El
fundamento de la práctica de la meditación
¿Por qué meditar?
Cuando estás
prisionero de los trastornos emocionales de la codicia, ira e ignorancia,
puedes encontrarte sucumbiendo a enfermedades físicas muy reales; y cuando
estás enfermo, el mundo puede verse como un lugar muy lúgubre. Esto no
quiere decir, sin embargo, que todas nuestras enfermedades se deben a las
emociones extremas. La exposición a sustancias a las cuales podrías ser
alérgico te puede alterar completamente.
Esto puede causar
cambios violentos de humor, depresión, alucinaciones y toda clase de
efectos físicos, incluyendo el daño real de tejidos. Cualquiera que sea la
causa, la enfermedad es muy frecuentemente acompañada por una variedad de
emociones perturbadoras. Programas que han sido diseñados para hacer un
uso terapéutico de los métodos de relajación y meditación han probado ser
efectivos en la disminución tanto de los efectos físicos como de las
emociones que los acompañan. Aunque, tan beneficiosos como puedan ser,
tales métodos lo llevan a uno sólo hasta allí.
En la tradición
Budista, la meditación es usada para desactivar la fuente de todos los
problemas – la ilusión de yo y los demás. En el Chan ( Zen, Son) el
objetivo es vencer al pensamiento y la corrupción. Habiendo hecho esto, y
con pensamientos que ya no se agitan, la sustancia real de la mente se
vuelve evidente. Sin pensamientos y sin la ilusión de yo y los demás, la
codicia, ira e ignorancia no tienen lugar para surgir; y la energía que
estaba atada por esas ilusiones se vuelve disponible, ayudando a proveer
una mejoría completa en la salud. Este es el motivo por el cual la
meditación es llamada La Práctica Fundamental.
Los efectos psicofisiológicos de la meditación
El fisiólogo ruso
Ivan Pavlov (1849-1936), enfatizó el rol que el cerebro juega en la
fisiología. A primera vista, uno podría asumir que esto es simplemente la
afirmación de un hecho, porque normalmente se piensa que el cerebro
involucra apenas poco más que los pensamientos. En realidad, toma parte en
la producción de varias hormonas, directa e indirectamente.
Cada aspecto de
una persona está interrelacionado y así es cómo y por qué los pensamientos
y las emociones pueden tener efectos de tan largo alcance. Esto es, sin
embargo, también el por qué la meditación y los pensamientos que inducen a
la calma pueden ser tan estabilizadores y tan saludables. Uno seguramente
puede asumir, entonces, que la mayoría de lo que contribuye al
funcionamiento apropiado también contribuye a la buena salud.
Sugerencias útiles
para una mejor práctica y una mejor salud A medida que progresas en tu
práctica, se te pide que te sientes en quietud durante periodos más y más
largos de tiempo de un tirón. Entonces varias limitaciones físicas pueden
obligarte a hacer algunos ajustes en el modo en que te sientas. Si
eligieras ignorarlas, creyendo que hay sólo una manera correcta de
practicar, puedes causarte dolor y distracción innecesarios (lo que
significa que no serás capaz de concentrarte); y puedes exponerte también
a daños físicos irreparables.
No es raro que la
gente vuelva de un retiro con las rodillas dolorosamente dañadas, habiendo
mantenido una posición a pesar del dolor y habiendo dado la bienvenida a
un adormecimiento resultante, simplemente porque ellos tienen más
problemas de los que pueden remediar. Para parafrasear al Sutra Kâlâma:
“No hagas algo simplemente porque se te enseñó a hacerlo, sino inténtalo y
prueba si funciona para ti”. Está siempre alerta sobre lo que no parece
estar bastante bien, y ve qué se podría hacer al respecto. Hay muchos,
muchos métodos que pueden intentarse. No hay razón para someterse al dolor
o a la debilidad absoluta, especialmente cuando nada bueno proviene de
ello.
La
relación entre la Mente y la meditación
La metáfora del
espejo, frecuentemente referida en el Chan, es apropiada aquí para señalar
los aspectos más salientes de la meditación según se practica en esta
tradición. La mente-espejo no responde en absoluto, y es por esta falta de
agitación que todas las cosas son claramente conocidas.
Así es cómo se
dice que es la mente cuando no hay aferrarse. La mente, para ser como un
espejo, debe ser pasiva, desapegada, desinteresada y tranquila. Es un
momento de descanso, recuperación, y aprendizaje de no ser engañado en
medio de lo que habitualmente es engañoso. Cuando no hay perturbación en
la mente, así como cuando no hay olas en la superficie de un lago, todas
las cosas son reflejadas claramente, sin dejar huella. No hay intenciones,
y no hay acción para ser tomada o no tomada. No hay dependencia de nada
que hagas o no hagas. La meditación sólo se despliega naturalmente
mientras la mente se vuelve tranquila.
Concentración
Si haces converger
a los rayos del sol usando una lupa, y enfocas el punto resultante de luz
sobre una hoja de papel, puedes hacer fácilmente un fuego a través de él.
Similarmente, cuando concentras tus pensamientos, eres potenciado de
muchas formas. Un Budista laico, Yang Jen San, encontró una vez una copia
del Sutra Surangama en una vieja librería. Se sintió muy regocijado. Era
justo lo que había estado buscando. Se sentó y leyó y leyó en completa
absorción, olvidando lo que lo rodeaba, hasta que alguien lo llamó.
Súbitamente se dio cuenta de que ya estaba oscuro y que si quería seguir,
debía encender una lámpara. Cosas maravillosas deben suceder en la
concentración profunda, porque él había estado leyendo en la oscuridad! Un
escritor muy famoso de la Dinastía Sung, Su Dong Pu, recordaba una
experiencia similar en la que él estaba tan profundamente absorto pintando
un cuadro que ya no era conciente de su persona ni de ninguna otra cosa.
Es así, entonces, que cuando una aplicación de todo corazón es dirigida,
todo el mundo queda de lado.
Mientras tu
concentración se fortalece, tu respiración se hace más lenta y se vuelve
sutil; zonas de tensión residual se relajan, quizás después de haber
existido allí durante un largo tiempo, y no hay esfuerzo. Una sensación de
bienestar y comodidad aparece. La concentración sostenida y relajada de 9
este tipo
fácilmente se vuelve meditación. Desplegándose naturalmente, si le es
permitido continuar, mejora la salud y la vitalidad de uno, mientras
emociones atrofiadas y sus concomitantes físicos dan lugar a la sanación.
Los beneficios de
mejoría de la salud de la meditación son ahora un tema de investigación, y
numerosos médicos lo incluyen en el programa de recuperación de sus
pacientes.
La mente de las
personas comunes está en la confusión. Ellas son el producto de patrones
profundamente arraigados de pensamiento resultante del karma acumulado
desde tiempos inmemoriales, así como torturados por la ilusión del yo.
Estar iluminado es estar libre de todo eso. La concentración ya reduce las
confusiones al limitar la atención de uno a una sola cosa. A través de su
práctica, la opinión aparente que tienes sobre tu ilusión del yo y de las
cosas deja espacio hasta que hay meditación.
Entonces, hay una
ausencia de pensamientos y una ausencia de palabras.
Entonces, sin la
presión ni la fuerza de la ignorancia, toma lugar una muy profunda clase
de sanación.
Meditación y Dhyana
En el Budismo, el
hombre ordinario es visto como llevando una vida escarpada a través de las
corrupciones de la codicia, ira e ignorancia. Es sólo cuando él encuentra,
de primera mano, que no hay, de hecho, nada de lo que él haga que esté
libre de corrupción y sufrimiento y que hay un modo de salir de todo eso,
que él puede volverse bastante motivado como para ganar esa libertad. Esto
es tradicionalmente comparado al descubrimiento de que la hermosa,
colorida soga que uno atesora, es realmente una serpiente venenosa. Cuando
esa es tu experiencia, puedes tener tal comprensión del Dharma de Buda que
tu vida cambiará radicalmente.
Puedes comprender
más allá de toda duda que, aunque el cuerpo pueda ser fuerte y saludable,
aun cambia y envejece. Puedes comprender profundamente, rompiendo el apego
tanto al cuerpo como a la mente, que nacimiento, muerte y corrupciones ya
no existen tampoco. En la tradición Chan, esto es descubierto a través de
la meditación. La disciplina (sila), y la sabiduría (prajña) están
estrechamente relacionada con la meditación (dhyana). La disciplina
apropiada lleva a dhyana, y dhyana da surgimiento a prajña. Es por medio
de la disciplina que las corrupciones son disipadas, y esto facilita el
camino para el cultivo de dhyana (establecida en la misma región que
Prajña). El gran Chan Ting (palabra china para la práctica meditativa
relacionada con dhyana) se dice que es apartado de las corrupciones y el
sufrimiento como resultado de la auto-disciplina. Liberarse a uno mismo de
las corrupciones es el propósito principal de la práctica de la disciplina
pura. Por medio de la disciplina, las corrupciones son disipadas.
Entonces, dhyana
puede volverse establecida; definida variadamente como vaciedad, la
ausencia de sujeto y objeto, Chan Ting, o aquello que no es del flujo del
sufrimiento, es la ruta de acceso a la sabiduría (prajña).
Los niveles de la disciplina Budista
También conocidos
como la disciplina acumulativa
Formalmente
establecida, la asamblea Budista de siete secciones consiste en upasaka
(hombre laico), Upasika (mujer laica), siksamana ( mujer postulante a
novicia), sramanera (novicio), sramanerika (novicia), bhikhu (monje
plenamente ordenado), bhikhuni (monja plenamente ordenada).
Esto términos
designan niveles de compromiso con la práctica, comenzando con los cinco
preceptos básicos, o reglas de entrenamiento para el laicado.
No formalmente
establecido, pero igualmente importante, es el voto de hacer el bien y
evitar el mal. Las acciones de uno deberían ser siempre para el beneficio
de todos los seres sintientes. La idea central de la disciplina Budista es
una coexistencia inculpable con el resto del mundo, así como una atención
mejorada y paz interior. Hay dos maneras de mantener los preceptos. Una es
llamada parar y sostener, que significa que uno debería detener, o
abstenerse de hacer el mal, y sostener los preceptos. La segunda es
llamada hacer y sostener. Esto significa que uno debe hacer el bien y
sostenerse con la disciplina. La disciplina tiene la función ayudarte a
hacer el bien y abstenerte de hacer el mal, y mantenerla te capacita a
purificar tu cuerpo y tu mente. Mientras que esto está siendo completado,
el flujo de impurezas, o asrava, disminuye; y esta condición, a su vez,
facilita el samadhi.
Dhyana es
meditación absorta en varios niveles; cuando se extiende sobre largos
periodos de tiempo, a veces es referida como samadhi. Estos niveles
(usualmente cuatro), son tomados en cuenta para la práctica del Chan, y
hay, también siete clases diferentes de Chan. Hay, por ejemplo, Chan
mundano, Chan supramundano, y el Chan de la más elevada compresión
Mahayana, por mencionar sólo tres.
La meditación
puede ser practicada mientras se está sentado, parado, caminando o
acostado, y entre medio de esas actividades; pero como nuestras mentes son
por lo general tan terriblemente desorganizadas, la mejor manera de
practicar para la mayoría de nosotros es sentarnos en un lugar tranquilo
regularmente. Habiéndote sentado, simplemente deja todo de lado y
concéntrate en cualquiera que sea el objeto de tu meditación. Con tu
mente, palabras y actos ya enfriados por medio de la disciplina, hay
ocasión para un acceso estable y natural a samadhi. Cuando ningún
pensamiento surge, la sustancia pura de la mente aparece; y el estado de
calma e iluminación se manifiesta gradualmente a sí mismo.
La cualidad de
esta calma es indefinible, y aun no es como si el que está sentado fuera
una estatua tallada en piedra. En este contexto, la iluminación es
comprendida como conciencia sin dualidad objeto-sujeto. Ya no hay más
alguien estando consciente de algo, y consecuentemente, no hay necesidad
de pensamientos o verbalización.
Los sabios
antiguos enfatizaban que un momento de meditación honra más al Buda que
construir tantas pagodas como arenas del Río Ganges existen.
Las pagodas, se
dice, pueden ser demolidas, a diferencia de la mente unificada que
trasciende tiempo y espacio.
No puede ser
repetido con la suficiente frecuencia que muy poco puede lograrse sin
observar los preceptos. De hecho, la disciplina disipa el apego y el
sufrimiento que lo acompaña y guía al sendero puro y desapasionado hacia
Nirvana.
Anasrava, o pureza
desapasionada, es el opuesto de asrava, el flujo de las pasiones y su
suciedad. Asrava es más conocido como la descarga de la energía mental que
lleva a la pérdida de la verdad. Anasrava, por definición, significa la
ausencia de flujo y la separación de la corriente de pasiones, y, por
consiguiente, de la corriente de sufrimiento.
Preparándose para la meditación
La
postura
Busca un lugar
ordenado, bien ventilado (sin corrientes de aire), y tranquilo donde
puedas sentarte sin ser molestado en un horario regular. Puedes usar una
manta para protegerte del frío.
Al comienzo,
permite que la comodidad sea tu guía. Asegúrate de tener un horario con el
que puedas vivir, y luego mantenlo fervientemente. Adapta tus sentadas de
modo que no haya exceso de incomodidad o dolor, lo que incluye encontrar
una postura que puedas mantener durante un periodo de tiempo que
gradualmente extenderás. Aprende a relajarte completamente; no intentes
controlar nada, y no esperes nada.
Asegúrate que la
ropa que vistes sea cómoda y floja, y lleva tan poca ropa como la
circunstancia lo permita. Afloja tu cinturón o todo lo que pudiera ser
ceñido o molesto, tal como un reloj de pulsera, joyas o perfumes.
Realmente no hay
necesidad de adornos, y su uso durante la meditación debería ser evitado.
Las piernas
Si, y sólo si,
puedes manejarla, siéntate en la postura de loto completo, que es la
posición tradicional considerada más estable. Para aquellos que pudieran
intentar el loto completo, hagan lo que sigue: primero, siéntense en un
almohadón bajo o sobre el suelo y doblen la pierna derecha frente a
ustedes, tirando de ella hacia la ingle. Luego, doblen la pierna izquierda
sobre la derecha, con tu pie izquierdo descansando, planta hacia arriba,
sobre tu muslo derecho y cerca de tu ingle. Finalmente, levanta tu pie
derecho, planta hacia arriba, hasta tu muslo izquierdo, llevándolo cerca
de tu ingle. Puedes ser capaz de mantener esta posición durante un breve
tiempo al comienzo, pero mientras te vas acostumbrando, puedes encontrar
que contribuye enormemente a una sensación de quietud, tranquilidad y
estabilidad.
Sentarse en medio
loto no provee de una base tan firme porque sólo una rodilla está
sostenida por la pierna opuesta. Para compensarlo, cambia la posición de
las piernas en cada sentada. Si encuentras que es muy difícil hacerlo
inmediatamente, trata de tomar un tiempo para estirar suavemente los
músculos de las piernas, cadera e ingle; pero ten cuidado de no tironear
un músculo o lastimarte en tu apuro, ya que puede llevarte semanas
recuperarte. La práctica gradual y estable es aconsejada y funciona mejor
para la mayoría de las personas si son amables, comprensivas y pacientes
con ellas mismas, y sobre todo, si están relajadas. Nunca te fuerces a una
postura cuando te trae un dolor intenso. No es poco común que ocurran
desalineaciones de la columna por girar la cintura para que ambas rodillas
toquen el suelo.
Un modo efectivo
de ayudar a relajar los músculos que impiden a tus piernas asentarse a tu
lado, para que puedan descansar fácilmente sobre el suelo, puede ser hecho
mientras se está en el asiento de meditación.
Siéntate en el
mismo borde del asiento de meditación con los pies separados a un ancho de
hombros y con las rodillas posicionadas directamente sobre tus tobillos.
Entonces levanta una pierna y descansa el tobillo de esa pierna sobre el
muslo de la otra, permitiendo que la rodilla de la pierna levantada
descienda hacia el costado tanto como pueda hacerlo confortablemente,
sosteniéndola con tus manos y luego levantándola y bajándola una y otra
vez. Cada vez que la bajas, piensa que esa pierna se está relajando más.
Entonces ubícala de nuevo, y deja que baje aun más, intentando sentir qué
puede ser necesario para que esto ocurra. Asegúrate de que tus caderas
estén niveladas todo el tiempo y que tus piernas bajan más y más a cada
lado. Sé consciente y atento de cada cosa que esté sucediendo en términos
de tus pensamientos y actos durante este simple ejercicio. Si después de
tus esfuerzos no puedes manejar sentarte confortablemente en la posición
de loto o medio loto, entonces puede que desees intentar la postura
“libre”.
Si se desarrolla
dolor, permanece con eso durante un tiempo. Obsérvalo, en lugar de
lamentarte mucho, o desear estar en cualquier otra parte, o retorcerte,
intentando escapar, o de desafiarlo mientras aprietas los dientes.
Permaneciendo con tu dolor, pronto verás claramente cómo triunfar en tu
esfuerzo por el modo en que te sientas, el modo en que respiras, o por el
modo en que ves la situación.
Tomándola prestada
de otra fuente, podemos tomar este consejo: “quédate tranquilo y sabe”. Lo
que sea que ocurra, permite que suceda. No lo evites ni lo rechaces, sino
involúcrate en lo que esté ocurriendo, incluyendo el modo en que te las
arreglas. Aun si tu reacción es salirte de la situación, a condición de
que seas plenamente conciente de lo que está ocurriendo, ya no estás tan
completamente atrapado en eso. Sé consciente de lo que está ocurriendo en
el presente, porque sólo tu estás en contacto con los eventos, sus causas
y condiciones.
Puede ser
beneficiosopara ti explorar tu respuesta cuando te estás enviando
amabilidad bondadosa a ti mismo. Puede sentirse vergonzante, necio o
impropio; incluso puedes encontrarte llorando inexplicablemente.
Como se practicaba
en la tradición Theravada, en combinación con vipasyana , la meditación
sobre la amabilidad bondadosa es simple y profunda, aunque muy efectiva,
en llegar a las raíces de nuestro sufrimiento profundo. Es Dharma en su
máxima pureza, en cuanto se dirige a la compasión así como a ser íntimos
con el sufrimiento. ¿Experimentas dolor como si fuera un objeto que viene
desde fuera de ti, como un intruso?
Este enfoque puede
generar comprensiones significativas en los funcionamientos de tu mente y
debe ser explorado.
Sin embargo, debes
dejar que la discreción sea tu guía. No te sometas al dolor por el bien de
absolverte de un sentido de culpa o para probarte cuán bien intencionado o
cuán voluntarioso eres para soportar las torturas.
Considéralo, más
bien, como un acto de amabilidad bondadosa o como una práctica de plenitud
mental. En cualquierade las dos formas, es conveniente. Sin embargo, si
encuentras al sufrimiento demasiado distractivo, estira tus piernas
atentamente, descansa un poco y vuelve a sentarte. Si puedes
simplementesentarte y no estar involucrado en sentarte correctamente para
lograr algo, te encontrarás volviéndote crecientemente
tranquilo,volviéndose tu respiración más sutil y tus músculos más
relajados; entonces la meditación llega bastante naturalmente.
Pecho, abdomen, nalgas
Levanta un poco el
pecho, llevándolo hacia delante, y siéntate de modo que la parte hueca de
tu pecho, la que está cerca del nivel de la base del esternón (la guarida
del corazón), le permita a tu diafragma funcionar sin impedimentos. Los
principiantes en la meditación frecuentemente experimentan obstrucción e
incomodidad en el pecho, y esto es causado usualmente porque la guarida
del corazón no está lo suficientemente baja. Si esto ocurriera, enfoca tu
conciencia sobre tu abdomen y abstente de cualquier esfuerzo; deberías
sentir alivio en un breve tiempo. Tus nalgas deberían estar un poco
proyectadas, y tu espalda debería estar erguida fácil y confortablemente.
Siéntate relajado y compuesto, estableciéndote sobre tu bajo vientre. Se
ha encontrado a esta práctica como especialmente calmante.
Manos
Sentándote en la
posición de medio loto, asegúrate que tu pie derecho está sobre tu muslo
izquierdo. Tus palmas están vueltas hacia arriba, con el dorso de tu mano
derecha reposando sobre tu palma izquierda, mientras que el dorso de tu
mano izquierda reposa sobre el nivel de tu tan tien ( la parte más baja de
tu abdomen).
En la postura de
loto completo, las piernas están cruzadas un poco por sobre los tobillos,
con la pierna izquierda más arriba. Aquí, el dorso de tu palma izquierda
es acunado en el lugar donde las piernas se cruzan.
Cuando estas
posiciones se vuelven cómodas y naturales, usualmente hay una sensación de
relajación, silencio y tranquilidad.
Respiración natural
El abdomen se
relaja y se expande cuando inhalas y se contrae cuando exhalas. Esto, de
hecho, es natural; porque cuando exhalas, el diafragma se mueve hacia
arriba, en el pecho, mientras que el abdomen
simultáneamente se
contrae. La contracción no sólo asiste a la evacuación de los pulmones,
sino que también estimula la circulación sanguínea a través de los órganos
contenidos en la cavidad abdominal por comprimir las vísceras.
Respiración correcta
El abdomen es
contraído mientras inhalas, y se relaja mientras exhalas.
Esta clase de
respiración ha sido usada en China desde tiempos antiguos como una forma
de higiene mental y física. Intenta ambos métodos para descubrir qué
ventajas parece tener cada uno para ti, el practicante, temiendo que
quedes prisionero de que las cosas suceden sólo de cierta manera.
Práctica de la respiración
Mientras estás
relajado, se vuelve profundamente evidente que la respiración simplemente
sigue, yque hay el conocimiento de que lo hace.
Puedes respirar
intencionalmente de cierto modo, pero la necesidad de hacerlo está basada
en algunas circunstancias externas ocasionando la necesidad de la
intención, así que el asunto de la elección parece de algún modo obviado;
así, la intención parece llegar casi caprichosamente, a pesar de ti, como
fuera. Esta paradoja existe en todo lo que hacemos. La meditación tiene
lugar en la ausencia de pensamiento, y aun creemos que sin pensamiento no
puede haber meditación. Quizás la respuesta a este acertijo yace en la
secuencia de dos eventos separados más que en lo que parece su aparente
oposición. Por ejemplo, cuando estás prestando atención activamente a la
respiración, no puedes estar en calma; y entonces se te aconseja
simplemente relajarte para que la calma pueda llegar. La meditación es
distinguida por la ausencia de pensamiento y una muy característica clase
de respiración, ninguna de las cuales puede ser producida a voluntad. El
control debe ser abandonado primero.
Indirectamente lo
produces aplicando cualquier cosa que puedas haber descubierto sobre la
relajación, y esta es la máxima extensión de esforzar tu voluntad. La
siguiente regla es una verdad válida, ya sea que estés practicando la
respiración natural o la respiración correcta: Cuando te sientes a
meditar, siéntate cómodamente erguido, respirando por tu nariz.
Al comienzo, tu
respiración puede ser rápida y superficial. A medida que te relajas y
tienes la actitud de no aceptar ni rechazar lo que pueda surgir, tu
respiración se hace más lenta y más profunda, hasta que encuentras que
inhalas y exhalas, en un ciclo, una vez por minuto. La comodidad puede ser
concebida como el modelo. En ningún momento se debe sentir algo como
incómodo o forzado; más bien, todo debería solamente suceder libre y sin
ninguna preocupación de tu parte.
Mientras continuas
sentándote, tu respiración se vuelve más y más fina.
Deberías dedicar,
por lo menos, cinco minutos cada mañana y cada noche a esta práctica de
respiración relajante. Practica tan seguido como puedas durante el resto
del día, en cualquier momento y lugar en que te suceda que pienses en
ello. A medida que la respiración se hace más lenta y se vuelve más sutil,
la mente se estabiliza y se vuelve calma. Como va la mente, así va la
respiración. Para ilustrar esto, son notadas cuatro clases de respiración
mientras se evoluciona en el curso de la práctica: La primera es llamada
respiración ventosa para describir el ruido que haces mientras respiras.
La segunda es
conocida como respiración boqueada. Aquí, ya no haces ningún sonido cuando
respiras pero tienes la sensación de que no puedes inhalar lo suficiente.
En el tercer tipo
de respiración, la respiración es pareja y silenciosa, pero aun debes
sentirte en calma. Esto es llamado respiración aire. Estos tres primeros
tipos de respiración aun son entrecortados y muestran todavía signos de
inquietud.
Cuando no hay
sonido ni obstrucción, ni rudeza ni suavidad, y en cada mismo momento
tranquilo en que no sientes que estás respirando en absoluto y la
respiración no evoca ninguna asociación de ninguna clase, has logrado la
cuarta clase de respiración, la respiración silenciosa.
Esta es la
respiración que armoniza. Si encuentras que fácilmente te vuelves calmo y
que tu respiración se vuelve rápidamente fina, esto indica que tu mente es
fácilmente estabilizada. Con la práctica continuada, puede llevar sólo
unos pocos momentos para que tu respiración sea regulada, y luego la
necesidad de respirar disminuirá y de desvanecerá; y, con esto, ya no
serás perturbado por nada. Se dice que en este nivel, tu mente está
estable y tranquila. En el camino hacia este estado libre de problemas,
sin embargo, hay aun mucha incomodidad e inquietud. Si esto persiste, y
para ayudar a armonizar la respiración, puedes intentar los métodos
siguientes, progresando de uno al otro, a medida que te vuelves experto.
Muy relajadamente y sin preocupaciones cuenta del 1 al 10 en todos estos
ejercicios:
Cuenta tus
respiraciones, llamando a una exhalación y una inhalación sólo una
respiración;
Cuenta sólo las
inhalaciones;
Cuenta sólo las
exhalaciones.
Cuando hayas
alcanzado el diez, vuelve a contar desde el uno.
Gradualmente,
mientras tu habilidad se desarrolla, serás capaz de contar hasta cien en
diez grupos de diez, sin tener a tu mente vagabundeando y sin adormecerte.
Sin embargo, si esto sucediera, se te pide que vuelvas al uno y comiences
todo de nuevo. Mientras te vuelves más familiar, tu mente y respiración se
volverán, lenta y apaciblemente, interdependientes. La confusión y el
adormecimiento disminuyen en todos los tres métodos de concentración en la
respiración, y la mente también se calma.
Cuando las metas
del conteo de respiraciones se han logrado, tu próximo paso será seguir la
respiración. La mente, por este tiempo, estará muy calma y concentrada.
Por seguir a la respiración, esta calma y concentración se profundizarán
hasta que la respiración se siente entrar y salir a través de todos tus
poros. Mientras sigues de este modo, llegarás a experimentarte como
disipándote como una nube y fundirse como la niebla, hasta que no haya
nada más que vacío. Cuando esto sucede, te encontrarás liberado de toda
clase de enfermedades, mientras la mente se establece en un nivel nuevo,
más profundo, de tranquilidad; y ese es entonces el momento de dejar el
seguimiento de la respiración.
Regular la mente
La meditación
puede mejorar tu salud, pero su propósito primario es estar libre de
pensamiento; porque cuando esto ocurre, la sabiduría brilla
resplandeciente. Con este objetivo en mente, entonces, vemos que tanto
contar las respiraciones como seguir las respiraciones son métodos para
regular la respiración y por lo tanto la mente. Si estás plenamente
concentrado de este modo, tus pensamientos ya no serán confusos o
desordenados. Este es el por qué a mucha gente que tiene una mente que
corre o que está involucrada en las confusiones emocionales se les asigna
la simple tarea de contar sus respiraciones. Esto los calma en cuerpo,
mente y respiración. En el cuerpo, ellos se vuelven relajados y libres de
tensón, las respiraciones se vuelven más lentas se profundizan, y la mente
se vuelve tranquila, calma e imperturbable.
Mientras uno
continúa en esta práctica, desaparece todo menos los estados más finos de
la mente. Entonces, es tiempo de regular la mente, porque ahora se ha
vuelto mucho menos errática. Hay varios métodos de enfoque, pero uno de
los más favorables es hacer que la atención de uno descanse en un solo
punto, y considerar a todos los pensamientos que surjan como actores que
aparecen en un escenario y luego se van. Esta actitud de pasividad, de
tomar parte menos y menos en lo que está sucediendo, lleva a la
concentración. Por consiguiente, cuando has triunfado en concentrarte en
el punto que hayas elegido, también estás libre de los pensamientos
perturbadores; y, con la concentración continuada, el practicante
encuentra, también, que surgen muchos menos pensamientos perturbadores
durante el resto día. Entonces, concéntrate en un punto o sé conciente
relajadamente sobre la punta de tu nariz, tu ombligo o el punto unos
cuatro centímetros debajo de éste, en un área conocida como el tan tien,
porque tu mente necesita algo en qué ocuparse. Tradicionalmente, se dice
que en esta práctica la mente es como un mono que ha sido restringido a un
pequeño espacio, donde ya no puede saltar ni brincar.
Dos cosas son las
que más te importunan cuando estás preparando el terreno, por decirlo así,
del cual brota la meditación:
Cuando te sientas
por primera vez, tu mente está inquieta e inestable. Eres tironeado en
todas las direcciones, deseoso de triunfar en un momento y frustrado
cuando las cosas no van del modo en que quieres al siguiente.
Puede comenzar a
dolerte, primero en un lugar y luego en otro, de modo que todo tu tiempo
es empleado en intentar escapar al dolor o en consolarte, o en ambas
cosas. Puedes imaginarte a ti mismo en otro lugar, participando en eventos
que han ocurrido en tu vida, o en eventos que son de algún modo
importantes como para que participes nuevamente. Puedes encontrarte
adormeciéndote una y otra vez.
A través de la
práctica continua, tu mente se vuelve más estable, y los pensamientos
discriminadores disminuyen; pero aun hay confusión, y fácilmente te
adormeces y te cansas. Es para manejarte con estos problemas que debes
concentrarte en el punto del bajo vientre, en el área llamada tan tien.
Esto no sólo corrige tu pensamiento desordenado y te mantiene alejado de
las fantasías, sino que también tiene un reconocido efecto
fisiológicamente estabilizador que resulta en salud física y mental.
Nuevamente, debes
encontrar el punto de enfoque que funcione para ti.
Puede ser la punta
de la nariz o el punto del bajo vientre. Cualquiera que elijas, sin
embargo, permanece con él durante todo el tiempo que hayas destinado a
sentarte. Los principiantes, especialmente, deberían hacer su práctica más
exitosa encontrando el momento para meditar en el que estén más alertas,
eliminando la incomodidad y la distracción, y sobre todo, comprendiendo el
propósito de todo esto.
Meditación de visión interna
El método de
concentración descrito anteriormente en detalle, en el cual regresas a tu
objeto de concentración una vez que has descubierto que estás atrapado en
el pensamiento discriminador, es un método superficial para desarrollar la
calma y detener los pensamientos errantes, porque involucra el pensamiento
sobre los pensamientos que están surgiendo, que es como añadir combustible
a un fuego. No es realmente un medio para alcanzar la calma, entonces, y
así eventualmente debes abandonarlo y dar un paso más hacia la meditación
de visión interna. Ordinariamente, usas tus ojos para mirar afuera. En
este enfoque, debes literalmente dejar todo de lado; cerrar tus ojos y
observar y/o sentir los pensamientos discriminadores. Si lo haces, pronto
encontrarás que no puedes aferrarte a ellos, disolverlos o apartarlos. Una
vez que esto es comprendido profundamente y ya no luchas por aferrarte a
ellos, disolverlos o apartarlos, conocerás la calma original y la
vaciedad. Cuando esta visión interna se desarrolla y reflexionas de este
modo sobre un pensamiento que surge, éste rápidamente desaparece y es
reemplazado por la vaciedad. Esto marca la creación de un modo
radicalmente nuevo en que la mente puede funcionar.
Cuando te
estableces para meditar por primera vez, puede parecer que tu pensamiento
ha disminuido. Después de que has practicado durante un tiempo, sin
embargo, probablemente sentirás que se incrementó. Lo que realmente se
incrementó es la comprensión de lo que ha estado justo ahí, y esta
inmediata y continua fuente de sufrimiento puede servir de faro en las
traicioneras aguas del Sámsara. Esto puede ser comparado con no darse
cuenta del polvo que hay en una habitación, hasta que un rayo de luz lo
hace visible. Des mismo modo, entonces, si sientes que tienes demasiado
pensamiento, este es el primer paso hacia la iluminación. Abandonar el
pensamiento, perseverar en la visión interna que lo permite, y deleitarse
en esto, usualmente en un largo periodo de tiempo, lleva a una
desaparición natural del pensamiento. Hay, en su lugar, calma. Mientras
continuas de este modo, la calma se vuelve más profunda, porque se vuelve
una calma en la cual la iluminación súbita puede ocurrir.
Recitar el nombre del Buda Amitabha
Como pueden haber
comprendido, no es inusual que los pensamientos los asalten
implacablemente cuando se sientan a practicar. Normalmente está más allá
de nuestro control, y, aun con la mejor de las intenciones, uno podría
sentir eventualmente que no hay manera de comenzar a practicar. Si
encuentras que esto es más la regla que la excepción, podrías intentar el
enfoque de la Tierra Pura, que es simplemente recitar el nombre del Buda
Amitabha una y otra vez. Es una práctica muy simple y puede ser muy
efectiva, pero requiere una fe profunda y un fuerte voto para poder ser
realizada. Sin embargo, si recitas sinceramente el nombre de Amitabha, de
modo que no haya otro pensamiento en tu mente, y lo haces durante algún
tiempo, el falso pensamiento disminuirá.
El Maestro Chan
Che Wu dijo que cuando una perla pura es puesta en agua turbia, el agua
turbia se vuelve pura. Del mismo modo, cuando el nombre de Buda es puesto
en una mente confundida, esa mente se vuelve Buda.
Idealmente,
recitar Amitabha Buda debería liberarte de las corrupciones en esta misma
vida, y asegurar tu renacimiento en la Tierra Pura como una luz grande y
brillante en el Océano de Sufrimiento, ameritando los elogios a los Sutras
del Mahayana y a todos los patriarcas y Maestros de Dharma del pasado. Si
tuvieras alguna reserva sobre esta práctica, debe decirse que este simple
acto de recitar Amitabha es profundamente Budista, porque compromete al
cuerpo, el habla y la mente en un esfuerzo concertado – el cuerpo por
regular la respiración; el habla por confinarla a una sola pronunciación;
y la mente por una resolución que ha sido hecha y un voto que ha sido
tomado.
Hay variaciones
sobre este tema, por decirlo así. Puedes recitar en voz alta.
Puedes recitar en
silencio. Puedes recitar mientras inhalas. Puedes recitar mientras
exhalas. Puedes recitar tanto inhalando como exhalando. El rango en el
cual practiques varía de acuerdo a tus necesidades y habilidades
particulares, pero esto es verdad para cualquier práctica en la que te
puedas comprometer. La recitación debería, en cualquier circunstancia,
proseguir con la tranquilidad que viene de la mente y la respiración
dependiendo una de la otra. Mientras continuas de este modo, la mente se
vuelve calma y la respiración se vuelve sin forma. Entonces, es como si
sólo funcionaran tus votos o tus intenciones originales, la recitación
continuando por sí misma sin perturbación ni confusión hasta que es
logrado primero el estado de no- mente y luego es logrado el estado de no-
mente.
En el Sutra del
Samadhi Chan dice que si un Bodhisattva medita con nada más que el Buda en
la mente, él obtiene samadhi. Este método simple de recitar el nombre de
Buda puede alejarte del pensamiento discriminativo, que es el falso
pensamiento, o pensar, del cual el hombre común está plagado, y te
recompensa con la Correcta Sabiduría; y a causa de que tu respiración es
regulada, también es mejorada tu salud.
Podría ayudarte
contar tus recitaciones. Nuevamente, puedes experimentar para saber qué es
lo que mejor funciona para ti. Cuenta con cada ciclo de
inhalación-exhalación, precediendo o siguiendo una exhalación, o sólo
inclúyelo como parte de la recitación. La cuenta, aquí, puede ser
cualquiera que decidas, o simplemente puedes seguir contando del 1 al 10
como antes, repitiéndolo una y otra vez. O, nuevamente, puedes incluso
silenciosamente repetir tu recitación diez veces con cada exhalación o
tantas veces como puedas. Cualquiera de los enfoques anteriores puede
ayudarte a desarrollar una concentración eficaz, siendo el objeto de todos
ellos proveerte de algo simple y repetitivo para ocupar plenamente tu
mente sin perturbarla.
¡Debes intentarlo!
¡Debes experimentar con esto! Es decir, ahora que conoces el modo de
preparar una comida deliciosa y nutritiva, debes prepararla realmente,
saborearla, ver si está de acuerdo contigo, mejorarla si es necesario, y
luego comerla hasta que tu salud mejore. Por analogía debes usar este
procedimiento en tu práctica hasta que la práctica prosiga por sí misma y,
por consiguiente, no practicar más sino un arte que aparentemente tiene
vida propia.
Durante la
Dinastía Tang, el Maestro Fei Shi compuso un sastra sobre el Sutra del
samadhi de la recitación del nombre del Buda. En él, dice que la gente usa
jade especial, cristal, diamantes u otras cosas preciosas para hacer
cuentas para usar en la meditación, pero que él mismo sigue sus
inhalaciones y exhalaciones (como ellos usan las cuentas) mientras recita
Amitabha, y que, más aun, él puede hacerlo mientras está parado, sentado,
acostado, e incluso durante un sueño profundo.
¿A
qué estar atentos?
Cada momento de
cada día presenta una oportunidad para la meditación.
Sin embargo,
puedes sentir que estás demasiado ocupado o que necesitas una estructura.
En ese caso, puedes intentarlo justo al levantarte por la mañana o antes
de irte a dormir a la noche. Si puedes hacer el intento sólo una vez por
día, experimenta cuál es el mejor momento para ti, no sólo en
consideración a la accesibilidad sino también en cuanto al momento en que
te sientes más alerta y dispuesto a la práctica. Busca la calidad en el
breve tiempo de que dispones. En el comienzo, especialmente, ese tiempo
debería ser considerado como un tiempo de descanso, o de relajación, o de
desconectarse. Después de todo es un tiempo de no hacer, un tiempo de no
estar comprometido activamente en nada. Desde el comienzo, entonces,
encuentra cómo permites que tu práctica prosiga naturalmente, en vez de
buscar que las cosas sucedan por medio de un acto de la determinación.
Podrías disponer
de diez minutos en los cuales practicar y luego extender la práctica un
minuto o dos con cada sentada posterior, hasta que te estés sentando
treinta o cuarenta minutos de una vez; y deberías encontrar un lugar en el
cual asegurarte que puedas continuar haciéndolo todos los días en el mismo
lugar y a la misma hora, porque somos, en grado sumo, criaturas de hábito.
De hecho, cuando te levantas, y mientras aun estás en la cama, deberías
colocar tus palmas sobre tu plexo solar, y luego llevarlas lentamente
hacia el bajo vientre. Hazlo varias veces, y luego ve al baño, cepilla tus
dientes y date un baño, y luego siéntate a practicar. Esta rutina puede
ser usada en otros momentos del día también, y una vez establecida, se
vuelve tan natural como lavarte los dientes. Lo más importante, sin
embargo, es que lo hagas una experiencia de vida, un tiempo de
descubrimiento a través de la relajación y la observación pasiva.
Comer es una de
las fuentes primarias de nuestros condicionamientos, y entonces parte de
tu práctica es considerar la comida como medicina. Esto puede parecer una
cosa simple de hacer, pero puede demostrar ser muy desafiante. Para
muchos, esta práctica es completamente disruptiva, produciendo sensaciones
de privación y ansiedad cuando ya no tienen acceso a sus calmantes o
condicionantes. Uno de sus propósitos, sin embargo, es revelar esos
apegos, para descubrir las inclinaciones naturales como parte de ellos, y
tener luego que la conciencia evoluciona hacia la libertad.
En cuanto al
procedimiento en sí mismo, no comas antes de sentarte a meditar, porque
eso puede hacerte sentir sueño. Si has comido mucho, puedes estar
totalmente distraído por la sensación de plenitud, quizás aun hasta el
punto de que te sea difícil respirar. Sin embargo, comer poco tiene sus
desventajas, también, haciéndote sentir débil, tener dolores de cabeza y
ser incapaz de concentrarte. Debes aprender a escuchar tus necesidades.
Debes estar
consciente de todo lo que te ocurre todo el tiempo, de modo que puedas
saber qué comida es la correcta, su cantidad correcta, y también saber
cuánto esperar para sentarte después de haber comido.
De este modo,
puedes encontrar que la vida conlleva un sentido de orden, que ya no estás
tan involucrado en comer, y, como un quizás extra, que estás perdiendo
peso. Con sólo la más superficial observación, puedes descubrir que comer
como lo haces ordinariamente puede ser seguido de una plétora de síntomas
tales como una vaga sensación de inquietud, dolores de cabeza, depresión,
ansiedad, dolores de estómago, pensamiento confuso, fatiga o picazón. Si
puedes detectar cuáles son las causas, puedes ser capaz de desembarazarte
de los síntomas. Sin embargo, eso puede no resultar tan fácil como podría
parecer. Hay muchas clases de adicción, pero es característico de todas
ellas, de acuerdo a una teoría actual que considera lo que está
involucrado en las alergias, que deseas las mismas cosas que causan tus
problemas. Sentándote pasivamente consciente de todo lo que está
ocurriendo, te relajas. Esto no sólo sirve para reducir tus reacciones
sobre todo, sino que también te ayuda a volverte menos apegado a las cosas
que han estado creándote problemas. Te vuelves consciente de cómo ha
ocurrido todo, y, por no actuar sobre eso, llegas a sintonizarte con un
conocimiento interno que llama para ayudar a liberarte, por así decirlo.
Nunca se dirá demasiado que tu debes encontrar lo que mejor para ti.
Algunas personas requieren un estómago vacío. Otras prefieren darse un
baño y meditar una hora después de haber comido ligero, y, para
situaciones complicadas, no siempre funciona para ellos.
Todo eso está allí
ante uno para que lo observe. Todo lo que lleva es estar consciente de lo
que está sucediendo todo el tiempo.
Cualquiera que
haya pasado una o dos noches sin dormir y haya tenido que trabajar, sabe
cuán miserable puede ser simplemente estar despierto, menos aun
concentrado, y quizás, también hacer trabajo físico. Dormir demasiado
puede hacerte sentir inactivo, y entonces ni demasiado sueño ni poco sueño
es bueno para la meditación. ¡Así que allí está de nuevo! Es tu decisión,
del practicante, encontrar qué es lo mejor. Luego, una vez que lo has
hecho, puedes programar un horario. Por ejemplo, podrías sentarte de nueve
a diez de la noche, yéndote a dormir inmediatamente después. Al levantarte
a las seis de la mañana, puedes ir a lavarte y sentarte de nuevo antes de
comenzar el día. Si te despertaras por la noche y encontraras que no
tienes sueño, o que no te puedes dormir otra vez, puedes usar ese tiempo
como una oportunidad para meditar. Normalmente el sueño viene mientras la
relajación se establece. Si no lo hiciera, sin embargo, entonces
simplemente continúa sentándote. Con la práctica, tu necesidad de sueño
disminuye, y puedes encontrar que te alcanza con sólo cuatro o cinco
horas, o incluso menos. De hecho, hay el registro de meditadores que no
han tenido ninguna necesidad de sueño, sino en cambio de meditar. Esta
habilidad no es algo que se puede forzar o aprender, sino que se
desarrolla naturalmente.
Perseverancia
Los principiantes
encuentran frecuentemente que la práctica de sentarse es muy incómoda. De
hecho, algunos pueden seguir sintiéndose de ese modo inclusive después de
pasado el tiempo que los califica como principiantes.
Lo que los
mantiene volviendo es la perseverancia. Para progresar debes ser
perseverante, y debes sentarte cada día a la misma hora en el mismo lugar,
relajado y suavemente erguido, simplemente conciente de todo lo que esté
ocurriendo, o suavemente comprometido con la concentración y libre de todo
sentido de coerción.
Resultados
Buscar resultados
es contraproducente. Idealmente, todo pensamiento cae y es reemplazado por
un estado natural, el cual, incidentalmente, resulta ser saludable porque
es libre de deseo, y por esto, relativamente libre de stress. No tener
meta es refrescante pero es raramente comprendido, como tal, y para la
mayoría difícil de lograr. Los deseos de hacer, de sobresalir, y de
triunfar están en el corazón del mismo ser de uno. Abandonar tales
inclinaciones podría parecer estar fuera del alcance de lo que uno puede
hacer, porque se llevaría la ilusión del control. Esta es la razón por la
cual es muy importante una correcta comprensión del Dharma.
Sin preocupación
Abandona todas las
ansiedades! Deja de lado todas las cosas durante tu práctica y simplemente
regula tu respiración y tu mente. Entonces, incluso los pensamientos
corruptos son vistos llegar e irse. No ocupándote de ellos, tu mente se
vuelve calma. Cierra tus ojos mientras te sientas, y no verás las cosas
externas. Los sonidos pueden aun ser evidentes, y puedes sentir que son
molestos y que tu práctica es difícil; pero en cada momento, si eres
conciente de lo que estás pensando como sólo pensamiento, o de lo que
estás escuchando como sólo escuchar, tus problemas, como tales, de
desvanecen.
Hábitos
No es realmente
suficiente hacer sólo la práctica sentados; y ciertamente no es suficiente
si estás haciéndolo sólo dos veces por día. Debes estar consciente de tu
conducta y estar constantemente en guardia contra caer en la trampa del
comportamiento habitual. Esto significa que debes reconocer y luego buscar
el control de tu codicia, ira e ignorancia, que debes hacer el bien, tomar
refugio en los Tres Tesoros (Buda, Dharma, Sangha), observar los cinco
preceptos (no matar, no robar, no mentir, no cometer adulterio y no
consumir sustancias tóxicas), y que debes leer, estudiar e indagar para
hacer claro lo que comprendes del Dharma y poder establecer y mantener la
Correcta Comprensión y el Correcto Punto de Vista. De este modo, puedes
estar más libre de deseo, ser más capaz de concentrarte, y a su tiempo,
hacer que la meditación exitosa tenga lugar.
Es
probable que surjan experiencias
No te enojes si,
mientras practicas, súbitamente te vuelves muy caliente, transpiras
profusamente, te sacudes, incluso quizás violentamente, escuchas lo que
parece un sonido que lo penetra todo, te encuentras asumiendo varias
posiciones sin proponértelo, y posiblemente, veas apariciones. No intentes
suprimir ninguna de estas manifestaciones! Sin embargo, la mayoría de los
practicantes nunca tienen ninguna de tales experiencias, sino, por el
contrario, practican exitosamente y tienen el beneficio de una mejor salud
también. Uno podría decir que los misterios son debidos al karma, si bien
esto realmente no es más que decir que es lo que es. Debería ser
suficiente decir que la meditación puede ser a veces asistida por efectos
emocionales, mentales y físicos que son transitorios, en tanto y en cuanto
no haya un intento por detenerlos. Si ellos te enojaran, sólo comprende
que todo es vacío y que aun lo que parece existir cambia constantemente.
Mantén en mente que nada es real porque nada tiene ninguna naturaleza
inherente; y entonces no hay nada a lo que apegarse ni nada que rechazar.
Es con tal punto de vista que puedes ser libre del deseo, y entonces la
concentración seguirá naturalmente. Sin tal punto de vista, sin embargo,
estás en peligro de ser atrapado por cualquier cosa que pueda parecerte
importante.
El Maestro de
Dharma Tao Yuan, al describir su estilo de práctica, decía que alguien que
tiene prajña (sabiduría) debería despertar gran compasión y hacer un gran
voto para lograr samadhi, convertir a los seres sintientes ampliamente, y
no buscar la salvación para sí mismo. Él debe también abandonar todas las
condiciones, o en otras palabras, simplemente dejar de hacer cualquier
cosa en absoluto, sin diferenciar cuerpo de mente ni quietud de
movimiento. Él debería comer y dormir sólo lo suficiente para mantener su
salud, y debe hacerse de un tiempo y lugar para meditar todos los días,
sentándose ya sea en loto o medio loto. Si eligiera sentarse en loto, debe
ubicar su pie izquierdo sobre la parte más alta de su muslo derecho, y su
pie derecho sobre la parte más alta de su muslo izquierdo.
Respectivamente,
debe luego ubicar el dorso de su mano derecha sobre la palma de su mano
izquierda y luego poner el dorso de su mano izquierda sobre su pie
izquierdo en el medio loto, o sobre sus dos pies vueltos hacia arriba en
el loto, tocándose sus pulgares apenas ligeramente.
Habiendo
establecido una base confortable y estable, debe luego alinearse hacia
delante y hacia atrás, y balancearse de lado a lado, lentamente,
disminuyendo el balanceo hasta que encuentre un lugar de equilibrio, donde
sienta que se está sentando fácilmente y sin esfuerzo. Para asegurarse de
que esto es así, puede chequear para ver si sus orejas están en línea con
sus hombros y si su nariz está en línea con el ombligo. No debería, sin
embargo, forzarse a asumir y mantener una posición que no es natural para
él. Si quisiera, eventualmente, ser capaz de sentarse derecho, debería
dedicar tiempo para hacer sólo eso, como una práctica diaria separada.
Cuando él sea
entonces capaz de sentarse de este modo sin ningún pensamiento debiendo
ser dado a esto, puede incorporar esto al tiempo de su práctica de
concentración. Luego debe tocar con la punta de la lengua su paladar,
justo detrás de los dientes superiores, y mantener este contacto a través
de todo el tiempo en el que está sentado. Para evitar quedarse dormido,
tiene sus ojos ligeramente abiertos, dirigiendo su mirada hacia abajo a
través del espacio permitido por sus párpados bajados. Habiéndose
arreglado así, se sienta, pensando ni en bien ni en mal. Si cualquier
pensamiento surge, sin embargo, él debe estar atento de ellos como
solamente pensamientos.
Practicando de
esta forma durante un tiempo, él llega naturalmente a ser de una mente (
una mente que ya no está ocupada con los objetos).
Cuando se ha
llegado a este nivel, los cuatro elementos – tierra, agua, fuego y aire-
se dice que están automáticamente en naturalidad, y él ha logrado el nivel
de bendición. Volviéndose hábil en estas formas, él logra lo que se
describe como gran satisfacción. Si no es tan hábil, sin embargo, se le
aconseja concentrarse sobre la mente única hasta que sea exitoso en
obtener esta satisfacción. Cuando su periodo de práctica termina y está
listo para levantarse, se mueve lentamente. Así, cuando se levanta, él no
molesta su profunda concentración y puede, a su tiempo, continuar
manteniéndola en todo momento y lugar, sosteniéndola como si fuera un
bebé. Mientras sigue de esta manera, la completa fuerza de dhyana debería
eventualmente hacerse accesible a él.
Es fácil buscar
una perla en el agua calma, pero es muy difícil hacerlo cuando hay grandes
olas. La perla de la Mente aparece, entonces, en las claras aguas de
dhyana. En el Sutra de la Completa Iluminación, está escrito que Chang
Ting (dhyana) da origen a la sabiduría clara que es libre de toda
obstrucción, que está más allá de todo, y que se produce más prontamente
en la calma de la meditación.
Una pregunta en el
Gran Sastra inquiere por qué el Buda nos aconseja usar sólo la posición
del loto (o de medio loto). Su respuesta fue que, de todos los métodos que
han sido intentado para la meditación, la posición de loto fue encontrada
como la más estable y segura, permitiendo al practicante sentarse durante
un largo tiempo sin cansarse; y entonces es ideal para la práctica del
Chan. Tiene un modo de poner la mente de uno en orden también, así como lo
arregla a uno físicamente. De las cuatro avenidas de práctica de la mente,
sentarse, caminar, estar de pie y acostarse, la posición de loto esla
suprema, contribuyendo al comportamiento más apropiado para la práctica.
Hay practicantes
heterodoxos que levantan sus pies, se paran frecuentemente o desnudan sus
pies. Tales compañeros presumidos exhiben inquietud y no pueden calmar sus
mentes. Esta, entonces, es otra razón por la cual uno debería sentarse en
la posición de loto. Más aun, sentándose de esta manera, es más fácil para
uno
desarrollar el
pensamiento correcto y la correcta concentración que pueden luego llevar a
la unidad de la mente. En otra parte del Gran Sastra , se aconseja también
que alguien que quisiera aprender a meditar debería concentrarse en un
punto, el que debería ser tanto entre las cejas o en el medio de la
frente.
El gran Maestro
Tien Tai, Chih-Yi, quien enseñó Chih Kuan y métodos de práctica en Chan,
describió en gran detalle cómo uno debería regular su dieta para estar en
forma y entrar al Tao. Puesto en palabras simples, él decía que si comes
demasiado de una vez, tu estómago estará tan lleno que serás incapaz de
respirar apropiadamente. Esto, a su vez, causará que tus centros psíquicos
sean bloqueados y tu mente obstruida, haciendo extremadamente difícil,
sino imposible, tu práctica. Si, por el otro lado, no has comido lo
suficiente, esto puede causar que tu mente esté inestable porque busca
energía. Naturalmente, estas condiciones extremas deben ser evitadas, y
ellas sugieren sólo dos razones por las cuales uno debería practicar el
Camino Medio.
En consideración a
tu dieta, evita la comida que sólo tu puedes saber que es inapropiada para
tu práctica, puede mantener los elementos en desarmonía y puede llevarte a
la enfermedad. Esta es una manera de señalar la practicidad de estar
siempre atento, porque es a través de tal observación que puedes
finalmente aprender lo que es apropiado para ti. No es desoído que ciertas
comidas no sólo pueden hacerte sentir toda clase de malestares, sino que
también pueden causarle a uno súbitos cambios de humor, e incluso
alucinaciones. Por esto, el sutra dice que si estás físicamente cómodo, el
Tao puede prosperar, y si la comida y la bebida son reguladas
apropiadamente, la felicidad puede ser disfrutada en silencio y la mente
calma puede hacer una gran demostración de entusiasmo.
Regulando el sueño
Se dice que la
sobre indulgencia en el sueño resulta de la ignorancia, nubla la mente, y
debería ser desalentada. Aquel que duerme demasiado, pronto no sólo dejará
la práctica del Dharma de lado, sino que también perderá rápidamente la
capacidad de practicar, ya que su mente se vuelve confusa y todas sus
buenas raíces no serán de ninguna utilidad. Por consiguiente, uno debería
despertar a la impermanencia de la vida y regular su sueño para mantener
su espíritu en alto y su mente clara con el propósito de residir en el
estado que guía a la manifestación de la calma imperturbable. Por esto, se
dice además que la auto cultivación debería seguir siempre y que el sueño
excesivo no debería ser permitido para que el tiempo de uno no pase
inútilmente. Uno debe pensar en el fuego de la impermanencia que chamusca
todo el mundo y luchar por ser liberado de él lo antes posible, en lugar
de ser indulgente con el sueño excesivo.
Regular el cuerpo, la respiración y la mente
El cuerpo, la
respiración y la mente, son todos interdependientes y son concebidos a
veces como siendo aspectos de la misma cosa. En el Budismo, hay prácticas
que han sido diseñadas para trabajar con estos aspectos.
También, hay
métodos que son diseñados para llevarte a través de prácticas
preliminares, intermedias y finales. Estos métodos y prácticas son
empleados para prepararte a entrar en, y para salir, algunos dicen, del
corazón de todo eso: la meditación.
Tu actividad
diaria debe tener una cualidad suave. Si hay alguna rudeza en ella,
entonces tu respiración también se hace ruda; y cuando tu respiración es
ruda, tu mente está inestable, entonces cuando intentas sentarte, te
vuelves perplejo e incómodo. Para remediar esto, simplemente visualízate
como ya estando físicamente relajado y cómodamente sentado antes de
sentarte realmente a practicar. Cuando los efectos beneficiosos de este
simple procedimiento se hayan manifestado y te sientas cálido y relajado y
suavemente presente, puedes acomodarte en tu posición elegida de sentado.
Lo que sigue son
instrucciones para sentarse en la posición de medio loto, como lo describe
otro maestro. Acomoda tus almohadones para poder sentarte cómodamente
durante un largo tiempo. Entonces ubícate en la postura de medio loto.
Para hacerlo, siéntate derecho con tus rodillas hacia fuera a cada lado y
tus piernas cruzadas en los tobillos. Luego coloca tu pierna izquierda
sobre la cima de tu muslo derecho y desliza tu pierna izquierda hacia
cerca de tu bajo vientre, de modo que la planta de tu pie izquierdo esté
hacia arriba y los dedos de tu pie izquierdo estén paralelos a tu muslo
derecho. Los dedos de tu pie derecho también están acomodados de modo que
estén paralelos a tu muslo izquierdo.
Si quisieras
sentarte en la posición de loto completo, observa el procedimiento
anterior; y luego coloca tu pierna derecha sobre la izquierda, girando la
plante de tu pie derecho hacia arriba y llevándola cerca de tu bajo
vientre. Una vez establecido, afloja tu cinturón lo suficiente como para
evitar que se caiga y luego afloja cualquier cosa que pudiera estar
presionando ligeramente, como un reloj de pulsera o algún collar. Cuando
has hecho esto, apoya el dorso de tu mano izquierda en la palma derecha
girada hacia arriba, y descansa el dorso de la mano derecha sobre la
planta de los pies. Luego chequea para saber si estás inclinado,
desplomado o tenso, y, habiendo hecho los ajustes necesarios, sacude tus
miembros siete u ocho veces para relajarlos. Luego chequea de nuevo para
ver cómo estás sentado, asegurándote que no estés desplomado hacia abajo o
sentándote rígidamente, sino que estés erguido cómodamente. Tu cabeza no
debería estar hacia fuera ni hacia los lados, y tu mentón no debería estar
metido vigorosamente. Debes sentir que estás simplemente sentándote
naturalmente. Entonces, lenta y continuamente exhala a través de tu boca,
mientras imaginas que todas las toxinas e impurezas que podría haber en
tus centros psíquicos están siendo expelidas hacia fuera con tu
respiración.
Cierra tu boca,
para que tus labios y dientes superiores se encuentren con los inferiores
y tu lengua toque tu paladar, y luego cierra tus ojos e inhala aire puro a
través de tus narinas. Ahora, imagina que eres una montaña, estable e
inmóvil. Sentándote de este modo, puedes evitar tanto el esfuerzo como la
laxitud.
Regular la respiración
Para que la
meditación pueda tener lugar exitosamente, primero debe ser regulada la
respiración. Hay, tradicionalmente, cuatro clases de respiración: audible,
jadeante, áspera y sosegada. Las primeras tres son consideradas como algo
disruptivas. Si puedes escuchar tu respiración, se dice que es audible. Si
no es audible, y también está obstruida o no es libre, es llamada
respiración jadeante. Si la respiración no es ni audible ni fina, se dice
que es áspera. Cuando no es ni audible, ni jadeante ni áspera, sino
continua, siendo apenas perceptible y tan fina que es casi imperceptible y
también acompañada por la comodidad y facilidad, es llamada respiración
sosegada.
Una respiración
audible dispersa tu compostura; una respiración jadeante te obstruye; una
respiración áspera te cansa; pero una respiración sosegada indica una
mente tranquila. Si alguna de las tres primeras clases de respiración está
presente, significa que aun tu respiración no ha sido regulada.
Regular la respiración: sumario
Hay tres fases
notables que toman lugar durante el transcurso de esta práctica:
Concentrándote
apropiadamente, te relajas.
Tu mente se vuelve
calma mientras te relajas más y más.
Tienes la
experiencia de respirar a través de todos tus poros.
Regular la mente
Entrar en la meditación
El propósito o
meta, es reducir la confusión y el pensamiento, evitar que tu atención
vagabundee y estabilizar la mente cuando comienza a hundirse, a flotar, a
forzarse o a volverse demasiado difusa.
La mente hundida
es aburrida, confusa e inhallable. Incluso puede ocurrir el
adormecimiento. Por lo tanto, para remediar esto, se te aconseja que fijes
la atención en la punta de tu nariz.
La mente flotante
cambia; te sientes incómodo y estás preocupado las cosas exteriores. Por
lo tanto, se te aconseja fijar tu atención en tu abdomen porque se ha
encontrado que esto evita el surgir de los pensamientos. Logrado esto, se
dice que la mente está estabilizada y es calmada fácilmente. Entonces se
vuelve una mente regulada.
Meditación sostenida
La meditación
finalmente es simplemente conciencia sin intención. Sin embargo, eres
alentado a estar constantemente conciente y a saber si tu cuerpo,
respiración y mente están apropiadamente regulados. Si después de haber
regulado tu cuerpo y haberte sentado durante un rato notas que tu sentada
se ha vuelto forzada o disuelta, que te estás inclinando a un lado,
abatiéndote, levantando tus hombros o empujándolos hacia abajo o hacia
arriba, o que de algún modo no estás correcto, deberías hacer los ajustes
necesarios para mantener una mente regulada. Sería posible, sin embargo,
que aunque tu cuerpo estuviera regulado, tu respiración no lo estuviera,
aun después de que hayas tratado con
varios aspectos
irregulares de la respiración, que puede ser audible, jadeante o áspera.
También puede suceder que, aun cuando el cuerpo y la respiración hayan
sido regulados, la mente esté ya sea flotante, hundida, floja, forzada o
desenfocada, en cuyo caso los métodos mencionados antes deberían entonces
ser
usados para
regular la mente. Si bien esos métodos son para ser usados
convenientemente, más que en sucesión, ellos pueden, sin embargo, parecer
muy intencionales. Realmente, es un poco como aprender a andar en
bicicleta; una vez aprendido, se cuida por sí mismo.
Saliendo de la meditación
Antes de que tu
sesión de meditación finalice, deberías, a manera de una charla, dejarla
de lado y exhalar, usando tu boca mientras visualizas el aire saliendo de
tus centros psíquicos. Entonces suavemente gira tus hombros, brazos,
manos, cabeza y cuello; luego haz rotar los dedos tus pies para
relajarlos. Habiendo hecho esto, frota tu cuerpo con tus manos, y luego
frota tus palmas entre sí y colócalas sobre tus ojos, manteniéndolas
durante un momento. Finalmente cuando sientas que te has refrescado lo
suficiente, puedes dejar tu asiento. Salir de la meditación súbitamente,
aun cuando todo pueda haberse estabilizado mientras estabas sentado, puede
causar dolores de cabeza y toda clase de enfermedades.
La práctica de
Chih Kuan con relación a la mente áspera y distraída Cuando un
principiante se sienta a practicar, su mente está generalmente distraída y
dispersa. Practicar Chih es conducente al control de la mente, pero
fracasando en esto, uno puede cambiar a Kuan. Veamos qué significa todo
esto.
El primer enfoque,
llamado Chih, tiene tres componentes, como sigue: De acuerdo al sutra, una
mente fija que no puede extraviarse es como un mono atado. Aplicado a la
práctica, significa ijar tu atención en la punta de tu nariz, en tu
vientre, o una pulgada debajo del ombligo.
El sutra dice
luego que los cinco órganos sensoriales son controlados por la mente. Para
detener una mente vagabunda, la restringes a través de la observación
mientras se mueve.
La comprensión es
de una importancia capital. Nuevamente en referencia al sutra, encontramos
que las causas que crean los fenómenos son sin dueño y vacías. Quienquiera
que calme su mente, tiene las bases para la práctica monástica. Detener
todas las causas que surgen y asegurar el logro de la Realidad Absoluta
por medio de la comprensión de que todas las cosas (dharmas) surgen de la
mente, que su existencia es debida a las causas circunstanciales y que
ellas son vacías de un yo separado. Si esto es comprendido, la mente no se
aferrará a nada, y su condición revuelta simplemente llegará a un
detenimiento total. El término Chih significa justo eso, detener.
El segundo
enfoque, llamado Kuan, tiene dos componentes, como sigue: Si te encuentras
atrapado en el deseo sexual, por ejemplo, deberías cultivar el punto de
vista opuesto, viendo al sexo como algo sucio y repugnante. Cuando estás
consumido por la rabia, debes encontrar un modo de expresar compasión en
su lugar. El opuesto de un apego a las preocupaciones del ego sería
recordar a la mente cómo todo es una ilusión.
Cuando eres
abrumado por los pensamientos, puedes contar tus respiraciones. El efecto
de esta estrategia es, finalmente, llamar a un cese de la discriminación.
Esto consiste en
ver la naturaleza de las cosas y ver que ellas no tienen una naturaleza
inherente, y que su existencia aparente depende de causas, las cuales, a
su vez, son dependientes de experiencias pasadas y de lo que se presume
como las circunstancias presentes. En otras palabras, las causas, también,
no tienen naturaleza inherente; y así ellas son realmente idénticas a la
realidad indiferenciada de la cual ellas aparentemente surgen. Dado que
los objetos, así contemplados, son irreales, le sigue luego que la mente
que los contempla cesará de surgir.
La
puerta del Dharma de Chih Kuan
Para recapitular,
recuerda que en función de prepararte para la meditación, deberías
sentarte apropiadamente y regular tu respiración para estabilizar y
controlar tu mente. Esto requiere un gran manejo de la paciencia para la
mayoría de los practicantes porque la mente es, ordinariamente, bastante
desordenada. No triunfar en esto no debería alejarte de hacer Chih Kuan,
sin embargo; ni significa que debería dejar tu práctica de regular el
cuerpo, habla y mente. Como sea, pronto descubrirás que la actividad de la
mente es como un mono, que nunca para un instante. El consejo que se da
tradicionalmente es limitar los movimientos del mono. El Chih, en Chih
Kuan, significa detener y se refiere a detener la actividad falsa o
descarriada de la mente. Para hacer esto, es decir atar a la mente de mono
practicando Chih, el primer paso es fijar la mente en un objeto solo para
evitar que vagabundee de un objeto a otro. Habiendo logrado esto, tu miras
hacia adentro para contemplar tus pensamientos. Allí, descubres nuevamente
queellos surgen en gran número y frecuentemente sin ninguna relación,
apareciendo, en gran parte, de modo aleatorio. También comprendes que los
futuros pensamientos aun no han llegado. Cuando te preguntas cuál de esos
pensamientos es tu mente, comprendes que tu falsa mente surge y
desaparece, y es, por consiguiente, vacía de realidad. Si sigues de este
modo, te vuelves familiar con esta irrealidad, y tu mente falsa llega a un
fin por sí misma; y con la mente falsa en un fin, la realidad es evidente.
Cuando apenas te
sientas a practicar, frecuentemente tu mente no está asentada. Esto es
llamado propiamente mente no establecida, y para ponerla a descansar,
detener, o Chih, es usado. Si es detenida una y otra vez, el proceso de
pensamiento gradualmente llegará a un fin. Mientras estás meditando,
puedes encontrar que te estás adormeciendo. Esto es llamado mente hundida,
y la manera para despertarla es por medio de la contemplación, o Kuan, que
involucra cerrar tus ojos y mirar hacia adentro, por así decirlo, a la
fuente de tus pensamientos. Hay tres clases de Kuan, o contemplación:
contemplación del vacío; contemplación de lo irreal; y contemplación del
medio.
Contemplación del vacío
Miras en todas las
cosas del universo, desde las más grandes, incluyendo a la tierra, las
montañas, y los ríos, hasta las más pequeñas, incluyendo tu cuerpo y
mente. Haciéndolo así, percibes que todo cambia a cada instante y es no
existente y vacío; y cuando tu mente mira dentro de esta vaciedad, es
llamada contemplación del vacío.
Contemplación de lo irreal
Cuando eres
familiar con esta contemplación del vacío, miras en tu mente o en el
lugar, por así decirlo, del cual los pensamientos surgen, y encuentras que
cada pensamiento tiene su objeto. Luego comprendes que cada fenómeno debe
su existencia a la unión de una causa interna y de una circunstancia
externa concurrente. Por ejemplo, un grano de arroz brota a causa de la
unión de una causa interna directa, que es la semilla, con una condición
externa concurrente, en la forma del agua y el barro que lo humedecen y lo
nutren. Si el grano de arroz no es sembrado y se queda en el depósito,
nunca brotará porque hay sólo una causa interna, directa, sin una
condición externa. También, si hay sólo agua y barro, sin que la semilla
sea sembrada, ellos solos no pueden producir el brote porque no ha habido
ninguna unión con una causa original, llamada la semilla. Cada fenómeno en
el mundo es creado por la unión de causas y circunstancias directas y se
desvanece tan pronto como ellas son separadas. Esto incluye los
pensamientos que surgen y desaparecen en la mente y que no pueden ser
aferrados. Tal contemplación es llamada mirar en lo irreal.
Contemplación del medio
Hay dos actitudes
contrastantes en la contemplación del vacío, por un lado, y mirar en lo
irreal, por el otro. Cuando alcanzas este estado, tu logro es aun
incompleto. Habiendo triunfado en la contemplación del vacío, no te
aferras al vacío; y cuando has logrado la contemplación de lo irreal, no
te adhieres a lo irreal. Cuando triunfas en evitar los dos extremos del
vacío y lo irreal, tu mente que no se aferra y no confía será
extremadamente clara, y este estado es llamado contemplación del medio.
A primera vista,
la Puerta del Dharma de Chih Kuan parece implicar diversos o sucesivos
niveles. En práctica, el uso de tanto Chih como Kuan depende solamente en
las inclinaciones de la mente durante la meditación.
Como un asunto de
hecho, el propósito de Chih es regresar todos los pensamientos a uno, la
mente una, y el de Kuan es obtener visión clara en la realidad, la cual
debe ser libre de la ilusión. Cuando se practica el detener, o Chih, no
debería alejarse de detener. No aferrarse a la palabra impresa, sino
practicar inteligentemente, de acuerdo con las circunstancias. La
respiración es la fuente de la vida. Cuando la respiración se detiene, el
cuerpo no es nada más que un cadáver inanimado. Con el sistema nervioso ya
sin funcionar, la mente se desvanece y la vida llega a su fin. Esta es la
razón por la que se dice que la vida es preservada por la respiración, la
cual une al cuerpo con la mente. Así, vemos que un ser humano está
compuesto de cuerpo, respiración y mente, y que la respiración juega el
rol importante de unificar los otros dos componentes.
El manual de
meditación Tien Tai, titulado Las Seis Profundas Puertas del Dharma (Tung
Men Chih Kuan), se enfoca en la respiración como una práctica inclusiva
que puede ser precedida por el entrenamiento en el método Chih Kuan, o
puede ser usada independientemente. Los niveles consecutivos son como
sigue:
Contar las
respiraciones
Seguir las
respiraciones
Detener (Chih)
Contemplación (Kuan)
Retornar
Purificación
El
método de contar las respiraciones
El método de
conteo de las respiraciones ofrece dos posibilidades, como sigue: después
de que hayas regulado tu respiración, de modo que no sea ni demasiado
tensa ni demasiado floja, cuenta lentamente del uno al diez en cada
inhalación o en cada exhalación. No cuentes en las dos. Por ejemplo,
inhalando, cuenta uno; luego exhala y al inhalar de nuevo, cuenta dos, y
así sucesivamente. Tu mente pronto se vuelve fijada sobre la actividad y
no vagabundea tan pronto. Si vagabundea antes de que hayas llegado al
diez, regresa suavemente y sin pensamientos adicionales al uno, y reanuda
el conteo como se explicó antes. Este es el método de meditación conocido
como conteo de respiraciones.
Comprensión
lograda a través del método de conteo de respiraciones
Mientras te vas
acostumbrando al método recién descrito, tu respiración se vuelve más y
más fina, hasta que parece ser no-existente. Este nivel es llamado
comprensión a través del conteo de respiraciones.
El
método de seguir la respiración
Este método es
tanto fácil como simple: sólo enfócate en tu respiración y síguela
consciente, sosteniéndola suavemente, hasta que ya no sea un problema.
Entonces la mente y la respiración se vuelven una.
Comprensión
lograda a través de seguir la respiración
Mientras sigue a
la respiración, tu mente se vuelve crecientemente sutil.
Puedes notar, al
comienzo, la duración de tu respiración; pero mientras se vuelve más
refinada se hace casi indetectable, y en ese punto se siente como si
estuviera ocurriendo a través de los poros de tu piel. El efecto sobre tu
mente es aquietante o calmante. En este nivel de práctica, puedes desear
cultivar tu respiración más profundamente. Tu próximo paso será la
práctica de detener, también consistente de dos fases: Chih y Kuan.
La
práctica de detener, o Chih
Enfócate
ligeramente sobre la punta de tu nariz; esto lleva a detener. En el curso
de esta simple práctica, puedes sentir repentinamente como si tu cuerpo y
mente se hubieran desvanecido; entrarás, por lo tanto, en un estado de
calma llamado dhyana.
Comprensión
lograda a través de la práctica de Chih
En este nivel, la
claridad de desarrolla por medio de la atención. Ya no te sientes apegado
a nada, y ya no hay un sentido de sujeto y objeto mientras estás sentado;
entonces prosigues al nivel llamado Kuan.
La
práctica de la contemplación, o Kuan
Esta práctica
consiste en una observación suave, pasiva, de tu respiración refinada,
considerándola como un movimiento en el vacío que no tiene realidad por sí
misma.
Comprensión
lograda a través de la práctica de Kuan
Este es un
refinamiento posterior de la práctica en la cual llegas a sentir como si
estuvieras respirando a través de los poros de tu piel. A un observador
puede parecerle como si no estuvieras respirando. Cuando alcanzas este
nivel, Chih y Kuan se vuelven indistinguibles. Como un punto de interés,
el Samatha Vipasyana para los principiantes difiere de Chih Kuan en la
intención, ya que la primera desarrolla la atención, mientras que la
segunda desarrolla la absorción. Una sesión extendida de contemplación
debería ser seguida de Regresar.
El
método de Regresar
Contemplando tu
respiración, puedes comprender que hay una mente aparentemente subjetiva
que contempla una aparentemente objetiva respiración y que estas
constituyen muy claramente dos polos, la esencia, de dualidad. Sin
embargo, ellas deben ser regresadas, por decirlo así, al uno, la Mente
fundamental.
Comprensión
lograda a través del método de regresar
Este método
desarrolla la conciencia del conocedor que contempla la respiración como
surgiendo y cayendo con la mente. Este surgir y caer de la mente es
experimentado como las olas que surgen y caen en el océano, y esto lleva a
la comprensión de la naturaleza ilusoria de todo. Las olas no son el agua,
el rostro fundamental que puede ser visto después de que las olas han
disminuido. Similarmente, la mente que surge y cae, como las olas en el
mar, no es la Verdadera Mente. Ahora ves dentro de esta Mente Verdadera,
que es increada. Porque es increada, está más allá de es y no es, por
consiguiente, vacía. Porque es vacía, se desprende que no hay mente
subjetiva que contempla. Porque no hay mente que contempla, se desprende
que no hay objeto contemplado; y porque el conocimiento y su objeto se
desvanecen, esto es llamado La Comprensión del Método de Regresar.
Siguiendo a esta comprensión, la idea de regresar permanece; para
abandonarla, uno debe meditar sobre la pureza.
Realización del estado de Pureza
La práctica de la
purificación consiste en la contemplación de los puntos de vista
discriminadores. Cuando la mente está quieta como el agua calma y hay una
ausencia de falso pensamiento, la Mente Real, que no existe aparte del
falso pensamiento, se manifiesta. Esta clase de mente agua- sin- olas es
llamada La Realización de la Pureza.
Estas Seis
Profundas Puertas del Dharma pueden ser vistas como consistentes de una
serie preliminar de métodos, incluyendo contar y seguir las respiraciones,
las dos prácticas principales de Chih y Kuan, y las prácticas concluyentes
de regresar y purificar. Más específicamente, detener (Chih) es la
práctica primordial, mientras que la contemplación (Kuan), es su soporte,
hasta que la percepción es realizada, lo que significa que uno ya no está
involucrado en hacer distinciones o en tener apegos. Esta referencia a la
percepción se refiere a los cinco skandhas, donde es visto que las
distinciones son hechas al nivel de la concepción. Así, no pertenecer más
a este nivel es estar en el nivel más sutil de las percepciones
(nuevamente con relación a los cinco skandhas).
Para realizar la
Gran Dhyana y la Gran Prajña, la mente debe estar cómoda. El proceso de
las Seis Profundas Puertas del Dharma contiene métodos que están diseñados
para regular la mente, permitiéndole relajarse. Esto es importantísimo,
porque si no sabes cómo relajarte, no puedes ni siquiera comenzar a
practicar. Habiendo aprendido a relajarte, entonces, y con la mente y la
respiración regulados, la meditación puede tener lugar. Entonces puedes
practicar las Seis Profundas Puertas del Dharma de contar, seguir,
detener, contemplar, regresar y purificar, yendo a través de todas ellas
una y otra vez, lenta y pacientemente, poniendo tu mente cada vez más
cómoda mientras dejas ir más y más. Seguir cualquier orden estricto de
práctica en este momento es contraproducente. Si encuentras que contar las
respiraciones va bien para ti, cuenta tu respiración. Si el método de
purificación parece apropiado y funciona bien para ti, hazlo. Entonces, en
unos pocos días, puedes ser capaz de comprender tu mente fácilmente como
nunca antes.
Meditación y Chan Ting
Basta decir que
hay muchos enfoques hacia la meditación en el Buddhadharma que no se
encuentran bajo el título de Chan y Chan Ting.
Chan Ting solo es
un nombre paraguas para muchos métodos: Los Cuatro Dhyanas, Las Cuatro
Infinidades, Los Cuatro Vacíos Mundanos Chan, Las Nueve Observaciones, El
Samadhi de los Nueve Grados (supramundanos), el Chan de la Naturaleza
Propia, y el Chan Ting. Estos enfoques pueden llevarlo a uno a un profundo
dhyana, donde es encontrada la sabiduría real; y con sabiduría real, puede
haber auto-iluminación, iluminación de los demás y la Iluminación Suprema
Insuperable.
Ha sido sugerido
que sentarse a meditar solo en un bosque o en una montaña remota parecería
abnegar el voto del Bodhisattva de salvar a todos los seres vivos. En
respuesta a esto, consideremos que incluso un Bodhisattva que está lejos
de todos los seres vivos aun los retiene en su mente. Por consiguiente, es
de este modo, cuando meditas en el lugar tranquilo de Chan Ting y has
adquirido real Sabiduría, que puedes ayudar verdaderamente a los seres
vivos. Si aun eres curioso en cuanto a por qué debes practicar en soledad,
considera esta analogía. Es algo así como intentar encender una lámpara en
medio de un viento fuerte, como opuesto a llevarla a una habitación donde
el aire está calmo. Así como es difícil, si no imposible, encender una
lámpara en medio de una tormenta, es igualmente difícil encontrar
sabiduría en una mente desordenada. Así, incluso los Bodhisattvas viven
alejados de los seres vivos y están en lugares tranquilos, de modo que
pueden practicar Chan Ting y desarrollar y purificar su sabiduría.
Debes concentrarte
o enfocar tu atención en cualquier cosa que estés haciendo en el mundo de
todos los días, si quieres hacerlo apropiadamente.
Lo mismo se aplica
al tranquilo mundo interior, también, si bien no exactamente del mismo
modo. Para hacer otra analogía, digamos que tienes una lámpara que está en
buen funcionamiento y que todas las condiciones que la rodean contribuyen
a que produzca una luz buena, brillante. Es sólo entonces que tendrás una
luz buena y brillante. Sin embargo, la práctica del Buddhadharma
seguramente es mucho más sutil que el acto de encender una lámpara. La
mente de confusión es mucho más liviana que la más liviana de las
obstrucciones y se mueve tan rápido que se ha ido antes de que pueda
hacerse algo acerca de ella. No puede ser controlada, porque cualquier
intento es, en sí mismo, un acto de confusión.
Tan rápido como un
relámpago, los objetos de la mente aparecen y desaparecen, y esta
actividad frenética no se detiene. De hecho, no se puede detener! La única
salida de este embrollo es hecha posible a través de la meditación.
En el Comentario
sobre Dhyana Paramita, está escrito que un Bodhisattva debe abandonar a su
familia y todas sus posesiones mundanas, estar listo para dejar su propia
vida, y luego quedarse en un lugar tranquilo para preparar su mente para
dhyana permaneciendo calmado y tranquilo en cuerpo y mente. Cuando él está
libre de pensamiento, no hay lugar para que surja el mal. Preparándose
para dhyana, uno debe soportar cualquier cosa que le ocurra, no cansarse
jamás, perseverar siempre. Cuando se confronta con el mal ( un obstáculo
para samadhi), él debe ejercitar gran paciencia en no responder con la
corrupción de la ira. Esto es logrado por no discriminar y por no
aferrarse ni rechazar nada. En su búsqueda de dhyana, él se concentra
sobre la Mente única (la única mente siendo nomente).
Nada lo desvía de
su curso. Se sienta, nunca se acuesta, se sienta aunque esté cansado,
nunca descansa; y, aunque parezca que no gana nada con sus aparentes
esfuerzos, él muestra de ese modo, de hecho, su gran progreso. Un
Bodhisattva practica y completa todas las Seis Paramitas, se concentra en
la Mente única, la cual es no-mente, y puede comprender finalmente todos
los aspectos de nacimiento y muerte en el mundo a través de Prajña.
Contar la respiración
Todas las Seis
Maravillosas y Profundas Puertas del Dharma pueden producir varias clases
de dhyana. El primero de estos es logrado por la práctica del conteo de
las respiraciones, porque de este modo llegarás a las Cuatro Dhyanas de la
Forma, Las Cuatro Mentes Inconmensurables, y Las Cuatro Dhyanas sin Forma.
Cuando has logrado el último nivel de Ni Pensar ni no Pensar No es
Nirvana, sólo has logrado El Camino de los Tres Vehículos, porque este
Chan Ting mundano no es aun real, teniendo aun alguna corrupción. Usando
La Puerta Maravillosa del Dharma de contar las respiraciones y ni
discriminando ni aferrando, puedes lograr todos los Tres Vehículos en el
nivel del Hinayana.
Siguiendo la respiración
Por esta segunda
práctica, puedes lograr los Dieciséis Dharmas Especiales: Cuando inhalas,
conocer que estás inhalando;
Cuando exhalas,
conocer que estás exhalando;
Conocer cuando
estás respirando una respiración corta o larga; Conocer a todo el cuerpo
como la respiración;
Conocer el
movimiento del cuerpo;
Conocer el deleite
de la mente;
Conocer la
felicidad de la mente;
Conocer la
actividad de la mente;
Conocer la
comodidad de la mente;
Conocer la
concentración de la mente;
Conocer la
libertad de la mente;
Conocer la
impermanencia;
Conocer a todas
las cosas (dharmas) como dispersos;
Conocer la
carencia de deseos;
Conocer la nada o
la propiedad de desvanecerse;
Conocer qué es
abandonar y dejar todo.
Detener
Si practicas el
detener, puedes lograr cinco clases de dhyana, como sigue: Samadhi de la
Rueda Terrestre (el cual no es aun haber llegado al décimo nivel);
Samadhi de la
Rueda Acuática (que te permite tener buenas condiciones para todas las
clases de dhyana);
Samadhi de la
Rueda Espacial (el que consiste en cinco medios hábiles, donde comienzas a
comprender el espacio como siendo sin ninguna naturaleza);
Samadhi de la
Rueda de la Arena Dorada ( el que te libera de los puntos de vista
erróneos, de modo que ya no te aferras a la sabiduría correcta); Samadhi
de la Rueda de Diamante (el cual es conocido también como el Tao
Completamente sin Obstáculos, una práctica que te permite cortar las
ataduras a los Tres Reinos del Deseo, Forma y No-Forma para siempre).
Más aun, por
detener puedes lograr la Sabiduría sin Nacimiento, donde puedes ganar la
entrada a Nirvana.
Contemplación
A través de la
contemplación, puedes tomar parte de los Nueve Pensamientos, las Ocho
Líneas del Pensar, la Libertad de las Ocho Formas, los Ocho Niveles de
Concentración Mental, los Diez Universales, el Samadhi de los Nueve
Grados, el Samadhi del Rugido del León Poderoso, el Samadhi Trascendental,
la Práctica del Chan, Las catorce Transmutaciones de la Mente, el Samadhi
de Triple Brillo, los Seis Poderes Trascendentales, y las ocho
Liberaciones, todas las cuales te permiten adquirir el Samadhi de No-
Sensación y No-Pensamiento.
Regresar
El meditador, a
través de Prajña, es liberado de las corrupciones por el regreso al vacío
de la Fuente Original, la cual es no-fuente y en la cual no hay nada sino
vacío sin forma y con no-acción indicando una ausencia de naturaleza
propia. Sin ninguna naturaleza propia, ya no hay más un sujeto y un
objeto, y las distinciones ya no son hechas porque no hay nadie que las
haga y nada sobre lo cual hacerlas.
De este modo, las
treinta y siete condiciones que llevan a Bodhi son satisfechas, así como
aquellas contenidas en las Cuatro Nobles Verdades, Los Doce Nidanas, y en
la Correcta Contemplación del Camino Medio, donde Nirvana puede ser
obtenido.
Purificación
Si un meditador
sabe, a través de Prajña, que todos los Dharmas son originalmente puros,
él puede adquirir el Dhyana de la Propia Naturaleza porque ha logrado lo
que es conocido como el Nirvana Hinayana, o el Nirvana de los Dos
Vehículos. Si un Bodhisattva puede ingresar en el estado del Rey de la
Rueda de Hierro, ha completado los Diez Grados de la fe del Bodhisattva y
continúa practicando, él puede producir las siguientes nueve clases de
Gran Dhyana:
Dhyana de la
Propia naturaleza
Todas las clases
de Dhyana
Dhyana Difícil
Todas las Clases
de Puertas de Dhyana
Dhyana de buena
Persona
Dhyana Todo Activo
Dhyana de librarse
de las corrupciones
Dhyana del gozo de
Esta Vida y de la Próxima Vida
Dhyana Puro y
Claro (dado que un Bodhisattva depende de esta clase de Dhyana, él puede
obtener el Fruto de Gran Bodhi Nirvana) En la Iluminación Súbita, la
naturaleza de la mente es comprendida como siendo originalmente pura. Los
Dharmas no son ni aferrados ni rechazados; no hay ni ser ni no ser; no hay
ni nacimiento ni muerte; no hay ni esto ni aquello; y no hay ni vacío ni
existencia. Entonces, hay el conocimiento alcanzado por la conciencia de
la no-dualidad, donde nada es aferrado, no habiendo ni alguien que aferre
ni nada que pueda ser aferrado. Si la Sustancia Original es conocida, hay
libertad del apego a los objetos de los órganos sensoriales. Una vez que
ya no hay ilusión de la existencia de un yo permanente, ya no hay más
ningún estorbo. No hay deseo del vacío y no hay apego a la calma; hay
simplemente lo que sea que haya, sin definir ni elegir. Resumiendo esto,
podría haber aun un cierto nivel de estorbo de la conciencia donde hay un
reconocimiento de estar aun en medio de causas y condiciones, sin apego;
pero debe ser comprendido que aun este reconocimiento es una clase de
apego.
El Sastra de
Ingresar en el Tao de la iluminación Súbita, por el Maestro Chan Hui Hai
de la Dinastía Tang, pregunta qué método debería ser usado para comprender
el Dharma Original. La respuesta es que uno sólo necesita practicar Dhyana.
Consultando el Sutra de la Puerta Chan, uno lee que si buscas la sabiduría
del Buda, necesitas Chan Ting; porque sin esto, tendrás una gran
abundancia de pensamientos falsos y estarás en peligro de destruir tus
buenas raíces. Para comprender esto más claramente, Chan Ting se define
como sigue: Cuando no hay falsos pensamientos, eso es Chan; y ver la
Naturaleza original de uno es Ting. La Naturaleza Original es también
conocida como No-Nacimiento, o Mente No- Nacida, donde no hay más nadie
para ser movido por los ocho vientos de ganancia, pérdida, difamación,
fama, elogio, ridículo, dolor y gozo. Así, aun si uno es mundano pero ha
logrado Ting, ya se aproxima a ser un Buda.
Está escrito en
alguna otra parte que si eres libre de los apegos y ya no piensas más en
las cosas (dharmas) durante la meditación ni discriminas entre bien y mal,
entonces las cosas pasadas son pasadas. Si no piensas en ellas, la mente
del pasado se desvanece. Esto es llamado no-pasado. Más aun, el futuro aun
no ha llegado; y cuando no es necesario desear obtenerlo, la mente del
futuro no está más. Esto es llamado no-futuro.
Finalmente, el
presente ya es presente, y no hay necesidad de aferrar nada.
Cuando eres libre
de pensamientos, ya no hay ningún aferrar. Sin aferrar, la mente del
presente se desvanece. Esto es llamado no-presente. Entonces tu mente no
reside en nada, y esto es Mente Original y Naturaleza Original.
Esta mente que no
reside en nada es la Mente del Buda, la Mente de Liberación y la Mente de
No Nacimiento. El Maestro Zen Kuei Feng dijo que la Verdadera Naturaleza
no es ni pura ni impura y que no hay diferencia entre lo sagrado y lo
mundano.
Variedades del Chan
El Maestro Kuei
Feng, también, dijo que cuando son referidos los niveles profundos y
superficiales del Chan y que cuando una persona elige practicar los
profundos porque mira con desprecio a los niveles superficiales y luego
encuentra una manera de hacerlo, en lo que esta persona se involucra es
llamado Chan heterodoxo. Aferrarse a causa y efecto y practicar con gusto
y disgusto son conocidos como el Chan de las personas mundanas. Sin
embargo, cuando sólo la ilusión del yo personal ha sido eliminada a través
de la Iluminación pero no la de la naturaleza propia de los dharmas
(cosas), esto es llamado Chan del Hinayana. Por otro lado, cuando el ego y
todos los dharmas son iluminados, esto es llamado Chan del Mahayana. Aquí,
la propia naturaleza del yo de uno y la propia naturaleza de todo lo
demás, o todos los dharmas, son conocidos como irreales. Si la propia
mente de uno es iluminada súbitamente, está en su pureza original, libre
de la corrupción y no fuera de la corriente. Esta mente es el Buda, y
practicar de esta manera es llamado el Chan Supremo.
El Sexto
Patriarca, Hui Neng, describió al sentarse Chan estableciendo que estar
sin obstáculos en el Dharma y estar más allá de toda idea del bien y del
mal, sin que surja un solo pensamiento, es llamado sentarse, mientras que
ver dentro de la calma de la Naturaleza Original de uno es llamado Chan.
En cuanto al Chan Ting, él dijo que la ausencia de la forma externa (o sea
sin objeto) es Chan, y ser libre de la confusión del pensamiento (o sea
no-sujeto), es Ting. Más aun, él dice que si uno se aferra a las formas
(los objetos aparentes afuera), esto es evidencia de una mente confusa y
agrega a la confusión de lo que la mente concibe como estando adentro. Si
uno no está más apegado a los objetos y a la existencia de un afuera,
entonces ya no hay más semejante confusión de la mente. La Naturaleza
Original es pura y calma, pero es perturbada por el pensamiento y, luego,
por los objetos. Cuando no hay cosas, no hay afuera y no hay confusión en
la mente, esto es Ting real. El Sutra de la Disciplina del Bodhisattva es
un poco más sucinto. Allí, simplemente dice que originalmente tu propia
naturaleza es limpia y pura.
Observar la mente
Ordinariamente
estamos preocupados por las cosas que son concebidas como estando fuera de
nosotros, o, esencialmente, los objetos de nuestros pensamientos; y nunca
pensamos en observar el lugar interno, por así decirlo, de donde parecen
surgir los pensamientos. Por mirar internamente en fuente del pensamiento,
los trabajos de tu mente son aun evidentes pero ya no son tan comandantes,
y una clase de observación más y más pasiva revela que el falso
pensamiento se reduce y puede ayudar a descubrir tu Verdadera Naturaleza.
En todos los sutras del Mahayana, puede verse que Prajña (sabiduría) debe
ser acompañada de la Iluminación Universal. En uno de tales sutras,
titulado Observando el terreno de la Mente, se dice que uno que observa la
mente puede ser liberado pero que uno que no lo hace está siempre atado a
nacimiento y muerte. A lo largo de algunas líneas similares, uno encuentra
en el Sutra del Nirvana que el Dhyana Supremo es descrito como la
observación de la naturaleza de la mente.
Chih Kuan, en el
Buddhadharma, es traducido tanto como Dhyana y Sabiduría (Ting Hui) o
Calma e Iluminación. En el Maha Chih Kuan, la calma de la Naturaleza del
Dharma es llamada Chih, y la calma con iluminación es llamada Kuan; y
concluye, por consiguiente, que Chih Kuan es el método supremo para
purificar la mente. Hay, sin embargo, varias maneras de practicar Chih
Kuan. Sólo por mencionar unas pocas, están la Profunda y la Superficial,
Súbita y Gradual, Cultivación y Principios, y Completa e Incompleta; y
para complicar aun más las cosas, hay tres categorías diferentes de Chih
Kuan en la tradición Tien Tai: gradual, no fijada, y perfecta.
Chih Kuan Gradual
En el Comentario
del Paramita Dhyana del Chih Kuan Gradual, la práctica es descrita como
siendo superficial al comienzo y profunda después, lo que implica un
desarrollo gradual. La comprensión, sin embargo, se dice que llega
súbitamente.
Chih Kuan no fijado
Chih Kuan no
fijado, también conocido como Las Seis Puertas Maravillosa del Dharma, es
a veces descrito como un método paso a paso llevando a la comprensión
súbita. Aquí, la práctica es gradual al comienzo y súbita luego.
Chih Kuan perfecto
En el Maha Chih
Kuan, se dice que en el Chih Kuan Perfecto y Súbito, todas las condiciones
y realidad son meramente tres contemplaciones en una mente, y que sólo hay
comprensión y acción súbitas, sin distinción sobre cuándo comienzan o cómo
progresan de allí en adelante.
Las prácticas del
método Maha Chih Kuan son completas, seguramente, pero son demasiado
sutiles para ser hechas sin la ayuda de un maestro consumado. Sin embargo,
hasta ese momento mientras el lector puede descubrir a ese maestro, él
podría practicar el siguiente método efectivo para observar la mente.
Siéntate confortablemente en la posición del loto o en cualquier otra
posición que sea adaptable a ti. Deja todas las cosas de lado, e incluso
renuncia al mismo pensamiento de dejar todo de lado. De este modo,
pensando ni en el bien ni en el mal, cierra tus ojos suavemente y
ligeramente observa de dónde parecen surgir tus pensamientos. Esto te
permite ser pasivamente consciente de tus falsos pensamientos mientras
ellos vienen súbitamente y del mismo modo se van, ni aferrándote a ellos
ni apartándolos; así, a su tiempo, puedes llegar a comprender
profundamente que el falso pensamiento no tiene naturaleza propia (es
vacío), y que es originalmente vacío. Cando el falso pensamiento es así
iluminado por tu mente, se vuelve evidente una calma, que luego se vuelve
talidad. Luego si otro pensamiento surge súbitamente, usando el mismo
enfoque, sólo observa ligeramente para ver de dónde parece provenir el
pensamiento.
Haz esto al menos
una vez al día, durante por lo menos media hora.
Si continúas
reforzando tu conocimiento del Buddhadharma, también, a través de la
lectura y encontrando gente que esté inclinada a escuchar lo que podrías
tener que decir acerca del Budismo o la práctica, entonces, durante un
periodo de tiempo, esta meditación puede ayudar a reducir el falso
pensamiento (conocido como usar la sabiduría para apoyar a Ting) e
incrementar el poder de la iluminación (conocido como usar Ting para
causar sabiduría). Si continúas de este modo, eventualmente serás capaz de
sentarte sin un solo pensamiento surgiendo. Cuando hay conciencia, sin
residir ni aferrarse, la fuente de la mente es vacía y calma. Entonces, la
Sabiduría (Prajña), y la Naturaleza Original responden como una de momento
a momento. En el Sutra de la Mano- Flor, se establece que cuando observas
la mente, ves el nacimiento y la muerte de pensamiento tras pensamiento
como teniendo la cualidad de ser mágico e irreal. El sujeto de la
Sabiduría es Prajña, que equivale a decir que Prajña es Sabiduría,
mientras que su objeto es la ignorancia (confusión o falso pensamiento).
Entonces se dice
que el perfume de Prajña impregna la ignorancia más y más hasta que sólo
hay Prajña y un regreso a la Naturaleza Original. Ya sea sentado,
caminando, o acostado, uno debería estar siempre conciente de la Sustancia
(calma) de la Naturaleza Original.
La función de la
iluminación es Iluminación, lo que se refiere a veces como pensamiento
correcto sobre la realidad.
Es como una perla
que emite luz, y por consiguiente, también ilumina la sustancia de la
perla. Si un pensamiento falso surge en una mente iluminada, se desvanece
tan rápido como un copo de nieve sobre una hornalla encendida. Entonces,
incluso hábitos fuertes ya no presentan ningún obstáculo. Con tal
práctica, tu Naturaleza Original aparece más y más fuerte. No debe haber
necesidad o intención de tener iluminación, porque la necesidad y la
intención se yerguen en el camino de su llegada alguna vez. Cuando hay
iluminación real, ya no hay ningún involucrarse en palabras. Entonces,
mente es no-mente. Entonces, simplemente hay Talidad. Sin pensamiento, no
hay condiciones; y la Naturaleza Original, conocida directamente, es
realidad. Sin embargo, aun si puedes concentrarte en un pensamiento y
observar la mente durante sólo un momento o dos, incluso te habrás
beneficiado por conocer Prajña, y habrás, por lo tanto, sembrado la
semilla de Bodhi. En el Sutra Lankavatara, dice que debes confiar
plenamente en las enseñanzas y luego encontrar un lugar tranquilo donde,
practicando libre de toda duda, puede haber Iluminación.
En el Sutra de la
Completa Iluminación, dice que todos los Tathagatas surgen del terreno
básico de la práctica correcta; y así, una y otra vez, son aconsejadas la
comprensión apropiada y la práctica correcta.
Conclusión
Hemos visto que
hay varias maneras de producir la meditación en la tradición Budista y que
ellas pueden otorgar al practicante una salud física, mental y emocional
completa, permitiéndole lograr la Iluminación y por lo tanto beneficiarse
tanto a sí mismo como a los demás. Hay la condición, sin embargo, de que
aunque la práctica sentada puede promover la buena salud, ésta es
beneficiosa sólo temporalmente; porque, sin importar cuánto vivas,
finalmente debes morir. En el Sutra de la Completa Iluminación, dice que
desde el tiempo sin comienzo, todos los seres sintientes han estado
atascados en la ignorancia. En su confusión, ellos han tomado erróneamente
los cuatro elementos (tierra, agua, fuego, aire) por sus cuerpos, y la
sombra de los datos de sus seis sentidos condicionados por sus mentes. El
objetivo, entonces, es estar libre de esas ilusiones, yendo de la
confusión a la Iluminación. Para mantener ese objetivo vivo, es importante
usar los sutras y cualquier otra cosa que ayude a aclarar el Buddhadharma
y continuar practicando la disciplina y la concentración para desarrollar
la meditación experta, así puede surgir Prajña.
Nota del traductor
Originalmente, la
naturaleza y mente de uno son puras, y no hay nada que aceptar ni nada que
rechazar; no hay ni existencia ni no-existencia; sólo hay comprensión
clara sin apego y sin residir. Alguien que quiere conocer la mente sin
apego y sin residir, puede encontrarla a través de la meditación, porque
es sólo entonces que la mente no piensa en correcto e incorrecto, en bien
o mal, y en uno y los demás.
Si esto parece
oscuro, entonces consideren lo siguiente: el pasado ya se fue; cuando no
piensas en él, el pensamiento del pasado también se ha ido.
Entonces, no hay
pasado ni ningún pensamiento del pasado. Más aun, el futuro aun no ha
llegado. Si no lo deseas ni lo buscas, el pensamiento sobre el futuro se
desvanece. Entonces, no hay futuro ni ningún pensamiento sobre el futuro.
Finalmente, el presente ya es presente. Sin aferrarse a él ni residir en
él, y sin haber ningún pensamiento sobre él, el pensamiento sobre el
presente desaparece. La mente que no reside en ninguna cosa en absoluto es
llamada la Mente Verdadera o Naturaleza Original.
La mente
no-residente es la mente del Buda, es la mente de liberación, es la mente
de Bodhi, y es la mente de no-nacimiento.
Entonces, si
realmente quieres que la meditación llegue, siéntate apropiadamente
derecho y cierra tus ojos. Entonces purifica tu mente, deja caer todo y no
pienses ni bien ni mal. Sólo observa tus pensamientos.
Mientras buscas su
lugar de origen, descubre que súbitamente surgen y desaparecen súbitamente
también, y que este proceso es continuo. Sé paciente y continúa
observándolos, y en su momento, reconocerás que los pensamientos son
vacíos de naturaleza propia; también conocerás, por consiguiente, la
vaciedad original. No intentes seguir los pensamientos, rastrearlos de
alguna manera o liberarte de ellos, y, en su momento, la conciencia se
manifestará mientras tu mente ilumina un pensamiento.
Entonces,
súbitamente habrá una calma que se convierte en talidad. En algún punto,
otro pensamiento surgirá, y lo observarás del mismo modo.
Hazlo así al menos
una vez por día, sentándote entre quince minutos y una hora. Mientras tu
concentración se hace más profunda, tus pensamientos se hacen más lentos y
disminuyen en número, y tu poder de iluminación se incrementa hasta que
eventualmente encuentras que no surge ni un solo pensamiento. Entonces,
hay sólo calma y vaciedad, porque entonces la mente está limpia y pura.
Esta es tu propia naturaleza como se conoce directamente a través de la
sabiduría (Prajña).
El sujeto de la
sabiduría es Prajña, y el opuesto de Prajña es la ignorancia.
Prajña ilumina la
ilusión que es la ignorancia. Con una exposición continua a Prajña, la
ignorancia se va poco a poco hasta que hay un regreso a la propia
naturaleza, o mente pura. Es en esta situación que el Pensamiento Correcto
se manifiesta. Ya no hay más la dualidad de sujeto/objeto. Este estado es
también conocido como no-pensamiento o talidad, y es referido también como
lo inconcebible.
Cuando la mente es
iluminada y un pensamiento, como uno ordinariamente sabe que es, surge, se
disuelve instantáneamente.
Continua
practicando de este modo sobre una base diaria, y notarás a tu naturaleza
propia estableciéndose firmemente más clara y más pura.
Entonces no habrá
más necesidad de observar, ni habrá ningún propósito para observar. De
hecho, no habrá más ninguna necesidad de ninguna clase. Será comprendido
que la mente es no-mente, que la no-mente es la mente pura y que la mente
pura es la mente verdadera. En ese momento, el sonido de la discusión y el
rol del pensamiento terminarán. No puede ser expresado en palabras, y sin
embargo es tan simple como tomar agua y saber si está fría o caliente. Es
llamado Iluminación Súbita.
Es mi deseo
expreso que esta guía, basada en el Manual de Meditación de Ting Chen,
resulte provechosa en impartir el Dharma a sus lectores. Por ayudarme a
lograr esta meta, deseo agradecer a Sam Langberg y al Dr. Frank G. French,
sin cuya ayuda en la consideración de puntos finos en la traducción y sin
cuya agudeza editorial esta tarea podría haber sido demasiado difícil.
Pueda esta obra, entonces, ayudar a que cada uno genere la Mente Bodhi y
que nunca retrocedan.
Maestro de Dharma
Lok To
Young Men´s
Buddhist Association of America
Bronx, New York
Mayo 1999
(Año Budista 2543)
Del traductor al español
Esperamos que este
trabajo, de una gran profundidad y al mismo tiempo accesible a los
principiantes, contribuya al interés de aquellos que aun no han comenzado
a practicar, despertando en ellos la chispa que pueda encender su vela del
Dharma, para el beneficio de todos los seres sintientes.
Upasaka Kumgang
(Gonzalo Barreiros) – Buenos Aires, 2004. Año 2548 de la Era Budista.
Centro Zen Budista
Argentino
Voto de
transferencia de méritos (Parinamana)
Para todos los
donantes
Puedan todo el
mérito y la gracia ganados por adornar las Tierras de Buda, por amar a
nuestros padres, por servir a nuestro país y por respetar a todos los
seres sintientes, ser transformados y transferidos para el beneficio y la
salvación de todos los seres sintientes que sufren en los tres caminos del
mal. Más aun, que podamos nosotros que leemos y escuchamos este
Buddhadharma y, por consiguiente, generamos la mente de Bodhi, ser
renacidos, al finalizar nuestra vida, en la Tierra Pura.
Agradecimientos:
Respetuosamente
agradecemos la asistencia, apoyo y cooperación de los siguientes
consejeros, sin los cuales este libro no hubiera sido posible: Dayi Shi,
Chuanbai Shi, Dr. John Chen, Amado Li, Cherry Li, Hoy-Sang Yu, Tsai Ping
Chiang, Vera Man, Way Zen, Jack Lin, Tony Aromando, y Ling Wang.
Agradecemos a
todos ellos por la edición y corrección del texto, mejorar la traducción,
y preparar el manuscrito para la publicación.
Su devoción y
concentración en completar este trabajo, sobre la base del voluntariado,
son altamente apreciados. |