Este dinámico calentamiento elimina la
tensión en la región pélvica, desentumece la columna vertebral y aumenta
la respiración y la circulación, tonificando al mismo tiempo el organismo.
No hagas el ejercicio si tienes hipertensión, una afección cardiaca o
glaucoma. |
De pie, separa los pies a la distancia
de los hombros, con las rodillas ligeramente dobladas.
Coloca las palmas de las manos en la región lumbar con los dedos apuntando
hacia abajo.
Abre un poco la boca y relaja al mismo tiempo la mandíbula. Al inhalar por
la boca, ve doblándote hacia atrás, apoyándote suavemente con las manos en
la región lumbar. Mira hacia arriba, mantén el cuello alineado con la
columna para evitar forzarlo.
Al exhalar el aire por la boca “viértete” hacia delante como si fuera una
noria, acerca el mentón al pecho y deja que el torso y los brazos queden
colgando. Mantén las rodillas dobladas.
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