mundo.
Si desde el fondo de su corazón
desean practicar el dharma,
escuchen mis palabras y sigan mis huellas.
Si desean consumar la realización suprema
no olviden nunca que la muerte llega.
Si inflexible y largamente meditan,
todos los Budas del pasado, presente y futuro,
estarán complacidos.
Si siempre están ustedes firmes y erguidos en el dharma;
recibirán la gracia de su gurú.
Si entienden sin error estas palabras
pueden estar seguros que obtendrán
más felicidad y alegría en su camino,
pues ésta es mi experiencia.

Con deleite y gratitud, los discípulos dirigieron sus mentes a renunciar a todas las cosas de la vida, esforzándose en sus devociones.

Ésta es la historia del sermón del monte Bonbo.



47 El milagro de la iniciación del vaso

Reverencia a todos los gurús

Una vez, cuando el Jetsun Milarepa residía en la cueva del Vientre de Nya Non, la dakini Vajra se reveló en persona y le explicó el sentido oculto de algunos pasajes abstrusos en ciertas instrucciones medulares del tantra de la estirpe susurrada de las dakinis. Luego ella le dijo que esta enseñanza se podía impartir a muy pocos discípulos bien dotados.
Después de un tiempo Milarepa dio la iniciación del vaso de la estirpe susurrada a Rechungpa, Ngan Dson Dunpa y otros discípulos hijos del corazón. Durante la ceremonia, Milarepa dijo al vaso: "Soy ahora muy viejo, por favor inícialos tú mismo". Entonces el vaso voló al cielo e inició a los discípulos uno por uno.
Mientras tanto, escuchaban música celestial en el firmamento y olía a fragancias que nunca antes habían olido; también contemplaron caer flores del cielo y muchas otras maravillas y signos auspiciosos. Todos los discípulos obtuvieron plena realización del sabio sentido de la Iniciación. Viendo que todos estaban entretenidos con estas maravillas, el Jetsun cantó:

En la mandala inmaculada del lenguaje susurrado
se hace la oblación del no deseo.
Durante la preciosa iniciación del vaso,
índice de la sabiduría del Buda,
escuchamos música celestial
y vimos deidades en la mandala
recibiendo las ofrendas celestiales.
El vaso voló elevándose para dar iniciación
y excelente sabiduría afloró dentro de ustedes.
La razón de todo esto estriba en la gracia de los gurús Ghagyu.

Milarepa dijo luego a los discípulos que debían guardar en secreto sus enseñanzas durante algún tiempo.
Un día Rechungpa terminó su pintura de la yoguini Vajra. Se la llevó al Jetsun y le pidió que la santificara. Milarepa contestó: "Este anciano no sabe cómo ejecutar un ritual elaborado para la santificación. Pero trataré de orar a la Sabiduría Sattva (poder divino) para que descienda y santifique su cuadro del Samaya Sattva (objeto a ser santificado)". Así diciendo, lanzó una flor al cuadro, como si trajese la misma Sabiduría Sattva a disolverse en él. El cuadro se estremeció y vibró, como signo de haber recibido el poder bendito de la sabiduría Sattva.
Mientras tanto, los símbolos del cuerpo de Buda, de su palabra y su mente, los brillantes colores del arcoiris, relumbraron desde el cielo y penetraron disolviéndose en el cuadro. También cayeron como lluvia las flores celestiales. Milarepa las recibió en su cabeza como si usara un cráneo bendito (en una iniciación tántrica) y luego todas las flores se disolvieron en su cuerpo uniéndose a él. Como los discípulos estaban estupefactos ante el prodigio, Milarepa cantó:

La forma pictórica del Samaya Sattva
está bendita por la luz sagrada
del cuerpo, palabra y mente;
esto es la encarnación de la Sabiduría Sattva,
el cuerpo de lo real;
cuando la luz de la sabiduría entra en el cuadro
y se disuelve en él, se ha completado la bendición.

Aunque Mila es viejo y no puede levantarse
las dakinis sabias del Dharmakaya
se han mezclado al cuadro del Buda protector
cuando ejecutaba este rito de santificación,
por eso estas flores maravillosas adornaron mi cabeza y mi cuerpo.
Ustedes que han sido testigos de este gran milagro
son ciertamente personas bien dotadas y bien destinadas.

Entonces Rechungpa y los otros discípulos todos testificaron el hecho de que el Jetsun no era diferente a la propia yoguini Vajra.

Ésta es la historia del vaso de iniciación y de la santificación del cuadro de la yoguini Vajra pintado por Rechungpa.




48 Historia de Shindormo y Lesebum

Reverencia a todos los gurús

Shindormo y Lese eran un matrimonio que desde hacía mucho tiempo tenía gran fe en el Jetsun. Una vez lo invitaron a Tsa Ma. Tan pronto como Shindormo lo vio venir se acercó a él tomándole de las manos y diciendo: "Ahora que envejecemos y la muerte se aproxima, tememos y nos lamentamos de no ser capaces de seguir el dharma contigo". Así diciendo, lloró amargamente por largo tiempo. Milarepa le dijo: "Mis queridos patronos, excepto para los practicantes avanzados en el dharma, las penas de nacimiento, decadencia, enfermedad y muerte descienden sobre cada quien. Es bueno pensar en ello y temerlo, porque capacita en la práctica del dharma cuando se aproxime la muerte". Enseguida cantó:
Nosotros, seres mortales, estamos sumergidos
en el río del nacer, decaer, enfermar y morir.
¿Quién puede en la tierra escapar de estas penas?
Vamos a la deriva en la marea.
Entre olas de miseria y oscuridad
flotamos mas y más.
Pocos hay en samsara en los que se encuentre alegría.
Al tratar de evadirlas, aumentan las miserias;
crecen nuestros pecados en la búsqueda del placer,
Para estar libre de pena
deben evitarse los actos erróneos.
Cuando cercana se perfila la muerte,
el sabio siempre practica el dharma.

"No sé —dijo Shindormo— cómo observar el sufrimiento del nacer. Por favor, instruyeme en la manera de meditar acerca de esto". En respuesta, el Jetsun dijo:

Les explicaré, protectores fervientes,
el sufrimiento del nacer.

La conciencia alaya
es el vagabundo en el plano del bardo.
Impelido por la lujuria y el odio
entra a un vientre materno.

Allí se siente como pez atrapado en la grieta de una roca.
Durmiendo en sangre y fluido amarillo,
por zafarse, se acojina;
embutido en inmundicia, padece.
De mal karma nace un mal cuerpo.

Aunque recuerda vidas pasadas,
no puede decir ni tan sólo una palabra.
Tan pronto abrasado de calor
como helado por el frío,
eso, a los nueve meses emerge
del vientre con terrible dolor,
como si fuese arrancado por una garra de tenaza.

Cuando su cabeza es comprimida por el vientre
el dolor es como ser echado a un hoyo lleno de breñas;
como gorrión atrapado por halcón,
se siente el débil cuerpo en el regazo materno;
cuando se limpia la sangre e impurezas
del tierno cuerpo del bebé,
el dolor es tal como ser desollado vivo;
cuando se corta el cordón umbilical,
siente como si fuera seccionado
a través de la espina;
envuelto en la cuna se siente atado
por cadenas, preso en un calabozo.

Quien no comprenda la verdad de no-originarse
nunca escapará de los tormentos espantosos del nacer.
No hay tiempo para posponer la devoción.
Cuando uno muere la gran urgencia es el divino dharma.
Deben apresurarse a practicar las enseñanzas del Buda.

Shindormo pidió de nuevo: "Por favor, predícanos los sufrimientos de la vejez". En respuesta el Jetsun cantó:

Escuchen, mis buenas protectores,
escuchen los sufrimientos de la vejez.

Penoso es ver el propio cuerpo
tornarse endeble y desgastado.

¿Quién puede evitar el desaliento
ante la llegada de la vejez?

Cuando desciende la ancianidad
el cuerpo erguido se torna encorvado;
cuando se intenta pisar firmemente,
a pesar suyo vacila;
los cabellos negros tórnanse blancos,
los claros ojos, empañados,
la cabeza tambaleante desvanece,
y el oído penetrante ensordece;
las mejillas rubicundas palidecen
y la sangre se enjuta.

La nariz, pilar del rostro, se hunde,
los dientes, esencia de los huesos, sobresalen,
perdiéndose el control de la lengua, se tartamudea;
ante la cercanía de la muerte, crece la angustia
y las dudas crecen.
Reúne amigos y alimentos,
mas no los puede guardar;
tratando de no sufrir,
sufre más;
cuando le dice verdad a las gentes
pocos le creen.
Hijos y sobrinos que levantó
y crió se tornan sus enemigos;
desechan sus palabras
y no devuelven gratitud.

Mientras no comprendas la verdad de no decadencia
sufrirás las miserias de la vejez.
Quien siendo viejo sea negligente con el dharma
sabrá que está atado al karma.
Es bueno practicar el divino dharma
mientras aún puedes respirar.

Shindormo dijo luego: "Lo que nos has dicho es muy cierto; he experimentado estas cosas por mí mismo. Ahora, por favor, predícanos el sufrimiento de la enfermedad". En respuesta Milarepa cantó:

Queridos patrones, ustedes que conocen pesar y tristeza
escuchen las miserias de la enfermedad.

Este frágil cuerpo está sujeto a enfermedad,
así pues, uno sufre penas terribles.

La enfermedad de prana, bilis y flema
invaden constantemente este débil cuerpo humano
y provocan que la sangre y la materia se calienten;
así, los órganos se afligen con dolores.
En cama segura y cómoda,
el enfermo no halla comodidad
sino que da vueltas agitado entre quejas y lamentos.
Debido a la mezquindad del karma anterior,
a pesar de ser alimentado con la mejor comida,
vomita todo lo que toma.
Cuando se le acuesta en lo frió
aún se siente ardoroso y caliente;
Si se le envuelve en ropas tibias
siéntese frío, como empapado en cellisca.
Aunque lo rodeen amigos y parientes,
nadie puede liberarlo de sus penas.
Aunque hechiceros y médicos son eficientes
no pueden ayudar en casos debidos a la madurez del karma.
Quien no ha comprendido la verdad del no-enfermar
tiene que sobrellevar mucho sufrimiento.
Como no sabemos cuándo aparecerá la enfermedad,
es sabio practicar el sagrado dharma,
el seguro vencedor de la enfermedad.

"Espero practicar más dharma cuando se aproxime 'la muerte —dijo Shindormo—. Ahora, por favor, predícame los sufrimientos de la muerte". En respuesta, Milarepa cantó:

Escuchen, mis desalentados patrones:
Debe uno sobrellevar los sufrimientos de la muerte
como se soporta la pena de reparar deudas contraídas.
Cuando llega el momento de la muerte,
los guardas de Y ama lo atrapan a uno y lo llevan.
Los ricos no pueden comprarla con dinero,
no puede el héroe cortarla con su espada,
ni puede la mujer lista engañarla con sus mañas.

Ni siquiera el letrado puede
posponerla con su elocuencia.
Aquí ningún cobarde, como zorra, escapa;
ni los desafortunados pueden apelar
ni tampoco el valiente puede lucir su valor.

Cuando todos los nadis convergen en el cuerpo,
uno es aplastado como entre dos montañas;
toda visión y sensación tórnase opaca.
Cuando los monjes bon y los adivinos son inútiles,
el médico afamado llega a la desesperación.
Ninguno puede comunicarse con el moribundo,
los guardianes protectores y los devas se esfuman en la nada.
Aun cuando el aliento no se ha detenido completamente
no puede menos que percibirse el rancio olor a carne muerta.
Se acurruca uno al borde de la muerte
como un trozo grande de carbón a las cenizas irías.

Alguien cuenta aún fechas y estrellas
cuando uno ya está muriendo;
otros lloran y gritan y se quejan,
algunos piensan en las cosas mundanas,
otros, que su riqueza tan duramente trabajada
será disfrutada por los demás.

Sea cuanto fuere de profundo nuestro amor
o grande nuestra simpatía,
él ha de partir y viajar solo;
sus buenos amigos y su esposa
sólo podrán dejarlo ir;
su amado cuerpo será envuelto
como un fardo y transportado,
será echarlo al agua o quemarlo en el fuego
0 simplemente abandonarlo en tierras desoladas.

Protectores fervientes, cuando el fin llega,
¿qué podemos retener?
Debemos sentarnos ociosamente,
dejando que partan todas las cosas.
Mañana, cuando nuestro aliento se detenga,
ninguna riqueza de esta tierra podrá ayudarnos.
Entonces, ¿por qué ser tacaños?

Los amables parientes rodean
la cama del moribundo,
fiero ninguno puede ayudarlo ni por un momento.
Sabiendo que todo debe ser dejado atrás
entiende uno que todo gran amor
y todo apego es fútil.
Cuando llega ese momento final
sólo el sagrado dharma ayuda.
¡Ustedes, queridos patrones, deben esforzarse
para estar listos a morir!
Estén seguros y listos; cuando llegue
el tiempo no tendrán miedo ni retornarán.

Así pues, Shindormo imploró al Jetsun las instrucciones. Practicándolas por algún tiempo obtuvo progreso, de tal modo que al memento de la muerte entró en la etapa inicial del sendero.
Por ese tiempo otra patrona, Lesebum, invitó a Milarepa a estar con ella. Le dijo: "Aunque ustedes, padre Jetsun e hijos, no pueden estar con nosotros mucho tiempo, permanezcan al menos por unos días". Ante esta sincera demanda, Milarepa y sus discípulos se quedaron con ella durante siete días.
Durante este periodo la gente de Nya Non se reunía en gran número para hacer Tsa Tsa. Todos los aldeanos cooperaban en la labor. Lesebum preguntó a Milarepa: "Ustedes, padre e hijos, ¿no gustarían venir a la reunión para disfrutar de ella?" "No —replicó Milarepa—, no me interesa ir". "Entonces—dijo Lesebum—; como éste es un día meritorio, espero que Su Reverencia sea tan amable de hacer ofrendas en mi cuarto de oración moldeando algunos Tsa Tsa para mí. Por bien de las criaturas de sentimiento, cuida de mi hijo pequeñito, de mi oveja y de mi casa durante mi ausencia". Bien vestida y adornada se fue pues a la reunión, pero Milarepa y sus discípulos dejaron pasar el tiempo sin hacer nada de lo que les había pedido. Como consecuencia la oveja saltó al campo y se comió todos los granos y lo peor de todo fue que cuando Lesebum entró a la casa su bebé gritaba a lo que daban sus pulmones. Entonces se dio cuenta de que el Jetsun no había hecho nada de lo que le había pedido, y le dijo: "Es explicable que no hayas hecho las otras cosas que te pedí, pero un budista debe tener compasión; ¿no es pues una falta y una gran vergüenza que hayas descuidado al niño y a la oveja cuando estaban necesitados de ayuda?" En respuesta el Jetsun cantó:

En la postura del gran gozo
pastoreo al cordero inmortal,
no tengo tiempo para atender
a aquellos de sangre y carne;
los dejo, Lesebum, para ti.

Como madre de amor y gran compasión
vigilo al bebé de la iluminación,
así pues, no tengo ganas
de atender al niño mocoso;
eso lo dejo para ti, Lesebum.

En el oratorio de mi cuerpo superior
enciendo la lámpara de la iluminación,
no puedo erigir el asta
para colgar banderolas de oraciones;
eso lo dejo para ti, Lesebum.

En esta casa desarrapada de mi cuerpo fantasma
estoy limpiando lo sucio de los pensamientos normales,
no tengo tiempo de limpiar tu casa;
eso lo dejo para ti, Lesebum.

Entre las muchas formas de vida
observo el juego de maya;
no puedo lavar tazas y platos;
eso lo dejo para ti, Lesebum.

Lesebum replicó: "Oh Jetsun, por favor, no desdeñes los buenos actos que nosotros, los mundanos, tratamos de hacer. También he servido a otros lamas además de ti". En respuesta Milarepa cantó:

Servir a un lama sin compasión
es como rendir culto a un demonio de un ojo;
tanto él como el protector hallarán desgracia.

Practicar el dharma sin mente Bodhi
es el autoengaño propio de un tonto;
sólo intensifica el deseo y la codicia.

Dar limosnas con parcialidad
es como retribuir una fiesta;
sólo fortalecerá más esperanzas.

Hacer ofrendas a quien no corresponde
es como dar dinero a un impostor;
sólo traerá más conflicto y confusión.

Dar caridad sin compasión
es como atarse uno mismo a un pilar
con una larga cincha de cuero;
sólo lo atará a uno más apretadamente a la prisión del samsara.

Tener miras altas sin dominar la mente
es como ser charlatán que anda presumiendo
por medio de su gaznate desgastado;
así uno solamente viola las virtudes.

Meditar sin saber el modo
es ser como prestidigitador conjurando una casa mágica;
su falsía pronto será exhibida.

Comprometerse en actos tántricos
sin una verdadera señal de karma
es como si un loco bebiese agua de una fuente caliente;
mientras más beba, más sediento estará.

Si uno lleva una vida solemne
para asuntos mundanos
es como envolver inmundicia
en bellos vestidos de seda;
hermosos y sorprendentes por fuera;
dentro, viscosos y putrefactos.

La realización obtenida
con deseos y engreimiento
es como muñeca de barro;
pronto se romperá en pedazos
si se le prueba con un golpe.

Al escuchar este canto Lesebum se sintió llena de remordimientos. Tomando una fina joya de sus ornamentos la ofreció al Jetsun pidiéndole instrucciones. Milarepa cantó Las palabras de la gema.

¡Escúchame, rica Lesebum,
con inteligencia chispeante!
Cuando te vuelvas hacia ti y mires dentro de tu cuerpo,
medita sin codiciar placeres;
cuando te vuelvas hacia ti y mires dentro de tu boca,
medita en silencio y en calma;
cuando te vuelvas hacia ti y mires dentro de tu mente
medita sin pensamientos inconstantes;
guarda tu cuerpo, boca y mente de distracciones
y trata de practicar sin practicar.

Lesebum, siguiendo estas instrucciones en su meditación, ganó algunas experiencias. Luego cantó para el Jetsun como sus Siete ofrendas.

A ti, yogui excelso, vestido de algodón,
quien tiene valor indomable,
hombre seguro de su libertad,
más allá de codicia y temor,
a ti, asceta Repa, presento mi homenaje,
a ti, gran Repa, presento mi ofrenda.
Ahora, ante ti, me arrepiento de todos mis errores,
y me regocijo con simpatía en todos tus actos.
Te ruego gires la rueda del dharma,
implorándote que nunca entres al nirvana.
Desde ahora dedico mis méritos a todos los seres.

Cuando observo mi cuerpo y trato
de detener el ansia de placer
surge el anhelo.

Cuando observo mi boca y trato
de dominar el deseo de hablar
el deseo aún perdura.

Cuando observo mi mente y trato
de meditar sin pensamientos vagabundos,
los pensamientos inconstantes siempre surgen.

Cuando concentro mi cuerpo, boca
y mente para practicar la no práctica,
el esfuerzo por practicar aún está allí.

Para vencer estas dificultades
y propiciar mi progreso,
te ruego me otorgues más instrucciones.

En respuesta a su ruego el Jetsun cantó:

Escucha, escucha, Lesebum, con atención.
Si estás acosada del ansia de placer
deja a tus socios,
da todo en limosnas,
descansa a gusto
sin apegos ni anhelos.

Cuando te sientas como si hablaras
trata de abjurar de los deseos mundanos,
renuncia a tu egoísmo y a tu orgullo
y descansa a gusto en humildad.

Si los pensamientos inconstantes siguen surgiendo
sujeta bien tu propia mente con atención,
no te apegues al samsara ni al nirvana
sino descansa a tus anchas en la plena igualdad.
Que lo que surja, surja,
no te ocupes de seguirlo.

Si en meditación aún te quieres esforzar
trata de que surja en ti la gran compasión por todos
identificándote con el Todomisericordioso.

Piensa siempre en tu gurú como sentado sobre tu cabeza
y medita con perseverancia en el vacío;
luego dedica tus méritos a todos.

Confía en mis palabras, Lesebum
y practica con celo el dharma.

De acuerdo con las instrucciones de Milarepa, Lesebum continuó su meditación. Al final llegó a ser una yoguini y alcanzó el estado inicial del sendero.

Ésta es la historia de Shindormo y de Lesebum.



49 Milarepa y el cordero moribundo

Reverencia a todos los gurús

En una ocasión, cuando el Jetsun Milarepa y su hijo del corazón Rechungpa vivían en la cueva del Vientre de Nya Non, Rechungpa todavía abrigaba un ligero anhelo de placeres mundanos, los cuales el Jetsun ya le había advertido que debía abandonar. Pero Rechungpa pensaba: "Ya he dejado mi tierra nativa y los ocho deseos mundanos, pero el Jetsun considera que esto es aún insuficiente, apenas la mitad del camino en la práctica del dharma. ¿Podría en verdad ser cierto esto?". Lleno de dudas preguntó a Milarepa, quien le respondió: "En sentido general puede ser cierto lo que has dicho, pero por sí mismo no es suficiente. Escucha mi canto".

Quien se sienta sobre mi cabeza
en el Palacio del Gran Gozo
es el Uno inmaculado,
gloria en todos 'los méritos.
Él, Marpa, es la esencia del linaje de los gurús,
la fuente de la perpetua inspiración,
a él presento sincero homenaje,
a él envío mi plegaria de todo corazón.

Aunque has renunciado a tu tierra nativa
viviendo alejado y solo,
debes aún observar los preceptos;
quien se cuida de su buen nombre
caerá una vez más en el mundo.

Aunque has renunciado a buena comida y atenciones,
ten cuidado cuando recibas limosnas;
quien aún es afecto a comidas sabrosas
caerá en el mundo una vez más.

Aunque un traje elegante es muy superior
a un simple vestido,
debe ser hecho de acuerdo con los principios de la moda;
los yoguis que están apegados a trajes finos y suaves
caerán al mundo una vez más.

Cuando aspires al gran estado
y cultives tu pequeña tierra propia
debes obedecer las reglas de labranza;
si esperas cosecha grande y pronta
caerás una vez más en el mundo.

El samsara es en sí mismo irracional e irreal;
cuando se le mira se le encuentra difícil
de definir, inasible,
pero cuando uno lo realiza
es el nirvana mismo.
Todas las cosas en sí mismas son vacío;
un yogui no está apegado a nada.

Rechungpa preguntó: "Como sigo el sendero eficaz del tantra, ¿podré darme alguna comodidad y gusto para aumentar mi devoción?". El Jetsun contestó: "Si de veras puedes aumentar tu devoción mediante gustos y placeres, puedes usarlos, pero no lo hagas si sólo sirven para aumentar tus deseos mundanos. Fui impuesto por mi gurú, Marpa, a renunciar a los deseos mundanos a cambio de una vida ascética de devoción. Como resultado de haber seguido sus palabras durante mi vida ha crecido dentro de mí algún pequeño mérito. También tú debes renunciar a todos los ocho deseos mundanos y meditar intensamente mientras tienes ocasión de hacerlo. Escucha ahora mi canto".

Recuerda cómo vive tu gurú
y guarda en tu mente sus palabras de miel.
Quien pierde una ocasión para el dharma
nunca más tendrá otra.
Memoriza la enseñanza de Buda
y practica con perseverancia.
Por el apego a las cosas durante esta vida
se sufrirá más en la otra;
si anhelas placeres
aumentarán tus conflictos.

En verdad uno es muy tonto
si pierde una ocasión para el dharma.
¡Practica duro con temor a la muerte!
Cometer pecados te lanza
a los reinos inferiores.
Por presumir y engañar
uno se engaña y se desvía a sí mismo;
los méritos merman con el crecer de los pensamientos dañinos.
Si estás interesado en la vida futura
practica diligentemente tus devociones.

Un yogui que ansia buenos trajes
pronto perderá su mente;
un yogui que desea buena comida
pronto cometerá actos malos;
un yogui que ama las palabras gratas
no ganará sino perderá.
Renuncia a los propósitos mundanos, Rechungpa,
sé devoto de la meditación.

Si tratas de obtener un protector rico
tropezarás con un enemigo.
Quien gusta de estar rodeado de gente
pronto estará decepcionado.
Aquel que atesora mucha riqueza y dinero
pronto estará lleno de pensamientos viciosos.
Medita, hijo Rechungpa,
y pon tu mente en el dharma.

La realización se ganará al final
por quien practica;
quien no practica
sino solamente habla y se jacta
siempre está mintiendo.
Qué difícil es encontrar
la ocasión y el tiempo para practicar largamente.
Rechungpa, trata de meditar sin distracciones.

Si mezclas tu mente con el dharma,
siempre estarás alegre y contento;
si vives en soledad
la encontrarás siempre mejor.
¡Hijo Rechungpa, que el preciado
samadhi del vacío iluminante
permanezca por siempre en tu mente!

Milarepa pensó luego: "Debido a mi urgencia, tal vez los deseos de Rechungpa por los placeres del mundo se hayan aminorado, mas aún no puede dominar sus inclinaciones erróneas. Debo tratar de fomentar su espíritu de renunciación". Así pues, lo llevó al mercado de Nya Non a pedir limosnas. AHÍ se encontraban reunidos muchos carniceros. Había montones de carne acumulada, las cabezas de animales colgaban de garfios, las pieles estaban desparramadas sobre el suelo y la sangre corría como agua en una poza. Además había filas de ganado atado a estacas para la matanza. Un viejo de Mon, mutilado de un brazo, destazaba un cordero negro y grande, sacándole las entrañas mientras aún estaba vivo. Mortalmente herido, logró escapar y tambaleando y gimiendo llegó junto al Jetsun por ayuda. Al ver esta lamentable escena Milarepa derramó muchas lágrimas. Inmediatamente ejecutó el yoga de transformación para el cordero y liberó su alma (conciencia) al sendero Bodhi. Entonces, abrumado de compasión, cantó:

¡Cuan dignos de compasión son los seres del samsara!
Mirando hacia arriba al sendero de liberación,
¿qué, si no tristeza, podrá sentirse por estos pecadores?
Lamentable y tonto es complacerse en malar
cuando por buena suerte y horma se tiene forma humana.
Es lamentable cometer un acto
que al final nos dañará a nosotros mismos,
es lamentable construir un muro de iniquidad
hecho con la carne de nuestros semejantes,
es lamentable ver devorar la carne
y manar la sangre,
es lamentable saber que confusión
e ilusión alimentan las mentes de los hombres,
es lamentable hallar sólo vicio,
no amor, en el corazón de la gente.
Cuan lamentable es ver
que la ceguera cubre a todos los hombres
que fomentan actos inicuos.

La codicia es causa de miseria
y los actos mundanos traen pena;
recordando esto uno siente pesadumbre,
así pensando, se busca curación.

Cuando pienso en aquellos que nunca
reparan en sus vidas futuras
sino que se complacen en actos dañinos
me siento conturbado y triste
y temo profundamente por ellos.

Rechungpa, viendo tú todas estas cosas,
¿no recuerdas el sagrado dharma?
¿no pierdes acaso tu corazón en samsara?
Fortalece tu espíritu de renunciación;
ve, Rechungpa, a meditar a una cueva.

Toma en cuenta la gracia de tu gurú
y evita todo acto pecaminoso,
desecha las cosas mundanas
y mantente firme en tu práctica,
guarda tus votos y dedica
tu vida a la meditación.

Rechungpa estaba embargado por la pena y un ardiente deseo de renunciación surgió en lo más profundo de su corazón. Derramando copiosas lágrimas juró: "Querido Jetsun, de ahora en adelante renunciaré a todos los deseos y placeres y me dedicaré a la meditación. Vayamos, maestro y siervo, a las montañas remotas; dime solamente dónde". En respuesta Milarepa cantó:

Atrapadas por sus karmas malignos
vagan en la oscuridad del samsara las criaturas de sentimiento.
Los incesantes pensamientos salteadores
las arrojan a lo insensato
privándolas de la oportunidad de cultivarse.
¡Despierte, medite ahora cada quien!
Y nosotros, los dos Repas, vayamos a la montaña nevada de Lashi.

Larga y azarosa es la ruta de samsara,
opresor y pernicioso es el bandolero de cinco venenos;
pero, hijo Rechungpa, sujeta pequeño tu conocimiento,
busca el cuidado de la sabiduría.
Rara vez piensan los pecadores que la muerte vendrá;
nosotros, los dos Repas, iremos ahora a meditar
a la montaña nevada de Lashi.

Alta es la montaña de faltas,
aterradores los sabuesos y cazadores.
La bestia Dhyana siempre está expuesta
al peligro de ser capturada.
Sé sabio pues, escapa a la tierra pura.
Los pecadores rara vez piensan que vendrá la muerte;
nosotras, los dos Repas, iremos a meditar
a la montaña nevada de Lashi.

Esta casa del cuerpo humano
está cayéndose y deteriorándose
por la filtración de comida y bebida,
decae con los meses y años;
es pues peligroso habitar en ella.
Escapa entonces a lo seguro,
dispuesto a morir contento.
Los pecadores rara vez piensan que vendrá la muerte;
nosotros, los dos Repas, iremos a meditar
a la montaña nevada de Lashi.

Profundo y lleno de peligros es el mar del samsara,
es de sabios cruzarlo ahora
en el barco del conocimiento;
la ola arrolladora de la confusión es aterradora,
escapa de ella ahora,
escapa a la tierra de la no dualidad.
Los pecadores rara vez piensan que vendrá la muerte;
nosotros, los dos Repas, iremos a meditar
a la montaña nevada de Lashi.

Ancha es la marisma pantanosa de la lujuria,
atosiga el campo lodoso de la vida familiar;
sé sabio, escapa de ellos, cabalgando
el elefante de la renunciación,
sé sabio y escapa a lo seguro,
a la tierra seca de la liberación.
Los pecadores rara vez piensan que vendrá la muerte;
nosotros, los dos Repas, iremos a meditar
a la montaña nevada de Lashi.

Grande es el peligro actual de caer
en los puntos de vista y actos del hinayana;
el ignorante hace alharaca de nada.
Los pecadores rara vez piensan que vendrá la muerte;
nosotros, los dos Repas, iremos a meditar
a la montaña nevada de Lashi.

En esta ocasión hubo mucha gente de la feria que confirmó su gran fe en el Jetsun y en su hijo. Todos desearon ofrecerles mucha comida y servicios, pero Milarepa les dijo que su comida era alimento del pecado, directamente producida por los ocho deseos mundanos, y rehusó aceptarla. Él y Rechungpa partieron a su viaje hacia la montaña nevada de Lashi.

Esta es la historia de las advertencias de Milarepa sobre la importancia de estar dispuesto a morir.



50 Canto del bebedor de cerveza

Una vez, cuando el Jetsun Milarepa y su hijo Rechungpa vivían en la gran cueva de la conquista del demonio, en la montaña nevada de Lashi, las conjuraciones terroríficas creadas por los asuras fueron tan grandes, que Rechungpa hubo de esconderse en la parte posterior de la cueva absorbiéndose a sí mismo en samadhi. Un día llegó un gran número de deidades y espectros desplegando muchas formas horribles, lanzando muchas lanzas a Milarepa para atemorizarlo. Con voces amenazantes gritaron: "Déjanos atraparlo para comer su carne y beber su sangre". Pero Milarepa, impasible, cantó:

¡Ruego a todos los gurús dominar
todo odio y maldad!

Dignos de piedad son ustedes, fantasmas y demonios,
acostumbrados a pensamientos y actos malignos
afligen con regocijo a las criaturas de sentimiento,
aficionados a comer carne,
están ansiosos de matar y estrangular,
nacidos como fantasmas hambrientos,
feos y repulsivos,
cometen ustedes más actos pecaminosos;
ustedes están condenados a ir al infierno.
Como han olvidado la semilla de la liberación
encuentran cerrada la puerta de la libertad.
¡Cuan lamentable y triste es todo esto!

Sentado en el asiento del vacío compasivo,
puedo ejecutar toda clase de milagros.
Si ustedes, fantasmas, pueden atraparme y comerme,
estaré muy complacido y feliz.
¡Con mente bodhi compasiva
me regocijo al verlos aquí!

Entonces Milarepa entró al samadhi del agua. En poco tiempo llegaron más demonios y devas armados. Entre ellos había una demonia extremadamente terrorífica, la cual dijo: "¿Quién es este hombre?" Un demonio replicó: "Acerquémonos primero al agua en lugar seguro y veamos". Así haciendo, golpeó descuidadamente unas piedrecillas que sonaron y en el preciso momento apareció repentinamente Milarepa diciendo: "Aquí estoy", y mostró su cuerpo desnudo a los demonios, quienes sorprendidos y empavorecidos salieron corriendo. Después de un rato regresaron y una vez más atacaron en vano a Milarepa con sus magias. Finalmente se dieron por vencidos y gritaron: "Reconciliémonos todos". En estado de gran compasión, Milarepa cantó:

Escuchen con atención, ustedes no hombres,
ejército de demonios de karma maligno,
sus actos malignos a nadie dañan salvo a ustedes mismos.
En cuanto a mí, todas las formas son el dharmakaya,
aun un ejército demoníaco es mi gloria.
Escuchen todos, devas y demonios,
si ustedes se refugiasen en la Triple Gema
renacerían en un buen lugar,
si dejasen de comer carne y de beber sangre
obtendrían un alto nacimiento y libertad,
si dejasen de dañar a otros,
pronto entrarían en el sendero bodhi,
si se apartasen de actos pecaminosos,
podrían abrazar la doctrina budista.

Sólo practicando los diez méritos
se puede entender el sentido
de las instrucciones firmes del gurú;
sólo cuando hayan quitado
la confusión del cuerpo, palabra y mente
podrán juntarse a la orden
de los sostenedores de la iluminación;
sólo cuando juren guardar las disciplinas
podremos como amigos estar de acuerdo;
sólo cuando guarden los preceptos samaya
podrán ser mis discípulos.

Arrepentidos, todos los demonios se convirtieron. Dijeron: "De ahora en adelante obedeceremos tus órdenes. Por favor enséñanos el dharma". Entonces Milarepa les predicó la verdad del karma, la enseñanza de tomar refugio y el crecimiento de la mente bodhi. Confirmándose en su fe, todos los demonios ofrecieron sus vidas a Milarepa como señal de sus solemnes votos y se fueron.
A la mañana siguiente Milarepa fue donde Rechungpa y le preguntó: "¿No te pasó nada anoche?" Rechungpa dijo: "Estaba en el samadhi de iluminación y tuve una visión muy divertida: alguien vino y te tiró una piedra mientras yacías en tu cama, ¿te golpeó?". Milarepa replicó: "Con gran alegría mi cuerpo se convirtió en agua. No estoy seguro si esa piedra me golpeó o no, pero mi pecho no se siente muy confortable, mejor lo miras". Y así diciendo, transformó su cuerpo nuevamente en agua, en la cual halló Rechungpa una piedrecilla y la sacó. Después de esto el Jetsun se sintió del todo bien.
Por este tiempo muchos discípulos vinieron a visitar a Milarepa. Un día él sugirió una caminata hasta la cumbre de la montaña frente a Lashi, pero los discípulos dijeron: "Sería muy agotante para ti debido a tu edad, mejor no vayas". El Jetsun replicó: "Creo que puedo arreglar esto fácilmente". Y enseguida cantó:

¡Me inclino ante todos los gurús!

Milarepa quiere escalar
le. cima de la montaña, pero ahora está muy viejo;
su cuerpo está gastado y frágil.
¿Deberá tenderse y descansar
como tú, hermana montaña?

Apenas había terminado de cantar cuando apareció repentinamente en lo alto del risco, sus pies firmemente apoyados sobre la roca. Entonces ascendió hasta llegar a la punta y allí se sentó confortablemente durante un rato, vestido con una gasa iridiscente. Luego voló de regreso a la cueva y les dijo a los discípulos: "Necesito a alguno que me sirva cerveza cuando esté allá arriba".
"Dinos, por favor, cómo llegaremos allí y cómo podremos servirte cerveza", preguntaron. Milarepa replicó: "Si ustedes quieren alcanzar el pico de la montaña, deben practicar de esta manera".

Escuchen, hijos míos,
si desean escalar el pico de la montaña
para disfrutar del paisaje
deben sujetar la luz de la mente propia
amarrándola con el gran nudo,
atrapándola con un lazo firme;
si practican así
podrán escalar el pico de la montaña,
para disfrutar del paisaje.

¡Vengan, hombres y mujeres bien dotados,
beban el brebaje de la experiencia!
¡Vengan dentro a disfrutar la escena,
véanla y gocen plenamente de ella!
Los incapaces permanezcan fuera;
quienes no puedan beber
la cerveza pura, podrán repetir cervezas malas,
quien no pueda esforzarse por bodhi
puede hacerlo por un nacimiento superior.

Rechungpa dijo: "Yo puedo practicar el dharma y aspiro a beber la cerveza, pero enséñame cómo". El Jetsun replicó: "El mejor modo de beber la cerveza es seguir las buenas advertencias de Marpa". Luego cantó:

Me inclino ante Marpa, el traductor,
quien reside en la realidad primordial;
maestro de verdades esenciales,
no es fácil describirlo,
es como el cielo, brillante y limpio,
omnipresente como el sol y la luna;
nunca discrimina entre
alto y bajo como arbustos en un campo,
él es mi señor Buda;
sentado sobre mi cabeza
es mi gloria y ornamento.

En los seis reinos el jefe
de los actores, el hombre,
utiliza su escasa cosecha para elaborar
cerveza en el otoño y en la primavera.
Pero para fermentar para nosotros,
seguidores del dharma,
construye una pira con tres puertas,
prepara un caldero de sunyata
y lo nutre con el grano del puro elemento blanco
y con el agua de la compasión,
luego enciende el fuego de la sabiduría
y hierve bien toda la mezcla.

En la llanura central, donde todo es igual,
se iza la bandera del gran gozo.
Cuando al caldero se le ha añadido la levadura
de la instrucción uno podrá dormir a gusto
en la cama de los cuatro infinitos.
La cebada fermentada del Uno en muchos
es sacada y puesta en una jarra,
esta cerveza de los cinco prajnas madura
fortalecida con la eficaz sabiduría no dual.
A la entrada de la casa que satisface todo deseo
se purifica la cerveza de puro néctar.
El Heruka puro produce esto,
por el Heruka de la totalidad es condicionada
y es coloreada por el Heruka del loto,
su olor es el Heruka de la variedad,
su sabor es el vajra y su textura es la alegría.
Soy un yogui que bebe cerveza,
porque ella ilumina el cuerpo dharma,
completa el cuerpo de sambhoga
y da forma a todo el nirmanakaya.
Sólo hombres con cabezas endurecidas
pueden beber la cerveza
de la pulpa del no crear.

Aquí está la otra parábola:

Del brebaje de la esencia del dharma,
procede una cerveza preciosa y estimulante;
es una oblación majestuosa
para los gurús y Budas de las tres perfecciones;
a lo largo de la vía media de la sabiduría eficaz
se observan las reglas de samaya;
así son complacidas las deidades del mandala.
Con el brebaje de las instrucciones especiales
Se obtienen sensaciones místicas;
unas satisfacen nuestros deseos
y otras las de otros hombres.

Quienquiera que beba en la copa de los seis ornamentos
la cerveza pura del linaje susurrado
sentirá arder en él el gran gozo.
En este gozo un simple sorbo
despeja toda pena y tristeza.
Ésta es la cerveza que bebe un yogui,
dharma especial compartido por pocos;
acto maravilloso y espléndido,
acto magnífico y estupendo.

Al oír este canto todos los discípulos ganaron un firme entendimiento.

Ésta es la historia de Milarepa cuando dominaba demonios en la gran cueva y cantaba la canción del beber mientras se paseaba crin sus discípulos.




51 Consejo sincero a Rechungpa

Reverencia a todos los gurús

Una vez el Jetsun Milarepa estaba en Ramdin Nampu con sus hijos-discípulos Rechungpa, Drigom Repa y otros. Un día, mientras Rechungpa y Drigom Repa sostenían una larga discusión sobre las enseñanzas de Naropa y Medripa, el Jetsun comentó: "Primero escuchen mi canto y luego continúen la discusión":

Mi gurú misericordioso siempre se sienta sobre mi cabeza,
la realización está siempre en mi mente.
¡Oh, cómo puede uno describir este sentimiento gozoso!

Escuchen, ustedes dos, el Repa y el monje
que aún persisten y se demoran en el reino de la acción.

Si no entienden "dentro"
sus ladridos bulliciosos no harán sino inflar
su orgullo y egoísmo.

¿No se llama visión interminable
al despejar interno de los malentendidos,
gloria de un yogui que confirma
las razones y las escrituras?

¿No Se llama práctica espontánea
la disolución de Nhamdog en el dharmakaya,
gloria de un yogui conforme
los principios de la meditación?

¿No se llama acción de un solo sabor
la autopurificación de los seis sentidos,
gloria de un yogui que libremente
responde al tiempo y a los cambios?

¿No se llama complacencia del lenguaje susurrado
a la experiencia del vacío gozoso,
gloria de un yogui conforme
a las cuatro indicaciones?

¿No se llama etapas y bhumis del sendero
al arte de hacer brillar el sunyata,
gloria de un yogui que observa
los postes de señales del camino?

¿No se llama logro del estado búdico
a la consumación de la propia mente,
gloria de un yogui que en una vida
confirma los cuatro cuerpos?

¿No se llama gurú de linaje
al poseedor de las instrucciones medulares
de la razón así como de las escrituras,
gloria de un yogui que es
encarnación de amor y compasión?

¿No se llama discípulo con capacidad
a aquel que tiene compasión y gran fe,
gloria de un yogui que se incorpora
al mérito de la veneración?

Debemos observar la mente para obtener
una visión decisiva.
Para progresar uno debe meditar,
para obtener la consumación uno debe actuar.

El logro es la perfección de la mente,
los cuatro pliegues del cuerpo de Buda
son una presencia y realización.
Quien conoce uno, conoce todo.

Al oír este canto, sus malentendidos se disiparon. Entonces el Jetsun dijo a Rechungpa que si uno está decidido a practicar el dharma debe practicarlo del siguiente modo, y entonces cantó:

Escucha, hijo mío,
el sostenedor de lo que ilumina:
para practicar el dharma debes saber estas cosas:
Que tu gurú, el cual produce todo mérito,
la encarnación de todos los Budas,
es el darmakaya mismo.
Rechungpa, ¿estás convencido de esto?

Debes saber que tus instrucciones
son excelsas como néctar y antídotos
que curan los cinco deseos ponzoñosos.
Rechungpa, ¿estás convencido de esto?

Los pensamientos mentales siempre fluyentes
son vacío, intrínsecamente sin base,
parecen aflorar y sin embargo jamás existen;
debes creer firmemente en la mente sin olas.
Rechungpa, ¿estás convencido de esto?

Los placeres que los seres celestiales aman
están sujetos a cambio y transitoriedad;
cree firmemente que en el samsara
no puede hallarse verdadera felicidad.
Rechungpa, ¿estás convencido de esto?

Todas las cosas con forma son momentáneas y efímeras,
como agua fluyen o humo de incienso
o como relámpagos en el cielo;
sabe que el ocio en esta vida es cosa rara.
Rechungpa, ¿estás convencido de esto?

Que todo en la tierra ha de morir es cierto,
no hay escape; esfuérzate más allá de la muerte.
Rechungpa, ¿estás convencido de esto?

Al oír este canto, todos los hijos-discípulos obtuvieron entendimiento creciente.
Un día llegaron algunos patronos o protectores de Nya Non. Invitaron a Rechungpa a aceptar su hospitalidad en sus villas durante un tiempo y el Jetsun le dio permiso para permanecer allí por toda una buena noche. También fueron a la villa otros Repas, con objeto de pedir limosnas. Mientras tanto, Tsese, Ku Ku y otros protectores de Drin vinieron a visitar a Milarepa. Cuando lo vieron sentado allí con su pene expuesto libremente, se sintieron avergonzados y horrorizados, temiendo acercársete. Finalmente, Tsese se acercó ofreciéndole un cobertor. Entonces todos los visitantes se reunieron a su alrededor y le dijeron: "Oh, Jetsun, la manera en que exhibes tu cuerpo desnudo y tus órganos nos hace sentir a nosotros, hombres mundanos, muy confundidos y avergonzados; por bien nuestro te rogamos tengas compasión y consideres lo conveniente de cubrirte". Cuando escuchó este requerimiento, Milarepa púsose en pie de pronto y así desnudo cantó:

Por mucho vagar en diferentes lugares
he olvidado mi tierra nativa,
por estar largamente con mi santo Jetsun
he olvidado toda mi parentela,
el guardar las enseñanzas del Buda
he olvidado las cosas mundanas,
permaneciendo mucho tiempo en ermitas
he olvidado todas las diversiones,
por mucho observar los juegos de los monos
he olvidado borregos y ganados,
acostumbrado por largo tiempo al yesquero
he olvidado las tareas domésticas,
siendo lo usual la soledad sin sirviente ni maestro
he olvidado los modales corteses,
acostumbrado por tiempo largo a ser descuidado
he olvidado la vergüenza mundana,
largamente habituado a que la mente vaya y venga ella sola
he olvidado cómo atar las cosas,
acostumbrado desde hace mucho tiempo
a quemar calor dumo
he olvidado los vestidos,
acostumbrado desde hace tiempo a practicar
la sabiduría de la no discriminación
he olvidado todo pensamiento que distraiga,
utilizando desde hace mucho la práctica
de iluminación de dos en uno
he olvidado las ideas disparatadas.
Estes doce "olvidos" son la enseñanza de este yogui,
¿por qué ustedes, patronos queridos, no la siguen?
He desatado el nudo del dualismo,
¿qué necesidad tengo de seguir sus costumbres?
¡Para mí, bodhi es la espontaneidad misma!

El dharma de ustedes, gente de mundo,
es muy difícil de practicar.
Sin cuidarme de nada, vivo en la forma que me place.
Su así llamada vergüenza sólo trae engaño y fraude.
¿Cómo pretenden que yo no sepa?

Los protectores ofrecieron a Milarepa finas y abundantes ofrendas y se fueron. Mientras tanto, Rechungpa permaneció en la villa y aunque sólo se quedaba un día en la casa de cada protector, pasaron muchos días antes de que pudiera volver a la ermita. Cuando volvió finalmente encontró la puerta cerrada y pensó: "¿Será porque me tardé mucho en el pueblo que el Jetsun está disgustado?" Y cantó:

En la inmanencia del dharma
no hay necesidad de leer las estrellas;
quienes consultan las estrellas
están distantes de la inmanencia.

La gran perfección no tiene dogmas;
si surge una creencia obstinada,
eso no es la gran perfección.

En el Mahamudra no hay
aceptación ni rechazo.
Si lo hubiese
ése no sería el gran símbolo.

En la experiencia del gran gozo
no hay ni luz ni sombra.
Si alguna de las dos surgiera
ése no sería el gran gozo.

La gran vía media no puede ser descrita,
tampoco puede ser definida, porque si se pudiera
no sería la vía media.

Yo, Rechungpa, he regresado en este momento,
tú, padre mío, ¿estás bien hoy?

Por encima de la puerta Milarepa cantó en respuesta este canto:

No hay más Buda que la mente,
no hay vía más rápida que la práctica de prana y nadis,
no hay crueldad ni venganza en los tres refugios,
no hay experiencia mayor que aquella del vacío gozoso,
no hay gracia más alta que la del gurú Jetsun,
refugio y gloria de todos los hombres.

Por la práctica de las instrucciones correctas
crece la convicción en nuestra mente;
estas instrucciones se verifican
con la completa realización.
Una vez tomada una firme resolución
florecen la experiencia y la convicción.
Uno puede ayudar a los otros mediante el amor
cuando la bondad crece en nuestro corazón.
Quien ve a su gurú como a Buda
recibirá el gran poder bendito.

Rechungpa,
la cita que has hecho es excelente,
si la comprendes hallarás el dharma allí,
si no, tus observaciones
son charlatanería y jactancia.

¿Dónde has estado, hijo mío Rechungpa?
Tu anciano padre está bien y saludable.

Luego el Jetsun abrió la puerta y Rechungpa entró. Milarepa dijo: "Hoy descansaremos y charlaremos. Veo que aún tienes grandes deseos por cosas mundanas; debes renunciar a ellos y meditar rolo en las montañas. Ahora escucha":

Mediante la gracia de mi gurú
he sido capaz de permanecer en las montañas;
la oración me capacitó para permanecer en soledad.
Escucha atentamente, Rechungpa, el bien dotado:
Cuando mores en soledad
no pienses en secretas acusaciones,
no sea que perturbes tu mente con ira;
cuando medites con tu gurú
no pienses en asuntos religiosos,
no sea que caigas en confusión;
cuando des dormas a los espíritus
no esperes que ellos asistan,
no sea que tú mismo te conviertas en demonio;
cuando estés embelesado en meditación
no busques amigos ni compañía,
no sea que interfieran en tus devociones;
cuando ascéticamente perseveres
no pienses en carne ni vino,
no sea que nazcas como fantasma hambriento;
cuando practiques (el linaje susurrado del sendero eficaz),
no ansíes aprender,
no sea que te pierdas en el sendero erróneo;
cuando vivas solo en las colinas.
no pienses en la partida,
no sea que surjan pensamientos demoníacos.

Hijo mío, es mediante la perseverancia
que se alcanza el sagrado dharma,
es mediante un duro trabajo que se vencen
las penas del samsara.
¡Hijo mío, discípulo jurado,
deja que tu padre te ayude a despertar
la verdadera iluminación!

¡Déjame ayudarte hasta la realización última
donde el dharmakaya y todas las formas son uno!

Su canto golpeó las raíces de las faltas ocultas de Rechungpa, por lo que éste se postró ante el Jetsun y cantó:

Tengo, gracias a tu bendición,
ocasión de practicar el dharma.
Cuando para bien dejé a mis padres
tu gracia estaba escrita en mi corazón;
a pesar de que hace mucho dejé mi hogar
aún añoro una compañía
y pienso en comida, vestidos y riquezas.

Como asceta he vivido, morando en cuevas
lejos de las tentaciones mundanas;
sin embargo, aún surge en mi mente
el pensamiento de acumular y ganar.

Lo que veo ahora es el ser realizado,
lo que poseo es la instrucción medular susurrada.
He meditado mucho y con empeño;
sin embargo, aún pienso en ver a otros gurús
para aprender de ellos más enseñanzas.

He tratado de servir a mi gurú,
he luchado por alcanzar el estado búdico en esta vida,
he permanecido en lugares solitarios;
sin embargo, aún pienso en hacer esto o lo otro.

Oh mi Jetsun gurú, esencia inmutable, Dorje-Chang,
¡te ruego que ayudes, bendigas y conviertas a tu hijo!

Luego Milarepa dio a Rechungpa muchas instrucciones y como resultado éste hizo grandes progresos. Después de este incidente, los patronos de Nya Non invitaron a Milarepa y a su hijo para que moraran en la Cueva del Vientre.

Ésta es la historia de Ramdin Nampu.



52 Viaje de Rechungpa a Weu

Reverencia a todos los gurús

Por invitación de los patronos de Nya Non, quienes proveían alimento y servicio, el Jetsun Milarepa vivía en la cueva del Vientre, mientras Rechungpa permanecía en otra cueva situada encima de ésta. Una vez reveláronse en los sueños de Rechungpa todos los gurús, budas protectores y dakinis, persuadiéndolo de que pidiese al Jetsun que le relatara la historia de su vida. Después que Milarepa lo hubo hecho, Rechungpa deseó ir al Tíbet Central (Weu).
Por este tiempo algunos protectores decían: "Comparen al padre (Milarepa) con el hijo (Rechungpa); el hijo parece muy superior porque ha estado en la India". Entonces toda la gente joven se fue con Rechungpa mientras los demás venían al Jetsun. Un día llegaron muchos patronos. Trajeron muchos alimentos a Rechungpa pero a Milarepa sólo le dieron pequeñas ofrendas. Rechungpa, que ignoraba esto, pensó: "Si a mí me han traído tan buena comida, al Jetsun le habrán llevado mejores ofrendas". Fue pues a Milarepa y le dijo: "Querido Jetsun, qué buena comida hemos recibido hoy. Con todo este alimento podemos hacer una fiesta sacramental con los Repas. ¿Lo hacemos?" "Está bien —dijo Milarepa—, encontrarás mi parte debajo de esa laja. Tómala y úsala". Pero Rechungpa sólo halló un pedazo de carne podrida, una botella de cerveza agria y una pequeña cantidad de cebada. De regreso Rechungpa pensó: "¿Será esto pleito de esos patronos? Comparado con mi gurú, semejante al Buda, yo soy nada. No puedo igualar ni un solo cabello de su cabeza ni con todo mi cuerpo. Pero estos ignorantes patronos están haciendo ahora esta locura. Además estoy viviendo con mi gurú y recibiendo de él todas las instrucciones. Mi intención era vivir con él para servirle y agradarle, pero como están las cosas, si me quedo con él mucho tiempo sólo seré un obstáculo en su camino. Así, en vez de ayudarlo me he vuelto un competidor. Debo pedirle permiso para irme". Muy temprano en la mañana Rechungpa fue a ver al Jetsun y notó que éste dormía con la cabeza escondida bajo los brazos, como un pájaro. También Megom Repa dormía en su cama. Rechungpa pensó: "Respecto a la autorrealización mi gurú ha realizado completamente el dharmakaya. Y a modo de altruismo, ¿no está ahora practicando el dharma como un pájaro?" Conociendo lo que pensaba Rechungpa, el Jetsun cantó Las cuatro actividades.

¡Escucha con atención, hijo mío Rechungpa!

Tu anciano padre Mila a veces duerme,
pero aun durmiendo practica,
ya que él sabe cómo iluminar la ceguera;
mas no cualquier hombre conoce esta instrucción.
Seré feliz si tú puedes compartir esta enseñanza.

Tu anciano padre Mila a veces come,
pero aun comiendo también practica
porque él sabe cómo identificar
su alimento y su bebida con la fiesta sagrada;
mas no cualquier hombre conoce esta instrucción.
Seré feliz si tú puedes compartir esta enseñanza.

Tu anciano padre Mila a veces camina,
pero aun andando también practica
porque él sabe que caminar
es reverenciar a los Budas;
mas no cualquier hombre conoce esta instrucción.
Seré feliz si tú puedes compartir esta enseñanza.

Rechungpa, debes practicar de esta manera.
Levántate, Megom, es tiempo de que hagas algún caldo.

Rechungpa dio muchas razones para obtener el permiso de ir a Weu. Al final de su petición cantó:

Debo ir a Weu,
visitar diferentes lugares
y viajar a diversas tierras,
adorar la sagrada Lhasa,
ver los dos divinos rostros de Jo Shag,
visitar el santo templo Samye,
circular alrededor de Yuru Kradrag,
visitar el lugar del Marngo,
echar un vistazo a Nyal y Loro
y pedir limosnas.

Milarepa replicó: "Hijo mío, aunque encontraras discípulos en Weu, aún no ha llegado tu tiempo de ir allá. Por favor, no vayas en contra de las sugerencias de tu gurú, sino escucha mi canto:
Nacido para el sendero supremo eficaz
y de palabras secretas,
es distinguido el Jetsun Buda en forma humana,
poseedor de los cuatro cuerpos divinos,
es encarnación de las Cuatro Bienaventuranzas.
A él, el gran Marpa,
rindo homenaje sincero.

En esta mañana temprana del propicio ocho,
el sol naciente, como una bola de fuego cristalina,
irradia su calor y la brillantez de sus rayos,
yo, el yogui, me siento muy bien y feliz,

Hijo Rechunga, como bien dice la gente,
tú eres el lancero
de un centenar de soldados.
Por favor, no hables así
sino controla tu mente.
Trata de limpiarla como un espejo brillante
y presta oídos a este anciano.

Si vives en una apacible ermita,
¿por qué pensar en ir a otras tierras?
Si meditas en tu gurú Buda,
¿por qué necesitas reverenciar a Lhasa?
Si como juego observas tu mente,
¿por qué necesitas ver el templo Samye?
Si has aniquilado las dudas internas,
¿por qué necesitas visitar Marngo?
Si practicas la enseñanza del linaje susurrado,
¿por qué "echar un vistazo" a Loro y Nyal?
Si observas con penetración tu propia mente,
¿por qué necesitas reverenciar el Kradrag?

Pero Rechungpa persistía en su demanda. Entonces el Jetsun cantó:

Es bueno para ti, león blanco de las montañas,
permanecer en lo alto y nunca bajar al hondo valle,
¡no sea que se marchite tu belleza!
Para guardarla en buen orden
debes permanecer en la alta montaña nevada.
¡Rechungpa, escucha hoy mis palabras!

Es bueno para ti, gran águila,
posarte en las rocas altas y no caer al abismo,
¡no sea que se dañen tus alas poderosas!
Para que se mantengan fuertes
debes permanecer en las colinas altas.
¡Rechungpa, escucha las palabras de tu gurú!

Es bueno para ti tigre de la selva,
quedarte en lo profundo de la selva,
si correteas por la planicie perderás tu dignidad.
Para guardar tu esplendor a la perfección
debes permanecer en la espesura.
¡Rechungpa, escucha las palabras de tu gurú!

Es bueno para ti, pez de los ojos dorados,
nadar en el mar central;
si nadas muy cerca de la orilla serás atrapado en una red.
Debes permanecer en aguas profundas.
¡Rechungpa, escucha las palabras de tu gurú!

Para ti es bueno, Rechundordra de Gung Tang,
quedarte en las ermitas;
si vagas en distintos lugares
se empañará tu experiencia y realización.
Para proteger y cultivar la devoción
debes permanecer en las montañas.
¡Rechungpa, escucha las palabras de tu gurú!

"Amado gurú, si sigo mucho tiempo contigo seré un obstáculo en lugar de una ayuda —dijo Rechungpa—. Es también para progresar en mi experiencia y realización que quiero ir a países diferentes". Y cantó:

¡Escúchame, padre Jetsun!
Si yo, el león blanco de la montaña nevada,
no me levanto y actúo,
¿cómo podré glorificar mi espléndida melena?
Rechungpa no quiere quedarse, sino irse a Weu.
Te pido permiso para partir hoy.

Si yo, el gran águila, reina de las aves,
no vuelo lejos en el firmamento,
¿cómo podré magnificar mis poderosas alas?
Rechungpa no quiere quedarse, sino visitar Weu.
Ruego el permiso de mi gurú para partir hoy.

Si yo, Rechundordra de Gung Tang,
no vagabundeo en lo profundo de la selva,
¿cómo puedo mejorar mi majestuoso aspecto?
Rechungpa no quiere quedarse, sino visitar Weu.
Imploro el permiso de mi gurú para partir hoy.

Si yo, Rechundordra de Gung Tang, no viajo a diferentes países,
no podré nunca avanzar en mi experiencia y realización.
¡Ruego permiso de mi gurú para partir hoy!

Entonces el Jetsun dijo: "¡Rechungpa! Antes de alcanzar la última realización sería mucho mejor para ti permanecer conmigo y no irte. Ahora escucha mi canto".

Escucha, Rechungpa Dorjedrapa,
el letrado budista que sabe mucho;
escucha y piensa con cuidado en lo que digo.
Antes de que surja la fe y el anhelo del dharma
no pidas limosnas por puro gusto,
antes de realizar la verdad primordial
no te ufanes de tu sublime filosofía,
antes de haber dominado plenamente el conocimiento interior
no te comprometas en actos locos y ciegos,
antes de que puedas nutrirte de las instrucciones
no te envuelvas en ocultismo perverso,
antes de que puedas explicar la enseñanza profunda
no seas seducido por el conocimiento parcial,
antes de que puedas aumentar los propios
no disputes sobre los logros ajenos,
antes de que puedas destruir tus apegos internos
no trates de caridad como si fuera tu derecho,
antes de que puedas parar el curso de tus pensamientos habituales
no creas en tus predicciones,
antes de haber obtenido la iluminación suprema
no presumas de que eres un venerable lama,
antes de haber dominado toda virtud y práctica
no pienses en dejar a tu gurú.
Hijo Rechungpa, es mejor no partir sino quedarse.

A pesar de este intento de disuasión del Jetsun, Rechungpa seguía empeñado en irse. Entonces Milarepa dijo: "Parece que no atenderás mi advertencia, sino que estás decidido a irte. Bien, aunque una vez prometí a los patronos que no te dejaría ir a Weu y juré sobre ellos, todos los votos son como fantasmas y sueños; así pues, acataré tu petición y te dejaré ir. Puedes hacer tus preparativos enseguida".
Rechungpa estaba tan encantado que casi gritaba. Se quedó con el Jetsun unos pocos días más, para aprender más de las instrucciones medulares y copiar algunas escrituras. Cuando llegó la hora de partir, Rechungpa se vistió muy sencillamente con su traje de algodón, puso a sus espaldas él ahru (droga) de Bhamen y d tridente, bajo su brazo colocó la escritura del lenguaje susurrado y llegó ante el Jetsun para que le diera la bendición de despedida. Milarepa pensó: "Rechungpa ha vivido conmigo por tanto tiempo, después de esta separación tal vez nunca más nos encontremos". Con esto en mente escoltó a Rechungpa por un rato. Cuando llegaron a la cresta de la colina, preguntó: "¿Cómo caminarás en tu ruta?" Rechungpa cantó en respuesta:

Usando como símil la visión del dharma
caminaré hacia adelante en la manifestación del vacío,
sin pensamientos de nihilismo ni de realismo iré hacia adelante,
siguiendo el sendero inmutable caminaré rectamente;
aunque mi comprensión sea pobre, no tengo pena o remordimiento.

Utilizando como símil la práctica del dharma
marcho adelante en la iluminación del gozo,
sin modorra ni distracción, marcho hacia adelante;
aunque mi práctica sea pobre, no tengo pena.

Usando como símil la acción del dharma
camino hacia adelante en la disciplina,
sin charlas tontas o vanas, camino adelante;
siguiendo el Sendero del no apego, camino rectamente;
aunque mi acción sea pobre no tengo pesar.

Usando como símil el Samaya dharma
camino hacia adelante en la pureza,
sin hipocresía ni trampa, camino hacia adelante;
en el sendero de integridad, camino hacia adelante;
aunque mi disciplina sea pobre, no tengo pena.

Usando como símil la realización del dharma
camino hacia adelante en la inmanencia,
sin temor ni esperanza, camino hacia adelante;
en el Sendero de los Cuatro Cuerpos, camino rectamente;
aunque mi realización sea pobre, no tengo pena.

Usando como símil al Jetsun Marpa
camino hacia adelante en el linaje susurrado,
sin charla ni palabra, camino hacia adelante;
siguiendo el sendero de instrucción medular camino hacia adelante;
aunque mi provisión espiritual es escasa, no tengo pena.

Usando como símil a mi gurú Milarepa
camino hacia adelante en fortaleza,
sin pereza ni flojera, marcho hacia adelante;
en el sendero de diligencia marcho directamente;
aunque mi perseverancia sea pequeña, no tengo pena.

Usando como símil a mí mismo, a Rechungpa,
camino hacia adelante en la ruta de los bien dotados,
sin desviación ni pensamientos erróneos camino hacia adelante:
en el Sendero de la veneración camino hacia adelante;
aunque mi oración sea débil, no tengo pena.

"Tu comprensión es muy buena —replicó Milarepa—, pero has de saber que un hijo crece mejor con su madre, un huevo madura más rápidamente en lugar cálido y un yogui nunca se va si tiene su gurú. Ahora tú puedes no oír mi advertencia e insistir en irte. Con mi piedad y amor nunca te olvidaré. También tú debes orar constantemente a mí". Cuando Rechungpa escuchó estas palabras, derramó muchas lágrimas. Luego dijo: "Nunca en ningún tiempo perderé la fe y la convicción de que mi Jetsun es el mismo Buda; por eso nunca he tenido otro gurú que tú y así, hasta alcanzar el estado búdico, nunca tendré otro gurú. También en el estado del bardo, después de esta vida, te ruego que me protejas y cuides". Enseguida cantó:

Ruego a mi gurú Buda, el compasivo con todos,
ruego escolte a su hijo Rechungpa.

Cuando escalo la montaña de la visión
veo las trampas del realismo y nihilismo,
los bandidos del fanatismo en emboscada
y los "caminos gemelos" empinados y peligrosos.
Ruego a mi padre gurú, el Buda Nirmanakaya,
le ruego me cuide y me proteja
hasta que alcance la ruta de perfección.

Cuando escalo la montaña de la práctica
veo las trampas de la pereza y la distracción,
el paso riesgoso del apremio de la conciencia por el mundo externo,
el peligro de ser seducido por los pensamientos inconstantes.
Te ruego, padre gurú, Buda Nirmanakaya,
te ruego me cuides y me protejas
hasta que alcance la planicie del no ser.

Cuando escalo la montaña de la acción
veo a mi antiguo compañero el deseo
desembocando en el sendero riesgoso
y al fuerte ladrón de la frivolidad.
Te ruego, padre mío gurú, Buda Nirmanakaya,
te ruego me cuides y me protejas
hasta que alcance el puerto de libertad y espontaneidad.

Cuando construyo el castillo de samaya
veo que mi conocimiento es insuficiente,
que mi asistente es incompetente
y que el peligro de la discordia es grande.
Te ruego, padre mío gurú, Buda Nirmanakaya,
me cuides y me protejas
hasta que alcance el fundamento puro de la no existencia.

Cuando reflexiono sobre la realización
puedo ver el largo camino del samsara,
el pasaje peligroso de nirvana
y los salvajes bandidos de esperanza y temor.
Te ruego, padre mío gurú, Buda Nirmanakaya,
te ruego me cuides y protejas
hasta que alcance el hogar de los cuatro cuerpos.

Grande es el deseo de viajar de Rechungpa,
grande es el deseo de placer y comodidad;
la gente del Tíbet es impía,
el ladrón de la hipocresía
está listo ahora para actuar.
Te ruego, padre mío gurú, Buda Nirmanakaya,
te ruego me cuides y protejas
hasta que regrese a mi hogar después de mi viaje.

"Para el éxito y auspicio de tu viaje —dijo el Jetsun—, te cantaré en despedida".

¿Sabes cuál es mi transmisión?
No es mala, no es buena,
es la transmisión de Dorje Chang;
¡que te traiga buena fortuna y éxito!
Que mi hijo Rechungpa sea bendito con la buena suerte.
/Sabes quién es mi Buda protector?
Ella no es mala sino buena;
ella es la santa Dorje Paumo;
¡que ella te brinde buena fortuna y éxito!
Que mi hijo Rechungpa sea bendito con suerte.

¿Sabes quiénes son mis guardianes?
No son ellos malos ni buenos,
ellos son Mana Goun y sus hermanos y hermanas;
¡que ellos te traigan buena fortuna y éxito!
Que mi hijo Rechungpa sea bendito con suerte.

Permite que la visión, la práctica y la acción,
todos, te bendigan, hijo mío Rechungpa;
permite que el principio, el sendero y la realización
te bendigan, hijo mío, Rechungpa;
que el Tsa, el Lun y el Tig Le
todos, te bendigan, hijo mío Rechungpa.
¡Que el gozo, la iluminación y el no pensamiento
todos, te bendigan a ti, hijo mío Rechungpa.

Lo más verdadero es el Buda,
lo más verdadero es el dharma,
lo más verdadero es el sangha;
¡que estas tres gemas te bendigan
por siempre, hijo mío Rechungpa!

¿No sabes quién soy yo?
Yo soy llamado Milarepa,
que todas las bendiciones de Mila caigan sobre su hijo,
que pronto Rechungpa supere a su padre.

El Jetsun continuó: "En el Tíbet Central (Weu) una ramera atrapará tu pie. En ese tiempo no olvides a tu gurú ni tu meditación". Rechungpa circuló y se postró ante el Jetsun muchas veces y luego partió. Mientras tanto, Milarepa pensó: "Rechungpa probablemente se volverá a mirarme. Si no me quedo aquí, se disgustará cuando vea que me he ido. Mejor me quedo por un rato". Así pues, se sentó, pero Rechungpa nunca volvió su cabeza. Milarepa se asombró: "¿Por qué no mira atrás? ¿Tendrá ideas equivocadas acerca de su gurú y sus hermanos? De todos modos él es un hombre que puede guardar el dharma y el secreto de la sucesión doquiera que vaya". Luego, manteniendo su aliento, Milarepa voló y se adelantó a Rechungpa, transformándose en siete Repas idénticos, los cuales se pararon frente a una roca en forma de león. Para probar las intenciones de Rechungpa, los siete Repas cantaron todos juntos:

Escucha, Repa viajero,
¿quién eres tú y quien es tu gurú?
¿Quién es tu antecesor;
qué instrucción conoces?
¿Cuál es tu transmisión;
qué práctica en meditación sigues?
¿Dónde está tu templo? ¿Cuál es esta montaña?
¿Puedes dar el nombre de esta roca?
¿Adonde está tu límite;
bajo la orden de quién viajas
y por cuál camino vas?

Rechungpa pensó: "Ningún otro Repa me diría estas cosas; debe de ser una transformación del Jetsun". Entonces se postró ante los Repas y cantó:

Escúchame, gran padre mío Jetsun,
preguntas quién soy.
Mi nombre es Rechungpa, de Gung Tang,
mi gurú es Milarepa,
mis antecesores, Marpa y Ngopa,
mis abítelos, Tilopa y Naropa,
mis instrucciones son las dakinis del lenguaje susurrado,
mi transmisión se basa en Dorje Chang,
mi ermita está en la montaña nevada: de Lashi,
esta colina es Biling Zurkha,
esta roca se conoce como La gran elevación del león,
el lugar donde voy es Weu,
mi Jetsun gurú me permitió partir.
Ésta es la historia de mi jornada;
te ruego, Jetsun, me instruyas.

Entonces Milarepa disolvió los cuerpos de transformación en el verdadero y dijo: "Hice esto para averiguar por qué no te volviste a verme cuando partiste. Ahora sé que no has violado les preceptos samaya. Como los has observado propiamente, nunca nos separaremos uno de otro. Ahora puedes seguir a Weu". Regocijado con estas palabras, Rechungpa se inclinó a los pies del Jetsun y expresó muy buenos deseos. Luego partió para Weu y el Jetsun regresó a la Cueva del Vientre.
Ese día vinieron algunos patronos con alimentos y ofrendas. Pero tan pronto supieron que Rechungpa se había ido, escondieron todas las cosas que habían traído para él en una olla de cobre en los nichos de una cueva. Luego llegaron hasta donde residía Milarepa y lo encontraron ya levantado. Preguntaron: "Reverendo Jetsun, no acostumbras levantarte tan temprano, ¿qué te ha hecho hacer coto hoy?" Milarepa contestó: "Rechungpa se fue a Weu esta mañana y yo fui abajo hasta la planicie para verlo partir. Después de mi regreso me sentí algo triste y desde entonces estoy aquí sentado". "Reverendo Jetsun, ¿hiciste algo para detenerlo en la hora de su partida", preguntaron. "Sí lo hice", contestó, y entonces cantó:

Rechungpa, mi amado hijo, se ha ido a Weu.
Él nunca sigue las advertencias
de otros, sino que actúa como quiere-

Dice que visitará el templo
de Marpa y Ngopa, que verá Loro,
Nyal y la capilla Samye
y que dará vuelta a la sagrada Lhasa.

Le advertí esto:
"Cuando pones toda tu confianza en tu gurú,
¿qué necesidad tienes de Jonvo Shagja?
cuando meditas en retiro solitario,
¿por qué vas a ver el templo de Marpa y Ngopa?
cuando has oído el susurro de la instrucción del linaje,
¿para qué visitar Loro y Nyal?
cuando te entretienes viendo el juego de tu propia mente dharmakaya,
¿qué necesidad tienes de la capilla Samye?
cuando has destruido todas tus ideas equivocadas,
¿qué necesidad tienes de dar vuelta a Lasha?"
Repito, Rechungpa,
nuestro amado, se ha ido a Weu.
Si ustedes, patronos buenos, hubiesen estado aquí,
tal vez rodeándolo lo hubiesen detenido.

"Cuando un gurú envejece —dijeron los patronos— el primer deber de un discípulo es atenderlo. Su reverencia ha llegado hasta donde fue posible por disuadirlo, pero él no lo escuchó. En verdad, él es un sinvergüenza, con poca consideración para los demás". Milarepa. replicó simulando: "Sí, Rechungpa no tiene vergüenza ni disciplina". Entonces cantó:

Un hijo adoptivo, amado y mimado,
rara vez cuida de sus ancianos padres;
entre cien hombres es difícil
hallar una excepción.

Un discípulo indisciplinado rara vez
ayuda a su gurú cuando éste envejece;
entre cien hombres es difícil
hallar una excepción.

Un león blanco fue a Weu; yo quedé atrás,
abandonado como perro viejo.
Sí, mi hijo me ha dejado por Weu,
como tigre joven que persigue
al zorro, se fue a Weu.

Sí, ha dejado a su anciano padre y se ha ido a Weu,
como una gran águila que persigue
a un gallo, se fue a Weu.

Como el corcel excelso de Dochin
deja los asnos de Jungron,
ha dejado mi hijo a su anciano padre y se ha ido a Weu.

Como yak salvaje de cuernos azules
que abandona a un elefante,
ha dejado a su anciano padre y se ha ido a Weu.

Con su cuerpo más hermoso que el de un Deva
se ha ido a Weu,
con voz más melodiosa que la de un ángel
se ha ido a Weu,
con palabras más dulces que la- música
se ha ido a Weu,
con mente más brillante que brocados
se ha ido a Weu,
oliendo más fragante que el buen incienso
se ha ido a Weu.

Los patronos dijeron luego: "Reverendo gurú, en verdad eres muy compasivo con él. Para esa larga jornada debiste proveerlo de compañía y hacer todos los preparativos necesarios para el viaje. Por favor, cuéntanos todo". En respuesta Milarepa cantó:

Iba bien escoltado cuando se fue.
Con el tiempo todo se separa,
pero el amigo de Rechungpa nunca lo dejará,
ella es la sabiduría de sí mismo surgida;
mi hijo Rechungpa se fue con un buen amigo.

Aun los buenos caballos a veces tropiezan,
pero Rechungpa nunca errará el paso;
cabalgando el corcel de mente-prana,
cabalgando en él se fue a Weu.

La ropa a veces es caliente, a veces fría,
pero lo que lleva Rechungpa siempre es caliente
porque es el ardiente dumo;
llevando este traje excelente, se fue a Weu.

A veces el alimento es bueno y a veces es desagradable,
pero lo que come Rechungpa todo el tiempo sabe bien
porque es el plato gustoso del samadhi;
con este buen alimento se ha ido a Weu.

Las joyas son el objetivo de los ladrones,
pero las gemas de Rechungpa no pueden ser robadas
porque son ellas las instrucciones del linaje susurrado,
que satisfacen todo deseo;
con esas joyas preciosas se fue a Weu.

Mientras cantaba este canto, Milarepa parecía un poco triste. Los patrones dijeron: "Como Rechungpa te ha dejado sin mostrar el menor afecto, tú, el Jetsun, debes también olvidarlo. Además Shiwa Aui, Sevan Repa y otros muchos discípulos están aquí. Ellos podrán atenderte muy bien". "Sí —replicó el Jetsun—, hay muchos Repas, pero uno como Rechungpa es difícil de encontrar. Puede haber muchos protectores pero es difícil hallar uno con verdadera fe. Les ruego escuchen mi canto'.

El Nyan Chung Repa de Gung Tang,
el Ngan Tson Dewa Shun de Jenlun,
el Sevan Jashi Bar de Dodra
y el Drigorn Linkawa de Dhamo,
éstos son los cuatro hijos
que quiero como a mi corazón;
de ellos, Rechungpa, mi compañero
por largo tiempo, es el más querido;
pienso en él y ahora que se ha ido lo echo de menos.

La palabra condicionada visión es sólo un nombre,
aunque la gente la llame visión
sólo es una palabra.
Es muy difícil hallar un hombre que pueda
cesar de distraerse por la dualidad,
es muy difícil hallar un hombre que pueda
absorberse él mismo en la exclusiva realización.

La práctica que no puede ensanchar
la mente es sólo un nombre,
aunque la gente la llame práctica,
es sólo una forma de dhyana.
Es muy difícil encontrar un hombre
que pueda sumergirse tanto en dhyana como en su interior,
es muy difícil hallar un hombre que sepa
cómo trabajar en el punto vital de la mente.

Cuando la acción de la mente es oscura
o luminosa, es sólo un nombre,
aunque la gente la llame acción
es sólo un hecho que enreda, que complica.
Es muy difícil hallar un hombre
que pueda dominar los deseos mundanos,
es muy difícil hallar un hombre
que pueda completar la práctica del dharma.

Cuando la observancia de la disciplina
es fingida y artificial, sólo lo es de nombre,
aunque la gente la llame disciplina es sólo burla.
Es muy difícil hallar a un hombre
que nunca viole sus votos,
es muy difícil encontrar un honesto testigo de su mente.

La realización ansiada con impaciencia
es una noción apreciada por tontos,
aunque la gente la llame realización
no es sino una ilusión.
Es muy difícil encontrar un hombre
que pueda sondear el abismo de la realidad,
es muy difícil hallar un hombre
que pueda mantenerse en el verdadero sendero.

Las instrucciones medulares pueden parecer
muy profundas en el papel,
pero son nada más palabras escritas.
Es difícil hallar un hombre
con diligencia y perseverancia,
es muy difícil encontrar un hombre,
con enseñanza directa de un linaje.

Los gurús que a sí mismos se rodean
de vida mundana lo hacen sólo de nombre,
ellos sólo traen complicaciones;
la fe y veneración de la gente es pequeña.
Es muy difícil hallar a un hombre
que siempre confíe en un gurú realizado.

Los méritos de la fe y veneración
ostentosas son sólo un nombre
porque cambian y son de corta vida;
cuando los perjuicios del mal karma son fuertes
es difícil hallar un hombre
que no tema ni se cuide de nada,
es muy difícil encontrar a un hombre
con tas tres determinaciones.

El pequeño templo de las afueras
de una ciudad es sólo un nombre,
aunque la gente lo llame templo
es en verdad parte del pueblo;
siempre hay gran codicia
por diversiones y distracciones.
Es muy difícil hallar a un hombre
que permanezca largo tiempo en ermitas.

El jefe de monjes renunciantes jóvenes
es recio y duro como piedra,
aunque la gente lo llame disciplinado
sólo es un actor en una representación.
Es difícil hallar un hombre con perseverancia,
es difícil hallar otro
que observe estrictamente las reglas monacales.

Las beldades guapas de Nya Non
como patronas son sólo un nombre,
porque ellas son impostoras y seductoras;
pobre y baja es la comprensión de la mujer.
Difícil es en verdad hallar una patrono
que lo sirva a uno y haga todas las ofrendas.

La fe de quienes hacen el mal está en sus bocas,
la fe de ustedes, patronos, está en sus partes íntimas;
yo, el yogui, tengo fe en mi corazón.

Cuando una roca envejece
el musgo cubre su superficie,
cuando un arroyo envejece
las arrugas cubren su lecho,
cuando un árbol envejece
sus hojas pronto caen,
cuando una ermita envejece
desaparecen las plantas y el agua,
cuando un yogui se llena de años
su experiencia y realización crecen oscureciendo,
cuando los patronos envejecen
su fe pronto se consume.

Algunos patronos son como pavorreales
que presumen y se jactan,
algunos patronos son como pericos o loros
parloteando y charloteando,
algunos patronos son como vacas,
piensan de uno como si fuese borrego o cabra.

Patronos míos, se está haciendo tarde,
es tiempo de que se vayan,
además, en la cueva de abajo
el saco de harina que está en el hueco
está siendo roído por los ratones,
la barra de mantequilla ha sido batida
y ahora rueda por el suelo,
la zorra derramó el vino,
los cuervos han desparramado la carne;
así pues, corran aprisa.
Patronos, hago votos por verlos pronto;
con ánimo alegre deben dejarme ahora.

Les patronee visitantes estaban perplejos. Se miraban unos a otros, tímidamente se codeaban; demasiado avergonzados para decir palabra, se fueron todos a sus hogares. Cuando el Jetsun expresó la verdad sin lugar a dudas, ellos sintiéronse culpables y llenos de remordimiento; pero también como resultado de esto su fe en él quedó establecida firmemente. Otro día volvieron y trajeron ofrendas excesivas diciendo: "Te rogamos cantes para nosotros para despejar nuestro interior haciéndonos ver la transitoriedad de los seres". Milarepa no quería recibir sus ofrendas, pero cantó esto para ellos:

Escuchen, patronos mezquinos,
hacer actos meritorios
para obtener fama,
buscar la protección de Buda
por el bien de la vida,
dar limosnas para obtener
beneficios e intereses,
servir y ofrendar
por orgullo y vanidad;
estos cuatro modos no dan a uno recompensa alguna.

Hacer una fiesta sacramental
para complacer la glotonería,
esforzarse en aprender los Sutras
por dar gusto al egoísmo,
consentir la charla vana y los cantos
por distracción y esparcimiento,
dar iniciaciones
por vanagloria;
estos cuatro modos nunca nos traerán bendiciones.

Si uno expone por amor al predicar
y sin respaldo de las escrituras,
si acepta la obediencia
por engreimiento,
si se enseña como un maestro chapucero y tonto
sin conocer la capacidad del discípulo,
si uno se comporta como practicante del dharma,
para ganar dinero;
estos cuatro modos nunca podrán ayudar al
bienestar de los seres humanos.

Preferir las diversiones a la soledad,
amar el placer y odiar el trabajo,
anhelar la charla cuando urge meditar,
revolcarse arrogantemente en el mundo;
estos cuatro modos nunca llevarán a la liberación.
Éste es el canto de las cuatro amonestaciones;
queridos patronos, guárdenlo en sus mentes.

Drigom Repa, quien estaba presente, rogó al Jetsun que predicara más sobre el dharma. En respuesta Milarepa cantó:

Arriba, los seres celestiales de larga vida
son hostiles al conocimiento que surge,
están siempre hambrientos del dharma de no pensamiento.

Abajo, los fantasmas hambrientos, como saben
que son acosados por las proyecciones mentales,
resienten sus pillajes con celo y avaricia;
debido a su karma maligno
están abrumados por la sed y el hambre.

Entre ellos estamos nosotros, pobres miserables humanos,
como no sabemos del dorado tesoro que se oculta bajo el suelo
robamos y engañamos a nuestros semejantes;
mientras más engañamos y defraudamos
más sufrimientos tenemos que soportar.

Los tontos y progresistas patronos de Nya Non
no adquieren méritos ante el Jetsun
sino que hacen sus ofrendas a los jóvenes y guapos Repas;
por lo tanto, la única limosna que traen es remordimiento y vergüenza;
estos progresos erróneos y mezquinos deben cesar,
así pues, den sus servicios y ofrendas a los Budas.

Confirmados en su fe, los patronos se inclinaron repetidas veces ante el Jetsun y derramaron muchas lágrimas. "¡Oh, reverendo Jetsun! —clamaban— Te rogamos quedarte aquí permanentemente. De ahora en adelante te daremos nuestras ofrendas y servicios de acuerdo con la enseñanza del dharma". Millarepa replicó: "No puedo quedarme aquí mucho tiempo, pero impartiré a ustedes la bendición de vida larga y buena salud. También haré votos para que nos encontremos nuevamente en circunstancias auspiciosas que nos conduzcan al dharma". Luego cantó:

Arriba, en el inmenso cielo azul,
giran el sol y la luna,
sus cursos marcan el camino del tiempo;
cielo azul, te deseo salud y fortuna
porque yo, sol y luna, me voy
a visitar por placer los cuatro continentes.

En el pico de la montaña hay una gran roca
alrededor de la cual gira el buitre,
rey de los pájaros; sus encuentros
y sus partidas marcan el cambio del tiempo;
querida roca, sé buena y sana, porque yo,
el buitre, volaré ahora lejos
en el vasto espacio, por placer.

Que los rayos nunca te golpeen,
que yo no sea atrapado en cepos,
que inspirados en el dharma
nos encontremos pronto nuevamente
en prosperidad y gracia.

Abajo, en el río Tsang,
nada un pez de ojos dorados,
sus encuentros y sus partidas
marcan el cambio del tiempo;
arroyo querido, sé bueno y sano, porque yo,
el pez, me voy al Ganges, por diversión.
Que los irrigadores nunca te sequen,
que los pescadores nunca te enreden,
que inspirados en el dharma
pronto nos encontremos nuevamente
en prosperidad y gracia.

En el jardín encantado florece la flor halo,
girando a su alrededor está la abeja persa,
sus encuentros y partidas
marcan el cambio del tiempo;
querida flor, sé buena y sana, que yo
veré florecer el Ganges, por placer.
Que el granizo no golpee sobre ti,
que los vientos no soplen arrastrándote,
que inspirados en el dharma
pronto nos encontremos nuevamente
en prosperidad y gracia.

Rodeando al yogui Milarepa
están los patronos de Nya Non,
sus encuentros y partidas
marcan el cambio del tiempo;
sean buenos y sanos, queridos patronos, pues yo
me voy a las distantes montañas, por diversión.
Que yo, el yogui, haga buenos progresos,
y ustedes, patronos, vivan largamente,
que inspirados en el dharma
pronto nos reunamos nuevamente
en prosperidad y gracia.

Conmovidos por este canto, muchos patronos se hicieron devotos seguidores del Jetsun y la fe de todos fue grandemente fortalecida. Durante su viaje a Weu, Rechungpa fue al centro de Sha de estudios budistas y allí fue atendido por un profesor mindrol (nombre de un monasterio). Luego encontró y se comprometió con cierta dama noble, pero por la gracia del Jetsun se avergonzó de su conducta y regresó a vivir nuevamente con Milarepa. Los detalles de este episodio están dados claramente en la biografía de Rechungpa.

Ésta es la historia del viaje de Rechungpa a Weu.



53 Encuentro con Dhampa Sangje

Reverencia a todos los gurús

Temprano en la mañana, cuando el Jetsun moraba en la cueva del Vientre de Nya Non, tuvo la clara visión de una dakini con cara de león, quien vino a él para decirle: "Milarepa, el Dhampa Sangje de la India viene a Tong Lha, ¿no vas a ir a verlo?" Milarepa pensó: "No hay en mi mente ninguna duda o inconformidad que necesite ser disipada. Sin embargo, Dhampa Sangje es un ser realizado y no me dañaría verlo". Con estes pensamientos en la mente, Mliarepa retuvo su aliento por un corto tiempo y fue a Tong Lha de Nya Non.
En el paso de la montaña encontró a algunos comerciantes que venían de la planicie. Milarepa les preguntó: "¿Ha llegado el Dhampa Sangje de la India?" "Nosotros no sabemos dónde está el Dhampa Sangje —replicaron—, pero anoche vimos a un anciano hindú con rostro negro-azulado que dormía en la posada". El Jetsun pensó: "Ése ha de ser, pero estos comerciantes no saben". Luego siguió hasta el paso alto de la montaña, desde donde vio acercarse a Dhampa Sangje.
Mientras pasaba la noche en la gran casa de la compasión, Dhampa Sangje también fue persuadido por la dakini de cara de león para que se encontrara con el Jetsun. Tan pronto como Milarepa lo vio, pensó: "La gente dice que Dhampa Sangje tiene el poder milagroso trascendental. Lo probaré ahora". Entonces se transformó en un macizo de flores junto al camino. Dhampa Sangje pasó junto a ellas con los ojos abiertos como si no las viera en absoluto. Milarepa pensó: "Parece que no tuviera el perfecto poder milagroso", pero justamente en ese momento Dhampa Sangje se volvió y acercándose a las flores las apachurró con sus pies diciendo: "No debería hacer esto, porque ésta es la transformación de Milarepa". Al decir estas palabras recogió las flores y dirigiéndose a días dijo: "Tú has cantado todas las preciosas enseñanzas tan queridas por las dakinis como sus propias vidas y corazones y por eso ellas están muy enojadas. Las dakinis comedoras de carne han tomado tu corazón, tu aliento y espíritu llevándolo lejos de ti. Anoche las vi cargando en sus manos tu sangrante corazón. Luego nos lo comimos durante nuestra fiesta sacramental, así pues, sólo podras vivir hasta esta tarde. Dime ahora qué confianza tienes al enfrentar la muerte". En respuesta, el Jetsun salió de su transformación y cantó el canto llamado Las seis declaraciones al enfrentar la muerte.

La gran liberación de las extremos
es como un gallardo león echado
cómodamente en la nieve, exhibiendo
sin temor sus colmillos;
en esta visión confío yo, el yogui.
La muerte conduce al sendera de liberación,
la muerte trae alegría a quien practica.

El ciervo calmo y magnánimo
tiene cuernas de "un solo sabor" con muchas puntas,
duerme plácidamente en la planicie de luz gozosa;
en esta práctica confío yo, el yogui.
La muerte conduce al sendero de liberación,
la muerte trae alegría a quien actúa.

La tigresa de la realización de la propia mente
está adornada con suntuosas rayas,
ella es la gloria del altruismo
sin esfuerzo, que camina en el bosque can firmeza,
en esta disciplina confío yo, el yogui.
La muerte conduce al sendero de liberación,
la muerte trae alegría a quienes tienen disciplina.

En el papel de las formas positivas y negativas
escribí un ensayo con mi mente despierta,
en estado de no dualidad
observo y contemplo;
en este dharma creo yo, el yogui.
La muerte conduce al sendero de liberación,
la muerte trae alegría a quienes tienen dharma.

La esencia purificada de la energía en movimiento
es como la gran águila, que vuela
en alas de la eficiencia y la sabiduría
al castillo del no ser;
en esta realización creo yo, el yogui.
La muerte conduce al sendero de liberación,
la muerte trae alegría al hombre realizado.

Dhampa Sangje replicó: "Lo que has dicho no tiene razón alguna. No puedes usar las cosas externas como parábolas o paralelos con los cuales comparar la verdadera realización. Si futras un verdadero yogui sabrías este conocimiento inmediato de un modo decisivo e inconfundible". En respuesta al reto Milarepa entonó el canto llamado Las seis alegrías positivas de la mente.

En el retiro solitario
donde siempre se reúnen las dakinis
contemplo el dharma
con gran comodidad y alegría.

Al matador del ego, Bha Wo,
rindo homenaje sincero.
Absorbiendo mi mente en el vacío
alcanzo el reino de la inmortalidad,
donde muerte y nacimiento se desvanecen.
Feliz está mi mente con una visión decisiva,
feliz y contenta a medida que gano supremacía.

Absorbiéndome a mí mismo en la práctica sin práctica,
alcanzo el reino de la no distracción,
donde el samadhi principal y el de éste derivado se desvanecen.
Feliz está mi mente con la práctica decisiva,
feliz y contenta a medida que gano supremacía.

Viviendo en total espontaneidad y naturalidad,
obtengo el estado incesante, en el cual
se desvanecen todas las formas de disciplina.
Feliz está mi mente con la última acción,
feliz y contenta a medida que gano supremacía.

Absorto yo mismo en el reina de la no iniciación
obtengo el estado de no alcanzar;
donde todas las formas del Buda se desvanecen.
Feliz es mi mente con la última iniciación,
feliz y contenta a medida que gano supremacía.

Sin esperanza de realización
alcanzo el estado de no temor
donde esperanzas y temores se desvanecen.
Feliz es mi mente con la última realización,
feliz y contenta a medida que gano supremacía.

Dhampa Sangje dijo: "También yo he pasado a través de todo lo que acabas de decir. Ahora se ha hallado en el Tíbet un budista que ya no necesita más práctica ni progreso. Es muy difícil, aun en la India, encontrar uno o dos budistas avanzados comparables a ti. Yo no te necesito ni tú me necesitas"'. Al decir estas palabras de modo amable, se volvió e intentó irse, pero Milarepa rápidamente le agarró de sus vestidos y le dijo: "Se dice que tienes una enseñanza llamada Mitigación de toda pena y que practicándola uno vuelve la mente hacia adentro, realizando por ello, instantáneamente, la mente de Buda. Por favor, explícamela ahora en un canto". Dhampa Sangje replicó: "A estas alturas aún nadie me ha escuchado cantar, ni me escuchará". Sin embargo, el Jetsun pidió con tanta insistencia que finalmente Dhampa Sangje cantó:

Este es el dharma llamado Mitigación de toda pena.

Cuando los demonios vienen a dañarte es tiempo
de que apliques tus poderes ocultos,
cuando la pena y la enfermedad te golpeen es tiempo
de que las sumerjas en tu conocimiento intrínseco;
doquiera surja él sutil Nhamdog
es tiempo de evitar las pasiones y trascenderlas.

Cuando estés acostado en lugar solitario
es tiempo de descansar en el propio conocimiento desnudo,
cuando estés confundido o mezclado entre mucha gente
es tiempo de llevar todo al vacío,
cuando llega la pereza
es tiempo de decir el mantra Pai,
cuando surgen pensamientos que distraen
es tiempo de conducirlos a lo real,
cuando la mente corre hacia cosas mundanas
es tiempo de observar la verdad de "esoidad".

En resumen, esta enseñanza de Mitigación de toda pena
convierte toda adversidad en buena fortuna.
Sea cual fuere el pensamiento salvaje que surja,
siente solamente alegría,
sea cual fuere la enfermedad,
úsala como ayuda,
sea cual fuere el encuentro,
siente sólo felicidad;
cuando llegue la muerte, utilízala como sendero.
Esta enseñanza de Mitigación de toda pena es el dharma
de todos los Budas en los tres tiempos,
es la instrucción dada por Dorje-Chang,
es vida y corazón de toda dakini en las cuatro divisiones,
es la médula de los cuatro tantras,
la quintaesencia del dharma: susurrado del linaje,
la clave de toda enseñanza esencial.
Ésta es la enseñanza de Mitigación de toda pena.

Milarepa escuchó el canto con gran deleite, mientras se sentaba a un lado con su pene libremente expuesto. Dhampa Sangje recalcó: "Pareces un lunático que descuida hasta cubrirse lo que debe ser cubierto". En respuesta el Jetsun cantó El canto de un lunático.

A todos los gurús ofrezco homenaje,
me refugio en el uno misericordioso,
te ruego disipar mis obstáculos;
llévame al sendero recto, te lo ruego.

Los hombres dicen: "¿No está loco Milarepa?"
Yo también pienso que es posible;
escuchen ahora mi locura.

El padre y el hijo están locos
y así también la transmisión
y la sucesión de Dorje Chang,
también está loco mi bisabuelo Tilopa, el sabio maravilloso,
y mi abuelo Naropa, el gran erudito,
también es un loco mi padre Marpa, el traductor,
y así también es Milarepa.

El demonio de los cuatro cuerpos intrínsecos
ha enloquecido a la sucesión de Dorje Chang,
el demonio del mahamudra
ha vuelto loco a mi bisabuelo Tilopa,
el demonio de los cuatro tantras
ha vuelto loco a mi abuelo Naropa,
el demonio de los cuatro tantras
ha vuelto loco a mi padre Marpa,
el demonio de mente y prana
me ha tornado loco a mí, Milarepa.

El entendimiento imparcial es de suyo loco,
así también son las acciones libres,
la práctica autoiluminante de no percepción,
la realización sin esperanza ni temor,
y la disciplina sin pretensión.

No sólo yo soy loco,
sino que locamente aflijo a los demonios;
con la instrucción medular de mi gurú
castigo a todos los demonios machos;
con las bendiciones de las dakinis
atormento a los demonios hembras,
con el demonio de la mente feliz
entro a lo último,
con el demonio de la instantánea realización
ejecuto todos los actos.

No solamente castigo a los demonios,
también sufro penas y enfermedades;
el gran símbolo me golpea las espaldas,
la gran perfección aflige mi pecho,
por practicar el vaso respiratorio
contraje toda clase de enfermedades.

La fiebre de la sabiduría me atacó desde arriba,
el frío del samadhi me invadió desde abajo,
la fiebre fría del vacío gozoso me asoló en el medio,
desde mi boca vomito las instrucciones medulares,
forzosamente me hincho estremecido en la esencia del dharma;
tengo muchas enfermedades y he muerto muchas veces;
muertos están mis prejuicios
en la vasta esfera de la visión;
todas mis distracciones y desidias
han muerto en la esfera de la práctica;
mis pretensiones e hipocresías
han muerto en la esfera de la acción;
muertos están todos mis temores y esperanzas
en la esfera de la realización;
y en la esfera de los preceptos
están muertos mis afectos y ostentaciones.
Yo, el yogui, moriré en el reino del Trikaya.

Mañana cuando este yogui muera
no verá ningún bello sudario
sino las sutiles revelaciones divinas,
su cadáver no será envuelto con cordel de cáñamo
sino con el cordón del canal central;
los enterradores que lo lleven al cementerio
no serán hijos llorosos
sino su bendito hijo del conocimiento,
el cortejo fúnebre no irá
por el camino de tierra gris
sino a lo largo del sendero bodhi.

Los gurús del linaje susurrado señalarán el camino,
las dakinis de las cuatro divisiones serán las guías,
el cadáver no será llevado a la colina roja
sino a la Colina del Adi-Buda,
no será llevado ai cementerio donde juegan los zorros
sino al parque de eficacia y sabiduría;
seré quemado solamente
en la tumba de Dorje-Chang.

Dhampa Sangje estaba gratamente impresionado con este canto y dijo: "Tu clase de locura es muy buena". El Jetsun replicó: "Como nosotros dos, los yoguis, nos hemos encontrado, sería apropiado tener juntos una fiesta sacramental". "Bien, como tú eres el tibetano, harás de huésped —contestó Dhampa Sangje—; serás el primero en preparar la fiesta". Entonces Milarepa quitó su calavera con el cerebro dentro y cortando sus antebrazos y su cuello les utilizó para construir un fogón. Luego puso la calavera sobre el fogón y el cerebro comenzó a emitir en todas direcciones rayos de cinco colores. Dhampa Sangje se transformó en siete cuerpos parados sobre siete tallos de hierbas y Milarepa también transformó su cuerpo en siete mandalas de Dom Chog, completándolas con las ocho puertas, etcétera, sobre lo más alto de los siete tallos de hierba. En cada uno de los mandalas el Buda Dem Chog fue ofrendado en la. fiesta sacramental con seis disfrutes maravillosos. (Éstos tal vez son los diferentes sabores: ácido, dulce, amargo, picante, salado y aromático. También puede referirse a las seis atracciones sexuales que surgen de: color, forma, presencia o porte, vez, tersura y aspecto). Las yerbas sobre las cuales los cuerpos de Milarepa transformado se paraban se doblaban como bajo el peso de una carga. El Jetsun dijo luego a Dhampa Sangje: "Como experto en la práctica del vaso respiratorio, no hay diferencia entre tú y yo, ¿por qué entonces la yerba sobre la que me paro se inclina levemente?" Dhampa Sangje replicó: "No hay diferencia entre mi realización y la tuya. Esto se debe solamente al hecho de que tú has nacido como tibetano. Tus visiones y acciones son idénticas a las mías, por lo tanto, ambos, los discípulos de tu linaje y Ice del mío, verán ojo con ojo en sus prácticas y entendimiento".
Por sus poderes mágicos tanto Milarepa como Dhampa Sangje retornaron luego a sus propias moradas.

Ésta es la historia de Tong Lha.



54 La salvación de la muerte

Reverencia a todos los gurús

Cuando el Jetsun Milarepa moraba en la cueva del Vientre de Nya Non, vivían alrededor muchos seguidores del bon, en el lugar llamado La Shin. En las vecindades del lugar también vivía un hombre muy rico, quien a pesar de haber nacido como bon, era un devoto budista y siendo patrono del Jetsun nunca patrocinó a ningún monje bon. Había sido iniciado en las instrucciones medulares por Milarepa y las practicaba.
Un día el hombre enfermó gravemente, hasta llegar al punto de la muerte. Planeando su última voluntad y testamento, reunió a sus parientes y les dijo: "Por bien de mi salvación, les ruego ofrezcan todas mis propiedades y pertenencias al Jetsun Milarepa y sus discípulos. Ustedes todos han sido seguidores del bon, pero espero que llegarán a ser budistas y practicarán el dharma benéfico en sus próximas vidas". Pero los parientes no siguieren sus instrucciones. Temiendo que nunca invitarían al Jetsun, este hombre le dije a su hija: "¿Por qué ustedes hieren a un moribundo en su corazón? Si tú no sigues mis deseos e instrucciones me mataré yo mismo. Luego serás condenada por todo". Al oír esto ellos cedieren y consintieron en hacer lo que él deseaba. Luego el hombre les pidió: "No efectúen ningún rito bon para mi muerte, es vacuo e inútil; pero, por favor, en consideración mía, inviten al Jetsun". Luego murió.
De acuerdo con los deseos del difunto fueron invitados a la casa el Jetsun y sus discípulos. Todos ellos se quedaron en el piso de arriba mientras los monjes bon, quienes también fueren invitados, permanecían en el piso bajo ejecutando sus ritos. Mientras eso sucedía apareció en la base de la mandala bon la inconfundible efigie del muerto. De color verdoso con sus largos cabellos, estaba allí bebiendo cerveza cómodamente. Beda, la hermana de Milarepa, pasó por allí y lo vio. Los monjes bon le dijeron: "Milarepa y sus seguidores siempre se pelean con. nosotros, pero mira que todo mundo puede ahora testimoniar que nosotros hemos traído acá al difunto, Milarepa y sus hombres nunca podrían hacer esto". Así diciendo, bromearon y se rieron del Jetsun.
Beda habló del incidente a Milarepa, quien replicó: "Esto no es la aparición del difunto sino una treta de los bonistas para espantar al pueblo. Ahora, Shiwa Aui, ve y agarra el dedo anular a la aparición preguntándole cuál nombre secreto le dio el Jetsun Milarepa en la Cueva del Vientre durante su iniciación. Al rato regresó Shiwa Aui y dijo: "La aparición no pudo resistir la resplandeciente luz misericordiosa del Jetsun, cuando ya estaba dispuesto a hablar, ella dijo: "Me voy ahora. Soy quien guía los espíritus de los hombres para los bonistas, soy un fantasma que viene a este mundo de apariencia para meter gran alboroto y comer carne humana. Como de las enseñanzas bon no se obtiene el menor beneficio, he venido a conseguir mis ondas de los monjes bon". "Luego lo espanté —dijo Shiwa Aui— y con su rostro verdoso y largo pelo se lanzó por las calles del pueblo y luego se fue al otro lado de la montaña convirtiéndose en lobo. Presenciando todo lo ocurrido la gente quedó convencida de que Ja aparición no era el verdadero espíritu del difunto".
Luego el Jetsun dijo a los bonistas: "Ustedes muestran el camino del asesino, pero yo muestro el camino al difunto". Los parientes preguntaron: "¿Entonces tú, Jetsun, serás capaz de verlo? Si no, ¿cómo podrías señalarle el camino?" Milarepa replicó: "Sí lo veo. Debido a un leve karma mallo en sus vidas pasadas fue incapaz de completar sus actos meritorios y ha nacido ahora como insecto. Bajo una protuberancia de estiércol parduzco de yak encontrarán un largo insecto, ése es él. Iré y lo mandaré a la tierra de liberación". "Para convencernos, muéstranos cómo lo liberas", dijeron los patronos. "Muy bien, vamos allá y verán". Toda la gente se fue con el Jetsun valle arriba, donde pronto llegaron donde había un montón de estiércol parduzco y seco. El Jetsun llamó primero al hombre varias veces por su nombre secreto y luego dijo: "Soy tu gurú Milarepa, sal y ven aquí". De alguna parte bajo el estiércol apareció un insecto y voló directo hacia el Jetsun posándose sobre él. Milarepa predicó el dharma y ejecutó el yoga de transformación y el rito de la liberación. En seguida, el insecto murió y de su cadáver comenzó a salir una luz delgada y brillante que entró y se disolvió en el corazón del Jetsun. Milarepa meditó por un corto rato y luego emergió de su corazón la conciencia del difunto encarnada en un "¡Ah!" blanco, palabra que brilló con luz radiante y que ascendió luego al cielo más y más alto. Mientras, toda la gente escuchaba su voz diciendo: "El Jetsun inmaculado me ha enviado al gozo de la liberación. ¡Oh, grande es su bendición, grande su generosidad!"
Habiendo presenciado esto, todos los espectadores quedaron convencidos y confirmados con gran fe. Se inclinaron ante el Jetsun y gritaron: "¡Esto es maravilloso, esto es maravilloso!" "Tengo muchas otras cosas aún más maravillosas que ésta", replicó Milarepa y cantó:

Ruego a Marpa, mi maravilloso gurú,
yo abrigo su gracia en mi mente,
ruego bendiga a mis discípulos con su misericordia.

De todas las maravillas, la mayor es
el primer encuentro con mi gurú.

De todas las maravillah, la mayor es
obtener instrucción del linaje susurrado.

De todas las maravillas, la mayor es
renunciar a todas las cosas mundanas.

De todas las maravillas, la mayor es
permanecer en una ermita.

De todas las maravillas, la mayor es
nacer de la experiencia y realización.

De todas las maravillas, la mayor es
cumplir con trabajos duros en soledad.

De todas las maravillas, la mayor es
agradar a mi gurú con devoción.

De todas las maravillas, la mayor es
la voluntad dejada por el difunto bon.

De todas las maravillas, la mayor es
realizar la voluntad de un difunto.

De todas las maravillas, la mayor es
la liberación de la muerte.

De todas las maravillas, la mayor es
la fe creciente en esta asamblea.

Los parientes del difunto dijeron: "Ciertamente que no cometió ningún error al escoger su fe. Para obtener el estado búdico después de la muerte uno debe hacer lo que él hizo". "Todos necesitamos un salvador como el Jetsun —dijo Shiwa Aui—, pero es muy difícil encontrarlo y tener fe en él". Milarepa replicó: "Si ustedes, queridos discípulos, quieren ser guías de las conciencias de los hombres muertos en el sendero, necesitan estas cualidades". Entonces cantó:

Buena y segura es la gracia del linaje susurrado
mediante la cual puede uno obtener la realización de las dakinis;
hijos míos, discípulos, no equivoquen
su transmisión dhármica.

Para limpiar el karma de los malaventurados
tú mismo debes guardar una disciplina pura,
para recibir ofrendas y cultos de los patronos
debes tener compasión y la mente bodhi,
para ser honrados como el lama jefe del grupo requieres realización y méritos.

Para agradar al gurú realizado
necesitas fe inconmovible y perseverancia,
para tomar la oblación de la muerte
debes tener el mérito del excelso esclarecimiento.

Para librarte de la muerte
necesitas el poder milagroso
y la realización genuina,
para convertir a los incrédulos debes
ser capaz de realizar milagros,
para ejecutar el ritual de la mandala en el día siete
debes, en verdad, liberar
al difunto conduciéndolo al sendero.

Discípulos y patronos míos del bon,
ya no tengan más dudas en su mente.

La hermana del Jetsun, Beda, dijo: "Hermano, has redimido las almas de otras gentes, sin hacer nada por las almas de tus propios parientes, ¿por qué?" Así diciendo, sollozaba amargamente. Milarepa tomó su mano y le dijo: "No te sientas triste, he hecho esto para redimir las deudas de nuestros parientes", y cantó:

Ruego a los gurús Jetsun,
ruego me ayuden a reparar las deudas de mis parientes.

Para guiar las almas de mis parientes
fuera de sus cuerpos fantasmales
las fusiono con mi propia mente
y las disuelvo en la esencia mental
del uno victorioso.

Por su gracia un arcoiris
de luz brilla desde la tierra pura
y dentro del aparente aunque vacío
Buda Kaya, sus cuerpos se desvanecen.
Cuan maravilloso es pues
fundirse en el inmanente estado búdico.

Sus voces, ecos irreales,
se disolvieron en la palabra de Buda.
Cuan maravilloso es
disolverse en el propio sonido.

Sus mentes vagabundas en el bardo
fueron atrapadas por el poder de mi samadhi,
por lo tanto, contemplaron la propia faz de
la conciencia de vacío iluminativo.

Al mantener la mente en su estado natural
toda confusión se desvanece.
Cuan maravilloso es este estado inmutable.

En mi larga vida de devoción
recito el mantra día y noche
con cariño y buena voluntad.

Por estos méritos se han limpiado
los pecados de mis parientes;
nunca volverán a nacer en los seis reinos.

Ahora viven alegres en sagrada compañía,
con placer y contento viven ahora felices;
están en la tierra pura de la felicidad
rodeados por Bha Who y las dakinis.
Querida hermana Beda, no te preocupes ni te aflijas por ellos.

Beda dijo: "Esto es verdaderamente maravilloso, pero dime, por favor, ¿cuál ritual ejecutaste para ellos?" En respuesta Milarepa cantó:

Ruego al refugio de todos los seres me ayude,
por favor, a reparar las deudas de mis parientes.

En la mandala del gozo de la no dualidad
coloco las imágenes del Buda
de la autoconciencia iluminativa.

En el vaso de las escrituras sagradas e instrucciones
pongo por enjuague el agua de los seis paramitas,
con ella limpio la inmundicia de los cinco venenos,
con el néctar del gurú Ghagyu
confiero las cuatro iniciaciones;
en sus cuerpos, bocas y mentes,
les muestro la no distinción del gran gozo
y las realizaciones sucesivas del sendero.

La unidad del trikaya
fue la oblación que hice por ellos;
el ritual que ejecuté por sus muertes
fue la emancipación del deseo,
con conocimiento perfecto de la oportunidad
les llevé el ofrecimiento de la asistencia espiritual,
a ellos he dedicado el mahamudra,
por ellos he prometido servir a todas las criaturas de sentimiento.

Mis deseos y los de las criaturas parientes
están satisfechos y fundidos en uno;
pensando en la gracia de mi gurú
he reparado sus deudas.

Oyendo este canto, Beda quedó firmemente convencida. Para persuadir a su hermana de practicar el dharma con determinación, Milarepa cantó nuevamente:

Me inclino a los pies de Marpa,
rogándole sosiegue las pasiones de mi parentela
y funda sus mentes en el dharma.

¡Despierta y escucha, hermana Beda!
Si cuando eres joven no practicas,
¿qué podrás practicar cuando seas vieja?
si no dependes del Jetsun gurú,
¿quién podrá confiar en gurús complacientes?
sin la instrucción del lenguaje susurrado,
¿qué utilidad tienen las charlas vanas y las palabras áridas?
si no conoces tu mente,
¿qué sentido tiene aprender?
si no puedes reposar a gusto en el vacío,
las vanas indicaciones sólo aumentarán tus pecados.

La gente autosuficiente que siempre alardea
no tiene experiencia interior;
la gente suspicaz y arrogante
no ve que las apariencias son sólo
juegos divertidos;
los pretensiosos y críticos
son hombres sin compasión ni fe o mente bodhi.

Quien nunca piensa en el estado búdico
es colérico y ansioso de dinero;
así no puede ser un verdadero budista.

El descuido de la compasión por los otros
y de la piedad filial es efecto del samsara;
si uno actúa contra el dharma
los amigos se tornarán pronto en enemigos;
quien sólo daña o hiere a sus amigos
tiene piel de diablo,
no importa cuan encantador parezca;
quien ansia ser un yogui y lo pregona
pero no puede practicar la inmanencia de lo profundo
sólo es un mentiroso o tramposo,
para aquellos que no pueden pacientemente ayudar a otros
la amistad sólo es motivo de disputa y remordimiento.

Querida hermana Beda,
tu pesar por la muerte de nuestra madre
demuestra que aún tienes que aclarar
tus obstáculos y pecados.

Luego el Jetsun la mandó a meditar y como resultado ella obtuvo experiencias y realizaciones extraordinarias. El Jetsun estaba muy complacido. Para estimularla y darle ánimos cantó:

Escucha una vez más, hermana Beda:
Si uno no pierde la fe en el dharma
llegará el fin de toda pena;
si uno no acusa a los otros,
todos nos mirarán como a un ángel;
si uno no tiene pensamientos dañinos
los propios méritos aumentarán.

Quien no se apega a las cosas ahora
será feliz en su próxima vida;
quien tiene poca arrogancia
será querido por todos.

Quien retiene la mente intrínseca
pronto ganará el estado búdico;
quien se retira a estricta reclusión y refrena su hablar
será bendecido por las dakinis.

Si no tienes deseos de placer
tu karma maduro será liquidado;
si hasta la muerte meditas
eres el rey de reyes.

Si la mente está libre de dolor y confusión
las dakinis y Bha Wo te recibirán;
si ahora y siempre oras a tu gurú el Jetsun
la realización y la bendición serán tuyas.

Guarda estas palabras en tu mente y medita,
que la alegría y la buena suerte sean siempre contigo.

Más tarde Beda fue capaz de meditar en soledad con mucha perseverancia. Como resultado obtuvo experiencias y realizaciones excepcionales y al final pudo igualar los méritos de las cuatro hijas espirituales del Jetsun.
Los bonistas que presenciaron en esta ocasión la ceremonia fueron confirmados con fe irrevocable hacia Milarepa.

Ésta es la historia de la salvación del muerto y de la guía de Milarepa al llevar a su hermana al sendero bodhi.



55 Cumplimiento de la profecía de las dakinis

Reverencia a todos los gurús

Una vez, cuando el Jetsun Milarepa vivía en el valle alto de Tsar Ma, en Nya Non, dos de sus patronos pelearon entre sí por la dote de una nueva boda. Cuando vinieron al Jetsun para que mediara, él citó a los participantes, los reconcilió con buenas advertencias y predicó el dharma para ellos. Luego cantó:

Escuchen, hombres vanidosos
con rocas sobre sus cabezas.
Ésta es la clase de conflicto creado por mujeres
que no han tenido hombres por mucho tiempo;
mujeres deseosas de hombre son todas conflictivas
y sólo llevan dentro pensamientos dañinos;
quien propaga la discordia siempre es débil.
Esta novia del mal valle
en mal tiempo se ha convertido en inolvidable para el "ciego";
este bagaje sucio ha sido causa
de disputa entre dos hombres;
éstos son actos indignos y mundanos;
mayores, no los instiguen,
jóvenes, manténganse sobrios y sanos;
cada cual aquí reunido
debe tratar de cambiar su mente
de acuerdo con la enseñanza del dharma.

Movidos por este canto, los de la disputa se calmaron. Luego la patrona, dama Jham Mei, una fiel seguidora del Jetsun, le hizo suntuosas ofrendas. Poniéndose de pie en la asamblea, ella preguntó: "Reverendo Jetsun, único inmaculado, dinos por favor, ¿cómo has alcanzado tus actos altruistas, cuántos discípulos tienes y entre ellos cuántos han obtenida iluminación? Milarepa replicó: "Es maravilloso que surjan estas preguntas en tu mente. Tal como profetizaron las dakinis, he hecho estas cosas para beneficio de las criaturas de sentimiento".

Ruego a los gurús y dakinis,
ruego me ayuden a beneficiar a los hombres sin esfuerzo.

Como predijeron las dakinis;
como el sol, es el Nirmanakaya Dhagpo
y su luz resplandece en todo;
como la luna es el Nirmanakaya Rechungpa;
y Shiwa Aui, el hermano mayor,
es un meditante similar a un tigre;
con Drigom y otros Repas tengo cinco
y veinte discípulos jefes, tal como fue predicho.

Entre mis discípulos cinco y veinte son seres consumados,
un centenar ha obtenido la realización,
ciento ocho han obtenido la experiencia espontánea,
cerca de un millar, la unión con el dharma
y más de cien mil han ganado adhesión dhármica;
algunos han aprendido otras artes de mí.
Tu pregunta es muy buena,
en verdad eres bien dotada.

Al escuchar esto, los discípulos exclamaron: "¡Oh, vendrán muchas seres perfectos! ¡Qué maravilloso es esto!" Todos estaban llenas de alegría y exaltación; luego rogaron a Milarepa que les diera sus buenos deseos. El Jetsun dijo: "Ya que en este momento ambos, quien recibe y los patronos, son sinceros, los buenos desees se cumplen automáticamente. Sin embargo, seguiré el ejemplo de Buda y diré para ustedes la dedicación de los buenos deseos. Síganme y repitan el canto después de mí".

Ruego a mi gurú Buda protector
y a todos los dioses,
ruego satisfagan todos mis buenos deseos.

Ahora reciten todos conmigo.

¡A mí que conozco el camino al estado búdico
recuérdenme, oh Budas, Bodhisatvas y Sanghas!

Desde tiempo inmemorial en este gran samsara
yo y todas las criaturas hemos practicado
caridad, disciplina y otros méritos;
pensando en eso, se llena de gozo mi mente.
A mis parientes y maestros dedico
todos los méritos que haya obtenido en esta vida
al dar limosnas y servicio
para obtener el estado búdico.
Antes de que llegue el último día, pueda yo,
por el poder de mis méritos,
encontrar al maestro mahayana
y observar los tres preceptos;
que todos mis buenos deseos se cumplan
y que nunca cometa actos pecaminosos.

Por el poder de mis méritos pueda yo
ganar larga vida y prosperidad;
que encuentre buena compañía y condiciones favorables,
que todos los obstáculos a la liberación se alejen de mí.

Mientras Milarepa cantaba este canto, un eco del cielo se oía por tedas partes. Después de un tiempo la gente de Nya Non supo que el Jetsun se iba a otras ermitas. Todos vinieron con buenas ofrendas y le rogaron que no se fuera. El Jetsun replicó: "He estado aquí por mucho tiempo, mis patronos tal vez ya estén cansados. Me voy a otro sitio a esperar la llegada de la muerte. Si no muero pronto, siempre habrá ocasión de encontrarnos nuevamente. Mientras tanto todos deben tratar de practicar esto":

¡Reverencia a mi perfecto gurú!

Propiedades y posesiones son como briznas de yerba,
tírenlas sin avaricia.

Un cuerpo humano que pueda practicar el dharma
es lo más preciado que hay,
para volver a obtenerlo deben cumplir los preceptos,
tal como si protegieran sus propios ojos.

La ira nos lleva a los reinos más bajos,
por lo tanto, nunca pierdan su templanza,
aun si pierden la vida.

La inercia y la pereza no traen logros,
por lo tanto, ejercítense en la devoción.

Nunca podrá entenderse el mahayana
cayendo en la distracción,
por lo tanto, practiquen la concentración.

Como el estado búdico -no se alcanza afuera
observen la naturaleza de la mente interior.

La fe es inestable como la niebla,
cuando comience a disiparse,
deben fortalecerla más que nunca.

Todos los patronos gritaron: "Digas lo que digas, no te dejaremos ir. Quédate aquí como sea". Luego le imploraron con mucha sinceridad. El Jetsun replicó: "Si no muero, trataré de volver a este pueblo. Si no nos vemos por algún tiempo, traten de recordar y practicar estas cosas". Y cantó:

Cuan lamentables son los seres mundanos,
como a jade precioso estiman ellos
sus cuerpos, pero como árboles viejos
están condenados a caer;
de vez en cuando refrenen sus pensamientos desbocados
y pongan atención al dharma.

Aunque ganen tanta riqueza
como la abeja colectora de miel,
el daño que puede caer en ustedes
es impredecible;
de vez en cuando refrenen sus pensamientos desbocados
y pongan atención al dharma.

Podrá uno ofrecer a un lama
cargas de seda por muchos años,
pero cuando la mala suerte baja
como arcoiris fatal
se disuelve enseguida la propia fe;
de vez en cuando refrenen sus pensamientos desbocados
y pongan atención al dharma.

Como pareja de bestias acopladas
viven juntos los amantes,
pero la calamidad por el ataque del lobo
puede caer sobre ustedes en cualquier momento;
de vez en cuando refrenen sus pensamientos desbocados
y pongan atención al dharma.

Pueden amar al primogénito
como una gallina a su huevo,
pero una roca deslizada puede aplastarlo en cualquier momento;
de vez en cuando refrenen sus pensamientos desbocados
y pongan atención al dharma.

Un rostro puede ser bello como una flor,
pero puede ser dañado en cualquier momento por la dura granizada;
de vez en cuando piensen cómo es
triste, transitorio y fútil este mundo.

Aunque hijo y madre se quieren
cuando la discordia surge pelean y discuten como enemigos;
algunas veces deben sentir compasión
hacia todos los seres de sentimiento.

Tenderse al tibio sol del poniente tal vez es grato y placentero,
pero puede surgir una tormenta de calamidades golpeándolo a uno en cualquier momento;
recuerden a los pobres alguna vez
y den limosnas a quienes las necesitan.

Oh, queridos patronos hombres y mujeres,
para quien no puede practicar el dharma
toda su vida será algo sin sentido,
todos sus actos serán mal hechos.

"Sí, reverendo Jetsun, seguiremos tus instrucciones —dijeron los patronos—, pero no podemos aceptar que te vayas. Por favor, quédate con nosotros para nuestra salvación". Pero Milarepa se quedó poco tiempo en la cueva del Vientre y luego se fue a lo más bajo del valle. Al pararse en una roca dejó las huellas de sus pies como memoria para que el pueblo de Nya Non le rindiera homenaje. Luego, sin que los patronos lo supieran, se fue lejos.

Ésta es la historia de la amonestación final de Milarepa a los patronos de Nya Non.



56 Amonestación al médico yang Nge

Reverencia a todos los gurús

El Jetsun Milarepa y cinco discípulos partieron para Tong Lha. En el camino encontraron a cinco ladrones, quienes los ' registraron encontrando sólo algunos tazones y cráneos. Entonces
les preguntaron: "¿Son ustedes gentes llamadas Milarepas?". El Jetsun contestó: "Yo soy Milarepa". Los ladrones se inclinaron ante él y dijeron: "¡En verdad somos afortunadas por haberte encontrado! Por favor, danos ahora alguna instrucción". El Jetsun les predicó las enseñanzas del karma, incluyendo tópicos tales como la alegría y el mérito de los reinos más altas,, las miserias y los vicios de los tres reinos inferiores y cómo los actos buenos o malos, respectivamente, traerán felicidad o sufrimiento. Luego añadió: "Éste es mi consejo; lo acepten o no, depende totalmente de ustedes":

Me inclino ante los gurús perfectos.
Muy arriba en las alturas, en el cielo de placeres,
siembran los dioses su arroz
y está madura la cosecha
al sembrarse la semilla.
No es que su método de cultivo sea superior,
es simplemente la recompensa kármica
por sus buenos actos de pasadas vidas.
¡Hombres de dotes, den sus limosnas!

Abajo muy abajo hay seres desdichados
en los dieciocho grandes infiernos.
Cuando sus cuerpos son serruchados
las heridas sanan de inmediato;
esto no es porque su piel sea sana
sino que es retribución kármica
por aquellos que mataron en vidas pasadas.
¡Hombres de dotes, nunca maten!

En el reino oscuro del más allá
vagan fantasmas hambrientos;
en cuanto terminan de comer
sienten nuevamente hambre;
la razón no es el tamaño de su estómago,
es la retribución kármica
por la tacañería de sus vidas pasadas.
¡Hombres de dotes, nunca sean mezquinos!

Cerca de la Poza de la Purificación
está Duinjo, la vaca maravillosa,
siempre dispuesta a dar leche.
Sólo de ustedes depende que la tomen o no.

Bajo la raíz del árbol que satisface todo deseo
está la droga que cura las cinco enfermedades,
pero es totalmente de ustedes que depende
el que caven para encontrarla.

Frente a un buen gurú
está la llave de las instrucciones medulares
para la puerta de las dos perfecciones,
pero sólo enteramente de ustedes dependerá
si la abren o no.

Al escuchar este canto, surgió gran fe en los ladrones. Cuatro de ellos juraron que nunca más matarían ni robarían. Uno decidió seguir al Jetsun y fue aceptado como discípulo sirviente; más tarde obtuvo la realización y llegó a ser un yogui avanzado.
Después de este incidente Milarepa y sus discípulos se fueron a Din Ri Namar; en el camino hallaron a un pastor y Milarepa le dijo: "Dime, ¿quién es el destacado patrón de este lugar?" El pastor contestó: "Es un médico llamado Yang Nge, un rico y devoto budista". Fuéronse a la casa del médico y lo encontraran en medio de mucha gente que allí se hallaba reunida. Milarepa dijo: "Querido patrono, nos han dicho que eres el hombre más rico de aquí. Te pedimos un poco de comida para esta mañana". El médico dijo: "Del otro lado de la montaña está Milarepa, de éste Dhampa Sangje. La corriente de peregrinos nunca cesa de fluir. ¿Cómo puedo dar caridad a cada uno de ellos? Ahora bien, sólo daré limosnas a Milarepa si viene él mismo, pero por supuesto, sé que no tengo di buen karma necesario para ello". El Jetsun replicó: "Puedo decir que yo soy el propio Milarepa. Tráenos ahora de comer". "Se dice que Milarepa puede utilizar lo que haya a mano como metáfora para predicar. Par favor, usa una de las burbujas del agua de esta acequia que está delante de nosotros como una metáfora y danos un discurso", dijo el médico. En respuesta, el Jetsun cantó Las burbujas efímeras.

Ofrezco homenaje a mi gurú misericordioso.
Esencia de los Budas de todo tiempo,
¡haz que todos los presentes presten atención al dharma!
Como él dijo una vez, esta vida es
como burbuja, transitoria y efímera,
en ella no puede hallarse certeza alguna.
La vida del hombre profano es como la de un ladrón
que husmea en una casa vacía.
¿No conoces la locura de esto?
Le. juventud es como flor de verano,
pronto desaparece;
la vejez es como un fuego esparciéndose
en el campo, de pronto está en tus talones.
Una vez dijo Buda: "Nacimiento y muerte son como
la alborada y el poniente, vienen y van;
¡a enfermedad es como un pajarito
herido por una honda.
¿No sabes que el vigor y la salud
a su tiempo te dejarán?
La muerte es como una lámpara seca de aceite
después de su último parpadeo.
Nada, te lo aseguro,
permanece en este mundo.
El mal karma es como una cascada
que nunca puede correr hacia arriba.
Un hombre pecador es como un árbol venenoso,
si en él tomas sombra serás dañado.
Los pecadores son como guisantes quemados por la helada
que, igual que la manteca rancia, arruinan todo.

Los practicantes del dharma son
como labradores en el campo,
con cuidado y vigor alcanzarán éxito;
el gurú es como medicina y néctar,
confiando en él uno ganará el éxito;
la disciplina es como torre de vigía,
observándola uno alcanzará el éxito.

La ley del karma es como la rueda del samsara;
quien la rompe sufrirá grandes pérdidas;
samsara es como una espina ponzoñosa
clavada en la carne, si se la saca
aumentará y se esparcirá su veneno;
la llegada de la muerte es como la sombra
de un árbol a la hora del poniente: se va rápido
y nadie puede detenerla.
Cuando ese tiempo llegue,
¿qué otra cosa podrá ayudar sino el dharma sagrado?
Aunque el dharma es la fuente de la victoria
son raros los que aspiran a él.
Hileras de hombres están embrollados
en las miserias del samsara;
nacidas en esta calamidad, luchan
por despajos y roban para ganar.
Quien habla de dharma con júbilo se inspira,
pero cuando se le impone una tarea vacila y se siente perdido.

Queridos patronos, no hablen mucho
sino practiquen el sagrado dharma.

"Ésta es una verdad muy útil para mi mente —dijo el médico—, pero, por favor, predícame más sobre la verdad del karma y los sufrimientos del nacer, de la vejez, de la enfermedad y de la muerte; así me capacitarás para reafirmar mis convicciones sobre el budismo". En respuesta, el Jetsun cantó:

En el reino del gran No nacido
brilla él can los cuatro infinitos.
A mi gurú Jetsun, que satisface todo deseo
—guía en el Sendero del Gran Gozo—
ofrezco mi sentida oración.

Les ruego escuchen estas palabras,
amigos queridos aquí reunidos;
cuando ustedes son jóvenes y vigorosos
nunca piensan en la vejez cercana,
pero ella se acerca lenta y seguramente
como la semilla que crece bajo tierra.
Cuando están fuertes y sanos
nunca piensan en la enfermedad que se acerca,
pero ella desciende con fuerza repentina
como un golpe de luz.
Cuando están envueltos en las cosas mundanas
nunca piensan en la cercanía de la muerte,
pero, rápida como el trueno, ella viene
desgarrando en redondo nuestras cabezas.

En enfermedad, vejez y muerte
siempre se encuentra una con otra
tal como lo hacen las manos con la boca,
esperando su presa en una emboscada.
Yama está listo para tomar a su victima
cuando el desastre lo atrape.

Las golondrinas vuelan en fila;
tal como ellas, la vida,
la muerte y el bardo se siguen una a la otra.
Estos tres "visitantes" nunca se apartan de ustedes;
Así pensando, ¿no temen ustedes por sus actos pecaminosos?

Aguardando en la emboscada,
como fantasma o bestia hambrienta,
está el destino con sus flechas poderosas esperando atraparnos
para hacernos renacer en los infiernos;
si alguna vez caen en sus trampas
difícil será hablar de escape.

¿No temen las miserias que experimentaron en el pasado?
Seguramente sentirán gran pesar si la desgracia los ataca.
Las miserias de la vida, se siguen una a otra
como las incesantes olas del mar;
apenas ha pasado una cuando ya la próxima se avecina;
hasta que estén liberadas, pena y placer van y vienen al azar
como caminantes que tropezaran en la calle.

Los placeres son precarios como un baño de sol;
transitorios como tormenta de nieve que llegara sin anunciarse.
Recuerden estas cosas.
¿Por qué no practicar el dharma?

Al oír este canto surgió en todos una gran fe por Milarepa. Le presentaron muchas y muy buenas ofrendas y le pidieron que se quedara con ellos permanentemente. Milarepa no aceptó sus invitaciones; sólo consintió en pasar allí la noche.
El médico rogó al Jetsun que le diese algunas instrucciones antes de partir. Luego reunió a todos los lugareños y añadió: "Si tú, reverendo Jetsun, no puedes permanecer aquí por unos pocos días, dinos al menos algo del dharma para practicar". En respuesta Milarepa cantó:

Escuchen con atención todos los aquí reunidos.
¿De veras quieren practicar el dharma?
Si es así, intenten estas tres cosas:
Cuando estén acostados en su cama
no se dejen ir con ignorancia;
en la tarde reciten el mantra del Buda Protector,
por la noche rueguen a los santos,
a media noche mediten en la no distinción,
cuando rompa el día practiquen el Prana-Vida;
al alba arrepiéntanse de sus malas acciones,
cuando salga el sol identifiquen sus mentes con las formas.
Lo principal de la práctica,
es observar la propia mente;
la médula o esencia de cualquier instrucción se recibe del gurú;
por lo tanto, siempre deben rogar
a nuestro Buda protector;
guarden las Reglas Samaya
junto con nuestros hermanos Vajra,
siempre ofrezcan servicio a los tres inmaculados.
Visualicen siempre en sus cabezas
a él, que es todo misericordia,
reciten el sagrado mantra de La joya en el loto:
Om Mani Padme Aum,
también den caridad a los pobres
y ayuden a quienes están en necesidad;
den siempre limosnas y sirvan
a los monjes de saber y disciplina;
en todo tiempo cuiden a sus padres.
Aunque aquí se reuniera un centenar de gurús y eruditos
no podrían darles mejor instrucción.
¡Que la prosperidad y la alegría
los sigan a través de toda su vida!
¡Que la buena salud y larga vida
sean con ustedes todo el tiempo!

Conmovidos por este canto, todos los oyentes quedaron confirmados con una fe inconmovible en el Jetsun, y cuando le llegó la muerte, el médico entró al sendero. Después de este incidente, Milarepa y sus discípulos partieron para Che Bar.

Ésta es la historia del médico Yang Nge.



57 Partida de Rechungpa

Reverencia a todos los gurús

Rechungpa, el hijo de corazón, discípulo del Jetsun Milarepa, tuvo problemas debido a su asociación con una mujer noble, Dama Dembu. Con objeto de librarlo de este obstáculo, Milarepa su transformó en mendigo y llegó hasta la casa de Rechungpa pidiendo limosnas. Por este tiempo Rechungpa tenía una gran pieza de jade que había conseguido en una barranca del valle de Yagder. Esto le dio al "mendigo" diciéndole: "Usa este jade para comprar tu comida". Milarepa pensó: "Mi hijo no tiene apego a la riqueza material, pero sí tiene gran compasión".
Como consecuencia de esta dádiva Rechungpa se separó de Dama Dembu; descorazonado y cansado de ella la dejó y regresó con el Jetsun. Al regreso llegó a la casa de un hombre rico y allí recibió dos porciones de carne seca, la cual preservó con gran esmero para poderla llevar como regalo al Jetsun. Por este tiempo Milarepa vivía en Chu Bar, con algunos discípulos. Les dijo entonces: "Allí viene Rechungpa y nos trae algo tan extremadamente grande que todo un valle no basta a contenerlo". Al poco tiempo llegó Rechungpa. Ofreció al Jetsun un saco de carne seca y le preguntó por su salud. En respuesta Milarepa cantó:

Un yogui vagó en las montañas,
como una gran mandala
mi cuerpo está lleno de gozo;
limpio de deseo y orgullo, me siento bien y feliz;
muerta ya el ansia de diversiones,
me siento alegre en la soledad;
como he renunciado a todas las cosas,
soy feliz en la tierra de nadie;
como he cortado las ligaduras con mis compatriotas
ya no me preocupa obtener ni ahorrar.
Vivo feliz y contento sin más deseos de estudios o títulos,
sin más libros, ya no tengo sentimientos de inferioridad,
con la esencia mental sólo siento felicidad.
Soy feliz y estoy bien sin charlas ni parloteos,
pues ya no quiero pláticas vanidosas.
Soy feliz y estoy bien sin planes ni esquemas
porque mi mente está libre de fraudes y dolo;
soy feliz y estoy bien porque nunca
me enredo en habladurías calumniosas;
dondequiera que esté, lleve lo que lleve puesto
o coma lo que coma, siempre me siento realmente feliz,
erí todo tiempo soy feliz y estoy bien.
Hijo Rechungpa, ahora que regresas, ¿tienes buena salud?

Entonces Rechungpa ofreció la carne seca a todos los Repas sin discriminación ni mezquindad. Uno de ellos preguntó a Milarepa: "Reverendo Jetsun, acabas de decirnos que Rechungpa nos traería un regalo tan grande que sólo el valle podría contenerlo, pero, ¿dónde está?". Con una sonrisa Milarepa replicó: "El valle es tu estómago y la carne es el gran regalo, muy grande para ser acabada". Al oír esto, los Repas rieron abiertamente. Entonces el Jetsun dijo: "Voy a darles una iniciación, pero según el dharma es necesario hacer una ofrenda al gurú; deben traer algo que tengan, pero tú, Rechungpa, eres un caso especial, puedes hacerlo sin traer nada". Al oír esto, Rechungpa se unió tristemente a la ceremonia.
Cuando se acercó a la mandala vio, parado en el centro, el gran jade que le había dado al mendigo; entonces comprendió que el mendigo era la gran transformación de su gurú, utilizada para destruir los lazos entre él y Dama Dembu. Recordando todo lo sucedido, Rechungpa se sintió profundamente agradecido al Jetsun.
"Rechungpa —le dijo al Jetsun—, si no hubiera sido por mí, este jade te habría traído la destrucción. Es sólo por la incesante fe y veneración que tienes hacia mí y por tu gran compasión hacia todas las criaturas de sentimiento que estás libre de este obstáculo. Ahora debes estar agradecido y feliz. Escucha mi canto:

Grande es la misericordia del gurú padre,
importante es el milagro de Milarepa,
grande fue la candad y amor de Rechungpa.
El jade que le diste al mendigo está aquí con nosotros;
esta tarde lo ofreceremos a Dem Chog en nuestro rito iniciático.

Dar limosnas con compasión a los necesitados
es igual que servir a los Budas de los tres tiempos;
dar con compasión a los mendigos es hacer ofrendas a Milarepa.

Las criaturas de sentimiento son nuestros padres,
discriminar entre ellos es dañino y necio;
los verdaderos sabios y eruditos están de acuerdo en esto.
El apego a una escuela y la condenación de otras
es de alguna manera como perder nuestro aprendizaje.
Como todas los dharmas son igualmente buenos, los sectarios
degradan al budismo y se alejan de la liberación.
Toda la felicidad que uno tiene deriva de otros
y la ayuda que uno les preste traerá a cambio felicidad.
Nuestros actos perniciosos
sólo nos dañan a nosotros mismos.

Entren a esta mandala con mente benevolente, confiésense,
arrepiéntanse de sus pecados,
observen todos los aspectos con determinación.

Rechungpa estaba profundamente conmovido. Con remordimiento, confesó todas sus transgresiones ante su gurú y sus hermanos en el dharma entonando este canto:

He consentido en mi anhelo de satisfacciones físicas
en procura de placer;
sucumbiendo a la tentación, cometí
actos degradantes que llevan a la miseria,
ante el cuerpo de mi padre gurú confieso plenamente.

El ansia de hablar conduce al engaño y a La mentira,
una lengua voluble y palabras ingeniosas
nos arrastran derecho al fondo de los infiernos.

Vino y carne que dan gusto a la boca
nos convierten en fantasmas hambrientos;
toda mi habladuría falsa y vergonzosa
confieso ahora plenamente ante la
boca de mi padre gurú.

Ansiar el placer causa pensamientos malignos,
anhelar la fama engendra muchos actos sucios;
todos mis actos pecaminosos causados por el deseo y la codicia
confieso ahora en pleno ante
la mente de mi padre gurú.

Al vagar por pueblos y caseríos
interrumpí mi práctica;
el poder de mi mantra se debilitó
al ejecutar muchos exorcismos;
llegué a estar tan activo
que mi buena experiencia de samadhi se marchitó;
confieso estos errores ante los dioses de la mandala.

En una casa donde vive mucha gente
distinguí entre "mío" y "tuyo";
aquí confieso a mis hermanos en el dharma,
toda mi pequeñez y degradación.

Entonces el Jetsun inició a los Repas en el señalamiento, ejercitado de un modo elaborado. Después de la ceremonia, Repa Shiwa Aui se puso de pie ante todos y dijo: "Rechungpa es un yogui que ha dominado completamente la mente prana, ¿cómo es posible que un hombre así necesite aún la protección del Jetsum y se preocupe cuando toma a una dama para prácticas tántricas? ¿Por qué tal hombre aun se arrepiente ante ti por este acto?" El Jetsun replicó: "Esto es porque para practicar la acción secreta uno' debe conocer el tiempo justo y las condiciones correctas". Enseguida cantó:

Me inclino ante Marpa, mi gurú misericordioso,
te ruego que con la bendición me conduzcas al sendero;
¡ayúdame a entender el estado mental de mis discípulos!

Si no se conoce el tiempo correcto
para practicar, se descarriará el yoga;
si no se conoce el tiempo correcto
para hablar, los mayores se descarriarán;
si no se conoce el tiempo correcto
para dar alimento, la buena ama de casa se desviará;
si no se conoce el tiempo correcto
para cumplir el deber, los sirvientes se descarriarán;
si no se conoce el tiempo justo
para encontrar al enemigo, los guerreros se desviarán;
si no se conoce el tiempo justo
para encontrar las condiciones, los nobles monjes se desviarán;
si no se conoce el tiempo correcto
para ayudar a otros,
los actos nobles se perderán.

Sin perseverancia ni determinación
será pérdida de tiempo la estancia en las montañas;
si los hombres no se respetan ni se ayudan entre sí,
se perderá la compañía y la hermandad;
si un discípulo no guarda las reglas de su gurú
pronto se romperá la relación con él.
Los errores y desviaciones son infinitos,
¿cómo puede uno enumerarlos todos?
¡Hijos queridos, deben practicar de acuerdo con mis palabras!

Al escuchar este canto, todos los discípulos ganaron un decisivo entendimiento. Rechungpa hizo luego voto solemne ante el Jetsun de que obedecería y observaría todas sus instrucciones. De allí en adelante, sirvió a Milarepa aún más sincera y honestamente que antes.
Una noche Rechungpa soñó que ponía una carga de leños en el lomo de un perro y le gritaba: "¡Escribe las palabras!"; luego partían y llegaban al paso de una montaña. De un lado de la montaña venían 88 personas a escoltarlo y del otro venían otras 88 a darle la bienvenida. Rechungpa pidió al Jetsun la interpretación de su sueño. En respuesta Milarepa cantó:

El perro indica que tendrás un amigo,
la leña, que tu mente será benigna y gentil;
"escribe las palabras" significa que serás muy ilustrado,
el grito indica que cantarás experiencias maravillosas;
los dos grupos de personas significan que mucha gente
te escoltará y dará la bienvenida.

Otra noche, Rechungpa soñó que se quitaba sus ropas y lavaba su cuerpo, luego se volvía pájaro y volaba lejos hasta posarse en un árbol. Luego vio un espejo y se miró en él. Milarepa, para explicar el sueño, cantó así:

El tirar tus ropas indica renuncia a todo deseo,
lavar tu cuerpo con agua clara significa
purificación mediante las instrucciones,
transformarte en pájaro indica bondad y compasión,
las dos alas del pájaro son las dos provisiones;
posarse en la rama revela que te sentarás en el árbol bodhi;
el espejo implica la revelación de las dakinis.

Otra vez, una noche Rechungpa soñó que montaba a espaldas sobre un burro y llevaba un traje llamado "esperanza". El Jetsun explicó el sueño en este canto:

Volviendo tu espalda al samsara
cabalgas el asno del mahayana;
cuando nirvana te dé la bienvenida
satisfarás las esperanzas de todos.

Otra noche, Rechungpa soñó que ponía una joya sobre su cabeza y se vestía un traje inmaculado, luego miró al interior de un espejo impoluto, mientras en la mano derecha sostenía un vajra y en la izquierda una calavera llena de sangre. También soñó que se sentaba con las piernas cruzadas en un asiento de loto; su espalda emitía rayos de luz y su cuerpo ardía con un gran fuego. Vio una fuente surgiendo frente a él y el sol y la luna brillando desde su corazón. A su izquierda se paraban hombres y mujeres en gran número, a su derecha un niño pastoreaba un cabrito que luego se multiplicó en muchas cabras. Rechungpa fue ai Jetsun y le pidió que interpretara su sueño. El Jetsun contestó:

El significado de tu sueño es éste:
La joya significa que siempre pensarás
en tu gurú sobre tu cabeza;
las ropas puras y blancas implican el linaje susurrado,
ver el espejo significa sostener la ejecución de señalamiento,
el vajra en la mano derecha indica
la destrucción de los pensamientos vagabundos,
la calavera en tu mano izquierda es un símbolo
de tu experiencia del vacío gozoso;
el asiento de loto indica tu liberación de toda falta,
sentarte con las piernas cruzadas
indica que estarás en samadhi por largo tiempo,
la luz que irradia tu espalda
significa que te realizarás acertadamente;
la fuente vertiéndose ante ti significa
que tendrás señales y experiencias,
el fuego que arde en tu cuerpo
es lo ardiente del calor dumo,
el sol y la luna son pruebas de tu iluminación,
los hombres y mujeres parados a tu izquierda
significan que Bha Wos y Mos te darán la bienvenida,
cabritos y cabras a tu derecha son prueba
de que protegerás a tus discípulos,
la multiplicación de cabritos predice
el esparcir del linaje susurrado.

El Jetsun continuó: "Como has alcanzado este estado, no será necesario que estés más tiempo Conmigo. Debes irte ahora que ha llegado el tiempo para beneficiar a las criaturas de sentimiento en gran escala". Luego cantó:

Escucha, hijo mío Rechungpa,
si conociendo la dependencia originaria de samsara y nirvana,
puedes confiar en un gurú sagrado,
llegarán a ti las instrucciones medulares
sin esfuerzo ni búsqueda.
Escucha, hijo mío Rechungpa,
si puedes sojuzgar el deseo de la vida
mundana y permaneces en la ermita,
la comunicación o logro vendrá por sí sola
sin esfuerzo ni lucha;
si puedes abandonar todos los actos malos y los apegos
y puedes renunciar a todo lo que deseas y codicias
pausadamente emprenderás la ruta de la dicha
sin ataduras ni deseos.

Escucha, hijo mío,
la raíz de samsara es "soportar cargas";
si puedes cortar el "amor apegado a los hijos"
y vivir en la soledad,
quedamente entrarás a la tierra de Buda.

Escucha, hijo mío,
aunque se esparza el dharma a través del Tíbet,
muchos lo adulteran.
La gente se llama a sí misma gurús y discípulos
pero con sus lenguas mañosas consienten pláticas obscenas.
Ve, hijo mío, ve y enséñales;
dales las enseñanzas correctas del linaje puro.

Escucha, hijo mío Rechungpa,
si con todo tu corazón quieres
practicar el santo dharma,
recuerda que un budista debe
realizar la conquista de sus deseos;
trata de renunciar a toda codicia;
refrena el mucho hablar.

Escucha, hijo mío Rechungpa,
si deseas el estado búdico
olvida todo placer en esta vida,
lucha por restablecer en ti la realización
y nunca te alejes de la base de tu propia mente.

El Jetsun le dijo luego: "Rechungpa, en el pasado, cuando debías permanecer en un lugar, querías marcharte a otro, pero ahora debes ir a Doh, en Loro, cerca del bosque de Shar Bo, el cual está cercano a la montaña nevada Shambo, en la frontera tibetana. Allí podrás beneficiar a criaturas de sentimiento", y cantó:

Rechungpa, mi hijo mayor,
te vas ahora a Weu;
de mis cuatro hijos tú eres el principal,
hijo querido de diversas sucesiones,
piensa en tu gurú, allí en tu corazón, y vete.

Guarda con celo las reglas samaya y vete,
portador de la antorcha del linaje susurrado,
ve y dispersa la niebla de la ignorancia,
ve y madura discípulos dotados;
nada reveles al incapaz.

Ve y planta el árbol de vida del dharma,
mirando con amor al dotado;
ve al sur de las regiones fronterizas
y medita en la montaña Shambo.

Hijo Rechungpa, tendrás tu templo
en la frontera entre el Tíbet y Doh.

Habiendo hecho todos los preparativos para el viaje, Rechungpa llegó ante el Jetsun, se postró ante él y cantó:

Siguiendo tus órdenes, padre gurú,
se va tu hijo mayor a Weu,
bendícelo con tu cuerpo vajra en su jornada;
ruega con tus palabras inmaculadas
para que esté protegido contra todo obstáculo;
con tu pensamiento despreocupado
condúcelo al sendero.
Amado padre Jetsun,
cuídate y preserva tu salud.

Tu hijo va ahora a Weu,
te ruego, amado mío,
amparo de todos los seres,
que encarnas a los Budas de todos los tiempos,
tengas cuidado de mantener tu salud.

Te ruego, omnisciente,
cuyas mercedes difícilmente podré recompensar,
te ruego despejes toda oscuridad
y permanezcas en buena salud.
Te ruego, gurú poderoso,
guía benevolente del sendero bodhi,
te ruego cuides de ti mismo.

Al mandar a Rechungpa a su viaje, el Jetsun cantó un canto de visión, práctica y acción.

Hijo, la visión es desembarazarse del sectarismo,
la práctica es permanecer en la ermita,
la acción es huir de las malas compañías,
la disciplina es armonizar con todas las formas,
la comunicación se obtiene pensando siempre en la muerte.

El Jetsun continuó: "En el año de la liebre, en el mes del caballo y en el día catorce debes regresar. Esto es muy importante". Luego dio a Rechungpa una pieza de oro y le impartió muchas de sus más estimadas instrucciones. Rechungpa dijo: "Aunque no puedo soportar el apartarme de ti, debo obedecerte. Debo irme ahora a Weu". Mientras decía esto, le corrían las lágrimas por el rostro. Para hacer votos de volver a ver al Jetsun cantó:

Los ríos de la India y Nepal,
divididas por diversos valles,
corren en diferentes direcciones;
aunque como ríos son todos parecidos,
se encontrarán de nuevo en el gran océano.

Divididos par los cuatro continentes,
el sol sale en el este, la luna se pone en el oeste;
como portadores de luz ambos se parecen;
en tardes otoñales sin nubes algunas veces se miran uno a otra.

Velada por la ignorancia,
la mente del hombre y la del Buda
aparecen como diferentes;
sin embargo, en el reino de la esencia mental
ambas son del mismo sabor;
alguna vez se encontrarán en el gran Dharmadhatu.

Debido al trabajo de Maya,
el padre Jetsun permanece en la colina
mientras Rechungpa, el hijo,
viaja por lugares remotos;
sin embargo, en el dharmakaya ellos nunca se separan,
en el cielo de Og-Men se encontrarán nuevamente.
Amado padre Jetsun, te ruego mantenerte bien,
yo, Rechungpa, me voy ahora a Weu.

Rechungpa se inclinó ante el Jetsun, tocando sus pies cen su cabeza y de nuevo hizo muches votos. Luego partió para Weu.
Cuando Rechungpa vivía en el templo del bosque de Shar Mo, su dama vino a pedirle perdón. Al principio él no quería verla, pero luego, gracias a su compasión y a la sinceridad de la súplica de Chin Drags, él cedió y le otorgó una cita. Ella lucía menesterosa, con apariencia de haber pasado muchas pruebas físicas y mentales. Viéndola en tan lamentable estado, Rechungpa se sintió profundamente conmovido. Lloró muchas lágrimas y le dio una nuez de oro, y entonó este canto:

Me inclino a los pies de Mila, el supremo,
rogándote que en tu piedad
me hagas recordar tu benevolencia.

Tú, de palabra celosa,
no me veas como me miraste antes;
cuando regresé a mi gurú
vi en la mandala aquel gran trozo
de jade sobre el cual surgió nuestra disputa;
cuando lo vi, se me pararon todos los pelos
de mi cuerpo.

Primero mi gurú dijo: "No vayas a Weu",
pero luego dijo: "Vete ahora a Weu";
pensando en esto, no puedo sino divertirme.

En la vida de mi padre Jetsun
hallamos que trata el oro como si fuese de piedra.
Al darme este oro, dijo:
"Tómalo, tenlo contigo".
Al pensar en esto, no puedo sino divertirme.

Con esa pieza de oro podrás
construir imágenes de Buda
y lavar de pecados tu cuerpo;
con esa pieza de oro podrás
practicar rituales y mantras
lavando los pecados de tu hablar;
con ella también podrás construir stupas y tsa tsa,
lavando los pecados de tu mente.

Al llevar todas las cosas al interior de tu propia mente
practica las enseñanzas del lenguaje susurrado;
ruega y ruega de nuevo a tu gurú Jetsun;
a menudo reanima el pensamiento de la renuncia;
si puedes hacer esto alcanzarás grandes logros.

Sintiendo gran compasión por ella y su tío, Rechungpa los tomó a ambos bajo su cuidado. Luego les impartió instrucciones y los envió a meditar. El tío se curó de la lepra, y también la dama ganó buenas experiencias y realizaciones. Se dice que más tarde llegó a rcr una muy buena yoguini y que benefició a muchas criaturas.

Ésta es la última parte de la historia del viaje de Rechungpa a Weu.



58 Historia de Drashi Tse

Reverencia a todos los gurús

Una vez en Lha Dro de Drin, el Jetsun era ayudado por Drashi Tse, quien en una asamblea a la que asistían muchos patronos se levantó y dijo: "Reverendo Jetsun, cuando escucho a la gente predicando el dharma siempre me siento muy feliz, pero sé que no puedo ser al mismo tiempo un gran yogui y un erudito bien ilustrado. Testigo del hecho de que tú, el Jetsun, te has dedicado solamente a la práctica, confirmo mi gran fe. ¿Piensas que debo concentrar mi esfuerzo solamente en la meditación o no?" El Jetsun replicó: "Es en mera consideración a la práctica que el dharma es predicado y estudiado. Si uno no practica o medita, ambos, el estudio y la práctica, serán algo sin sentido. Ahora escuchen mi canto:"

Sin práctica, el dharma de la prédica
sólo conduce al orgullo,
sin protección, el hijo adoptivo
siempre se tornará en enemigo,
sin protección, un bulto de libros
será sólo una carga;
excepto para mentir y alardear,
¿qué otro beneficio podrán propiciar?
La gente se deleita escuchando
las marrulleras enseñanzas convenientes,
pero muy pocos siguen las enseñanzas finales del gurú.

Practiquen con fe el sagrado dharma,
¡queridos patronos y discípulos!
Sin dolo ni jactancia,
humilde, honesta y firmemente,
les diré ahora la verdad.

El Jetsun continuó: "Si alguno decide practicar el dharma aprenderá mucho, pero si puede contemplar la verdad esencial sólo por un momento, esto lo ayudará más. Si se habla mucho, las altas ordenanzas se nublarán por las bajas realizaciones. Si uno no puede estabilizar su mente, todos los actos buenos aparentemente, se tornarán en autoengaño; si uno no tiene un gran apego y deseo por este mundo, cualquier forma de dharma que uno practique será nada más que un dharma de labios para afuera. Ciertas gentes estudian budismo por placer, luego, con gran orgullo de su conocimiento, comienzan a perder la fe en los grandes maestros del pasado. Como resultado perderán sus bendiciones. Muchas personas piensan que tienen mucho tiempo para practicar el dharma, pero, sin que lo noten ni lo esperen, llega de pronto la muerte y pierden para siempre la ocasión de practicar. ¿Qué podrán hacer? Uno debe volcar todo su conocimiento budista hacia su interior y meditar. Si uno no progresa en su estudio y en su meditación al mismo tiempo, sino que piensa que primero debe aprender mucho antes de comenzar a practicar estará completamente perdido, porque el conocimiento es infinito y no hay posibilidad de dominarlo totalmente. También, si uno habla a un monje reverendo, rico en conocimientos budistas, les dirá que en el budismo no hay ni una sola cosa que no sea necesaria. Entonces podrán adquirirse muchos, pero muchos conocimientos, mas no sabrán cuál practicar. Tal vez escojan uno y lo practiquen, pero no ganarán experiencia alguna. Entonces la duda y el escepticismo reptarán en su mente y comenzarán a pensar: "¿Deberé intentar con otra práctica? ¿No será otra yoga la que me convenga más?" Así nunca se hace nada. Esto es comparable a un hombre que estudia la planta soma pero olvida los principios básicos y la intención original, como un niño que trajera una flor silvestre en su mano". Milarepa continuó sus advertencias con este canto:

¡Escuchen, patronos fervientes!
Aun los pecadores
que no conocen el gran poder del karma
sueñan con alcanzar la liberación.
La vida se va así, como pasan los días y los años;
sin embargo, la gente emplea su vida
persiguiendo los placeres;
se preguntan: ¿será bueno este mes o este año?
Ciegos a la velocidad con que pasa la vida
hacen los tontos preguntas tontas.

Quien quiera de veras practicar el dharma
debe hacer ofrendas a los santos,
refugiarse en la triple gema,
dar servicio al gurú Jetsun,
respetar a sus padres,
dar limosnas sin esperar recompensa
y ayudar a quien lo necesite;
debe vivir y actuar según los principios del dharma.
No se necesita practicar mucho budismo,
muchas promesas conducen a defraudarse uno mismo.
Queridos patronos, traten de practicar lo que les digo.

"Tus instrucciones son muy útiles y fáciles de entender —dijeron los patronos—; trataremos de seguirlas sin falta. Ahora danos más consejos apropiados a nuestras necesidades". Milarepa respondió: "Tengo muchas enseñanzas que darles, pero sólo si ustedes pueden practicarlas y seguirlas. De otra manera no veo qué estamos haciendo". "Nosotros practicaremos todo. Por favor enséñanos", le contestaron. "Bien, entonces, éstas son las cosas que deberán hacer, queridos patronos, si deciden seguir mis palabras y cultivar lo fundamental".

Recuerden que todo morirá
y que la práctica del dharma
es la única buena forma de vida.
La riqueza mundana es una ilusión;
aunque mucho acumules al final habrás de dejarlo.
Por lo tanto, es mejor que lo des todo en limosnas.

El apego por lo que amamos
puede ser muy profundo, pero al fin y al cabo
debemos dejarlo.
Mejor es, pues, practicar la verdad de no dualidad.

No importa cuan sólidamente esté construidla una casa
al final se derrumbará;
mucho mejor es vivir en la tierra de nadie.
Sea cual fuere el alimento que preservemos
se consumirá con el tiempo;
mucho mejor es almacenar el alimento del dharma.
Los asuntos mundanos no son de fiar,
es mejor renunciar a todos ellos.

Como la charla vana es interminable
es mejor callar la boca.

Instruir es un arte similar a aceitar la piel de otro,
mejor es confiarlo a un gurú eficiente.
La experiencia espiritual se parece
al suave aparecer de la luna entre las nubes;
es mejor practicar incesantemente,
como un arroyo siempre fluente.

Éstas son las diez cosas esenciales
que han aflorado a mi mente.
Ojalá que ustedes, hombres y mujeres patronos de Drin,
ganen buenos progresos en el dharma.

Luego Milarepa les enseñó cómo alcanzar los tres refugios, cómo despertar la mente-bodhi, cómo dedicarse a sí mismos y tomar el voto (bodhisattva). Estas instrucciones los inspiraron grandemente con pensamientos espirituales. Entre los presentes, muchos aprendieron a meditar y algunos pocos obtuvieran buenas experiencias.

Ésta es la historia de Drashi Tse.




59 Canto de las buenas compañías

Reverencia a todos los gurús

Cuando el Jetsun Milarepa estaba en la casa de piedra de Drin, Tsese, Ku Tu y otros patronos vinieron hasta él en busca del dharma. Tsese le dijo: "Por favor, danos alguna enseñanza, budista que sea fácil de entender". Milarepa replicó: "Muy bien, presten oídos y escuchen con atención este canto".

Te ruego, padre gurú, supremo Marpa,
te ruego nos bendigas y traigas a nuestras mentes el dharma.
Queridos patronos, por un momento escuchen
con atención mis palabras.

Los hombres superiores necesitan del dharma;
sin él son como águilas,
que aunque se posen en lo alto tienen poco sentido.

Los hombres comunes necesitan el dharma;
sin él son como tigres,
que aunque poseen mucha fuerza son de poca valía.

Los hombres inferiores tienen necesidad del dharma;
sin él son como asnos de buhonero,
que aunque cargan grandes bultos muy poco les beneficia.

Las mujeres superiores necesitan del dharma;
sin él son como cuadros en una pared,
que aunque luzcan muy bonitas no tienen utilidad.

Las mujeres comunes necesitan del dharma;
sin él son como ratitas,
que aunque listas para conseguir el alimento
sus nidos tienen poca significación.

Las mujeres inferiores necesitan del dharma;
sin él son exactamente como las raposas,
que aunque sean socarronas y astutas
sus actos tienen poca valía.

Los hombres ancianos necesitan del dharma;
sin él son como árboles decadentes;
Las mozas necesitan del dharma,
sin él son como toros empujados;
las mozas necesitan del dharma,
sin él sólo son vacas decorativas;
todos los jóvenes necesitan del dharma,
sin él son como botones reventando en una concha;
los niños necesitan el dharma,
sin él son como ladrones poseídos de demonios.

Sin el dharma, todo mundo pierde sentido y propósito.
Quienes deseen vivir con sentido deben practicar la enseñanza de Buda.

La dama patrona Ku Tu dijo: "Reverendo Jetsun, tienes ahora muchos hijos y discípulos y, sin embargo, aún te gusta vivir como recluso. Debes hallar en ello una vida muy feliz. ¿Tienes buenas compañías que vivan contigo? "Sí que las tengo. Escucha este canto".

Me inclino ante mis padres gurús.

Viviendo como un yogui recluso
tengo veintiún compañeros.
Los gurús, budas patronos y dakinis, son los tres para orar;
los budas, dharmas y sanghas son los tres para refugio;
los sutras, tantras y shastras son los tres para aprender;
los nervios, gotas y alientos son los tres para practicar.
En el sendero eficaz
gozo, no pensamiento e iluminación son los tres para meditar;
piedad, pensamiento puro y compasión
son los tres para el sendero bodhi;
Bha Who, Bha Mo y los guardianes son los tres de la escolta,
gracias a los cuales se derriban los obstáculos.

"Estas cosas son maravillosas —dijo Ku Tu—; pero, ¿te importaría decirnos más sobre ellos utilizando el símil". En respuesta Milarepa cantó:

Les ruego bendecirme, gurús del linaje.

Sentado en el asiento del sol y la luna,
los gurús de la sucesión están sobre mi cabeza;
para describir esto con un símil
diré que son como una sarta de joyas;
bendita y gozosa es mi mente.

Las tres gemas preciosas son mi resguardo,
en su amor siempre estoy protegido;
para describir esto con un símil
diré que es como un bebé consentido
que se alimenta en el regazo de su madre sin temor ni pena;
bendita y gozosa es mi mente.
A mi derecha hay muchos Bha Wos
cuyas bendiciones disipan todos mis obstáculos;
para describir esto con un símil
diré que son como espadas girando sobre mi cabeza
y protegiéndome de toda injuria;
bendita y gozosa es mi mente.

A mi izquierda están muchas dakinis
bendiciéndome con el regalo de los dos cumplimientos;
para describir esto con un símil
diré que son como madres y hermanas bondadosas
que me rodean satisfaciendo todos mis deseos;
bendita y gozosa es mi mente.

Ante mí están los guardianes de la doctrina
que llevan a cabo mis órdenes;
para describir esto con un símil
diré que son como sirvientes obedientes
satisfaciendo mis deseos;
bendita y gozosa es mi mente.

Mi visión de la realidad está perfeccionada
en los tres aspectos,
con esto derrumbo la enseñanza hinayana;
para describir esto con un símil
diré que es como un león sin miedo saltando en la nieve;
bendita y gozosa es mi mente.

Mi práctica de eficiencia y sabiduría
es como las alas poderosas de un águila,
con las cuales me remonto al firmamento
y vuelo a través de los cielos sin temor a caer;
bendita y gozosa es mi mente.

Mi acción está llena de pureza y valor,
están destruidas ambas, distracción y pereza,
para describir esto con un símil
diré que es como un tigre andando majestuosamente
en los bosques sin temor ni asombro;
bendita y gozosa es mi mente.

Habiendo actualizado el trikaya
beneficio gustosamente a las gentes
mediante transformaciones corporales;
para describir esto con un símil
diré que es como un pez dorado que jugara
en el agua sin esfuerzo y con alegría;
bendita y gozosa es mi mente.

Habiendo dominado toda manifestación
canto cancioncillas adecuadas a cada ocasión;
para describir esto con un símil
diré que es como un dragón que vagara
en los cielos sin miedo ni asombro;
bendita y gozosa es mi mente.

Soy el yogui Milarepa que vaga de un lado a otro;
para describir esto con un símil
diré que es como una bestia salvaje que viviera
en las montañas sin temor;
bendita y gozosa es mi mente.

He cantado para ustedes de un modo amable
un canto de cinco parábolas y seis significados;
escuchen con atención, hombres y devas aquí reunidos,
no sean despistados sino observen sus mentes,
traten de alcanzar el estado
de morir sin retornar.
En la luz del dharma
¡les deseo a todos buena suerte!

Todos los que escucharon esto se sintieron satisfechos y complacido:. De allí en adelante hirieron buenos esfuerzos y actos virtuosos. Algunos de los jóvenes fueron aceptados como discípulos sirvientes por el Jetsun, quien los inició en las instrucciones medulares y los mandó a meditar. Algunos llegaron a ser yoguis iluminados.

Ésta es la historia de Tsese, Ku Tu y los patronos de Drin.



60 La evidencia de la realización

Reverencia a todos los gurús

Cuando el Jetsun vivía en el castillo del cielo, en el pico de la montaña de la Roca Roja, vinieron desde Drin a visitarle algunos dueños de ovejas. Ellos le dijeron: "Por favor, danos algunas instrucciones que ayuden a nuestras mentes". El Jetsun replicó: "Si quieren recibir el dharma mejor sigan mi ejemplo y ante todo renuncien a las cosas que están contra ello". Ellos preguntaron: "¿Cuáles son esas cosas?" En respuesta Milarepa cantó:

Escúchenme, amigos y patronos:
actos que no tengan sentido, despreocupados,
fingimientos forzados y descuidadas charlas vanas
son tres cosas contrarias al dharma
a las cuales he renunciado.
Es bueno para ustedes hacer lo mismo.

El lugar donde uno se torna pomposo,
el grupo que incita a la disputa,
la posición mantenida por hipocresía
son tres cosas contrarias al dharma
a las cuales he renunciado.
Es bueno para ustedes hacer lo mismo.

El gurú con escaso conocimiento,
el discípulo con poca fe,
el hermano que guarda poca disciplina
son tres cosas contrarias al dharma
a las cuales he renunciado.
Es bueno para ustedes hacer lo mismo.

La esposa que siempre se lamenta,
el hijo que siempre necesita castigo,
el sirviente que siempre fanfarronea
son tres cosas contrarias al dharma
a las cuales he renunciado.
Es bueno para ustedes hacer lo mismo.

Después de escuchar este canto, todos los patronos volvieron a su casa llenos de inspiración y fe.
En otra ocasión Milarepa salió volando desde un alto risco empujado por un fuerte ventarrón y su cuerpo golpeó contra un árbol. Cuando los discípulos se preguntaban preocupados y con aprensión si estaría seriamente lastimado, Milarepa apareció mostrándoles que no se había hecho ningún daño. Luego cantó:

Desprendido del risco por un fuerte ventarrón,
fui golpeado por un duro árbol
y acongojado con intenso dolor,
pero las dakinis me sanaron.

Otra vez, Milarepa, nuevamente, se cayó de lo alto de un risco. Desde abajo los discípulos vieron lo que sucedía e inmediatamente se lanzaron al sitio para recibir su cuerpo que caía, pero cuando llegaron allí Milarepa ya estaba sentado en su lugar, deshecho en risas. Le preguntaron qué había pasado y en respuesta cantó:

Desplegando las alas de águila de lo no dual
volé a lo alto del risco de la Roca Roja;
caer es caer al fondo de un abismo,
jugar es jugar bromas a mis discípulos,
liberar es liberar del samsara y nirvana,
recibir es recibir el gozo vacío de sí mismo.

Otro día Milarepa estaba nuevamente sentado en el borde de un farallón y una muchacha pasó por allí. Al verlo le gritó: "No te sientes allí, es muy peligroso". Ignorando su preocupación él permaneció donde estaba. Luego a sus pies comenzó a temblar la tierra y tiró el risco. Cuando una gran mole de tierra se desprendía, Milarepa hizo el mudra de amenaza y voló lejos. Mientras tanto los discípulos pensaron que seguramente se había hecho algún daño serio y corrieron al lugar de los hechos, pero cuando llegaron lo encontraron sentado cantando gustoso esta canción:

Este cuerpo es como una flor;
el diablo trató de derribarlo
de la peligrosa Roca Roja
pero las dakinis lo sostuvieron a salvo;
ningún demonio intentará nuevamente dañarlo

Los discípulos le preguntaron: "¿Cómo es posible, reverendo Jetsun, que puedas caer de un alto risco y golpear un árbol sin dañarte?" Milarepa respondió: "Mi cuerpo se ha formado en el cuerpo de arcoiris y mis klesas (sufrimientos, penas) en la sabiduría; habiendo realizado la verdad del no ser, nunca moriré. Desde que dominé los ocho deseos mundanos los cuatro demonios se hallan en desgracia y frustrados. "¿Crees que ya has dominado completamente los cuatro demonios?", preguntaron ellos. "Sí —replicó él—, pueden ustedes decirlo así. Por lo tanto, durante las trece generaciones siguientes, los seguidores de mi linaje serán inmunes a los ataques de los cuatro demonios".
Un día vino a visitar al Jetsun un yogui tántrico de Weu. Sevan Repa le preguntó: "¿Qué clase de gente lograda puede encontrarse en Weu?". El yogui contestó: "Tenemos yoguis logrados a quienes sirven y proveen de alimento los no hombres". "Según mi nivel —replicó el Jetsun—, éstos no pueden considerarse seres consumador". Sevan Repa preguntó: "¿Tú, reverendo Jetsun, recibes también ofrendas de los no hombres?" "Sí las recibo de esta manera":

Inacabable como el tesoro
de los cielos, samadhi es mi sirviente;
las dakinis preparan mi alimento y mi bebida,
pero esto no es evidencia de un ser cumplido o consumado.

El yogui arguyó: "Pero en Weu tenemos yoguis que pueden ver a los budas protectores". En respuesta Milarepa cantó:

A quien ve la naturaleza de la mente
y despeja la niebla de la ignorancia
las dakinis muestran sus rostros;
sin embargo, en el reino real
nada hay que sea visto.

Sin empeño deliberado en la no observación
surgen en la mente todos los dharmas y son por si mismos
iluminados, ésta es prédica de todas las dakinis.

La enseñanza profunda sólo puede obtenerse
del propio gurú, de quien todo
cumplimiento supremo y mundano
será alcanzado y todo buen deseo
satisfecho en esta misma vida;
esto es asegurado por todas las dakinis,
pero ni aun todo esto es evidencia
de un ser cumplido o consumado.

El yogui preguntó nuevamente: "¿Con qué símil describes la naturaleza de la mente?". En respuesta Milarepa cantó:

Esta esencia mental que no surge
no puede describirse con metáforas o símbolos;
esta esencia mental que no puede extinguirse
es descrita a menudo por los tontos,
pero quienes la comprenden la explican por sí mismos.
Carente de significado y significante
es un reino más allá de toda palabra y pensamiento.

¡Cuan excelente y maravillosa es la bendición de mi linaje!

Al oír este canto, el yogui se libró de sus malentendidos anteriores y fue confirmado con irrevocable fe hacia el Jetsun, quien lo aceptó como discípulo sirviente iniciándolo en las instrucciones. Mediante la práctica llegó finalmente a ser un yogui extraordinario y esclarecido.

Ésta es la historia de la derrota de los cuatro demonios y de la entrevista de Milarepa con el yogui tántrico.



61 Los milagros y el logro final

Reverencia a todos los gurús

Una vez, cuando el Jetsun estaba en Chu Bar, su cuerpo se hizo invisible a ciertas personas. Otras lo veían sentado, inmóvil y sin comer ningún alimento ni hacer ninguna actividad, pero todos notaron que a veces reía y otras lloraba. Shiwa Aui le dijo: "Ayer no te pude ver, algunos sí, pero te vieron firmemente sentado como en samadhi. ¿Qué hacías allí y por qué primero reías y luego llorabas sin razón aparente?". El Jetsun replicó: "Desde ayer mucha gente ha estado atendiendo mis discursos. Cuando veía su felicidad, reía, cuando veía sus sufrimientos, lloraba". "Por favor, cuéntanos de eso". "Si quieres oír esta historia, debes preparar una mandala como ofrenda".
Así se hizo y después de la ceremonia el Jetsun dije: "Ayer salí a predicar el dharma a todas las criaturas de sentimiento en los seis reinos. Viendo los goces de los devas y de los seres humanos y de aquellos que hacen buenos actos, me reía; pero cuando vi las miserias en los tres reinos inferiores y aquellos que se complacen en actos malignos, lloraba". Shiwa Aui preguntó luego: "Dinos, por favor, ¿cuáles son los goces y miserias que experimentan las criaturas de sentimiento en los seis reinos? Especialmente diño-; cuáles son los placeres que disfrutan los dioses. El Jetsun replicó: "No los fascinen los placeres de los seres celestiales, también ello:. tienen miserias como éstas":

Desvanecidos, en estado de trance,
los Devas de los cuatro cielos sin forma
no pueden distinguir el bien del mal
porque sus mentes están embotadas y tiesas;
insensibles, carecen de sentimientos,
en estupefacción inconciente,
viven muchas kalpas en un segundo;
¡qué lástima que no lo sepan!

Estos pájaros celestiales
no tienen sentido ni valor,
cuando tienen pensamientos viciosos
comienzan de nuevo a caer;
por razón de esta caída los estudiosos, con palabras huecas,
han secado sus bocas dando explicaciones.

En el Cielo de la Forma, los devas
de los cinco reinos altos y bajos pueden
vivir solamente hasta que sus méritos se acaben;
sus virtudes son esencialmente condicionadas
y sus karmas básicamente samsáricos.

Aquellos practicantes del dharma sujetos a deseos mundanos
y aquellos "grandes yoguis" envueltos en quietud
tienen que purificar sus mentes;
grandes pueden ser sus proclamas y vanaglorias
pero las semillas de pensamientos habituales
están profundamente arraigadas en sus mentes;
después de largo tiempo de permanecer dormidos
surgen de nuevo los pensamientos malignos;
cuando sus méritos y fortunas se consumen
ellos vuelven a los reinos bajos una vez más.
Si explicara los horrores de la muerte
de un dios ustedes quedarían desalentados y perplejos.
¡Guarden esto en su memoria y mediten siempre!

Con ánimo triste los discípulos pidieron al Jetsun que les predicara los sufrimientos de los asuras. En respuesta él cantó:

Ruego a los gurús y a las dakinis,
les ruego bendigan y capaciten a todos
para despertar la mente bodhi.

Grandes son los sufrimientos de los asuras;
extraviados por pensamientos malignos
a todos traen desgracias;
como no conocen su verdadera mente propia
sus actos son un autoengaño,
sus sentimientos, bajos, sus sentidos, brutos,
considerando a todos como sus enemigos,
ni siquiera por un momento pueden ellos conocer la verdad,
malos por naturaleza, difícilmente pueden
soportar una privación,
duro es para ellos fomentar la benevolencia.
Ciegos por el karma de beligerancia,
nunca pueden aceptar un buen consejo.

Una naturaleza maligna: como ésta es causada
por la búsqueda de placeres egoístas
y por el pensar siempre mal de los otros.
Orgullo, favoritismo, vanidad y odio
son las malas fuerzas kármicas
que nos lanzan a un nacimiento inferior
haciendo que sea más fácil cometer actos pecaminosos.

El Karma maduro trae un odio instintivo;
fracasando en distinguir bien de mal,
difícilmente pueden ser ayudados por algún medio.
Recuerden esto en su mente, queridos discípulos,
y mediten con perseverancia mientras vivan.

Shiwa Aui dijo: "Dinos ahora acerca del sufrimiento de los seres humanos". En respuesta Milarepa cantó:

Me inclino a los pies de Marpa, el Jetsun,
el Buda disfrazado de hombre.

Nosotros sus hermanos estamos dotados del poder
de hacer actos buenos o malos;
esto es debido a que nuestro cuerpo
está formado de los seis elementos.

Ustedes, jóvenes Repas, que desean ser grandes eruditos
deben conocer el meollo y la cáscara del budismo,
no sea que el aprender los conduzca a la confusión.

Si no conocen la raíz de la mente
es inútil meditar durante años,
sin sinceridad y buena voluntad
las ricas ofrendas no tienen sentido real,
sin dar ayuda imparcial a todos
es equivocado amparar a nuestro favorito,
si no conocemos el consejo correcto para cada hombre,
la charla obtusa traerá sólo confusión y discordia.

Quien conoce el modo apropiado
para ayudar a los hombres según diversas disposiciones,
puede usar palabras oportunas con fines buenos y útiles,
quien conoce poco de sí mismo
puede dañar a muchos con su ignorancia,
cuando la buena voluntad surge en nuestra mente
piedras, árboles, tierra, todo se torna semilla de virtud;
por otra parte, una persona extremadamente pundonorosa
no sabe cómo relajarse;
un perro glotón no conoce lo que es hambre;
un gurú desvergonzado no sabe qué es miedo;
los hombres ricos son criaturas desgraciadas con dinero,
los hombres pobres son criaturas desgraciadas sin dinero:
con o sin dinero ambos son miserables.
La felicidad, hijos queridos, vendrá
si pueden practicar el dharma.
Recuerden pues mis palabras y practiquen con perseverancia.

"Es muy cierto que así sufren los seres humanos —dijeran los discípulos—. Dinos ahora sobre los sufrimientos en los tres reinos miserables, aunque su sola mención entristezca. Como incentivo a nuestro;; esfuerzos espirituales, te rogamos nos prediques las causas del infierno y sus angustias". En respuesta el Jetsun cantó:

Ruego a los gurús protectores,
les ruego despejen el miedo de los reinos miserables.

Aquellos que por carne y sangre asesinan a seres vivos
serán quemados en los ocho infiernos ardientes, pero si ellos pueden recordar las buenas enseñanzas pronto serán liberados.

Ladrones sin compasión que golpean y matan
comiendo equivocadamente el alimento de otros
mientras se apegan al propio con codicia,
caerán en los ocho infiernos helados;
pese a ello, si no mantienen ideas erróneas contra el dharma
se dice que les llegará el tiempo de la liberación.
Las sagradas escrituras también dicen
que en cualquier momento en que los condenados
pronuncien el nombre de Buda inmediatamente serán liberados.

La repetición de actos pecaminosos significa
preponderancia del vicio y de karma maligno;
los diabólicos aumentados del ansia de placeres
asesinan hasta a sus propios padres y gurús;
de sus tesoros roban las tres gemas,
denigran y acusan falsamente a los inmaculados
y condenan al dharma como falso;
estes malhechores serán quemados
en el infierno que nunca cesa;
lejos de ellos está la liberación.
Esto, hijos míos, seguramente los entristece,
así pues, lancen su corazón dentro del dharma
y dediqúense a la meditación.

Los Repas dijeron: "Con sólo oír estas horribles cosas nos llenamos de pavor y tristeza y causa asombro cómo alguien pueda actualmente ir allí. Sin embargo, por el bien de las criaturas de sentimiento te rogamos nos digas algo sobre los sufrimientos de los fantasmas hambrientos". En respuesta, Milarepa cantó:

Me inclino ante todos los gurús.

Les ruego que con su compasión
protejan del miedo
a los moradores del Infierno.

Alimentados con urgencia de matarse a sí mismos
los que están en el infierno no pueden escapar del miedo;
los fantasmas hambrientos, que ven todas las formas como enemigos
corren sucesivamente de un terror a, otro;
bestias salvajes, se pelean y se comen uno a otro.
¿A cuál de ellos podría culparse?
Sus sufrimientos crecen por su mezquindad.
Quien siendo rico no da limosna es como una rata;
regatear comida cuando se tiene abundancia,
no dar ningún bien a los otros sino reprimirlo,
contarlo, almacenarlo, trae descontento noche y día;
al tiempo de la muerte verá cómo su riqueza
ganada con tanto esfuerzo
es disfrutada por otros.
Atrapado en el bardo por la pena de la pérdida
vive la vida de un fantasma hambriento,
debido a sus pensamientos ilusorios sufre hambre y sed,
cuando ve sus bienes disfrutados por otros
se atormenta por la avaricia y el odio; una y otra vez volverá al infierno.

Yo, el gran yogui de fortaleza,
canto ahora para ustedes las desdichas
de los fantasmas hambrientos.
Queridos hijos y discípulos aquí reunidos,
piensen en mis palabras y mediten con perseverancia.

Shiwa Aui pidió luego: "Ahora dinos por favor los sufrimientos de los animales". Entonces Milarepa cantó:

Me inclino ante todos los santos gurús,
ruego que con su compasión
protejan a todos los animales del miedo.

Los animales son ignorantes y oscuros,
los más estúpidos de los hombres encarnan en ellos;
ciegos y esclavos del mal karma,
los ignorantes no conocen la verdad del dharma,
ciegos a ambos, maldad y virtud, rápidamente malgastan su vida;
incapaces de razonar o usar los símbolos,
actúan como autómatas ciegos;
incapaces de distinguir el error de lo correcto,
hacen lo erróneo como maníacos.
Algunas personas dicen que sería bueno ser animal,
ya que ellos no se arrepienten ni se culpan.
¡Cuan tonto es este pensamiento!

Así pues, cualquier estúpido que toma vida encarnará como bestia;
los tontos que no distinguen el bien del mal
y aquellos que se complacen en pensamientos viciosos
encarnarán como brutos comunes.
Es difícil para mí describir sus karmas,
pero piensen en mis palabras y cultiven sus mentes.

Los Repas preguntaron nuevamente: "¿Has predicado el dharma a las criaturas de sentimiento en sólo un lugar o has ido a regiones diferentes en les seis reinos?" "De acuerdo con las diferentes capacidades, karmas y necesidades de las criaturas de sentimiento —replicó el Jetsun—, me manifiesto en diferentes formas en distintos lugares predicando un dharma apropiado a cada uno".
Monjes, discípulos, patronos y asistentes a la asamblea estaban profundamente impresionados con el temor de los grandes sufrimientos del samsara y de los reinos inferiores. Con gran aspiración al dharma, todos decidieren renunciar a sus pecados y practicar buenas acciones.
En otra ocasión Milarepa voló a los cielos transformando su cuerpo de uno a muchos para luego volver a ser nuevamente uno. Además predicó diversos dharmas en forma invisible y ejecutó muchos otros milagros.
Cuando Seva Repa vio volar a Milarepa, retuvo su aliento y quiso volar él también, pero todo lo que pudo fue caminar sobre el suelo. Comentando esto Milarepa dijo: "Si uno no ha practicado como yo lo he hecho, venerando a mi gurú, respetando a mis hermanos, renunciando al samsara, compadeciendo a toda criatura de sentimiento y practicando devotamente con gran diligencia, no debe esperar nunca la realización de milagros como éstos, ejecutados en forma fácil y espontánea. Mis hijos discípulos, si aún no han completado estos actos virtuosos en grado suficiente como para alcanzar la causa (de la suprema realización), no deberán nunca esperar obtenerlo en forma fácil". Enseguida cantó:

Si no hay ni el karma ni las condiciones requeridas
uno no debe esperar en esta vida alcanzar el estado búdico,
quien no puede satisfacer a sus discípulos
no puede esperar llegar a ser gurú,
quien no domina su propia mente
no ha de esperar dirigir a otros,
quien no puede mantener la tradición del linaje,
no ha de esperar ni señales ni poderes,
quien no puede practicar diligentemente,
no podrá tener pensamientos positivos para la iluminación.
quien no corte las ataduras de la dualidad,
no debe esperar una infinita compasión,
quien no pueda, por alguna entidad, romper la cadena del apego
no ha de esperar una visión totalmente Ubre,
quien no ha visto la propia mente en desnudez
no ha de esperar contemplar la esencia verdadera,
quien no sabe cómo limpiar impurezas
no ha de esperar experiencias incesantes,
quien no puede destruir el apego interior
no ha de esperar la relajación de los seis sentidos,
quien no es experto en samadhi,
no ha de esperar la gran Omnipresencia,
quien aún tiene que desarraigar esperanzas y miedos
no ha de esperar la obtención del trikaya,
quien no puede observar intachablemente las reglas morales
no debe esperar felicidad inmediata,
quien no ha completado las dos provisiones
no ha de esperar ser un Buda reverenciado,
quien no puede obedecer órdenes
no ha de esperar la popularidad entre los hermanos,
quien aún debe dominar la autoconciencia
no ha de esperar ser libre de fantasmas y devas,
quien aún debe dominar las apariencias
no ha de esperar gobernar los tres lokas,
quien aún tiene que trascender el nivel mundano
no ha de fomentar el pensamiento de ni bien ni mal,
un yogui que dirige un monasterio
no ha de ser negligente en disciplina y virtud,
quien no entiende las etapas de la Experiencia
no ha de intentar probar y revisar las de otros discípulos dotados,
quien no ha practicado plenamente las instrucciones medulares
no ha de esperar ganar la liberación en el bardo,
quien no puede observar los preceptos en perfecto orden
no ha de esperar que sus deseos sean colmados fácilmente,
quien no puede observar bien las reglas samaya
no ha de esperar que las dakinis y los guardianes lo quieran,
quien no ha obtenido la instrucción clave
de la lógica y de tas escrituras sagradas
no debe descuidar las palabras y los símbolos,
quien no posea los cinco poderes milagrosos
no debe hacer predicciones a partir de signos externos,
quien no ha estabilizado la experiencia
nunca debe descuidar el cultivo de su mente.

En otra ocasión el Jetsun, delante de los discípulos y patronos creyentes, se transformó en diferentes cuerpos, con objeto de predicarles el dharma. Además conjuró a un niño que jugaba con barro junto a cada predicador. En resumen, realizó muchos milagros en variedad inconcebible. Los discípulos le preguntaron la razón de ello. Él contestó: "Soy un yogui que ve su propia mente, por lo tanto, puedo cambiar y manipular toda manifestación del mundo exterior en cualquier forma que me plazca. También puedo proyectar y multiplicar desde mi mente todos los objetos, trayéndolos a ella nuevamente". Luego cantó:

Me inclino ante todos los gurús.

Cuando mi cuerpo tiene la bendición del gurú
puede hacer muchos milagros y muchas transformaciones.
Cuando mi boca recibe la bendición
del gurú puede entonar cantos líricos,
y dar instrucciones medulares.
Cuando mi mente recibe la bendición
del gurú comprende y es el Buda.

Ni el fuego puede quemarme ni el agua ahogarme;
caminando como un elefante,
actúo y danzo con gran confianza.
Según los diferentes estados mentales,
los creyentes ven mis diferentes formas
y escuchan mis distintas prédicas;
mediante esto ellos ganarán la liberación;
pero los hombres impuros con karmas malignos
no pueden ni ver mi cuerpo.
Ellos tienen que sufrir por sus pecados;
ni aun Buda podría ayudarlos.

Queridos hijos, traten de practicar el dharma con diligencia.
Yo podría hablar indefinidamente,
pero, ¿qué mejor advertencia podría darles?

¡Piedad para todos los pecadores!
Viéndolos privados de la ocasión de liberarse
y soportando todos los sufrimientos,
mi corazón se entristece y perturba.
Oh amigos, practiquemos firmemente nuestra devoción.
Olvidemos las cosas mundanas para prepararnos
para la vida futura

Al oír este canto, todos los hijos discípulos se sintieron inspirados.
Así, el Jetsun Milarepa impulsó el resurgimiento de la religión budista en el Tíbet, trayendo la felicidad temporal y final a las criaturas de sentimiento. Habiendo unido las formas y la mente, y consolidado el samadhi principal con los subsiguientes el gran maestro yogui Milarepa benefició a las criaturas de sentimiento mediante sus poderes milagrosos y sus melodiosas canciones. Estos cantos fueron apreciados, recordados y conservados en escritos por sus discípulos hijos del corazón. La mayor parte de los cantos de Milarepa, bien conocidos del mundo humano, están recopilados en este volumen. Es conveniente detenernos aquí, pues reunir sus innumerables cantos es tarea más allá de nuestro alcance.
Ésta es la historia de Milarepa realizando milagros para inspirar a sus discípulos y es el fin de la última serie del Mila Grubum.
En los capítulos precedentes se narran con todo detalle tres grupos de historias que sirven como buen resumen de las ocho acciones del Jetsun Milarepa, gracias a las cuales propagó la transmisión práctica en el Tíbet y bendijo a las criaturas de sentimiento.

Colofón

Sobre sus dos poderosas alas
de sabiduría y eficiencia
veló al cielo del Supremo
Cumplimiento con mente
inestimable y pura como el cielo.

Él fue el Señor Jetsun Mila,
quien en el drama de la totalidad
danzó y cantó con alegría.
Con mente firme como el diamante
elevó la bandera de los dos poderes.
¡A Él, el vajra inmutable de riente voz,
que supo abarcar tierra y cielo,
ofrezco homenaje sincero!

Con sólo leer su historia uno progresa,
al escuchar su nombre, se libera uno de sus penas.
Esta vez será otorgado el poder de
realizar el estado búdico a quienes lo recuerden.
Él es la joya mágica, el infalible guardián del tesoro,
el gran mago, un descendiente de un bravo linaje.

Cualquier hombre con sentido que lea estas historias
será inspirado con el deseo de seguirle;
quienes lean, escuchen, piensen y palpen
este libro ganarán un gran beneficio.
Con esto en mente (la propagación del dharma)
el creyente Chueji Tangtse ha arreglado los cuatro cuadros de madera
para la primera publicación de este libro;
que por estos méritos toda criatura viviente
siga a Milarepa mientras llega al estado búdico,
que todo aquel que encuentre este libro por siempre nazca
en una estirpe del vehículo supremo,
que todos encuentren un gurú perfecto,
confíen en él y lo estimen como a sus propios ojos,
tal como lo hizo Milarepa en su vida.

(Que por el mérito de publicar este libro)
cualquier escuela, sutra o tantra,
escritura o devoción, prospere y se esparza;
que los líderes religiosos, doquiera que estén, tengan larga vida;
que los predicadores de todas las sectas estén de acuerdo
los unos con los otros a la luz del dharma;
que todos los patronos budistas tengan prosperidad y poder;
que todos los hombres completen sus trabajos preparatorios
Y entren pronto al supremo sendero vajrayana;
que en el palacio dual de las dakinis
ellos se tornen pronto en Budas de las diez perfecciones.

A petición del practicante benévolo, yo, el monje Jhambar Rolbi Lhdroe, he escrito estos deseos propiciatorios.
Que todos nuestros buenos votos, temporales o eternos, sean satisfechos.

 

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