El delfín fortalece la
parte superior del cuerpo como preparación para el paro sobre la cabeza.
Siéntese sobre los talones. Apoye sus codos en el suelo a la altura de los
hombros y coloque sus brazos como se muestra. Estire las rodillas y
apóyese sobre los dedos de los pies. Lleve su cuerpo hacia delante y hacia
atrás. Haga 4 vueltas de 10 vaivenes, relajándose entre ellas.
Siéntese sobre sus
talones, luego sostenga ambos codos con las manos opuestas. Inclínese
hacia delante y apoye los antebrazos en el suelo, directamente debajo de
los hombros. Suelte sus codos y entrelace las manos.
Con sus brazos en la
posición de trípode, arriba a la derecha, baje su cabeza de modo que la
parte alta del cráneo toque el suelo y la parte posterior se encuentre
entre sus manos. No haga movimientos abruptos. Proceda con los pasos
siguientes lentamente.
Desde la posición
agachada con la cabeza descansando entre las manos, estire las rodillas y
empuje sus caderas hacia arriba por encima de su cabeza. Una vez allí,
manteniendo las piernas rectas, estírese bien sobre los dedos de los pies.
Ahora flexione las
rodillas llevándolas hacia el pecho. Arquee la espalda ligeramente tal
como lo hace al estar parado; esto le permitirá balancear su cuerpo en la
posición. No proceda a menos que pueda sostener esta posición por al menos
30 segundos sin sentir ninguna molestia.
Con sus rodillas
todavía flexionadas, comience a enderezar sus caderas. Lenta y
cuidadosamente, eleve sus rodillas hasta que apunten directamente hacia el
techo.
Estire las rodillas y
eleve sus pies hacia el techo. Soporte su peso presionando los codos
contra el suelo. Al principio, mantenga el paro sobre la cabeza por 30
segundos; a medida que se vuelva más hábil en adoptar esta postura,
gradualmente aumente el tiempo a 3 minutos. Siempre descienda antes de
comenzar a sentir fatiga. Abandone la postura lentamente y con control
(ver abajo). Cabeza en las manos: descanse la parte posterior de su cabeza
contra sus manos. Relájese, respirando por la nariz.
Debería abandonar esta
Asana con el mismo cuidado con el que entró en la misma. No se mueva
brusca o rápidamente, o podría perder el control y caer.
- Flexione sus
rodillas y bájelas
-
Estire sus piernas.
Lleve sus pies hacia el suelo, y luego baje las rodillas.
- Descienda
el cuerpo de modo que sus glúteos se apoyen sobre los talones como en la
pose del embrión.
- Finalmente,
relaje sus manos y vuelva a la postura completa del embrión.
- No levante
su cabeza de inmediato. Descanse por al menos un minuto.
- Relájese
en la postura del cadáver antes de continuar. |