Tiéndete boca
abajo, con los pies separados a la distancia de las caderas.
Levanta la cabeza
y el pecho apoyándote sobre los codos le doblados. Los antebrazos están
pegados al suelo, separados la distancia de los hombros, con las palmas
hacia abajo.
Lleva la pelvis
hacia el suelo activando los músculos abdominales de un 15 a un 20 por
ciento. Mantén la cabeza y el cuello en una posición neutra.
Inspira y retén la
respiración mientras cuentas hasta 10.
Desciende de nuevo
al suelo y repite la postura de 3 a 5 veces. |