La contemplación
del mandala, en la que el practicante abandona todo pensamiento en
necesidades o deseos inmediatos, es una técnica antigua para apaciguar la
mente.
Un mandala es un
diseño algo grande y complicado en el que el patrón completo te guía
finalmente a enfocar el centro. Observar fijamente un mandala durante diez
minutos o más te ayuda a centrar tus pensamientos y a llevarte a un punto
de concentración en un único objetivo.
Es importante elegir uno que te sea personalmente agradable, tanto en
diseño como en color. |