Seleccionad
un punto focal en
el que reposar la mente cuando se canse. Puede ser el Ajna Chakra (en el
entrecejo) para aquellas personas predominantemente intelectuales o el
Anahata Chakra (en el corazón) para aquellos que son más emocionales.
Nunca cambiéis este punto focal.
El objetivo principal de la concentración es traer la mente al mismo punto
y objeto una y otra vez
limitando sus movimientos. Cuando meditas
en un objeto hay que recoger todos los pensamientos conectados a ese
objeto y no permitir que en la mente entre ningún pensamiento relacionado
con otros temas.
No hay que
hacer nada, simplemente dejarla tal y como está sin más, dejarla ser, la
mente es como una jarra de agua turbia, cuanto menos
se agite más se asentarán las partículas de
barro en el fondo, dejando que surja la luz propia del
agua.
Técnica
Siéntate en una
postura confortable. Coloca una imagen frente a ti. Observa la imagen con
una mirada firme. Cierra luego los ojos y visualiza la imagen en el centro
de tu corazón o en el entrecejo.
Cuando la imagen se desfigure en tu visión mental, abre los ojos y mírala
de nuevo. Ciérralos unos minutos después y repite el proceso.
Es fácil concentrar la mente en objetos externos, pues tiene una tendencia
natural hacia el exterior. En las etapas iniciales de la práctica puedes
concentrarte en un punto en la pared, en la llama de una vela, en una
estrella brillante o en cualquier otro objeto que agrade a tu mente.
Al principio se debe entrenar a la mente a concentrarse en objetos
ordinarios. Más tarde podrás concentrarla con éxito en objetos sutiles y
en ideas abstractas. |