Prefacio de Mumon.
El budismo hace de la mente su cimiento y de la no-entrada su entrada.
Ahora, ¿Cómo atraviesas esta no-entrada?
Es dicho que las cosas que pasan la entrada nunca podrán ser tu propio
tesoro. Lo que es ganado por circunstancias externas terminara
deteriorándose.
Sin embargo, tal dicho levanta olas cuando no hay viento. Esta cortando
piel manchada.
En cuanto aquellos que tratan de entender a través de las palabras de
otro, están golpeando a la luna con un palo; rascando su zapato mientras
que es su pie el que les pica. ¿Que incumbencia tienen ellos con la
verdad?
En el verano del primer año de Jotei, Ekai (Mumon) estaba en el templo
Ryusho como monje encargado, trabajando con los demás monjes, usando los
casos de los antiguos maestros como ladrillos para golpear la entrada y
llevar a los discípulos a sus respectivas capacidades.
El texto fue escrito bajo ningún plan u orden. Es solo una colección de 48
casos.
Es llamado Mumonkan, “La Entrada sin Puerta.”
Un hombre con determinación, sin cobardía se presionara hacia delante en
su camino, sin importarle los peligros.
Entonces ni siquiera Nata con sus ocho armas podría molestarlo.
Hasta los cuatro Sietes del oeste y los dos Tres del este rogarían por sus
vidas. (Los Patriarcas hindúes y chinos)
Si no se tiene determinación, entonces será como vislumbrar vagamente a un
caballo que atraviesa galopando por una ventana: en un pestañeo se habrá
ido.
Verso:
La Gran Vía no tiene entrada,
Miles de caminos la penetran.
Una vez que se atraviesa La Entrada sin Puerta
Caminas libremente en el universo.
1. El perro de Joshu.
Un monje preguntó a
Joshu, maestro de Zen chino: “¿Un perro tiene o no naturaleza de Buda?”
“Mu” respondió Joshu
Comentario de Mumon:
Para poder dominar
el Zen, debes primero atravesar la barrera de los Patriarcas. Para lograr
esta sutil realización, debes detener completamente tu forma de pensar.
Si no atraviesas la
barrera y no detienes tu manera de pensar, entonces serás como un fantasma
aferrándose a los arbustos y malas hierbas.
Ahora quiero
preguntarte, ¿cuál es la barrera de los Patriarcas?
Esta sola palabra, “Mu”,
es la entrada al Zen.
Es por esto que es
llamada “La Entrada sin Puerta del Zen.”
Si la atraviesas, no
solo veras a Joshu frente a frente, sino que también iras de la mano con
los sucesivos Patriarcas, enredando tus cejas con las suyas, observando
con los mismos ojos, escuchando con los mismos oídos.
¿No es ese un
encantador proyecto?
¿No te gustaría
atravesar esta barrera?
Despierta a tu
cuerpo entero con sus trescientos sesenta huesos y articulaciones y sus
ochenta y cuatro mil poros; convoca un espíritu de gran duda y concéntrate
en esta palabra: “Mu.”
Llévala
continuamente, día y noche. No formes una concepción nihilista de
desocupación o una concepción relativa de tener o no tener.
Será como si
simplemente tragaras una bola de hierro candente la cual no puedes escupir
aunque trates.
Todas las ideas
ilusorias y pensamientos alucinatorios acumulados hasta el presente serán
exterminados y cuando el momento llegue, interno y externo serán
espontáneamente uno. Tú lo sabes, pero solo para ti, como un mudo que ha
tenido un sueño.
Luego, de pronto,
una conversión explosiva ocurrirá. Entonces asombraras al cielo y
harás temblar la tierra.
Será como si robaras
la gran espada del valiente general Kan'u y la sostuvieras en tus manos.
Cuando conozcas al Buddha, lo mataras; cuando conozcas a los Patriarcas,
los mataras. En el borde de la vida y la muerte, dominas a la
perfecta libertad; a través de los seis mundos y los cuatro modos de
existencia, disfrutaras de un feliz y alegre samadhi.
Ahora quiero
preguntarte de nuevo: ¿cómo lo llevaras a cabo?
Emplea cada gramo de
tu energía para trabajar en “Mu.”
Si prosigues sin
interrupción, contempla: una chispa ¡y la llama sagrada se enciende!
Verso:
¿Tiene un perro
naturaleza de Buddha?
Es un asunto
de vida o muerte.
Si te
preguntas si la tiene o no,
¡Ciertamente
perderás tu cuerpo y tu vida!
2. El zorro de Hyakujo.
Cierta vez, cuando
Hyakujo impartía unas lecciones de Zen, un anciano asistía a ellas sin que
los monjes reparasen en él. Al final de cada charla, cuando los monjes se
marchaban, él también se iba. Pero un día se quedó después de que los
demás se hubieran ido y Hyakujo le preguntó: “¿Quién eres?”
“No soy un ser
humano” respondió el anciano, “pero lo fui cuando el Buda Kashapa
predicaba en este mundo. Yo era maestro de Zen y vivía en esta montaña. En
aquel entonces uno de mis alumnos me preguntó si el hombre iluminado está
sometido o no a la ley de la causa (Karma). Le respondí: ‘El hombre
iluminado no está sometido a la ley de la causa’. Como esta respuesta
evidenciaba que me aferraba a lo absoluto, me convertí en un zorro durante
quinientos renacimientos y todavía soy un zorro. ¿Me salvarás de esta
condición con tus palabras de Zen y me permitirás salir del cuerpo de un
zorro?, ¿puedo ahora preguntarte si el hombre iluminado está
sometido a la ley de la causa?”
“El hombre iluminado
forma una unidad con la ley de la causa” respondió Hyakujo.
Al oír estas
palabras el hombre quedó iluminado.
“Me he emancipado”
dijo, rindiendo tributo con una profunda reverencia “Ya no soy un zorro,
pero he de dejar mi cuerpo en el lugar donde habito detrás de esta
montaña. Por favor, celebra mi funeral como el monje que fui.”
Dicho esto, el
anciano desapareció.
Al día siguiente,
Hyakujo ordenó, a través del superior de los monjes, que se dispusieran a
asistir al funeral de un monje.
“No había nadie
enfermo en la enfermería” comentaron los monjes, intrigados “¿Qué querrá
decir nuestro maestro?”
Después de la
comida, Hyakujo precedió a los monjes al exterior y rodearon la montaña.
Con su bastón, sacó de una cueva el cadáver de un zorro y llevó a cabo la
ceremonia de la cremación.
Aquella noche
Hyakujo dio a los monjes una charla y les contó esta historia sobre la ley
de la causa.
Al oír el relato,
Obaku le preguntó a Hyakujo:
“Eso lo comprendí
hace mucho tiempo, porque cierta persona que dio una respuesta equivocada
a una pregunta de Zen se convirtió en zorro durante quinientos
renacimientos. Ahora deseo preguntar: si a un maestro moderno se le hacen
muchas preguntas y siempre da la respuesta correcta, ¿qué será de él?”
“Acércate a mí y te
lo diré” respondió Hyakujo.
Okabu se acercó a
Hyakujo y le abofeteó, pues sabía que ésa era la respuesta que su maestro
quería darle.
Hyakujo palmoteó y
se echó a reír ante tal discernimiento.
“Creí que un bárbaro
tenía la barba roja” comentó, “y ahora conozco a un bárbaro que tiene la
barba roja”.
Comentario de Mumon:
No caer bajo la ley
de causa: ¿como pudo esta respuesta hacer del monje un zorro?
No ignorar la causa:
¿como pudo esto emancipar al viejo monje?
Si logras entender
esto, entenderás como el viejo Hyakujo habría disfrutado el haber tenido
quinientas reencarnaciones como zorro.
Verso:
Libre del karma o
sujeto a el:
Dos caras de
una moneda.
Sujeto al
karma o libre de el:
Mil errores,
un millón de faltas.
3. El dedo de Gutei.
Gutei alzaba el dedo
cada vez que le hacían una pregunta sobre Zen. Un muchacho que le ayudaba
empezó a imitarle de esa manera. Cuando alguien preguntaba al chico sobre
que había predicado su maestro, aquél alzaba el dedo.
Gutei se enteró de
la travesura del muchacho. Lo asió y le cortó el dedo. El chico gritó y
echo a correr. Gutei le llamó, haciéndole detenerse. Cuando el muchacho
volvió la cabeza hacia Gutei, éste alzó el dedo. En aquel momento el chico
quedó iluminado.
Cuando Gutei estaba
a punto de expirar, reunió a los monjes a su alrededor y les dijo: “Obtuve
mi Zen del dedo de mi maestro Tenryu y en toda mi vida no he podido
agotarlo.” Tras decir esto, expiró.
Comentario de Mumon:
La iluminación de
Gutei y del muchacho no dependen del dedo.
Si logras comprender
esto, Tenryu, Gutei, el muchacho y tu mismo estarán atravesados por la
misma brocheta.
Verso:
Gutei hizo tonto al
viejo Tenryu,
Emancipando
al muchacho con un solo corte.
Igual que
Kyorei al partir en dos el Monte Kasan
Para dejar que el Río Amarillo corriera.
4. Un extranjero sin
barba.
Wakuan se quejó al
ver una imagen del barbudo Bodhidharma.
“¿Por qué este
bárbaro no tiene barba?”, dijo.
Comentario de Mumon:
El estudio debería
ser verdadero estudio, la iluminación debería ser verdadera iluminación.
Una vez que conozcas
al bárbaro deberías volverte íntimo con él.
Pero decir que eres
realmente íntimo con él, enseguida te divide en dos.
Verso:
No discutas un sueño
Ante un
tonto.
El bárbaro no
tiene barba,
¿Como podrías
adherir oscuridad a la claridad?
5. Kyogen trepa al
árbol.
Kyogen dijo: “El Zen
es como un hombre colgado de un árbol por los dientes sobre un precipicio.
Sus manos no se aferran a ninguna rama, sus pies no descansan en ninguna
rama, y bajo el árbol otra persona le pregunta: “¿Por qué Bodhidharma vino
a China desde la India?”
“Si el hombre en el
árbol no responde, falla, y si responde cae y pierde la vida, ¿qué debe
hacer entonces?”
Comentario de Mumon:
Incluso si tu
elocuencia fluye como un río, no es de mayor utilidad.
Aunque puedas
exponer sobre toda la literatura budista, no sirve de nada.
Si resuelves este
problema, darás vida al camino que ha estado muerto hasta este momento y
destruirás el camino que ha estado vivo.
De otro modo,
deberás esperar por el Buddha Maitreya para preguntarle.
Verso:
Kyogen tenía
realmente mal gusto,
Y reparte su
veneno por todas partes.
Rellena con
el la boca de los monjes,
Y deja que
sus lágrimas caigan de sus ojos muertos.
6. Buda da vueltas a
una flor.
Cuando Buda estaba
en la montaña Grdhrakuta, daba vueltas a una flor entre sus dedos y la
sostenía ante sus oyentes. Todos estaban silenciosos. Sólo Maha-Kashapa
sonreía ante esta revelación. Aunque procuraba dominar la expresión de su
semblante.
Buda dijo: “Tengo el
ojo de la verdadera enseñanza, el corazón de Nirvana, el aspecto verdadero
de lo que no tiene forma y el paso inefable de Dharma, independiente de
las formas y transmitida mas allá de la Doctrina. Esto es lo que le he
confiado a Maha-Kashapa.”
Comentario de Mumon:
Gautama de rostro dorado
realmente no mostró ninguna preocupación por sus oyentes.
Hizo que luciera mal lo
que lucia bien y vendió carne de perro como si fuera de cordero.
Creyó que estuvo muy bien.
Sin embargo, ¿que tal si
su audiencia se hubiera reído?, ¿cómo habría transmitido su Ojo Verdadero?
Y si Maha-Kashapa no
hubiera sonreído, ¿como hubiera podido el Buddha transmitirlo?
Si dices que el Ojo del
Verdadero Drama puede ser transmitido, entonces el viejo del rostro dorado
hubiera sido un citadino tramposo engañando a los pueblerinos.
Si dices que no puede ser
transmitido, ¿entonces porque el Buddha aprobó a Maha-Kashapa?
Verso:
Al girar una flor,
La serpiente (su disfraz)
muestra la cola.
Maha-Kashapa sonríe,
Los monjes no saben que
hacer.
7. Joshu lava el
cuenco.
Un monje le dijo a
Joshu: “Acabo de ingresar al monasterio. Enséñame por favor”
“Ya has comido tu
arroz” Preguntó Joshu.
“Lo he comido”
respondió el monje.
“Entonces será mejor
que laves tu cuenco” le dijo Joshu.
En ese momento el
monje quedo iluminado.
Comentario de Mumon:
Cuando abre su boca, Joshu
muestra su vesícula biliar (la verdad). Enseña su corazón e hígado.
Me pregunto si este monje
realmente oyó la verdad. Espero que no haya confundido la campana con una
jarra.
Verso:
Esforzándose para
interpretar claramente,
Retardas tu logro.
¿No sabes que la flama es
fuego?
Tu arroz lleva mucho
tiempo cocido.
8. La rueda de
Keichu.
Getsu dijo a sus
estudiantes: “Keichu fue el primer constructor de ruedas en China. Hizo
una carretilla cuyas ruedas tenían 100 rayos cada una. Ahora supongan que
toman una carretilla y remueven la rueda y el eje, uniendo los
rayos. Entonces, ¿qué es lo que les queda?”
Comentario de Mumon:
Si alguien puede dominar
directamente este asunto, sus ojos serán como una estrella fugaz y su
espíritu como una luz destellante.
Verso:
Cuando las ruedas sin eje
giran,
Incluso el maestro falla
en seguirlas.
Viajan en todas las
direcciones, sobre el cielo y bajo la tierra,
Norte, sur, este y oeste.
9. Un Buda ante la
Historia.
Un monje preguntó a
Seijo: “Entiendo que un Buda que vivió antes de la historia escrita se
sentó en meditación por diez ciclos de existencia (kalpas) y no pudo
alcanzar la verdad suprema, por lo que no pudo emanciparse completamente.
¿Cómo es esto posible?”
Seijo contesto: “Tu
pregunta se explica a sí misma.”
El monje pregunto:
“Meditó por tanto tiempo, ¿cómo pudo no alcanzar el estado de Buddha?”
Seijo dijo: “Porque
no.”
Comentario de Mumon:
Permito la realización de
un bárbaro, pero no su entendimiento.
Cuando un hombre ignorante
se realiza, es un sabio.
Cuando un sabio entiende
su realización, es un ignorante.
Verso:
Mejor es emancipar la
mente que el cuerpo;
Cuando la mente se
emancipa, el cuerpo es libre.
Cuando la mente y el
cuerpo se han emancipado,
Es la perfecta vida del
sabio y las alabanzas son totalmente insignificantes.
10. Sozan y el pobre
Seizei.
Un monje llamado
Seizei pregunto a Sozan: “Seizei está solo y pobre. ¿Le ayudarás?”
Sozan preguntó: “¡Seizei!”
Seizei respondió
“¿Si, señor?”
Sozan dijo: “Tienes
el mejor vino en toda China, ya te has bebido tres copas y aun sigues
diciendo que ni siquiera te humedece los labios.”
Comentario de Mumon:
Seizei planeaba retirarse.
¿Cual era su estratagema?
Sozan tenía el ojo del
Buddha y vio a través del motivo de su oponente.
Sin embargo, quiero
preguntarte, ¿hasta que punto Seizei bebió vino?
Verso:
Pobreza como la de Hantan,
Su mente como la de Kou;
Sin medios para vivir,
Y aun así se atreve a
rivalizar con el más rico.
11. Joshu examina a
unos monjes en meditación.
Joshu fue a una
ermita donde un monje se había retirado a meditar y le pregunto: “¿Esta el
maestro aquí?”
El monje levantó su
puño.
Joshu replicó: “El
agua esta muy baja para anclar” y diciendo esto, se fue.
Joshu fue entonces a
otra ermita y pregunto a su habitante: “¿Esta el maestro aquí?”
El monje contestó de
la misma forma que el otro.
Joshu dijo: “Libre
de dar, libre de tomar, libre de matar, libre de salvar” He hizo una
reverencia al monje.
Comentario de Mumon:
Ambos levantaron sus
puños; ¿por qué uno fue aceptado y el otro rechazado?
Díganme, ¿cuál es la
dificultad aquí?
Si pueden decir algo para
aclarar este problema, se darán cuenta que la lengua de Joshu no tiene
hueso y que puede usarla con total libertad.
Sin embargo, les recuerdo
que los dos ermitaños también podían ver a través de Joshu.
Si dices que hay algo que
elegir entre los dos ermitaños, entonces no tienes el ojo de la
realización.
Si dices que no hay
elección entre los dos, no tienes el ojo de la realización.
Verso:
Su ojo es un cometa,
El movimiento del Zen es
como un relámpago.
La espada que mata al
hombre
Es la espada que le da
vida.
12. Zuigan se dirige a su maestro.
Zuigan se decía a sí
mismo todos los días: “Maestro.”
Entonces se
respondía: “¿Si, señor?”
Tras lo cual añadía:
“Debes ser sobrio.”
De nuevo contestaba:
“Si, señor.”
“Y después de esto”
continuaba, “no te dejes engañar por los demás.”
“Si, señor; si,
señor” respondía.
Comentario de Mumon:
El viejo Zuigan se compra
y vende a si mismo. Se saca muchas mascaras de dioses y de demonios y
vuelve a ponérselas, jugando con ellas.
¿Para que?
Uno llama y el otro
responde; uno muy despierto, el otro diciendo que nunca será engañado.
Si te apegas a cualquiera
de ellos, fallaras.
Si imitas a Zuigan,
jugaras al zorro (a los disfraces).
Verso:
Aferrándose a la engañosa
vía de la conciencia,
Los estudiantes de la Vía
no se dan cuenta de la verdad.
A la semilla del
nacimiento y la muerte a través de los eones
El tonto llama el ser
original.
13.
Tokusan sostiene su
cuenco.
Al salir de la sala
de meditación, Tokusan fue al comedor con su cuenco en la mano. Seppo
tenía servicio de cocina. Al ver a Tokusan le dijo: “Todavía no ha sonado
la campana y el tambor que anuncia la comida, ¿dónde vas con tu cuenco?”
Así pues, Tokusan
regresó a su habitación.
Seppo comentó este
incidente con Ganto, el cual dijo: “El viejo Tokusan no ha comprendido la
verdad última.”
Tokusan oyó esta
observación y pidió a Ganto que fuese a su lado. “He oído que no apruebas
mi Zen” le dijo. Ganto le susurro su intención. Tokusan no dijo nada.
Al día siguiente
Tokusan subió al estrado para dar su lección y esta vez dio un sermón muy
distinto del usual.
Ganto se echó a reír
y aplaudió, diciendo: “Veo que nuestro viejo comprende realmente la verdad
última. Nadie en China puede superarle.”
Comentario de Mumon:
En cuanto a la ultima
palabra, ¡ni Ganto ni Tokusan han siquiera soñado con ella!
Cuando observas este
asunto ¡encuentras que son como títeres en un estante!
Verso:
Si entiendes el primero,
Entiendes el último.
El primero y el último
¿No son, acaso, lo mismo?
14. Nansen corta el
gato en dos.
Nansen vio que los
monjes de los pabellones del este y del oeste se peleaban por un gato.
Cogió al felino y dijo a los monjes: “Si alguno de ustedes da una buena
respuesta, pueden salvar al gato.”
Nadie respondió por
lo que Nansen cortó, sin vacilación, al gato por la mitad.
Aquella noche Joshu
regresó y Nansen le habló del incidente. Joshu se quitó las sandalias, se
las puso sobre la cabeza y salió.
“Si hubieras estado
aquí”, dijo Nansen, “podrías haber salvado al gato.”
Comentario de Mumon:
Díganme, ¿que quiso decir
Joshu cuando puso sus sandalias sobre su cabeza?
Si pueden dar una buena
respuesta a esto, sabrán que el decreto de Nansen fue llevado a cabo por
una buena razón.
Si no pueden responder,
¡peligro!
Verso:
Si Joshu hubiera estado
ahí,
Hubiera sucedido lo
contrario.
Joshu hubiera arrebatado
el cuchillo
Y Nansen hubiera rogado
por su vida.
15. Los tres golpes
de Tozan.
Tozan fue a ver a
Unmon. Este le preguntó de dónde venía.
“Del pueblo de Sato”
dijo Tozan.
“¿En qué templo
pasante el verano?” le preguntó Unmon.
“En el templo de
Hoji, al sur del lago” replicó Tozan.
“¿Cuándo te fuiste
de allí?” inquirió Unmon?
“El veinticinco de
agosto” respondió Tozan.
Unmon dijo: “Debería
darte tres golpes con el bastón, pero hoy te perdono.”
Al siguiente día
Tozan se inclinó ante Unmon y le preguntó: “Ayer me perdonaste tres
golpes. No sé por qué pensaste que había hecho algo malo.”
Unmon reconvino así
las respuestas sin espíritu de Tozan: “¡Oh tú, saco de arroz! ¿Que te hace
vagar de allá para acá? Hoy estas al oeste del río, mañana al sur del
lago.”
Antes que Unmon
hubiera terminado de decir estas palabras, Tozan quedó iluminado.
Comentario de Mumon:
Si Unmon hubiera dado a
Tozan el alimento del verdadero Zen y motivado a desarrollar un espíritu
activo del Zen, su escuela no hubiera declinado como lo hizo.
Tozan tuvo una agonizante
lucha toda la noche, perdido en el mar de lo correcto y lo equivocado.
Llego a un callejón sin salida. Luego de esperar la madrugada, acudió
nuevamente a Unmon y este nuevamente le hizo un libro de dibujos sobre el
Zen.
Aunque tuvo una
iluminación directa, no puede decirse que Tozan fuera brillante.
Ahora quiero preguntarte,
¿debería Tozan haber recibido los tres golpes?
Si dices que si, entonces
admites que todo el universo debería ser golpeado.
Si dices que no, acusas a
Unmon de haber dicho una mentira.
Si entiendes el secreto,
entonces serás capaz de respirar el Zen a través de la mismísima boca de
Tozan.
Verso:
La leona fieramente enseña
a sus cachorros,
Los patea y ellos saltan.
Las palabras lanzadas por
Unmon golpean directamente el corazón de Tozan,
Mientras que la primera
flecha de Unmon es ligera, la segunda golpea profundo.
16. Campanas y
Vestiduras.
Unmon preguntó: “Si
el mundo es tan ancho, ¿por qué responden a las campanas vistiendo hábitos
de ceremonia?”
Comentario de Mumon:
En el estudio del Zen, no
debemos vernos dominados por los sonidos y las formas.
Incluso si logras
comprensión oyendo una voz o viendo una forma, estas son simplemente las
condiciones ordinarias de las cosas.
¿Acaso no sabes que el
verdadero estudiante de Zen comanda los sonidos, controla las formas, es
perspicaz en cualquier suceso y en cualquier ocasión?
Ahora solo dime: ¿es el
sonido el que viene al oído o el oído es el que va al sonido?
Si sonido y silencio se
desvanecen, ¿como podrías llamar a este estado?
Mientras escuches con tus
oídos, no podrás responder. Si escuchas con tus ojos, eres realmente
íntimo.
Verso:
Con la realización, las
cosas son una sola familia;
Sin realización, las cosas
están separadas en miles de partes.
Sin realización, las
cosas son una sola familia;
Con la realización, las
cosas están separadas en miles de partes.
17. Las tres
llamadas del maestro del emperador.
El Maestro Nacional
llamo tres veces a su discípulo y las tres veces el discípulo respondió.
El Maestro Nacional
dijo: “he temido mucho tiempo que te he estado traicionando, pero en
realidad tu eres el que me traiciona”
Comentario de Mumon:
El Maestro Nacional llamo
tres veces y su lengua cayo al piso (por hablar demasiado).
El discípulo respondió
tres veces y dio su respuesta con brillantez (mostrando su armonía con el
Tao)
El Maestro Nacional era
viejo y solitario; agarro la cabeza de la vaca y la forzó a comer pasto.
El discípulo no deseaba
comer, pues su estomago estaba satisfecho; la deliciosa comida tiene poca
atracción para aquel que esta satisfecho. Dime, ¿hasta que punto fue la
traición?
Cuando el país es
prospero, todos se sienten orgullosos (para comer comida sencilla).
* Otra versión del
último párrafo:
Cuando el país es
prospero, el talento es preciado. Cuando la casa tiene riquezas, los niños
están orgullosos.”
Verso:
El llevaba un yunque de
hierro sin agujero
Y dejo una maldición para
molestar a sus descendientes.
Si quieres sostener la
entrada y las puertas (la enseñanza del Zen),
Debes primer escalar una
montaña de sables con los pies desnudos.
18. Las tres libras
de Tozan.
Tozan estaba pesando
lino, cuando un monje le preguntó: “¿Qué es Buda?”
“Este lino pesa tres
libras” dijo Tozan.
Comentario de Mumon:
El Zen de Tozan es como
una almeja. Cuando las dos mitades se abren puedes ver su interior. Sin
embargo dime, ¿cuáles son los verdaderos interiores (órganos) de Tozan?
Verso:
Las tres libras de lino
explotan;
Cerca están las palabras,
pero aun mas cerca el corazón (lo que Tozan quiso decir).
Aquellos que discuten
sobre lo correcto y lo incorrecto
Son aquellos esclavizados
por lo correcto y lo incorrecto.
19. La vida
cotidiana es el camino.
Joshu preguntó a
Nansen: “¿Cuál es el camino?”
“La mente ordinaria
es el camino” respondió Nansen.
“¿Es posible
estudiarla?” preguntó Joshu.
“Si intentas
estudiarla, te separaras de ella” dijo Nansen.
“Si no puedo
estudiarla, ¿cómo sabré cual es el camino?” preguntó Joshu.
“El camino no es
cosa de saber o no saber” explicó Nansen “saber es ilusión, no saber es
confusión. Cuando has alcanzado el verdadero Camino, más allá de la duda,
lo encontraras tan vasto e ilimitado como el espacio exterior. ¿Como puede
hablarse de el espacio exterior al nivel de correcto o equivocado?”
Luego de esto, Joshu
llego a la realización espontánea.
Comentario de Mumon:
Nansen se disolvió y
derritió ante la pregunta de Joshu y no pudo ofrecer una explicación
plausible.
Aunque Joshu llego a la
realización, debe primero profundizar en ello por otros treinta años antes
que pueda entenderlo por completo.
Verso:
Las flores de primavera,
la luna de otoño;
Las brisa de verano, la
nieve del invierno.
Si las cosas sin
importancia no desordenan tu mente,
Tienes los mejores días de
tu vida.
20. El hombre
iluminado.
Shogen preguntó:
“¿Por qué el hombre iluminado no se pone en pie y se explica?”. Y también
dijo: “No es necesario que el habla proceda de la lengua.”
*otra versión:
Shogen preguntó:
“¿Por que un hombre de gran fuerza no levanta sus piernas?” (Por el
Zen). Y también dijo: “Ese hombre no habla usando su lengua.”
Comentario de Mumon:
Debe decirse que Shogen
nos muestra su estomago e intestinos por completo,
¡Pero desgraciadamente
nadie lo aprecia!
Y si alguien pudiera
apreciarlo, dejen que venga hacia mí y lo golpeare severamente.
¿Por que?
Si quieres encontrar oro
puro, debes verlo a través del fuego.
Verso:
Levantando sus piernas,
patea el Océano Fragante;
Inclinando su cabeza,
observa los cuatro Cielos-Dhyana.
No hay espacio
suficientemente vasto para su cuerpo,
Ahora, alguien escriba la
ultima línea.
21. Estiércol seco.
Un monje preguntó a
Unmon: “¿Qué es Buda?”. Unmon le respondió: “Estiércol seco.”
Comentario de Mumon:
Unmon era muy pobre para
preparar comida sencilla y muy ocupado para hablar apropiadamente.
Esta dispuesto a mantener
su escuela con estiércol seco. ¡Observen cuan devastadas están las
enseñanzas Budistas!
Verso:
Luz destellante,
Chipas que salen
disparadas (por golpear una piedra),
Un pestañeo momentáneo,
Y te lo has perdido.
22. El asta bandera
de Kashapa (El símbolo de predicación de Kashapa).
Ananda preguntó a
Kashapa: “Buda te ha dado la vestidura entretejida con oro que simboliza
la sucesión. ¿Qué más te ha dado?”
Kashapa dijo:
“¡Ananda!”
“¿Si hermano?”
respondió Ananda.
“Derriba el asta
bandera que hay en la entrada.”
*otra versión de
la última línea:
“Quita mi símbolo de
predicación y pon el tuyo”
Comentario de Mumon:
Si puedes dar una buena
respuesta sobre este punto, veras que aquella reunión llevada a cabo en el
monte Grdhrakuta aun continua solemnemente.
De lo contrario, entonces
esto es acerca de lo cual el Buddha Vipasyin estaba tan preocupado desde
edades remotas; hasta ahora él no ha podido alcanzar la esencia.
*otra versión del
último párrafo:
De lo contrario, no
importa cuanto luches por estudiar desde la edad de Vipasyin, no podrás
lograr la iluminación.
Verso:
Dime, pregunta o
respuesta, ¿Cual es mas intima?
Muchos han tejido sus
cejas sobre esto;
El hermano mayor llama, el
menor contesta y así traicionan el secreto familiar.
Tuvieron una primavera
especial, no una de Yin y Yang.
23. No pienses que
está bien, no pienses que no está bien.
Cuando el sexto
Patriarca se emancipó, el quinto Patriarca le regaló un cuenco y una
vestidura que Buda había legado a sus sucesores, generación tras
generación.
Un monje llamado
E-myo, lleno de envidia, seguía al Patriarca para arrebatarle su gran
tesoro. El sexto Patriarca puso el cuenco y la vestidura sobre una piedra
del camino y dijo a E-myo: “Estos objetos solo simbolizan la fe. No sirve
de nada pelearse por ellos. Si deseas tomarlos, tómalos ahora.”
Cuando E-myo fue a
coger el cuenco y la vestidura, eran pesados como montañas y no pudo
moverlos.
“He venido en busca
de la enseñanza, no de los tesoros materiales” dijo, temblando de
vergüenza. “Enséñame, por favor.”
El sexto Patriarca
dijo: “No pienses ni en bueno ni en malo, ¿cuál es tu verdadero yo?”
Al oír esto, E-myo
recibió la iluminación. El sudor empapó todo su cuerpo, lloró y se inclinó
ante el Patriarca, diciéndole: “Me has dado las palabras y los
significados secretos. ¿Hay alguna parte de la enseñanza más profunda?”
“Lo que te he dicho
no es ningún secreto” respondió el sexto Patriarca. “Cuando realizas tu
verdadero yo el secreto te pertenece.”
“Estuve muchos años
bajo la guía del quinto Patriarca, pero no he podido realizar mi verdadero
yo hasta ahora. Gracias a tu enseñanza, encuentro la fuente. Una persona
bebe agua y sabe si está fría o caliente. ¿Puedo llamarte mi maestro?”
El sexto Patriarca
contestó: “Si así lo quieres… Sin embargo ambos hemos estudiado bajo el
quinto Patriarca y por esto a él es a quien debemos llamar maestro. Debes
estar muy atento para aferrarte a lo que hoy has alcanzado” (*debes
estar atento para protegerte a ti mismo).
Comentario de Mumon:
Debemos decir que el sexto
Patriarca estaba en una emergencia. La revelación que ha dado, sin
embargo, hace recordar a una sobre protectora abuela que ha pelado un
lichi (fruto del desierto), sacado sus pepas y puesto en la boca de su
nieto listo para que lo trague.
Verso:
Tu descripción de ello es
en vano, tu retrato no es de provecho,
Valorarlo no tiene
utilidad, deja de preocuparte de ello totalmente.
Tu verdadero ser no tiene
donde ocultarse,
Incluso si el universo es
aniquilado, no se destruye.
24. Sin palabras,
sin silencio.
Un monje preguntó a
Fuketsu: “Ambos, el habla y el silencio son faltas que se cometen cuando
comienza la acción interna de la mente y la acción externa de la mente.
¿Como podemos escapar a estas faltas?”
Fuketsu observó:
“Siempre recuerdo la
primavera en Konan,
Donde las perdices
cantan;
¡Cuan fragantes las
incontables flores!”
Comentario de Mumon:
El espíritu
Zen de Fuketsu era como un relámpago y abrió un pasaje limpio.
Sin embargo estaba
demasiado enredado en el mundo de los monjes y por esto no pudo cortar con
ellos (* lamentablemente Fuketsu no fue capaz de sentarse en las
palabras de los “ancestros”).
Si realmente puedes
comprender el problema, puedes fácilmente encontrar la forma de salir (ser
libre).
Ahora, sin ocupar el
lenguaje samadhi, explícalo con tus propias palabras (*…sin palabras,
sin frases, ahora explica lo que es el Zen).
Verso:
Él (Fuketsu) no uso frases
refinadas;
Antes de hablar, ya ha
manejado el asunto.
Si parloteas sin parar,
Encontraras que has
perdido tu vía.
25. La predicación
desde el tercer asiento.
En un sueño, Kyozan
fue a la tierra pura de Maitreya. Se reconoció a sí mismo sentado en el
tercer asiento.
Alguien anunció:
“Hoy predicará el que se sienta en el tercer asiento.”
Kyozan se levantó,
golpeó son el mazo y dijo: “La verdad de la enseñanza Mahayana es
trascendente a las cuatro proposiciones y las cien negaciones” (cualquier
expresión verbal).
“¡Taicho!, ¡Taicho!”
(Escuchen la verdad)
Comentario de Mumon:
Ahora díganme, ¿Kyozan
predico o no lo hizo? Si abre su boca, esta perdido; si sella su boca,
esta perdido.
Incluso si no abre o
cierra su boca, esta a ciento ocho mil millas lejos de la verdad.
Verso:
A plena luz del día, bajo
el cielo azul,
Él (Kyozan) fragua un
sueño dentro de un sueño:
Crea una monstruosa
historia
Y trata de engañar a todo
el público.
26. Dos monjes
enrollan la mampara.
Hogen, del
monasterio Seiryo, estaba a punto de impartir una lección antes de comer
cuando observó que no habían subido la mampara de bambú para la
meditación. Hizo una seña y dos monjes se levantaron de entre el público y
la enrollaron. Al observar el trabajo físico, comentó: “El estado del
primer monje es bueno, el del otro no.”
*Otra versión:
Cuando los monjes
estaban reunidos para la asamblea del medio día, el gran Hogen de Seiryo
apunto hacia la persiana de bambú.
Dos monjes
simultáneamente se levantaron y comenzaron a enrollarla.
Hogen dijo: “Uno
gana, uno pierde“(uno lo tiene, el otro no).
Cometario de Mumon:
Díganme, ¿quien gana y
quien pierde?
Si tienes el ojo para
penetrar el secreto, veras donde Hogen de Seiryo fallo.
Sin embargo te advierto
fuertemente acerca de discutir sobre ganancia o pérdida.
Verso:
Enrollando las persianas,
el gran cielo se abre,
Pero el gran cielo no sube
hasta el Zen.
¿Por qué no tiras
todo hacia abajo desde el cielo,
Y te quedas con tu
practica tan cerca que ni el aire pueda entrar?
27. No es la mente,
no es Buda, no son las cosas.
Un monje preguntó a
Nansen: “¿Existe alguna enseñanza que ningún maestro haya predicado
antes?”
“Si, existe” dijo
Nansen.
“¿Cuál es?” preguntó
el monje.
“No es la mente, no
es el Buda, no son las cosas” replicó Nansen.
Comentario de Mumon:
Con esta pregunta,
Nansen agoto todo su tesoro y no se confundió ni un poco (*... y sufrió
una partida de mala suerte).
Verso:
Nansen fue muy
amable y perdió su tesoro,
Verdaderamente las palabras no tienen poder alguno.
Incluso si
una montaña se trasforma en un mar azul,
Nansen lo haría
comprensible para ti.
28. Apagar la vela.
Tokusan estudiaba
Zen bajo la guía del Ryutan. Una noche se presentó ante Ryutan y le hizo
muchas preguntas.
“Se hace tarde” le
dijo el maestro, “¿Por qué no te retiras?”
Así pues, Tokusan
hizo una reverencia y abrió la puerta corredera para salir. “Afuera está
oscuro” observó.
Ryutan ofreció a
Tokusan una vela encendida para que encontrara el camino. En cuanto
Tokusan la tuvo en la mano, Ryutan la apagó. En aquel momento se abrió la
mente de Tokusan.
“¿Qué has
conseguido?” preguntó Ryutan.
“De ahora en
adelante, no dudaré de las palabras del maestro” dijo Tokusan.
Al día siguiente
Ryutan dio su lección a los monjes y les dijo: “Veo a uno entre ustedes.
Sus dientes son como el árbol de espadas, su boca es como el cuenco de
sangre. Si lo golpean fuertemente con un grueso bastón, ni siquiera se
volverá a mirarlos. Algún día escalará el pico más alto y llevará allí mi
enseñanza.”
Aquel día, delante
del salón de actos, Tokusan quemó hasta reducirlos a cenizas sus
comentarios sobre los sutras. Entonces dijo: “Por abstrusas que sean las
enseñanzas, si se comparan con esta iluminación no son más que un solo
cabello comparado con el inmenso cielo. Por profundo que sea el complicado
conocimiento del mundo, si se compara con esta iluminación es como una
gota de agua comparada con el vasto océano.”
Tras decir esto
abandonó el monasterio.
Comentario de Mumon:
Antes que Tokusan se
fuera de su lugar nativo, su mente estaba deseosa y su boca ansiosa. Fue
hacia el sur, intentando erradicar las doctrinas de “transmisión especial
fuera de los sutras.”
Cuando alcanzo el
camino a Reichu, le pregunto a una anciana si le permitía almorzar para
“refrescar la mente.”
“Venerado, ¿que
clase de literatura llevas en tu mochila?” pregunto la anciana.
“Comentarios sobre
el Sutra del Diamante”, contesto Tokusan.
La anciana dijo: “He
oído que en ese Sutra dice: 'La mente pasada no puede agarrarse, la mente
presente no puede agarrarse, la mente futura no puede agarrarse.'
Ahora quisiera
preguntarte, ¿que mente es la que refrescaras?”
Ante esta pregunta,
Tokusan quedo perplejo.
Sin embargo, no se
mantuvo inerte frente a sus palabras y pregunto: “¿Conoces a algún buen
maestro por aquí?”
La anciana dijo: “A
cinco millas de acá encontraras a Ryutan Osho.”
Tokusan acudió a
Ryutan con total humildad, muy diferente a como había empezado su viaje.
Ryutan fue tan
amable que olvido su propia dignidad. Fue como derramar agua embarrada
sobre un borracho para ponerlo sobrio. Después de todo fue una comedia
innecesaria (fue todo una farsa).
Verso:
Mejor que oír el
nombre es ver el rostro,
Mejor que ver
el rostro es oír el nombre.
Pero ayudaste
tanto a la nariz
¡Que mira lo
que hiciste con los ojos!
29. Ni el viento ni
la bandera.
Dos monjes discutían
sobre una bandera: “La bandera se mueve” decía uno.
“El que se mueve es
el viento” decía el otro.
El sexto Patriarca
pasaba por allí y les dijo: “Ni el viento ni la bandera, lo que se mueve
es la mente.”
Comentario de Mumon:
No es el viento el
que se mueve, no es la bandera la que se mueve, no es la mente la que se
mueve. ¿Cómo podemos entender al sexto Patriarca?
Si llegas a entender
este asunto, te darás cuenta que los monjes obtuvieron oro cuando estaban
comprando hierro.
El Patriarca no pudo
ocultar su compasión y por ello tenemos esta desgraciada escena.
Verso:
Viento, bandera y la
mente en movimiento,
Todos
confirmados como culpables de error.
Nosotros solo
sabemos que nuestra boca esta abierta,
No sabemos
que nuestro discurso esta equivocado.
30. Esta mente es
Buda.
“¿Qué es Buda?”
preguntó Daibai a Baso.
“Esta mente es Buda”
respondió Baso.
Comentario de Mumon:
Si has comprendido
por completo lo que Baso quiso decir, estarás vistiendo la ropa del
Buddha, comiendo su comida, hablando con sus palabras, realizando sus
quehaceres; serás el mismísimo Buddha.
Sin embargo Daibai
engaño a mucha gente llevándola a errar acerca de los principios del Zen.
No se da cuenta que si pronunciamos la palabra Buddha tendremos que
enjuagarnos la boca por tres días.
Si fuera un hombre
con entendimiento, cubriría sus oídos y correría oyendo a Baso decir: “La
mente es Buddha.”
Verso:
Bajo el cielo azul,
en la brillante luz del sol,
No se
necesita buscar.
Preguntar por
todos lados que es Buddha,
Es como mirar
bienes ajenos en tus propios bolsillos y declararte inocente.
31. Joshu investiga.
Un monje viajero
preguntó a una anciana el camino para ir a Taisan, un templo popular que
se suponía proporcionaba sabiduría a quien rindiera culto allí.
“Ve en línea recta”
le dijo la anciana.
Cuando el monje
avanzó uno pasos, la mujer dijo para sus adentros: “También él es un
feligrés corriente”
Alguien contó este
incidente a Joshu, el cual dijo: “Espera hasta que investigue”. Al día
siguiente fue e hizo la misma pregunta a la mujer, y la mujer le dio la
misma respuesta.
Joshu observó: “He
investigado a la anciana.”
*otra versión:
Un monje viajero
preguntó a una anciana el camino para ir a Taisan.
“Ve en línea recta”
le dijo la anciana.
Cuando el monje
avanzó uno pasos, la mujer dijo: un buen y respetable monje, pero el
también va por esa vía”
Tiempo después
alguien le contó a Joshu sobre esto.
Joshu dijo: “Esperen
un momento, iré a investigar a la anciana por ustedes”
Al día siguiente fue
e hizo la misma pregunta a la mujer, y la mujer le dio la misma respuesta.
Al retornar, Joshu
dijo a sus discípulos: “He investigado a la anciana de Taisan para
ustedes”
Comentario de Mumon:
La anciana se sentó
en su tienda y planeo la campaña, pero no sabia que había un famoso
bandido que sabia como tomar al comandante del enemigo como prisionero. El
viejo Joshu entro a hurtadillas en su tienda y amenazo su fortaleza,
pero no era un verdadero general. De hecho, ambos tienen sus faltas.
Ahora quiero
preguntarte: ¿cuál era el punto de la investigación de Joshu?
Verso:
La pregunta era la
misma,
La respuesta
era la misma.
Arena en el
arroz,
Espinas en el
lodo.
32. Un filósofo
(pagano) interroga a Buda.
Un filósofo le
preguntó a Buda: “No pido palabras; no pido no-palabras” (*Con
palabras, con silencio, ¿podrías decirme
la Vía?”)
Buda se mantuvo en
silencio.
El filósofo hizo una
reverencia y dio las gracias al Buda diciendo: “Con tu afectuosa
amabilidad he despejado mis ilusiones y entrado en el camino verdadero.”
Cuando el filósofo
se hubo ido, Ananda preguntó al Buda qué era lo que el filósofo había
conseguido.
El Buda contestó:
“Un buen caballo corre aun a la sombra del látigo.”
Comentario de Mumon:
Ananda era
el discípulo del Buddha, sin embargo su entendimiento no era igual al del
filósofo. Ahora quiero preguntarte: ¿cual es la diferencia entre el
discípulo y el no budista?
Verso:
En el
filo de un sable,
Sobre la cima de un
témpano de hielo,
Sin pasos, sin escaleras,
Escalando los acantilados
sin las manos.
33. Esta mente no es
Buda.
“¿Qué es Buda?” un
monje preguntó a Baso.
Baso contestó: “Esta
mente no es Buda”
*Otra versión:
“¿Que es Buda?” un
monje preguntó a Baso.
Baso contesto: “No
mente, no Buda”
Comentario de Mumon:
Si entiendes esto, has
llegado a la maestría del Zen.
Verso:
Si conoces a un
espadachín, dale tu espada.
A menos que conozcas a un
poeta en el camino, no ofrezcas un poema.
Si conoces a un hombre,
háblale solo tres cuartos de la Vía,
Y nunca digas el resto.
34. Aprender no es
el camino.
Nansen dijo: “La
mente no es Buda. La razón no es el camino.”
Comentario de Mumon:
Al envejecer, Nansen
perdió su vergüenza.
Con solo abrir su apestosa
boca, dejo escapar los secretos familiares.
Sin embargo hay muy pocos
que aprecian su amabilidad.
Verso:
Cuando el cielo esta
limpio, el sol aparece,
Cuando la lluvia cae, la
tierra se moja.
Con cuanto entusiasmo
Nansen se ha explicado,
Cuan pocos tienen fe en él
y sus palabras.
35. Dos almas.
“Seijo, la muchacha
china,” observó Baso, “tenía dos almas, una siempre enferma en casa y la
otra en la ciudad. Una mujer casada con dos hijos. ¿Cuál era el alma
verdadera?”
*otra versión:
Goso dijo a sus
monjes: “El alma de Seijo esta separada de su cuerpo. ¿Cual es la
verdadera Seijo?”
Comentario de Mumon:
Si obtienes plena claridad
de la realidad, sabrás que pasamos de una cáscara a otra como viajeros
deteniéndose por una noche de alojamiento.
Pero si aun no tomas
conciencia de ello, no deberías andar con confusiones cuando los cuatro
elementos estén listos para separarse (morir). Serás como un cangrejo con
sus siete brazos y ocho piernas lanzado al agua hirviendo.
No digas que no te lo
advertí.
Verso:
La luna sobre las nubes es
siempre la misma;
Los valles y las montañas
están separados.
Todas son bendecidas,
todas son bendecidas;
¿Es uno o son dos?
36. Encuentro con un
maestro de Zen en el camino.
Goso dijo: “Cuando
te encuentres con un hombre de la Vía en el camino no lo saludes con
palabras ni sin palabras. ¿Cómo lo saludaras?”
Comentario de Mumon:
En tal caso, si logras
manejar una reunión tan íntima con Goso será realmente gratificante, pero
si no, mejor será mejor que vigiles cada cosa que haces.
Verso:
Al conocer a un hombre de
la Vía en el camino,
Salúdalo sin palabras ni
silencio.
Dale un puñetazo
Y te entenderá de
inmediato.
37. Un roble en el
jardín.
Un monje preguntó a
Joshu por qué Bodhidharma fue a China.
“Un roble en el
Jardín.” Contestó Joshu.
Comentario de Mumon:
Si entiendes la respuesta
de Joshu íntimamente, no habrá Shakyamuni antes que tu, ni Maitreya
después de ti.
Verso:
Las palabras no expresan
hechos,
Las frases no revelan el
espíritu.
El que acepta palabras
esta perdido,
Bloqueado por frases, se
esta ilusionado.
38. Un búfalo cruza
el cercado.
Goso dijo: “Cuando
un búfalo sale de su cercado (de su encierro), pasan los cuernos, la
cabeza y las pezuñas, pero ¿por qué no puede pasar también la cola?”
Comentario de Mumon:
Si puedes abrir tu ojo y
dar una palabra de iluminación sobre este asunto, serás capaz de pagar tu
deuda con las Cuatro Obligaciones y ayudar a los seres sintientes de los
tres reinos que siguen.
Si aun no lo tienes,
observa con mayor atención a la cola y ¡despiértate!
Verso:
Si el búfalo continua,
caerá al abismo,
Si se devuelve a su
encierro, será faenado.
Esta pequeña cola
¡Es, de hecho, la cosa mas
extraña!
39. El desvío de
Unmon.
Un estudiante de Zen
le dijo a Unmon: “La brillantez de Buda ilumina todo el universo.”
Antes que hubiera
terminado la frase Unmon le preguntó: “Estás recitando el poema de otro,
¿no es cierto?”
“Si.” Respondió el
estudiante.
“Has cometido un
desliz en tus palabras”, le dijo Unmon. (*Estas atrapado entre
palabras)
Luego otro maestro,
Shishin, preguntó a sus discípulos: “¿En qué punto ese estudiante erró en
sus palabras?”(*¿En que punto el estudiante estaba atrapado entre
palabras?)
Comentario de Mumon:
Si claramente entiendes
esto, te das cuenta del porque del reproche de Unmon y del error del monje
en su hablar, entonces estas calificado para ser un maestro del cielo y la
tierra.
Si aun no estas claro,
entonces no eres capaz de salvarte a ti mismo siquiera.
Verso:
Un pez se encuentra con un
anzuelo en un arrollo,
Al ser tan codicioso, el
pez quiere morder para atrapar la carnada.
Una vez que su boca esta
abierta,
Su vida ya esta perdida.
40. El vuelco de una
jarra de agua.
Hyakujo deseaba
enviar un monje para que abriera un nuevo monasterio. Dijo a sus
discípulos que nombraría a aquel que respondiese más hábilmente a una
pregunta. Puso una jarra de agua en el suelo y pregunto: “¿Quién puede
decir lo que es esto sin mencionar su nombre?”
“Nadie puede decir
que es un zapato de madera” dijo el superior de los monjes.
Isan, el monje
cocinero, volcó la jarra con el pie y se marchó.
Hyakujo sonrió y
dijo: “El superior de los monjes pierde.” Isan se convirtió en el
maestro del nuevo monasterio.
Comentario de Mumon:
El maestro Isan tenía sin
duda un extraño coraje, pero no pudo salirse de la trampa del maestro
Hyakujo. Después de examinar los resultados del examen, Isan tomo sobre si
la más pesada tarea creyéndola un trabajo fácil.
Se saco su cinta para el
pelo de cocinero para llevar el yunque de hierro (fundar un monasterio).
Verso:
Lanzando lejos
las ollas de bambú y la cuchara para cocinar,
Isan patea la jarra y
termina la disputa.
La barrera de Hyakujo no
puede detener su avance;
Miles de Buddhas se
aproximan desde la punta de los dedos de sus pies.
41. Bodhidharma
apacigua la mente.
Bodhidharma estaba
sentado frente al muro. Su futuro sucesor, que estaba parado sobre la
nieve, presentando su brazo cortado a Bodhidharma, exclamo: “Mi mente no
está apaciguada. Maestro, apacigua mi mente.”
“Si me traes esa
mente, la apaciguaré” le dijo Bodhidharma.
“Cuando busco mi
mente no puedo dar con ella” replicó el sucesor.
“¡He apaciguado tu
mente!” concluyo Bodhidharma.
Comentario de Mumon:
El viejo
hindú sin dientes, orgullosamente viajo diez mil “li” a través del océano
(hacia China). Esto fue como si deliberadamente levantara olas cuando no
había viento.
l final tuvo solo un
discípulo, quien estaba mutilado al cortar su propio brazo.
Desgraciadamente, era ciertamente un tonto.
Verso:
Viniendo desde el este,
Has heredado el Dharma y
los problemas comenzaron;
El clamor en los
monasterios,
Son todos debido a ti
(Bodhidharma).
42. La muchacha sale
de la meditación.
En el tiempo de Buda
Shakyamuni, el Bodhisattva Manjusri, quien se supone que es el segundo
después del Buda Shakyamuni, fue a la asamblea de los Budas. Cuando llegó
allí, la conferencia había terminado y cada Buda había regresado a su
propia tierra. Sólo una muchacha seguía inmóvil, sumida en una profunda
meditación.
Manjusri preguntó al
Buda Shakyamuni cómo era posible que aquella muchacha pudiera sentarse al
lado del trono del Buda y él no (*...”esa muchacha ha podido lograr ese
alto estado de meditación, ¿por qué yo no?”, dijo Manjusri).
“Sácala de su
samadhi y pregúntaselo” le dijo Buda.
Manjusri dio tres
vueltas alrededor de la muchacha y chasqueó los dedos. Ella continuó
sumida en la meditación. Así pues, por medio de su poder milagroso, la
transportó a un cielo muy alto e hizo cuanto pudo para que saliera de su
trance, pero fue en vano.
El Buda Shakyamuni
le dijo: “Ni siquiera cien mil Manjusri podrían alterarla, pero por debajo
de este lugar, más allá de mil doscientos millones de países, hay un
Bodhisattva, Momyo, el mas bajo de todos. Si viene aquí, la despertará.”
Apenas había
pronunciado Buda estas palabras, cuando aquel Bodhisattva surgió de la
tierra, hizo una reverencia y rindió homenaje al Buda. Este le pidió que
despertara a la muchacha. El Bodhisattva se colocó ante ella, chascó los
dedos y en aquel instante la muchacha salió de su profunda meditación.
Comentario de Mumon:
El viejo Shakyamuni puso
un insignificante drama sobre el escenario y fallo iluminando a las masas.
Quiero preguntarte:
Manjusri es el maestro de los Siete Buddhas; ¿por qué no pudo levantar a
la muchacha de su meditación?
¿Cómo fue posible que
Momio, un Bodhisattva principiante, halla podido hacerlo?
Si entiendes esto
íntimamente, disfrutaras de un gran samadhi dentro de este mundo de
ilusión y apego.
Verso:
Aunque uno pudo sacarla de
la meditación y el otro no,
Ambos obtuvieron libertad.
Uno llevaba puesta la
mascara de un dios, el otro de un demonio,
Auque haya sido una falla,
fue, de hecho, artística.
43. El Bastón corto
de Shuzan.
Shuzan mostró su
bastón corto y dijo: “Si llaman a esto un bastón corto, se oponen a la
realidad (y ofenderán al Zen). Si no lo llaman un bastón corto, harán caso
omiso de ese hecho (y serán traidores). Entonces, ¿cómo lo llamaran?”
Comentario de Mumon:
Si lo llamas un bastón, te
opones a su realidad.
Si no lo llamas bastón,
ignoras el hecho.
Las palabras no son
permitidas; el silencio no esta permitido.
Ahora dime rápidamente,
¿que es lo que es?
Verso:
Levantando el bastón,
Él toma vida, él da vida.
Al ser llamados traidores
o culpables de ofensa,
Incluso el Buddha y los
Patriarcas rogarían por sus vidas.
44. El Bastón de
Basho.
Basho dijo a su
discípulo: “Cuando tengas un bastón, te lo daré, Si no tienes ningún
bastón, te lo quitaré.”
Comentario de Mumon:
El bastón te ayuda a
cruzar el río con el puente destrozado. El bastón te ayuda a volver a tu
aldea en una noche sin luna.
Si lo llamas bastón,
entonces te iras, cual flecha, al infierno.
Verso:
Aunque se sea profundo o
superficial,
Ello esta en la palma de
la mano que sostiene el bastón.
El bastón sostiene al
cielo y mantiene a la tierra,
Donde quiera que el bastón
libremente vaya,
Propagara la verdadera
enseñanza.
45. ¿Quién es?
Hoen dijo: “Los
Budas pasados y futuros, ambos son servidores otro, ¿quién es él?”
Comentario de Mumon:
Si puedes ver a este “él”
con total claridad, será como encontrarte con tu padre en una bifurcación
del camino. ¿Por qué tendrías que preguntarte si reconoces a tu padre o
no?
Verso:
No dispares el arco de
otro,
No cabalgues el caballo de
otro,
No discutas las faltas de
otro,
No explores los asuntos de
otro.
46. Proseguir desde
lo alto del poste.
Sekiso preguntó:
“¿Cuándo llegan a la cima de un poste de 30 metros, como pueden seguir
escalando?”
Otro maestro de Zen
dijo: “Quien se sienta en lo alto del poste de treinta metros ha alcanzado
cierta altura (la Vía), pero aun no esta totalmente iluminado. Debería
proseguir mas alto aun y así lograra mostrar todo su cuerpo en las diez
direcciones (*…y así podrá lanzarse a las 10 direcciones)
Comentario de Mumon:
Si sigues escalando y
logras girar tu cuerpo, no habrá lugar donde no seas el maestro.
Pero aun así, dime: ¿como
podrás ir más arriba de la cima de un poste de treinta metros?
Verso:
Él oscurece el tercer ojo
del entendimiento (al quedarse en la cima del poste)
Y se aferra a la primera
marca de la escala.
Aunque sacrifique su vida,
Es solo un ciego guiando a
un ciego.
47. Las tres puertas
de Tosotsu.
Tosotsu construyó
tres barreras e hizo que los monjes las cruzaran.
1. No dejes ninguna
piedra sin dar vuelta con tal de explorar la profundidad, simplemente para
ver tu verdadera naturaleza. Ahora bien, te pregunto en este mismo momento
¿dónde está tu verdadera naturaleza?
2. Cuando uno
comprende cuál es su verdadera naturaleza, esta libre del nacimiento y la
muerte. Ahora bien, cuando la luz desaparece de tus ojos y te conviertes
en un cadáver, ¿cómo puedes liberarte?
3. Si te liberas del
nacimiento y la muerte, deberías conocer tu destinación ultima. Ahora
bien, cuando los cuatro elementos se separen, ¿dónde iras?
Comentario de Mumon:
Si puedes dar una
respuesta a estas tres preguntas, serás el maestro donde quiera que estés
y comandaras el Zen bajo cualquier circunstancia.
De otro modo, escucha:
tragando tu comida (la enseñanza), esta te llenara fácilmente, pero al
masticarla bien (la enseñanza), esta te sustentara.
Verso:
Los pensamientos de este
momento ven a través de la eternidad;
La eternidad es solo este
momento.
Si ves a través del
pensamiento de este momento,
Ves a través del hombre
que ve a través de este momento.
48. Un camino de
Kembo.
Un discípulo de Zen
preguntó a Kembo: “Todos los Budas de las diez partes del Universo están
en el camino del Nirvana, ¿dónde comienza ese camino?”
Kembo alzó su bastón
de paseo y trazó la figura en el aire. “Aquí lo tienes” dijo. (*... y
dibujo un numero ‘uno’ en el aire)
Aquel discípulo fue
a ver a Unmon y le hizo la misma pregunta. Unmon, que tenía un abanico en
la mano, respondió: “Este abanico llegará al trigésimo tercer cielo y
golpeará la nariz de la deidad Sakra Devanam Indra. Cuando golpeas la
carpa del mar este, la lluvia cae en torrentes” (*…es como la carpa
gigante del mar del este que con su cola da vuelta una nube con tal de que
caiga la lluvia).
Comentario de Mumon:
Uno esta en el fondo del
mar levantando nubes de polvo; el otro esta en la cima de una montaña
levantando inmensas olas para limpiar el cielo.
Uno sostiene el punto, el
otro lo libera todo y ambos estiran sus manos para mantener las profundas
enseñanzas.
Son como dos jinetes que
parten desde lados opuestos en la misma vía y que se encuentran en el
medio.
Pero nadie en la tierra
puede ser absolutamente directo (* nadie en el mundo los iguala)
Al ser examinados con el
ojo verdadero, encontramos que ninguno de estos dos grandes maestros
conocía donde realmente estaba el camino.
Verso:
Antes que se haga un
movimiento, se ha alcanzado el objetivo;
Antes que la lengua se
mueva, el discurso esta terminado.
Aunque cualquier
movimiento se adelante al próximo,
Aun queda un secreto
trascendental.
Epílogo de Mumon.
Los dichos y
quehaceres del Buda y los Patriarcas han sido puestos por escrito en su
forma original.
Nada superfluo ha
sido adherido por el autor, quien ha sacado la tapa de su cabeza y
expuesto sus globos oculares.
Tu realización
directa es demandada; no debe ser buscada en otros.
Si eres un hombre de
realización, inmediatamente comprenderás el punto con tan solo
mencionarlo.
No hay puerta que
atravesar; no hay escaleras para ascender.
Pasas el puesto de
control, ajustando tus hombros, sin pedir permiso al cuidador.
Recuerda el dicho de
Geisha: “no-entrada es la entrada a la emancipación; no-significado es el
significado del hombre de la Vía.”
Y Hakuun dice:
“Claramente sabes como hablar de ello, pero ¿por qué no puedes pasar esta
simple y especifica cosa?”
Sin embargo, toda
esta conversación es como hacer un pastel de barro con leche y
mantequilla.
Si has pasado el
Mumonkan (La Entrada sin Puerta), puedes hacer tonto a Mumon.
Si no, te estarás
traicionando.
Es fácil conocer la
Mente-Nirvana, pero difícil lograr la sabiduría de la diferenciación.
Cuando has realizado
la sabiduría, la paz y el orden reinaran en tu tierra.
El cambio de era a
Jotei (1228), cinco días antes del fin de la sesión de verano.
Respetuosamente
inscrito por Mumon Ekai Bhikkhu, octavo en la sucesión desde Yogi.
Wu-wen kuan
(Mumonkan) Fin del libro. |