De pie, con la
espalda derecha, abre las piernas a la distancia de las caderas, los pies
han de quedar paralelos. Apoya la mitad del peso en los talones y la otra
mitad en la parte anterior de la planta. Siente cómo los dedos gordos de
los pies se apoyan firmemente en el suelo.
Deja que los huesos de
los muslos se acerquen a los tendones de la corva, en parte posterior de
las piernas. Nota la elevación de las rótulas.
Siente cómo estiras el
cuerpo desde la cintura. Mantén los hombros bajado y relajados y el mentón
alineado con el suelo. Mételo un poco hacia adentro para sentir que la
nuca se extiende.
Inspira profundamente y
llena los pulmones de aire. Mantén los brazos a lo largo de los costados.
Mira al frente, mantente
así durante 8-10 respiraciones. |