Toma de la postura
• Al espirar: Estamos, por ejemplo, con la pierna izquierda hacia delante.
En cambio la pierna posterior, en este caso la derecha está estirada, la
planta del pie apoyada en el suelo unos 45 grados. Las manos entrelazadas
con las palmas vueltas hacia el suelo.
• Al inspirar: tomamos ya la postura, La pierna izquierda el muslo tiene
que estar paralelo al suelo, una flexión de unos 90 grados. La pierna
posterior sigue recta. Los brazos se alzan por encima de la cabeza
incidiendo en la extensión de todo el tórax. La mirada hacia arriba en
diagonal.
A lo largo de la práctica
Si no podemos mantener la postura intensa, mejor no bajar tanto el muslo
que no esté a 90 grados. Tal vez, en un inicio, la postura se deba
realizar en movimiento, casi sin mantenimiento.
Actitud mental / Bhâvana
Bhâvana es cómo te relacionas con la postura.
Hemos de indicar la importancia de los apoyos, la fortaleza de las piernas
y el mantenimiento de la postura.
Asimismo la apertura torácica y la proyección de los brazos. La mirada
fija en un punto.
La actitud psicológica de vigor y determinación.
Respiración
La respiración en esta postura es eminentemente torácica. El mantenimiento
de la postura nos lleva a una respiración lo más amplia posible. En casos
avanzados podemos practicarla con retención pulmones llenos tanto cuando
la hacemos de forma dinámica como de forma estática.
Compensación / Pratikriyâsana
Es importante, al cambiar de una pierna a otra, dejar un espacio de reposo
y escucha con algunos movimientos de sacudidas de piernas o brazos para
aflojar la tensión realizada.
A continuación podemos hacer una lectura vertebral con los pies
ligeramente abiertos para descargar la tensión de toda la espalda y de la
cintura escapular.
Incluso deberíamos, dependiendo del tiempo mantenido, de la intensidad de
la postura, bajar al suelo y hacer alguna posición invertida o semi-invertida
con la piernas en alto para descansar y favorecer la circulación de
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