La técnica de meditación que utiliza "mantras", es la que más a
beneficiado, a miles de yoguis y místicos de la India. Se trata de breves
palabras o frases en lenguaje sánscrito, que poseen un extraordinario
poder vibratorio, el cual provoca en quien los practica: mejoría de la
salud y evolución espiritual. Los mantras no son rezos ni oraciones, sino
más bien sonidos para serenar la mente, dando lugar a la "experiencia
contemplativa", donde la persona descansa en el centro de su Ser.
El mantra más importante es el “Om” que se llama "Pranava", y "Omkara".
Otros muy importantes son "So-Ham", "Om Namah Shivaya", "Om Narayana", y
muchos más: védicos, tántricos o tibetanos. Siempre deben ser practicados
al ritmo de la respiración; se debe coordinar las sílabas del mantra que
se esté practicando, con el flujo rítmico de la inhalación y la
exhalación. Para iniciarse en la práctica de mantras el ideal es "So-Ham"
(en idioma español se pronuncia So-Jam). Los primeros dos años debería
usarse hasta conocer personalmente a un yogui experto en esta ciencia, y
que pueda revelarnos el más adecuado para nuestra personalidad; y nos lo
entregue en una ceremonia que se llama "Mantra Diksha".
La meditación con mantras consiste en antiguas vibraciones creadas a
partir de los sonidos internos que los grandes yoguis percibieron dentro
de sus mentes y cuerpos, basados en las corrientes internas sutiles de los
Chakras, los Nadis y la Kundalini.
La práctica se hace
principalmente de dos maneras: la primera se llama "Japa Mantra", se
utiliza para un collar de meditación de 108 cuentas hechas de Sándalo,
Tulsi o semillas de Rudraksha, las cuales tienen propiedades curativas y
relajantes. "Japa" quiere decir “repetición”, y "Mala" quiere decir
“collar”. "Japamala" significa "collar de repetición". Este collar no debe
ser nunca confundido con un "rosario católico, ortodoxo, árabe", ya que el
"rosario" tiene una antigüedad de 1.500 años en cambio el "Japamala" tiene
una antigüedad de 6.000 años.
El "Om" solo debe usarse
para empezar o terminar la meditación, pronunciándolo tres veces. Y en
diferentes situaciones que se desee tener un buen augurio. Pero no es
conveniente hacer "Japa mantra": 108 veces, ya que su poder es muy grande
y se puede tener una depuración energética muy abrupta. En yoga es
importante hacer las cosas de manera gradual y sistemática, para que
resulten naturales y no agresivas, según el principio de "Ahimsa" de la
no-violencia.
La práctica de "Japa mantra" debe hacerse -en lo posible- con una
frecuencia diaria: en la mañana temprano al levantarse y en la noche antes
de dormir: sentarse en una posición con las piernas cruzadas y la espalda
derecha. Si es necesario se puede apoyar la espalda. Si duelen las piernas
pueden sentarse en una silla. El collar de meditación se toma con la mano
derecha y se pone sobre la rodilla derecha (aunque sea zurdo). La mano
izquierda se apoya relajada o con un mudra sobre la rodilla derecha. Los
ojos cerrados. Cada una de las 108 cuentas del collar se van pasando hacia
delante con los dedos: pulgar, mayor y anular de la mano derecha. Nunca se
deben usar los dedos índice ni meñique ya que estos están conectados con
las energías del ego y la inercia. El collar de 108 cuentas tiene un
"Penacho" que representa "la cabeza", por lo tanto, al llegar con los
dedos a ese punto, no se debe atravesar ni pasar por encima, sino que, hay
que volver hacia atrás, en el caso de que se quiera, dar más de una
vuelta.
La segunda forma importante de usar los mantras se llama "Ajapa-japa".
Consiste en la repetición constante y espontánea, en todo momento y en
cualquier lugar. También, en este caso, el mantra ideal es "So-Jam".
Cuando no estamos trabajando, estudiando, la mente se queda ociosa
divagando y pensando en problemas y cosas que nos preocupan y tensionan.
En ese momento es, cuando resulta indispensable y útil, practicar con
"Ajapa-japa" y así evitar el vagar de la mente, creando un estado de
concentración y atención más estable. |