Introducción
Se
trata del manual más importante escrito sobre hathayoga. Su autor, el
Yogui vivió a mediados del siglo XIV d.C. Esta obra persigue la
integración entre las disciplinas físicas y las prácticas espirituales
mas elevadas del rajayoga.
El
Hatha Yoga Pradipika esta dividido en cuatro capítulos, con un total
de 389 sloka (aunque éste número puede oscilar de una versión a otra).
Algunos manuscritos incluyen un quinto capítulo con 24 sloka más, pero
este suplemento pertenece claramente a un periodo posterior.
Svatmarama no sistematiza el camino del yoga pero proporciona muchas
definiciones fundamentales sobre técnicas esenciales. Se describen
hasta dieciséis âsana, muchas de ellas variaciones de la postura
sentada con las piernas cruzadas. Para quienes padecen de desórdenes
en los humores corporales (dosha) se prescriben los “seis-actos” (shatkarma).
Estas técnicas purificatorias se deben practicar antes que las
técnicas de control respiratorio. Svatmarama diferencia ocho tipos de
control de la respiración, que denomina “retenciones” (kumbhaka). Se
afirma que tales “retenciones” despiertan el “poder serpentino” (kundalinishakti).
Este proceso esotérico se complementa con los diez “sellos” (mudra),
que incluyen los tres “bloqueos” (bandha): en la garganta, el estómago
y el ano. El texto también contiene descripción sobre las técnicas
tántricas vajrolimudra, sahajolimudra y amarolimudra.
Un
característica importante en la enseñanza de Svatmarama es el “culto a
través del sonido” (nadaupâsana), por medio del cual se alcanza la
condición de “disolución” (laya) mental.
Capítulo Primero – Âsana
Saludo y presentación.
1.1. Saludo a Shiva, el primer Señor del Yoga que enseñó el hathavidya
a (su esposa) Parvati el cual, como una escalera, conduce hacia el
rajayoga.
1.2. El yogui Svatmarama, después de saludar solemnemente a su
maestro, establece desde el principio que el hathavidya es solamente
un medio para la realización del rajayoga.
1.3. Para quienes vagan en la oscuridad de las diferentes doctrinas en
conflicto, incapaces de seguir el rajayoga, el compasivo Svatmarama
ofrece la luz del hathavidya.
1.4. Svatmarama aprendió el hathavidya de los maestros Goraksha y
Matsyendra.
1.5—9. Shiva, Matsyendra, Shabara, Anandabhairava, Chaurangi, Mina,
Goraksha, Virupaksa, Bilesaya, Manthana, Bhairava, Siddhi, Buddha,
Kanthadi, Korantaka, Surananda, Siddhapada, Carpati, Kaneri, Pujyapada,
Nityanatha, Niranjana, Kapali, Vindunatha, Kaka, Chandisvara, Allama,
Prabhudeva, Groda, Choli, Tintini, Bhanuki, Naradeva, Khanda, Kapalika
y otros mahasiddhas, habiendo conquistado el tiempo por medio del
hathayoga, exiten aún en el universo.
1.10. El hathayoga es un refugio para quienes padecen de los tres
tipos de dolor. Para todos los que se dedican al yoga, el hathayoga es
la base que soporta su práctica.
1.11. El yogui que desee el éxito debe mantener el hathayoga en
riguroso secreto, pues sólo así es efectivo. Cuando se divulga
indiscriminadamente pierde todo su poder.
Lugar para la práctica.
1.12. Se debe practicar hathayoga en una pequeña y solitaria ermita (matha),
libre de piedras, agua y fuego, en una región donde impere la
justicia, la paz y la prosperidad.
1.13. La matha debe tener una pequeña puerta y carecer de ventanas. El
piso ha de estar nivelado y sin hoyos, sin ser demasiado alto ni
demasiado bajo, y ha de conservarse muy limpio (cubierto de estiércol
de vaca) y libre de insectos. El exterior debe ser agradable, con una
entrada (mandapa), una plataforma elevada y un pozo de agua. El
conjunto ha de estar rodeado por un muro. Estas son las
características de la ermita descritas por los siddha del hathayoga.
1.14. En tal lugar el yogui, libre de toda preocupación, se dedicará
únicamente a la práctica del yoga siguiendo las instrucciones de su
guru.
Requisitos para la práctica.
1.15. El yogui fracasa por exceso de comida, agotamiento físico,
charlatanería, ascetismo exagerado, compañía inadecuada e inquietud.
1.16. El éxito en el yoga depende del esfuerzo, la valiente
determinación, la audacia, el conocimiento discriminativo, la
perseverancia, la fe (en las enseñanzas del guru) y el alejamiento de
toda compañía (superflua).
Actitudes previas.
Las
diez yama son: ahimsâ, satya, asteya, brahmacarya, paciencia,
fortaleza de espíritu, compasión, honestidad, moderación en la dieta y
shauca. Las diez niyama son: tapas, shantosha, espíritu religioso,
caridad, îshvarapranidhana, svadhyaya, sencillez, inteligencia, japa y
yatna.
Posturas.
1.17. En primer lugar se exponen las âsana, pues constituyen el primer
paso del hathayoga. Las âsana se practican para lograr una postura
estable, salud y flexibilidad.
1.18. A continuación se muestran algunas de las âsana adoptadas por
sabios como Vasistha y por yoguis como Matsyendra.
Posturas generales.
1.19. Svastikâsana: sentarse en el suelo con el cuerpo erguido y las
piernas dobladas colocando la planta de cada pie entre la pantorrilla
y el muslo (de la pierna contraria).
1.20. Gomukhâsana: el pie derecho se coloca junto a la nalga izquierda
y el pie izquierdo junto a la nalga derecha. Esta postura se parece a
la boca de una vaca.
1.21. Virâsana: un pie se coloca encima del muslo contrario y el otro
pie debajo (del otro muslo).
1.22. Kurmâsana: sentarse de forma equilibrada con los tobillos
cruzados debajo del ano.
1.23. Kukkutâsana: en padmâsana, se introducen las manos entre los
muslos y las pantorrillas; se apoyan firmemente en el suelo y se
levanta el cuerpo.
1.24. Uttanakurmâsana: adoptando kukkutâsana (sin elevación del
cuerpo), se agarra la nuca con los dedos de las manos entrelazados y
se permanece así, como una tortuga boca arriba (con la espalda en el
suelo).
1.25. Dhanurâsana: sujetando los dedos gordos de los pies con ambas
manos, mantener una pierna estirada mientras se acerca la otra a la
oreja, como si el cuerpo fuera un arco.
1.26. Matsyendrâsana: se coloca el pie derecho en la raíz del muslo
izquierdo y el pie izquierdo junto a la parte exterior de la rodilla
derecha; se agarra el pie izquierdo con la mano derecha y el derecho
con la mano izquierda (pasando los brazos por detrás de la espalda);
se permanece con el cuerpo girado todo lo que se pueda hacia la
izquierda.
1.27. Esta postura incrementa el apetito estimulando el fuego gástrico
(pitta); es un remedio contra las enfermedades más mortíferas. Con su
práctica regular se despierta kundalini y se detiene el néctar que se
derrama desde la luna.
1.28. Paschimottanâsana: permanecer con las dos piernas extendidas en
el suelo sujetando los dedos de los pies con las manos y apoyando la
cabeza sobre las rodillas.
1.29. Esta excelente âsana hace que el prâna fluya a través de
sushumna, estimula el fuego gástrico (pitta), flexibiliza la espalda y
elimina todas las dolencias que afectan a las personas.
1.30. Mayurâsana: se colocan las manos firmemente en el suelo y se
eleva el cuerpo en el aire apoyando el vientre sobre los codos; el
cuerpo se mantiene recto como un palo.
1.31. Esta âsana cura diversas enfermedades como gulma, udara y otras
dolencias abdominales; elimina los desórdenes causados por el
desequilibrio entre vata, pitta y kapha; facilita las digestiones
pesadas y hace digerible incluso a kalakuta.
1.32. Savâsana: permanecer tendido en el suelo boca arriba como un
muerto; esta âsana elimina el cansancio ocasionado por otras âsana y
proporciona descanso a la mente.
Posturas de meditación.
1.33. Shiva enseñó 84 âsana; se describen ahora las cuatro más
importantes: siddhâsana, la padmâsana, simhâsana y bhadrâsana.
Siddhâsana.
1.34. La más confortable de las cuatro, siddhâsana, debe practicarse
siempre.
1.35. Siddhâsana: se aprieta con firmeza el talón izquierdo contra el
perineo y se coloca el derecho justo encima del órgano sexual (a la
altura del pubis), sujetando el pene entre los dos pies (en la versión
femenina, el talón mas bajo debe colocarse contra los labios mayores
de la vagina); se mantiene la barbilla contra el pecho y se permanece
sentado en posición erguida, con los sentidos controlados y la mirada
fija entre las cejas. Siddhâsana permite atravesar la puerta que
conduce a la perfección.
1.36. Siddhâsana se realiza también colocando el talón izquierdo por
encima del medhra o del yoni, y el talón derecho por encima de éste.
1.37. Algunos llaman a esta variación siddhâsana; otros la conocen
como vajrâsana, muktâsana o guptâsana.
1.38. Igual que entre los yama y niyama las prácticas mas importantes
son la moderación en la dieta y ahimsâ, los siddha saben que la más
importante de las âsana es siddhâsana.
1.39. Entre las 84 âsana, se ha de practicar siempre siddhâsana, pues
purifica los 72.000 nâdi.
1.40. El yogui que, practicando siddhâsana durante doce años, medita
sobre su auténtica esencia (âtman) y come con moderación, logra el
éxito (siddhi) en el yoga.
1.41. Si se domina siddhâsana y se logra contener prâna con la
práctica de kevalakumbhaka, no son precisas las demás âsana.
1.42. Cuando se ha perfeccionado siddhâsana, se puede gozar del
éxtasis proporcionado por el estado meditativo unmani-âvasthâ que
surge por sí solo; los tres bandha aparecen de forma natural, sin
esfuerzo.
1.43. No hay âsana como siddhâsana, ni kumbhaka como kevala, ni mudra
como khechari, ni laya como nada.
Padmâsana.
1.44. Padmâsana: se coloca el pie derecho sobre el muslo izquierdo y
el pie izquierdo sobre el muslo derecho; se cruzan los brazos por la
espalda y se cogen los dedos gordos de ambos pies, el del derecho con
la mano derecha y el del iquierdo con la mano izquierda; se aprieta la
barbilla contra el pecho y se fija la mirada en la punta de la nariz.
Padmâsana cura las enfermedades del yogui.
1.45—46. Colocar los pies sobre los muslos contrarios y las manos en
el regazo con las palmas hacia arriba, una encima de la otra; fijar la
mirada en la punta de la nariz y tocar con la lengua la raíz de los
incisivos superiores; apretar la barbilla contra el pecho y elevar
apana con suavidad mediante la contracción del ano (mûlabandha).
1.47. Ésta es (otra variación de) padmâsana, destructora de todas las
enfermedades (únicamente) en personas de gran percepción.
1.48. Adoptar padmâsana con una mano sobre otra (en el regazo) y la
barbilla firmemente apretada contra el pecho, meditar sobre brahma,
contrayendo frecuentemente el músculo del ano para hacer subir apana.
Análogamente, llevar prâna hacia abajo (contrayendo la garganta). De
esta forma, se despierta kundalini y se logra el conocimiento supremo.
1.49. Sin duda alguna, cuando el yogui se sienta en padmâsana y
controla el prâna inspirado a través de los nâdi, alcanza la
liberación.
Simhâsana.
1.50. Simhâsana: colocar los talones (con los pies cruzados) bajo el
sexo, con el derecho tocando el lado izquierdo del perineo y el
izquierdo tocando el lado derecho.
1.51. Colocar las palmas de las manos con los dedos extendidos sobre
las rodillas; con la boca abierta, concentrar la mirada en la punta de
la nariz.
1.52. Simhâsana es muy apreciada por los mejores yoguis. Esta
excelente âsana facilita los tres bandha (mûlabandha, jalandharabandha
y uddiyanabandha).
Bhadrâsana.
1.53. Bhadrâsana: colocar los tobillos bajo el sexo a ambos lados del
perineo, el derecho a la derecha y el izquierdo a la izquierda (con
las plantas de los pies unidas).
1.54. Mantener los pies firmemente unidos con las manos y permanecer
inmóvil. Bhadrâsana cura todas las enfermedades.
1.55. Esta âsana se denomina gorakshâsana por los yoguis avanzados (siddha)
y el cansancio desaparece sentándose en esta ella.
Conclusión.
1.56. Después de las âsana y las bandha, continúa la secuencia en la
práctica del hathayoga con las distintas variaciones de kumbhaka, los
mudra y la concentración en el sonido interior (nada).
Dieta moderada.
1.57. Con toda seguridad, el brahmacarin que observe una dieta
moderada y practique el hathayoga renunciando a los frutos de sus
acciones, se convertirá en un siddha en el plazo de un año.
1.58. Seguir una dieta moderada quiere decir alimentarse con comida
agradable y dulce dejando siempre libre una cuarta parte del estómago
y dedicando el acto de comer a Shiva.
Dieta a evitar.
1.59. No se consideran adecuados para el yogui los alimentos amargos,
agrios, picantes, salados o muy calientes; los vegetales verdes
(distintos de los recomendados), las legumbres fermentadas, el aceite
de semillas, el sésamo, la mostaza, las bebidas alcohólicas, el
pescado, la carne, el requesón, el suero de la mantequilla, los granos
de tipo chhaasa, la azufaifa, las tortas de aceie, la asafétida y el
ajo.
1.60. También debe evitarse la comida recalentada, los alimentos
secos, demasiado salados o ácidos, y los alimentos con mucha mezcla de
vegetales (difíciles de digerir).
Hábitos.
1.61. Al principio, deben evitarse el fuego, las relaciones sexuales y
los viajes. Goraksha enseña que “al principio, el yogui ha de evitar
las compañías inadecuadas, el calentarse junto al fuego, las
relaciones sexuales, los viajes largos, los baños fríos por la mañana
temprano, el ayuno y el esfuerzo físico exagerado”.
Dieta recomendada.
1.62. Los siguientes alimentos son recomendados para el yogui: trigo,
arroz, centeno, shashtika, productos hechos de cereales, leche, ghê,
azúcar moreno, miel, jengibres eco, pepinos, patolaka, las cinco
legumbres (jivanti, vastumulya, aksi, meghanada y punarnava), mung y
agua pura.
1.63. El yogui debe tomar alimentos nutritivos y dulces, mezclados con
leche y ghê, que aumenten los dhatu y sean agradables.
Conclusiones.
1.64. Cualquier persona que practique activamente yoga, ya sea joven o
vieja, o incluso muy vieja, enfermiza y débil, puede convertirse en un
siddha.
1.65. Cualquiera que practique puede lograr el éxito (siddhi), a menos
que sea perezoso. No se logra triunfar en el yoga simplemente leyendo
libros (shastras).
1.66. Tampoco se logra siddhi vistiendo de una forma determinada o
conversando sobre yoga: sólo se triunfa a través de la práctica
incansable. Sin duda, este es el secreto del éxito.
1.67. Mientras no se logre el triunfo en el rajayoga han de
practicarse las diversas âsana, kumbhaka y mudra del hathayoga.
Capítulo Segundo – Prânâyâma
Necesidad del prânâyâma.
2.1. El yogui que realiza perfectamente sus âsana, se alimenta con
moderación y controla sus sentidos, debe ahora practicar prânâyâma
siguiendo las instrucciones de su guru.
2.2. Mientras la respiración (prâna) sea irregular, la mente
permanecerá inestable; cuando la respiración se calme la mente
permanecerá inmóvil y el yogui logrará estabilidad. Por consiguiente,
se ha de controlar la respiración (con la práctica del prânâyâma).
2.3. Hay vida mientras haya respiración (prâna). Si la respiración (prâna)
cesa, el cuerpo muere. Por consiguiente, hay que practicar prânâyâma.
Necesidad de purificar los nâdi.
2.4. Mientras los nâdi (ida y pingala) permanezcan con impurezas,
prâna no podrá entrar en sushumna. De esta forma el yogui no
conseguirá el estado de unmani-âvasthâ y no tendrá éxito.
2.5. Solo cuando se hayan purificado todos los nâdi que están todavía
impuros, el yogui podrá practicar prânâyâma con éxito.
2.6. Por tanto, se ha de practicar prânâyâma diariamente, con un
estado mental en que predomine sattva, hasta que sushumna quede libre
de impurezas.
Nâdisodhanaprânâyâma
2.7. En la postura padmâsana, el yogui debe inspirar (puraka) a través
de la ventana nasal izquierda (candra, ida) y, tras contener la
respiración (kumbhaka) tanto como sea posible, ha de espirar (rechaka)
por la ventana nasal derecha (sûrya, pingala).
2.8. A continuación se debe inspirar por pingala, practicar kumbhaka
como antes, y espirar por ida.
2.9. Después de rechaka se debe efectuar (siempre) puraka por la misma
ventana nasal; kumbhaka debe mantenerse el máximo posible (hasta que
el cuerpo empieza a transpirar o se pone a temblar); (después de
kumbhaka) se ha de espirar lentamente (si se hace rápidamente se
reduce la energía del cuerpo).
2.10. Si se inspira prâna a través de ida, se debe espirar a través de
pingala; a continuación, se inspira (nuevo prâna) por pingala y se
espira por ida, siempre después de haber contenido la respiración (kumbhaka)
el máximo tiempo posible. El yogui que se perfeccione con la práctica
de yama y practique esta respiración alternada (nâdi-sodhana)
purificará todos sus nâdi en tres meses.
Fases del prânâyâma.
2.11. Se ha de practicar prânâyâma cuatro veces al día: a primera hora
de la mañana, a mediodía, por la tarde y a medianoche, progresando de
forma gradual hasta que se puedan efectuar ochenta kumbhaka (en cada
sesión).
2.12. En la primera fase hay transpiración, en la segunda hay
temblores y en la fase superior el prâna llega al lugar más excelso (brahmarandhra);
de esta forma ha de practicarse el prânâyâma.
2.13. Si hay transpiración, debe aplicarse un masaje (para
reabsorberla); de esta forma, el cuerpo se vuelve ligero y fuerte.
2.14. Al comienzo de la práctica (de prânâyâma) el yogui ha de tomar
alimentos mezclados con leche y ghê; cuando la práctica avanza estas
restricciones son ya innecesarias.
Práctica correcta.
2.15. El prâna ha de controlarse gradualmente, igual que se doman los
leones, los elefantes y los tigres (poco a poco, con paciencia y
energía), pues de lo contrario el practicante podría morir.
2.16. La práctica correcta de prânâyâma libera de todas las
enfermedades, pero una práctica incorrecta puede producirlas.
2.17. Una práctica incorrecta (de prânâyâma) puede ocasionar molestias
en ojos, nariz y oídos, dolores de cabeza, hipo, asma y otras
dolencias (pulmonares)
2.18. Para tener éxito (siddhi) hay que inspirar y espirar con
lentitud, procediendo también de forma gradual con kumbhaka.
Efectos.
2.19. Cuando los nâdi están purificados, el cuerpo adelgaza y brilla
de forma natural.
2.20. Entonces, el yogui es capaz de retener la respiración a
voluntad, se activa el fuego gástrico, el nada (sonido interior) se
hace audible y la salud es perfecta.
Purificaciones.
2.21. Shatkarma debe constituir la primera práctica para las personas
flemáticas y de constitución débil. En otro caso (con vata, pitta y
kapha equilibrados), no resulta necesario.
2.22. Shatkarma se compone de dhauti, vasti, neti, trataka, nauli y
kapalabhati.
2.23. Estas seis prácticas purifican el cuerpo y han de mantenerse
cuidadosamente en secreto puesto que producen resultados maravillosos
y, en consecuencia, son muy apreciadas por los grandes yoguis.
Purificación del tracto digestivo.
2.24. Dhauti: se traga lentamente una tira de tela humedecida, de
cuatro pulgadas de ancho y quince palmos de largo, siguiendo las
instrucciones del guru, y se saca a continuación.
2.25. Dhauti resulta efectiva contra el asma, las enfermedades
bronquiales, pliha, la lepra y muchas otras enfermedades debidas a un
desequilibrio de kapha.
Purificación del recto.
2.26. Vasti: en utkatâsana (sentado en cuclillas, con los pies juntos
y las nalgas sobre los talones) y sumergido en agua hasta el ombligo,
se introduce en el recto un tubo delgado de bambú y se contrae el
esfínter anal (para aspirar el agua, agitarla dentro y, finalmente,
echarla fuera).
2.27. La práctica de vasti es eficaz contra gulma, pliha, udara y
todos los desórdenes provenientes de un exceso de vata, pitta y kapha.
2.
28. La práctica correcta de vasti, purifica los dhatu (elementos
corporales: quilo, sangre, carne, grasa, hueso, médula y semen), los
indriya y la mente (antahkarana); deja el cuerpo brillante y aumenta
el poder digestivo, eliminando todos los desórdenes fisiológicos.
Purificación de los senos nasales.
2.29. Neti: se introduce un fino cordón, de un palmo de largo, por una
de las ventanas nasales y se saca por la boca.
2.30. Despeja la zona craneal y agudiza la visión; elimina con rapidez
todas las molestias que surjan por encima de los hombros.
Purificación de los ojos.
2.31. Trataka: se mira fijamente y sin parpadear un objeto pequeño,
hasta que surgen lágrimas. Los maestros llaman trataka a esta
práctica.
2.32. Elimina la pereza y todas las enfermedades oculares; debe
mantenerse cuidadosamente en secreto, como una caja de joyas.
Purificación del abdomen.
2.33. Nauli: inclinar la zona de los hombros hacia delante apoyando
con firmeza las palmas de las manos en el suelo; hacer girar el
vientre hacia la izquierda y hacia la derecha, como un remolino en un
río. Los siddha llaman a esto nauli.
2.34 Esta excelente práctica del hathayoga elimina la pesadez del
fuego gástrico, estimula la digestión, deja una sensación agradable y
elimina todos los males y desajustes de los humores.
Purificación de los pulmones y senos craneales.
2.35. Kapalabhati: efectuar rechaka y puraka rápidamente, como el
fuelle de un herrero, se denomina kapalabhati y elimina todos los
males atribuibles a kapha.
2.36. Estas seis prácticas eliminan la obesidad, los transtornos de la
flema y las impurezas; si se ejecuta prânâyâma a continuación, se
logra el éxito sin esfuerzo.
Purificación de todos los nâdi.
2.37. Algunos maestros opinan que los nâdi pueden ser purificados solo
con la práctica del prânâyâma y que los shatkarma son innecesarios.
2.38. Gajakarani: con ayuda de mûlabandha hacer subir apana hacia la
garganta y vomitar lo que haya en el estómago; con la práctica gradual
de esta técnica del hathayoga se pueden controlar todos los nâdi.
Conclusiones.
2.39. Todos los dioses, incluido brahman, se han dedicado a la
práctica del prânâyâma, librándose así del miedo a la muerte; por
tanto, es conveniente practicar el control respiratorio.
2.40. Mientras prâna esté controlado, la mente sosegada y estable y la
mirada fija entre las cejas, no debería temerse a la muerte.
2.41. Una vez purificados los nâdi con la práctica regular de
prânâyâma, prâna atraviesa la entrada de sushumna y penetra
fácilmente.
2.42. Cuando prâna fluye a través de sushumna, la mente se estabiliza;
esta fijación de la mente se llama unmaniâvasthâ1 .
2.43. A fin de lograr tal estado, los yoguis expertos practican
diferentes kumbhaka, obteniendo así maravillosos resultados (siddhi).
1
también se denomina manonmani-âvasthâ
Técnicas de respiración.
2.44. Hay ocho kumbhaka: sûryabhedana, ujjayi, sitkari, sitali,
bhastrika, bhramari, murcha y plavini.
Llaves durante la respiración.
2.45. Al final de puraka se debe practicar jalandharabandha; y al
final de kumbhaka y principio de rechaka se debe efectuar
uddiyanabandha.
2.46. Practicando jalandharabandha, mûlabandha y uddiyanabandha al
mismo tiempo (durante la espiración), prâna fluye por sushumna.
2.47. Impulsando apana hacia arriba (con mûlabandha) y haciendo bajar
prâna desde la garganta (con jalandharabandha), el yogui se libera de
la vejez y se convierte en un joven de dieciséis años.
Respiración solar.
2.48. Sûryabhedana: el yogui ha de sentarse en una âsana adecuada, en
un asiento confortable, e inspirar lentamente por pingala (la fosa
nasal derecha).
2.49. A continuación debe practicar kumbhaka hasta que sienta el prâna
penetrar en todo su cuerpo, desde la punta de los cabellos hasta las
uñas de los dedos de los pies; entonces ha de espirar lentamente a
través de ida (la fosa nasal izquierda).
2.50. Esta excelente sûryabhedana (kumbhaka) ha de practicarse una y
otra vez, pues despeja el cerebro (lóbulo frontal y senos), combate
los parásitos intestinales y cura los males causados por exceso de
vata.
Respiración victoriosa.
2.51. Ujjayi: con la boca cerrada, inspirar lentamente por ambas fosas
nasales de tal forma que el aire produzca un ruido (sordo) al pasar
por la garganta hacia los pulmones.
2.52. Practicar kumbhaka como antes y espirar por ida (la fosa nasal
izquierda); con esta técnica se eliminan los problemas de flema en la
garganta y se incrementa la capacidad digestiva del cuerpo.
2.53. También cura la hidropesía y los desórdenes en los nâdi y en los
dhatu; este kumbhaka se puede practicar de pie, tanto inmóvil como
caminando.
Respiración enfriadora.
2.54. Sitkari: inspirar por la boca produciendo un sonido sibilante,
al mantener la lengua entre los dientes, y espirar a continuación por
la nariz; la práctica continuada de ésta técnica vuelve al yogui
hermoso como el dios del amor (Kamadeva).
2.55. Entonces, se vuelve muy atractivo para las yoguini, controla sus
acciones, no siente hambre, ni sed y no se ve afectado por la
somnolencia o la pereza.
2.56. Con esta práctica consigue fuerza física y se convierte en
maestro de yoga, libre de todas las desgracias terrenales.
Respiración refrescante.
2.57. Sitali: inspirar a través de la lengua en forma de tubo, como el
pico de un pájaro, proyectada un poco por fuera de los labios; a
continuación, espirar lentamente a través de la nariz.
2.58. Este kumbhaka cura las enfermedades del abdomen y del bazo,
entre otras; también evita la fiebre, la tendencia a sufrir trastornos
biliares, el hambre, la sed y los efectos de los venenos.
Respiración del fuelle.
2.59. Bhastrika: adoptando padmâsana, al colocar los pies sobre los
muslos (contrarios), se eliminan los efectos nocivos de todas las
enfermedades.
2.60.61. Tras adoptar correctamente dicha postura, con la espalda y la
nuca alineadas, cerrar la boca y espirar con energía por la nariz de
tal forma que se sienta la presión en el corazón, la garganta y la
cabeza; a continuación, inspirar con rapidez hasta que la respiración
alcance el loto del corazón.
2.62.63. Se repiten la espiración y la inspiración de la misma forma
una y otra vez, igual que un herrero manejando su fuelle con fuerza;
de esta manera se consigue una circulación constante de prâna por el
cuerpo; cuando se sienta el cuerpo cansado espirar (lentamente) por
pingala.
2.64. Después de llenar el interior del cuerpo con prâna, cerrar ambas
fosas nasales con el pulgar, el anular y el meñique; efectuar kumbhaka
como antes y espirar (lentamente) a través de ida.
2.65. Esto elimina los desórdenes ocasionados por un exceso de pitta,
kapha y vata y estimula el fuego gástrico del cuerpo.
2.66. Este procedimiento despierta a kundalini rápidamente, purifica
los nâdis, resulta agradable, y es beneficioso; de esta manera se
elimina la mucosidad que obstruye la boca de sushumna.
2.67. Esta kumbhaka denominada bhastrika ha de practicarse
especialmente, pues obliga al prâna a atravesar los tres nudos (granthi)
de sushumna (brahmagranthi, vishnugranthi, rudragranthi)
Respiración del zumbido.
2.68. Bhramari: inspirar rápidamente, produciendo el sonido del vuelo
de un zángano, y expirar a continuación con lentitud (después de
efectuar kumbhaka), produciendo el sonido del vuelo de una abeja; con
la práctica de este ejercicio, los grandes yoguis experimentan una
felicidad indescriptible en sus corazones.
Respiración extenuante.
2.69. Murcha: al final de puraka se ejecuta un firme jalandharabandha
y después se espira lentamente; éste kumbhaka reduce la actividad
mental de forma muy agradable.
Respiración flotante.
2.70. Plavini: cuando se llenan los pulmones completamente de aire, el
yogui puede flotar facilmente en el agua como una hoja de loto.
Tipos de retención respiratoria.
2.71. Hay tres tipos de prânâyâma: rechaka, puraka y kumbhaka;
kumbhaka es también de dos tipos: sahita (con puraka y rechaka) y
kevala (sin puraka ni rechaka).
Retención absoluta.
2.72. Kevala es un kumbhaka independiente de puraka y rechaka, durante
el cual se retiene prâna sin esfuerzo alguno; mientras no se domine
totalmente kevala, se ha de practicar sahita.
2.73. Ciertamente, cuando se practica kevalakumbhaka (reteniendo la
respiración a voluntad), se obtiene el estado de rajayoga.
2.74. Cuando se domina kevalakumbhaka, sin necesidad de puraka y
rechaka, no existe nada en el mundo (interior) que esté fuera del
alcance del yogui.
2.75. Por medio de kevalakumbhaka se despierta kundalini y sushumna
queda libre de obstáculos, alcanzandose (gradualmente) la perfección
en hathayoga.
Raja y Hatha.
2.76. No se puede perfeccionar el hathayoga sin la práctica del
rajayoga, y viceversa; por tanto, se han de practicar los dos hasta
que se obtenga la perfección en rajayoga.
2.77. Al final de la retención del aliento en kumbhaka se debe apartar
la mente de todos los objetos; practicando así se alcanzará el estado
de rajayoga.
Efectos de la práctica.
2.78. Cuando se perfecciona el hathayoga aparecen las siguientes
señales: agilidad física, brillo en el rostro, manifestación del
sonido interior (nada), mirada transparente, salud, control del fluido
seminal (bindu), aumento del fuego digestivo y total purificación de
los nâdi.
Capítulo Tercero – Mudra Kundalini.
3.1. De la misma forma que Ananta, el señor de las serpientes,
sostiene todo el universo con sus montañas y bosques, kundalini es el
fundamento de todas las prácticas de yoga.
3.2. Cuando la dormida kundalini se despierta por mediación del guru,
todos los chakra y todos los granthi son atravesados.
3.3. (Entonces) sushumna se convierte en el camino real del prâna, la
mente queda inactiva y el yogui vence a la muerte.
3.4. Sushumna, shunyapadavi, brahmarandhra (la entrada hacia brahman),
mahapatha, shmashana, shambavi, madhyamarga, se refieren a la misma
cosa.
3.5. Así, se ha de practicar con empeño los diversos mudra a fin de
despertar a la poderosa diosa kundalini que duerme cerrando la entrada
a sushumna (la puerta de acceso a lo absoluto).
Mudra.
3.6. Los diez mudra son: mahamudra, mahabandha, mahavedha, khechari,
uddiyanabandha, mûlabandha, jalandharabandha, viparitakarani,
vajrolimudra y shakticalana.
3.7. Destruyen la vejez y eliminan la muerte.
3.8. Los ha enseñado Shiva y proporcionan los ocho siddhi; los siddha
se esfuerzan en su práctica, pero son difíciles de obtener
(perfectamente), incluso para los dioses.
3.9. Se han de mantener cuidadosamente en secreto, como una caja llena
de joyas; y no han de mencionarse a nadie, igual que la relación
adúltera con una mujer de buena familia.
Mahamudra.
3.10. Mahamudra: presionar en el perineo con el talón izquierdo y
manteniendo esirada la pierna derecha, agarrar los dedos del pie
(derecho) con las manos.
3.11. Contraer la garganta (en jalandharabandha) y llevar prâna hacia
arriba (por el sushumna); De esta forma kundalini se estira, igual que
una serpiente (enroscada) cuando se golpea con un palo.
3.12. Entonces, los otros dos nâdi se quedan sin vida (porque prâna ya
no los recorre).
3.13. Espirar a continuación muy lentamente, nunca deprisa; los sabios
denominan a esta práctica mahamudra.
3.14. Con su práctica, se destruyen los klesha y se vence la muerte;
por eso, los hombres más sabios la llaman mahamudra, el gran mudra.
3.15. Después de practicar con el (talón) izquierdo (en el perineo) se
debe repetir con el derecho, finalizando la práctica cuando se haya
ejecutado igual número de veces por cada lado.
3.16. Para quien lo practica ningún alimento es ya saludable o dañino,
pues todas las cosas, independientemente de su sabor, incluso sin
sabor, y hasta el más fuerte veneno, se digieren y se convierten en
néctar para él.
3.17. El que practica mahamudra supera problemas como
enflaquecimiento, lepra, hemorroides, gulma, molestias digestivas,
etcétera.
3.18. Así se ha descrito mahamudra, que proporciona grandes siddhi a
los hombres; debe mantenerse cuidadosamente en secreto, sin
revelársela a nadie.
Mahabandha.
3.19. Mahabandha: colocar el talón izquierdo contra el perineo y el
pie derecho sobre el muslo
3.20. Después de la inspiación, apretando firmemente la barbilla
contra el pecho (en jalandharabandha), contraer el esfinter anal y
concentrar la atención en sushumna.
3.21. Tras contener la respiración el mayor tiempo posible, hay que
espirar lentamente; después de haber practicado por el lado izquierdo,
hay que repetir por el derecho.
3.22. Según otras versiones, no es necesario contraer la garganta (jalandharabandha);
en su lugar, debe apretarse la lengua firmemente contra la raíz de los
dientes superiores (jihvabandha).
3.23. A través de esta versión (de mahabandha con jihvabandha) que
ayuda a conseguir grandes siddhi, detiene el flujo ascendente de prâna
por todos los nâdi (a excepción de sushumna).
3.24. Esta técnica permite liberarse de la gran trampa de Yama,
consigue la unión de las tres corrientes (ida, pingala y sushumna) y
posibilita que la mente permanezca concentrada en el Kedara.
3.25. Igual que la belleza y el encanto no le sirven de nada a una
mujer si no esta junto a un hombre, mahamudra y mahabandha carecen de
utilidad sin mahavedha.
Mahavedha.
3.26. Mahavedha: el yogui, sentado en mahabandha, debe inspirar con la
mente concentrada y detener a continuación el flujo de prâna tanto
hacia arriba como hacia abajo, por medio de jalandharabandha.
3.27. Con las palmas de las manos apoyadas en el suelo, el yogui debe
elevar su cuerpo en el aire para dejarse caer suavemente sobre sus
nalgas varias veces; así, el prâna abandona los nâdi (ida y pingala) y
se introduce en sushumna.
3.28. De esta forma tiene lugar la unión de luna, sol y fuego (ida,
pingala y sushumna), que conduce a la inmortalidad; cuando el cuerpo
adopte un aspecto cadavérico, el yogui hade espirar (lentamente).
3.29. Con la práctica de mahavedha se consiguen grandes siddhi; hace
desaparecer las arrugas y las canas, combatiendo el movimiento
tembloroso (propio todo ello de la vejez), y por lo tanto es
practicado por los mejores maestros.
Efectos.
3.30. Éstas son las tres (prácticas) que deben mantenerse secretas y
que protegen contra la muerte y la vejez, aumentan el fuego gástrico y
proporcionando siddhi, tales como anima y otros.
3.31. Deben practicarse las tres ocho veces al día, cada tres horas;
esto aumenta los efectos beneficiosos de las acciones y elimina los
dañinos; quien reciba la instrucción adecuado (por parte del guru) lo
practicará gradualmente.
Khechari: técnica.
3.32. Khechari: con la lengua doblada hacia atrás se tapona el
orificio de conexión del paladar con las fosas nasales y se fija la
mirada entre las cejas.
3.33. La lengua debe alargarse gradualmente, cortando (el frenillo),
agitándola y estirándola, hasta que pueda tocar el entrecejo; entonces
se consigue realizar propiamente khecharimudra.
(para agitar la lengua hay que cogerla con los dedos y moverla de
derecha a izquierda; para estirarla hay que agarrarla y ordeñarla como
las ubres de una vaca)
3.34. Con un cuchillo limpio y muy afilado, en forma de hoja de
cactus, se practica un corte en el frenillo del espesor de un cabello.
3.35. Luego se frota la zona con una
mezcla de sal de roca y mirobalán amarillo (polvo de cúrcuma); .
Después de siete días cortar nuevamente el espesor de un pelo2.
3.36. Continuar haciendo lo mismo durante seis meses, con cuidado y de
forma gradual; entonces el frenillo de la lengua quedará completamente
cortado.
3.37. Cuando el yogui dobla su lengua
hacia arriba y atrás puede cerrar el punto en que se cruzan los tres
nâdi, denominado vyomachakra; esto es khecharimudra.
2
Se debe frotar la lengua con la mezcla dos
veces al dia.
Khechari: efectos.
3.38. El yogui que permanece siquiera medio kshana (24 minutos) con la
lengua dada vuelta, se libera de envenenamientos, enfermedad, vejez y
muerte.
3.39. Quien domine khecharimudra no se verá afectado por la
enfermedad, la muerte, la decadencia mental, el sueño, el hambre, la
sed o la falta de lucidez intelectual.
3.40. Quien domine khecharimudra quedará libre de (las leyes del)
karma y del tiempo.
3.42. Una vez taponado el orificio en la parte superior trasera del
paladar por medio de la khecharimudra, el yogui puede controlar la
eyaculación incluso en el abrazo mas pasional con una mujer.
3.43.- Incluso aunque sobrevenga la eyaculación, el bindu es forzado
hacia arriba, por medio de yonimudra.
Néctar.
3.44. Quien domine los secretos del yoga puede vencer a la muerte en
quince días, manteniendo la lengua doblada hacia atrás, con la mente
concentrada y bebiendo somarasa (fluido vital, néctar).
3.45. El yogui que inunda su cuerpo diariamente con el néctar que
fluye de la “luna” (somarasa) es inmune al veneno, aunque le muerda
takshaka.
3.46. De la misma forma que el fuego arde mientras hay combustible y
la lámpara luce mientras quedan aceite y mecha, el alma permanece en
el cuerpo mientras hay néctar que brota del soma.
3.47. Quien coma gomansa y beba amaravarunni diariamente, será
considerado como una persona distinguida; en otro caso, desprestigiará
a su familia.
3.48. La palabra go alude a la lengua; “comerla” (gomansabhaksna)
equivale a meter la lengua en la cavidad del paladar; esto destruye
todos los pecados.
3.49. Cuando la lengua da la vuelta y penetra en la garganta el cuerpo
se calienta mucho y fluye somarasa; a esto se le llama amaravarunni.
3.50. Si la lengua permanece apretada contra el orificio del paladar
haciendo fluir somarasa, que tiene un sabor salado, ácido y picante,
pero que también parece leche, miel y ghee, entonces se eliminan todas
las enfermedades y la vejez, se vuelve invulnerable a los ataques
armados, alcanza la inmortalidad y los ocho siddhi y se vuelve
irresistible ante las mujeres siddha.
3.51. El que, con la mirada dirigida hacia arriba y la lengua cerrando
el orificio del paladar, medita sobre parashakti y bebe de la clara
corriente del somarasa, desde la cabeza hasta el loto de dieciséis
pétalos (vishuddhachakra), por medio del control del prâna, se libera
de toda enfermedad y vive mucho tiempo con un hermoso cuerpo, delicado
como un tallo de loto.
3.52. El que posee una mente pura (de la naturaleza de sattva, no
ensombrecida por rajas ni tamas) reconoce la Verdad (su popio âtman)
en el néctar segregado desde la cavidad de donde surgen los nâdi,
dentro de la parte superior del monte Meru; de la “luna” surge el
néctar, la esencia corporal y, de su pérdida, la destrucción física;
por consiguiente, se ha de practicar el beneficioso khecharimudra
(para detener la pérdida); de lo contrario no se conseguirá obtener la
perfección física (caracterizada por belleza, gracia, fuerza y
autocontrol).
3.53. Dicha cavidad en la abertura superior de sushumna, es el lugar
de confluencia de los cinco ríos (nâdi) y proporciona conocimiento
divino; en el vacío de la abertura, libre de la influencia de la
ignorancia (avidyâ), el dolor y las ilusiones, khecharimudra alcanza
la perfección.
Conclusión.
3.54. Existe solo un germen de evolución, que es Om; existe un solo
mudra, khechari; un solo deber, llegar a ser independiente de todo; y
un solo estado espiritual, manonmani-âvasthâ.
Uddiyanabandha.
3.55. Uddiyanabandha: se llama así entre los yoguis porque con su
práctica el prâna vuela por sushumna.
3.56. Gracias a esta bandha, el gran pájaro prâna vuela incesantemente
a través de sushumna; a continuación se explica uddiyanabandha.
3.57. Se llama uddiyanabandha a la retracción del abdomen por encima
del ombligo3; es el león que vence al elefante, la muerte.
3.58. El que practica con frecuencia uddiyanabandha tal como le enseña
su guru, hasta que se produce de forma natural, rejuvenece por viejo
que sea.
3.59. Se debe contraer el abdomen con fuerza por encima del ombligo y
hacia atrás, y en el plazo de seis meses se vencerá a la muerte, sin
lugar a dudas.
3.60. Entre todas las bandha, uddiyana es la mejor. Cuando se consigue
dominarla, la liberación se produce espontáneamente.
3
de tal forma que se empuje hacia la
espalda y hacia el diafragma
Mulabandha.
3.61. Mulabandha: presionar el perineo con el talón y contraer el (esfinter
del) ano para hacer subir apana.
3.62. Por medio de la contracción de muladhara, la corriente de prâna,
que normalmente fluye hacia abajo, es forzada a subir (por sushumna);
los yoguis llaman a este ejercicio mûlabandha
3.63. Apretando el talón contra el perineo presionar fuertemente sobre
apana hasta que inicie el movimiento ascendente.
3.64. A través de mûlabandha, tanto prâna y apana como nada y bindu,
se unen y proporcionan el éxito en el yoga, sin la menor duda.
3.65. Con la práctica constante de mûlabandha se alcanza la unión de
prâna y apana, se reducen considerablemente las secreciones (de orina
y excrementos) e incluso los mas viejos rejuvenecen.
3.66. Cuando apana se eleva y alcanza la zona del fuego (manipurachakra),
alimenta e intensifica la llama (del fuego interior).
3.67. Cuando apana y el fuego se unen a prâna, caliente por
naturaleza, el fuego corporal se intensifica especialmente.
3.68. Gracias al intenso calor generado, la durmiente kundalini
percibe la fuerte energía y despierta de su sueño como una serpiente
golpeada por un palo, que silba y se endereza.
3.69. Entonces penetra en sushumna, como una serpiente que se mete en
su agujero; por consiguiente, el yogui ha de practicar siempre
mûlabandha.
Jalandharabandha.
3.70. Jalandharabandha: contraer la garganta y mantener la barbilla
apretada contra el pecho (hueco del esternón); jalandharabandha
destruye la vejez y la muerte.
3.71. Esta bandha se llama jalandhara porque contrae los nâdi y
detiene el flujo descendente del néctar que baja desde soma a través
de la cavidad en el paladar; elimina todas las afecciones de garganta.
3.72. Cuando se ejecuta jalandharabandha con la garganta contraída, el
néctar no puede caer al fuego de la vida (manipurachakra), y prâna no
resulta agitado (siguiendo un camino equivocado).
3.73. Cuando la garganta está firmemente contraída los dos nâdi (ida y
pingala) quedan como muertos; en la garganta se encuentra el chakra
del medio, vishuddha, donde se unen firmemente los (nâdi que conectan
los) dieciséis puntos vitales4.
4los
puntos vitales son: pulgares, tobillos, rodillas, muslos, perineo,
pene o clítoris, ombligo, corazón, nuca, garganta, lengua, nariz,
entrecejo, frente, cabeza y brahmarandhra.
Bandhatraya.
3.74. Practicando (simultáneamente) uddiyanabandha, mûlabandha y
jalandharabandha, se hacer subir prâna por sushumna.
3.75. De esta forma prâna queda inmóvil en sushumna y se vence a la
vejez, la enfermedad y la muerte.
3.76. El yogui conoce estas tres bandha que practicaban los grandes
siddha, como medios fundamentales a través de las cuales se consigue
el éxito en hathayoga.
Viparitakaranimudra.
3.77. Viparitakarani: todo el néctar que produce la luna celestial (somarasa)
acaba siendo devorado por el sol; así envejece el cuerpo.
3.78. Existe una excelente práctica por medio de la cual se consigue
burlar al sol, pero sólo la podemos aprender del guru, y no por el
estudio teórico de los shastras.
3.79. Se trata de viparitakarani, que sitúa el sol, en el plexo solar,
por encima de la luna, sobre el paladar; esto ha de aprenderse
siguiendo las instrucciones del guru.
3.80. En el que practica cada día incrementa el fuego gástrico y ha de
tener siempre comida abundante.
3.81. Si reduce su alimentación, el fuego consumirá rápidamente su
cuerpo. El primer día debe permanecer (sólo) por poco tiempo apoyado
sobre la cabeza, con los pies en alto.
3.82. Aumentar la duración de la práctica de forma gradual, día a día;
al cabo de seis meses desaparecen las canas y las arrugas; practicando
tres horas al día se vence a la muerte.
Vajrolimudra.
3.83. Vajrolimudra: incluso los que llevan una vida desordenada sin
observar las disciplinas proclamadas por el yoga, pueden alcanzar el
triunfo dominando vajrolimudra.
3.84. Para esta práctica se necesitan dos cosas difíciles de obtener
para la gente común: leche (en el momento preciso) y una mujer que se
comporte del modo deseado.
3.85. Aspirando el bindu que se eyacula durante la relación sexual,
sea el sujeto hombre o mujer, se obtiene éxito en la práctica de
vajroli.
3.86. Con cuidado, soplar con fuerza en el
interior del pene con ayuda de un tubo (insertado en la uretra), a fin
de permitir el paso del aire (hacia el interior)5.
3.87. El bindu que esta a punto de ser eyaculado en la vagina de una
mujer debe aspirarse con la ayuda de vajrolimudra; si la eyaculación
ya ha tenido lugar se debe reaspirar el propio bindu junto con los
fluidos vaginales a fin de preservarlo6.
3.88. De esta forma, el yogui preserva su bindu y vence a la muerte;
cuando se malgasta bindu, la muerte sobreviene a su debido tiempo,
pero quien lo preserva, vive una larga vida.
3.89. Reteniendo bindu con ayuda de vajrolimudra, el cuerpo del yogui
emana un agradable olor; no hay que temer la muerte mientras bindu
este retenido en el cuerpo7.
3.90. El bindu de los hombres esta bajo el control de la mente, y la
vida depende del bindu. Por lo tanto, la mente y el bindu deben ser
protegidos por todos los medios.
3.91. Quien domine esta práctica debe aspirar
completamente el semen junto con los fluidos vaginales de la mujer con
quien tiene relación sexual, a través del pene8.
5.hay que conseguir primero un tubo de
plomo -cateter- muy fino, de catorce dedos de largo e insertarlo en la
uretra, profundizando la inserción el ancho de un dedo cada dia, hasta
que se introducen doce dedos y queda fuera una longitud de dos dedos
que se dobla hacia arriba; a continuación, se inserta un tubo mas fino
en el anterior y se sopla con suavidad para limpiar el pasaje de
impurezas; después se continúa absorbiendo agua a través del tubo -y
progresivamente líquidos cada vez mas densos- y, finalmente,
absorbiendo semen -primero con la sonda colocada y luego sin ella-;
solo se tendrá éxito si la respiración se mantiene controlada y se
domina khecharimudra.
6
durante la eyaculación, recorren la uretra
contracciones espasmódicas, reflejas e irreprimibles que expulsan el
esperma; vajroli reduce el riesgo de eyaculación desensibilizando las
terminaciones nerviosas de la uretra, lo que embota el reflejo
eyaculatorio sin disminuir la voluptuosidad sexual.
7
vajroli afirma los testículos y tonifica las gónadas, lo que aumenta
el vigor y la virilidad mientras la producción incrementada de
hormonas masculinas rejuvenece el organismo.
8
este sloka puede ser una interpolación posterior al texto.
Sahajolimudra.
3.92. Sahajolimudra: sahajoli y amaroli son distintas variaciones de
vajroli, dependiendo del resultado que se obtenga. Hay que mezclar
cenizas de estiércol quemado con agua.
3.93. Tras la práctica de vajroli durante la relación sexual, una vez
finalizada toda actividad, el hombre y la mujer sentados comodamente,
deben frotar las partes mas notables de su cuerpo (cabeza, frente,
ojos, corazón, hombros y brazos) con esta mezcla9.
3.94. Esto se denomina sahajoli y debe ser estimado por los yoguis,
pues es un proceso benéfico que proporciona la liberación a través de
la experiencia sensual.
3.95. Esta técnica solo es dominada por personas virtuosas y
valientes, que conocen la verdad y no son en absoluto envidiosas.
9
según unas versiones, la mezcla utilizada se compone de cenizas de
estiercol de vaca con agua; según otras, se debe utilizar la mezcla
del semen eyaculado, bindu, con los fluidos vaginales, rajas. Otras
escuelas especifican que sahajoli consiste en cerrar el yoni hasta que
éste apriete el lingam como una mano, abriéndolo y cerrandolo a su
gusto, como la mano de una gopi que ordeña la vaca.
Amarolimudra.
3.96. Amarolimudra: según la doctrina secreta de los kapalika, amaroli
consiste en beber la propia orina (amari) una vez enfriada, desechando
la primera orina de la mañana, por poseer un exceso de bilis, y la
última del día, por ser muy ligera.
3.97. Quien bebe amari, lo huele y practica vajroli diariamente,
recibe el nombre de practicante de amaroli.
Vajroli para la yoguini
3.98. Hay que mezclar cenizas con bindu tras la práctica de vajroli y
frotar con esta mezcla las partes nobles del cuerpo, obteniendo así
visión divina.
3.99. Si una mujer practica lo suficiente como para volverse una
experta y es capaz de absorber el bindu de un hombre (eyaculado en su
interior) y retenerlo dentro, por medio de la técnica vajroli, se
convertirá en una yoguini.
3.100. (Así) sin duda, no se pierde ni la más mínima cantidad de semen
y en el cuerpo (de la yoguini) nada se transforma en bindu.
3.101. Si bindu y rajas permanecen unidos en el interior del cuerpo
mediante vajroli, se consigue todo tipo de siddhi.
3.102. La yoguini que preserva su rajas mediante una contracción hacia
arriba, puede conocer el pasado y el futuro, y alcanzar la perfección
en khechari.
Conclusión.
3.103. Mediante la práctica del yoga de vajroli, se obtiene la
perfección del cuerpo (belleza, gracia y fuerza); este tipo de yoga
proporciona mérito (punya) y, aunque coexiste con la experiencia
sensual, conduce hacia la liberación.
Kundalini.
3.104. Kutilangi, kundalini, bhujangi, shakti, iishvari, kundali,
arundhati: todas estas palabras son sinónimas.
3.105. Igual que la puerta se abre con la llave, el yogui debe abrir
la puerta de la liberación mediante el hathayoga y el poder de
kundalini.
3.106. La gran diosa (kundalini) duerme cerrando con su boca el pasaje
a través del cual se puede ascender al brahmarandhra (asiento de
Brahma), el lugar en donde no existe dolor ni sufrimiento.
3.107. Kundalinishakti, que duerme sobre el bulbo kanda (donde
convergen todos los nâdi), proporciona liberación al yogui y
esclavitud al necio; el que conoce a kundalini conoce el yoga.
3.108. Kundalini se describe enroscada como una serpiente; quien pueda
hacer que shakti se mueva (de muladhara hacia arriba) quedará
liberado, sin duda.
3.109. Entre el Ganga y el Yamuna está sentada una joven viuda
practicando tapas; hay que poseerla por la fuerza, pues esto conduce a
la sede suprema de Vishnu (su esposo en sahasrara).
3.110. El sagrado Ganga es ida y el Yamuna es pingala; entre ida y
pingala esta la joven viuda kundalini.
Shaktichalanamudra.
3.111. Shakticalanakriyâ: se debe despertar a la serpiente dormida (kundalini)
agarrándole la cola; entonces, shakti abandona su sueño y se levanta
con fuerza.
3.112. Después de inspirar por pingala, la adormecida serpiente debe
ser manejada mediante la técnica paridhana, a fin de moverla
diariamente durante hora y media, tanto al amanecer como al atardecer10.
10
la
técnica paridhana es similar a nauli, pues consiste en mover los
músculos abdominales de izquierda a derecha, de derecha a izquierda y
en espiral.
Kanda.
3.113. El kanda tiene una extensión igual al ancho de doce dedos, se
encuentra situado encima del ano a una distancia de cuatro dedos y
tiene un aspecto delicado, de color blanco, como cubierto por un trozo
de paño blanco11.
3.114. Sentado en la postura vajrâsana, coger los pies cerca de los
tobillos y presionar (con los talones) sobre el kanda.
3.115. En la postura de vajrâsana, después de mover kundalini, el
yogui ha de practicar bhastrikakumbhaka, a fin de despertarla
rápidamente.
3.116. Luego ha de contraer el sol para obligar a kundalini a
ascender; aunque se sienta llegar a las puertas de la muerte, el yogui
no tiene nada que temer12.
3.117. Cuando se mueve kundalini sin temor alrededor de hora y media,
ésta entra y sube un poco por sushumna.
3.118. De esta forma, kundalini deja libre la entrada de sushumna, que
es arrastrada sin esfuerzo hacia arriba por la corriente de prâna.
11
el centro del cuerpo se halla en un punto situado dos dedos por
encima del ano y dos dedos por debajo de la raiz del pene; el kanda se
halla a nueve dedos del centro del cuerpo y parece un huevo cubierto
por una serie de capas membranosas; los animales lo tienen situado en
el centro del abdomen.
12
el
sol, sûrya, es la región del abdomen, cerca del ombligo, que se
contrae por medio de uddiyanabandha.
Efectos.
3.119. Por lo tanto, se ha de mover todos los dias esta arundhati, que
duerme cómodamente, pues así el yogui se verá libre de enfermedades.
3.120. El yogui que mueve shakti consigue los siddhi, ¿qué más puede
decirse?; se vence al tiempo como si se tratase de una simple
representación.
3.121. Sólo el yogui que lleva una vida de brahmacarya, observa una
dieta moderada y saludable, y practica yoga estimulando correctamente
a kundalini, alcanzará siddhi en el plazo de 40 días.
3.122. Una vez se ha puesto en movimiento a kundalini se ha de
practicar especialmente bhastrikakumbhaka; ¿de dónde puede surgir el
miedo a la muerte en un yogui que se autocontrola y practica siempre
según lo indicado?
Otras técnicas.
3.123. Aparte de la práctica de shakticalana, que hace moverse a
kundalini, ¿qué otras técnicas hay para remover las impurezas de los
72.000 nâdi?
3.124. Sushumna se endereza (para facilitar el paso de prâna) por
medio de la práctica de âsana, prânâyâma y mudra.
3.125. Quien permanezca atento a la práctica (liberado de la pereza) y
concentrado en samâdhi, obtendrá grandes beneficios tanto de shambavi
como de otros mudra.
3.126. Sin rajayoga no hay prithivi; sin rajayoga no hay noche; sin
rajayoga son inútiles todos los mudra.
3.127. Todas las técnicas de prânâyâma han de realizarse con la mente
concentrada; el sabio no debe permitir que su mente ande vagando
(mientras practica los ejercicios).
Conclusiones.
3.128. El primer Señor, Shiva, ha descrito de esta forma las diez
mudra; cada una de ellas otorgará grandes siddhi a quien permanezca
autocontrolado (yamin).
3.129. El que imparte las enseñanzas sobre estos mudra, recibidas a su
vez tal como se trasmiten tradicionalmente, de guru a guru, él mismo
es verdaderamente un guru, y se le puede llamar maestro, Dios (îshvara)
en forma humana.
3.130. Quien siga cuidadosamente sus enseñanzas, concentrado en la
práctica de los mudra, será capaz de vencer a la muerte y conseguirá
siddhi, como animam (y otros)13.
13los
ocho siddhi clásicos son: animam, laguimam, prâpti, prâkâmyam, mahimam,
iishitritva, vâshitvam, kâmâvasâyitvam.
Capítulo Cuarto — Samâdhi
Samâdhi.
4.1. Loor a Shiva, el guru que se presenta en forma de nada, bindu y
kâla; quien se consagre a él alcanzará el estado sin mancha y se
librará de mâyâ14 .
4.2. A continuación se expone la técnica del samâdhi que vence a la
muerte, conduce a la felicidad (eterna) y a la gloriosa disolución en
brahman.
4.3-4. Rajayoga, samâdhi, unmani, manonmani, amaratva, laya, tattva,
shûnyashûnya, paramapada, amanaska, advaita, niralamba, niranjana,
jivanmukti, sahaja y turiya son sinónimos.
4.5. Samâdhi: así como un grano de sal se disuelve en el agua y se
convierte en uno con ella, durante el estado de samâdhi se produce una
unión similar entre mente y âtman.
4.6. Cuando no hay movimiento de prâna (duante kumbhaka) y la mente se
disuelve en el sí mismo, tal estado de armonía se denomina samâdhi15
.
4.7. El estado de equilibrio, unión dejivâtmany
paramatman, que se produce cuando cesan todos los procesos mentales,
es samâdhi16.
14
nada es un sonido místico, similar a la
reberveración de la campana, representado por el semicírculo dibujado
en Om; bindu es el sonido representado en Om por el punto sobre nada;
kâla es una particularidad de nada.
15
este estado es el samprajñâta—samâdhi descrito por Patañjali.
16
este estado es el asamprajñata—samâdhi, en el cual no se distingue
entre sujeto conocedor, objeto conocido y proceso de conocimiento.
Efectos.
4.8. ¿Quién conoce realmente la grandeza del rajayoga?; gracias a la
enseñanza impartida por el guru, se alcanza jñâna, mukti, sthiti y
siddhi.
4.9. Sin la ayuda de un auténtico guru, es muy difícil lograr la
renuncia a los deseos (vairâgya), la percepción de la verdad y el
auténtico estado natural de samâdhi (sahajâvasthâ)
4.10. Cuando se ha despertado kundalini mediante la práctica de âsana,
kumbhaka y mudra, el prâna se disuelve en el vacío (shûnya) de
brahmarandhra.
4.11. El yogui que ha despertado a shakti y se ha liberado de todo
karma, alcanzará de forma natural el auténtico estado de su ser (samâdhi).
4.12. Cuando prâna fluye por sushumna y la mente se disuelve en el
vacío (shûnya), el conocedor del yoga (que ha logrado detener el flujo
de las modificaciones mentales) extirpa las raices del karma.
Conclusión.
4.13. Loor a Ti, ¡oh, amara!, que has conquistado incluso el tiempo,
en cuyas fauces sucumbe el universo con todas las cosas animadas e
inanimadas17.
Prâna.
4.14. Amaroli, vajroli y sahajoli, se consiguen con éxito cuando la
mente es reducida a un estado de equilibrio perfecto y prâna fluye por
sushumna.
4.15. ¿Cómo podría obtenerse jñâna si prâna todavía vive (se halla
activo) y la mente aún no ha muerto (no ha detenido sus procesos
mentales)?; solamente quien logre permanecer en la inmovilidad,
deteniendo prâna y mente, alcanzará la liberación.
4.16. Una vez dominada la técnica para
abrir sushumna y hacer que prâna fluya por su interior, hay que
practicar en un lugar adecuado (y no descansar) hasta que kundalini se
establezca en brahmarandhra.
17
el perfecto yogui es mencionado en este
sloka con el término amara.
Sushumna.
4.17. Sol y luna originan la división del tiempo en forma de día y
noche; sushumna (sin embargo) devora el tiempo; esto es un gran
secreto.
4.18. Hay 72.000 nâdi en el cuerpo; de todos ellos, sushumna es el que
contiene la energía divina (shambavi— shakti) que apacigua a Shiva;
los otros no son de gran uso.
4.19. Con prâna controlado, hay que despertar a kundalini y encender
el fuego gástrico para entrar en sushumna sin temor.
4.20. Cuando prâna fluye a través de sushumna se alcanza manonmani-âvasthâ;
otro tipo de prácticas son simples esfuerzos del yogui.
Prâna y mente.
4.21. Cuando se detiene prâna se detienen también los procesos
mentales; quien controle la mente, controlará también prâna.
4.22. Las dos causas de actividad mental son prâna y vâsanâ; la
inactividad de una de ellas provoca la inactividad de la otra.
4.23. Cuando la mente está absorta, prâna se detiene; cuando prâna
está suspendido, la mente permanece quieta.
4.24. Mente y prâna están relacionados entre sí como la leche y el
agua (que contiene), siendo sus actividades coincidentes; si existe
movimiento de prâna, existe movimiento mental, y si hay actividad
mental, la hay de prâna.
4.25. Si se suspende la actividad de una de ellas (mente y prâna), la
otra parará; si una actúa, la otra también actuará; si no permanecen
quietas, los sentidos estarán siempre activos; si se consigue
controlarlas, se alcanzará moksha.
Mente y mercurio.
4.26. La naturaleza de la mente consiste en estar en movimiento
continuo, igual que la del mercurio; cuando ambos quedan inmóviles,
¿hay algo en este mundo que no pueda lograrse?
4.27. ¡Oh Parvati! Tanto el mercurio como el prâna, cuando se
inmovilizan, se vencen todas las enfermedades; cuando mueren (se
vuelven inactivos), proporcionan vida; cuando se controlan, la
levitación es posible.
Prâna, mente y semen.
4.28. Cuando la mente queda quieta, prâna se detiene y, en
consecuencia, bindu permanece inmóvil; cuando bindu permanece estable,
el cuerpo adquiere fuerza y estabilidad, a su vez.
4.29. La mente domina los indriya y depende de prâna; laya produce
prâna y, a su vez, depende de nada.
Liberación.
4.30. La quietud mental en sí misma se llama moksha, aunque otros
puedan denominarla de distinta forma; en cualquier caso, cuando mente
y prâna se disuelven sobreviene una indefinible alegría.
Laya
4.31. Cuando cesa el movimiento respiratorio y la atracción por los
objetos de los sentidos, cuando el cuerpo permanece inmóvil y se
detienen las modificaciones mentales, el yogui experimenta el layayoga.
4.32. Cuando cesa completamente toda actividad mental y física se
produce el indescriptible estado del layayoga, del cual sólo el sí
mismo es consciente, pues está más allá de las palabras.
4.33. La disolución tiene lugar en brahmarandhra, en el lugar adonde
se dirige la concentración; en el indiferenciado brahman se disuelve
avidyâ, por medio de la cual existen los bhûta y los indriya, y la
energía (shakti) que se halla en todo ser vivo.
4.34. La gente dice “laya, laya”, pero, ¿qué es realmente laya?: es el
estado de olvido de los objetos de los sentidos, debido a que los
samskâra dejan de actualizarse.
Shambhavimudra.
4.35. Los vedas, los shastras y los purânas son como prostitutas (pues
están disponibles para todo el mundo); en cambio shambavimudra se
encuentra cuidadosamente guardada, como una mujer honesta.
4.36. Shambavimudra consiste en concentrar la mente en el interior (en
cualquiera de los chakra) mientras se mantiene fija la mirada en un
objeto exterior, sin parpadear; los vedas y los shastras mantienen
este mudra en secreto.
4.37. Shambavimudra es un estado en que mente y prâna se vuelven uno
con el objeto interno, mientras la mirada permanece fija, como si todo
lo viera, cuando en realidad no ve nada; cuando, gracias al guru, se
alcanza ese estado, mas allá del vacío y del no-vacío (shûnyashûnya),
en que todo se convierte en manifestación del gran Shambu, entonces se
manifiesta la realidad18.
4.38. Tanto shambavimudra como khecharimudra, aunque difieren en el
punto en que se fija la mirada y en el objeto de concentración, tienen
en común que ambas proporcionan el estado de felicidad que tiene lugar
cuando se disuelve la mente en el vacío (en âtman), el cual es un
estado de bienaventuranza en sí mismo19.
4.39. El estado unmani surge de forma natural cuando la mirada se
dirige hacia la luz que aparece en la punta de la nariz, se levantan
un poco las cejas y se concentra la mente, como se ha explicado antes
(shambavimudra).
4.40. Algunos se engañan con las promesas de los âgama, otros con las
perplejidades de los vedas y otros mas con la dialéctica; ninguno de
ellos conoce aquello (unmaniâvasthâ) con cuya ayuda se puede cruzar el
océano de la existencia.
4.41. Con los ojos semicerrados, la mirada fija en la punta de la
nariz, la mente en calma y la corriente de prâna en ida y pingala
detenida, permaneciendo en un estado de quietud (corporal, sensual y
mental) se alcanza lo más elevado en forma de luz radiante que es la
fuente de todas las cosas y, en sí mismo es todo, la suprema realidad;
¿qué más se puede decir?
18la
atención debe fijarse en anahatachakra y el objeto interno para la
contemplación debe ser îshvara o brahman; no es un estado vacío,
porque mientras se contempla el objeto interno existe la naturaleza
del ser; tampoco es no-vacío, porque incluso este objeto se disuelve
19
se denomina vacío porque no esta afectado
por tiempo, espacio o materia; es un estado vacío de si mismo y
también de objetos distintos a si mismo. Los puntos de fijación de la
mirada en los dos mudra son diferentes porque en shambavimudra los
ojos se dirigen hacia el exterior y en khechari hacia el entrecejo;
los objetos de concentración son distintos porque en shambavimudra la
atención se fija en anahatachakra, y en khecharimudra en ajñachakra.
Lingam.
4.42. No se debe adorar el lingam ni
de día ni de noche; el lingam ha de adorarse sólo cuando han dejado de
existir el día y la noche20.
20 lingam hace referencia
al sí mismo, al âtman; es de día cuando prâna fluye por el sol o
pingala, y de noche cuando lo hace por la luna, por ida; no se debe
contemplar âtman cuando prâna fluye por estos nâdi; primero debe cesar
el movimiento de prâna en ida y pingala para hacerlo fluir por
sushumna para poder así contemplar el sí mismo.
Khecharimudra.
4.43. Cuando prâna, que normalmente fluye por los nâdi derecho e
izquierdo, (los abandona y) se mueve por sushumna, entonces se puede
practicar khecharimudra hasta alcanzar la perfección, sin lugar a
dudas.
4.44. Cuando el vacío (shûnya) entre ida y pingala (sushumna), devora
la corriente de prâna, indudablemente khecharimudra se vuelve perfecto21.
4.45. Entre ida y pingala hay un espacio vacío donde se aplica la
lengua para la práctica de khecharimudra.
4.46. Khecharimudra, que recoge el néctar procedente de la luna, es la
amante visible de Shiva; la entrada del incomparable y divino sushumna
debe bloquearse con la lengua invertida, vuelta hacia el velo del
paladar.
4.47. Sushumna también quedará bloqueado cuando se llene de prâna;
esta es la perfecta khecharimudra que conduce al unmani-âvasthâ22
.
4.48. Entre las cejas está la sede de Shiva, el lugar donde la mente
se aquieta; este estado mental (samâdhi) se conoce como turiya, al que
no tiene acceso el tiempo (la muerte).
4.49. Se ha de practicar khecharimudra hasta que se alcance el estado
de yoganidra; el tiempo (la muerte) no existirá para quien lo logre.
21
devorar el prâna quiere decir que éste
debe permanecer estable en sushumna.
22
si sushumna no se llena de prâna, la
práctica de khecharimudra solo conduce a un estado de aturdimiento; y
eso no es el auténtico khecharimudra.
Disolución.
4.50. Una vez se ha liberado la mente de todo objeto y concepto, ya no
se desarrollan mas pensamientos; entonces se parece a una vasija vacía
rodeada y llena de akâsha.
4.51. Cuando cesa la respiración exterior (con la práctica de khechari),
también lo hace la interior (producción de prâna); entonces, la
corriente de prâna y la corriente mental se detienen en el lugar
apropiado (brahmarandhra).
4.52. El practicante que día y noche dirige el flujo de prâna (a
través de sushumna), consigue disolver la mente allí donde prâna se
disuelve.
4.53. Hay que inundar el cuerpo de pies a cabeza con el néctar (que
fluye de la luna); así, el cuerpo se dotará de gran fortaleza y valor.
4.54. Centrar la mente en shakti y mantener shakti en el centro de la
mente; observar la mente con la mente y hacer del supremo estado (samâdhi)
el objeto de concentración23.
4.55. Colocando el sí mismo (âtman) en medio de akâsha y akâsha en
medio del sí mismo, reduciendo todo a la naturaleza de akâsha (mas
allá del tiempo y del espacio), no se piensa en nada más.
4.56 Así, el yogui en estado de meditación se vacía por dentro y por
fuera como una vasija en akâsha, y, al mismo tiempo, se llena por
dentro y por fuera como una vasija en el océano.
4.57. No debe haber procesos mentales sobre cosas externas o internas;
se han de abandonar todos los pensamientos subjetivos y objetivos, y
no hay que pensar en nada.
4.58. La totalidad de este mundo es solo una creación de la mente,
incluso la misma actividad mental es una ilusión; cuando se trasciende
la mente, compuesta de procesos mentales, se halla descanso en aquello
que no cambia; con seguridad, ¡oh Rama!, se ha conseguido la paz.
4.59. Igual que el alcanfor en la llama y la sal en el agua, la mente
se disuelve en contacto con la realidad (âtman).
23
el
significado parece ser el siguiente: mantener prâna en la mente y la
mente en brahmarandhra; entonces, contemplando kundalinishakti, la
mente y kundalini se vuelven uno.
Maya.
4.60. Todo lo que se presenta ante la mente no es mas que lo
cognoscible, pues la mente es el conocimiento mismo; cuando el proceso
de conocimiento y el objeto de concentración se absorben
recíprocamente, desaparece toda dualidad.
4.61. Todo en este mundo, tanto animado como inanimado, es una
creación de la mente; cuando la mente alcanza el estado trascendente (unmani-âvasthâ),
deja de experimentarse la dualidad.
Conclusiones.
4.62. Cuando se abandonan todos los objetos de conocimiento, la mente
se disuelve (en el absoluto sat— cit—ânanda) y sólo permanece el
estado kaivalya.
4.63. Los diferentes caminos que conducen al samâdhi, que utilizan
distintas técnicas, fueron descritos por los grandes maestros de la
antigüedad, los cuales basaron las enseñanzas en su propia
experiencia.
4.64. Loor a sushumna, a kundalini, al néctar que fluye de la luna, al
manonmani-âvasthâ y al gran shakti, en forma de conciencia pura.
Nadam.
4.65. Ahora se describe la práctica de nada (anahata), tal como la
enseñó Gorakshanatha, válida incluso para los menos ilustrados,
incapaces de comprender la realidad.
4.66. El Primigenio Señor Shiva ha mostrado innumerables caminos que
conducen a laya, pero parece que el mejor de todos ellos es la
práctica de nadam.
4.67. El yogui, sentado en muktâsana y adoptando shambavimudra, debe
escuchar atentamente el sonido interior que se oye en el oído
apropiado24.
4.68. Cerrando los oídos, la nariz, la boca y los ojos, entonces se
oirá claramente un sonido en el purificado sushumna25 .
24
estos sonidos proceden de sushumna; el Tripurasarasamuccaya aclara que
el sonido puede oirse de diez formas distintas: como un enjambre de
abejas, como una flauta, como campanas, como las olas del océano, como
el trueno, etc.
25los
oídos deben cerrarse con los pulgares, los ojos con los índices, la
nariz con los dedos medio y anular y la boca colocando los meñiques en
la comisura de los labios.
Etapas.
4.69. Toda práctica de yoga contiene cuatro etapas: arambhavasthâ,
ghatâvasthâ, paricayâvasthâ y nishpattyavasthâ.
Arambhâvasthâ.
4.70. Arambhavasthâ: cuando brahmagranthi (situado en anahatachakra)
es atravesado (con la práctica de prânâyâma), se experimenta una
especie de beatitud en el shûnya (akâsha del corazón) donde se oyen
sonidos tintineantes, como de joyas, en el centro del cuerpo.
4.71. En cuanto se hace audible el sonido en el vacío (interior), el
cuerpo del yogui se vuelve resplandeciente y brillante; emana una
exquisita fragancia, se aleja de la enfermedad y su corazón se llena
de prâna y felicidad.
Ghatâvasthâ.
4.72. Ghatâvasthâ: en la segunda etapa prâna se une con apana, nada y
bindu y entra en el chakra medio (el del corazón); ahora las âsana se
perfeccionan y surge la sabiduría divina26.
4.73. Cuando el vishnugranthi es atravesado (por prâna durante
kumbhaka), la felicidad divina está próxima; en el vacío de
vishuddhachakra, surge un sonido que retumba, como de timbales.
26el
chakra del medio es el vishuddhachakra.
Paricayâvasthâ.
4.74. Paricayâvasthâ: en la tercera etapa se percibe un sonido
parecido al de un mardala situado en el entrecejo; entonces, prâna
entra en el gran vacío (mahashûnya, es decir, sushumna), la sede de
todos los siddhi.
4.75. Una vez superado el estado de felicidad puramente mental
(logrado al escuchar los sonidos místicos), se experimenta de forma
espontánea la felicidad que deriva del conocimiento de âtman;
entonces, se superan todos los desequilibrios (de los dhatu), los
dolores, la vejez, la enfermedad, el hambre y el cansancio.
Nishpattyâvasthâ.
4.76. Nishpattyâvasthâ: una vez atravesado el rudragranthi, el prâna
alcanza el asiento de îshvara (en el akâsha entre las cejas); entonces
se escucha el sonido como de una la flauta que asume la resonancia de
la vina.
4.77. La integración mental (en un estado en el cual la dualidad
sujeto-objeto no existe) se denomina rajayoga; el yogui, se convierte
ahora en maestro de creación y destrucción, igual que îshvara.
4.78. Se le llame o no liberación, esto es la felicidad perfecta; esta
felicidad proviene de laya y se consigue a través del rajayoga.
Hatha y Raja.
4.79. Hay muchos que solo son hathayoguis, y no conocen el rajayoga;
estos son simples practicantes que nunca alcanzarán los (verdaderos)
frutos de sus esfuerzos.
Unmaniâvasthâ.
4.80. La contemplación en el espacio situado entre las cejas es la
mejor forma de alcanzar el unmani-âvasthâ en poco tiempo; incluso para
las personas de intelecto limitado ésta es la forma más adecuada para
alcanzar el rajayoga. El estado de laya que nace de nada, proporciona
esta experiencia de forma inmediata.
4.81. (Todos) los grandes yoguis que han logrado el estado de samâdhi
a través de la concentración en nada, han experimentado en sus
corazones una felicidad inigualable, mas allá de toda descripción y
que sólo puede ser conocida por el bendito maestro (Sri Gurunatha).
Práctica del nadam.
4.82. El muni, cerrados sus oídos con los pulgares, escucha
(atentamente) el sonido místico (en su interior) hasta que alcanza lo
inmutable (turiya).
4.83. Por medio de la práctica de la escucha atenta, el sonido
interior sobrepasa gradualmente a los sonidos exteriores; así, el
yogui en quince días puede superar la inestabilidad mental y alcanzar
la felicidad.
4.84. En las primeras etapas de la práctica se pueden oír diversos
sonidos fuertes, pero a medida que se progresa se vuelven más y más
sutiles.
4.85. Al principio se oyen interiormente varios sonidos como el rugir
del océano o como el trueno, como el del tambor o el del timbal; en la
etapa intermedia los sonidos se escuchan como un tambor mardala, la
concha, la campana o el cuerno; finalmente, el sonido se asemeja al de
las campanillas, la flauta, la vina o las abejas.
4.86. Los distintos sonidos se escuchan desde el centro del cuerpo.
4.87. Aunque todavía se escuchen los sonidos fuertes, como el del
trueno o el del timbal, hay que dirigir la atención exclusivamente a
los más sutiles.
4.88. Aunque la atención pueda alternarse entre los sonidos fuertes y
los sutiles, se ha de impedir que la mente vague por todas partes, al
ser de naturaleza inestable.
4.89. En cualquier sonido interno en que la mente fije primero su
atención, se puede lograr estabilidad cuando se funden (laya) mente y
sonido.
4.90. La mente absorta en nada no siente atracción por los objetos de
los sentidos, igual que una abeja que cuando bebe el néctar (de las
flores) no se preocupa de su olor.
4.91. El afilado hierro de nada refrena la mente, que se comporta como
un elefante loco (difícil de controlar) vagando por el jardín de los
objetos sensoriales27.
4.92. Cuando se ha despojado a la mente de su (habitual) naturaleza
inquieta y se halla sujeta con las cuerdas de nada, alcanza la mayor
estabilidad, como un pájaro al que se le han recortado las alas.
4.93. El que desea alcanzar el dominio del yoga ha de reducir al
máximo toda la actividad mental y, con la mente totalmente
concentrada, meditar exclusivamente en nada28.
27
aquí se hace referencia a pratyâhara, que consiste en alejar la mente
de los objetos de los sentidos.
28
es
decir, la mente debe volverse una con nada, lo cual representa el
estado dedhyâna.
Semejanzas.
4.94. Nada es como la trampa que captura al ciervo interno (la mente);
y también como el cazador que mata al animal interior (el pensamiento
conceptual).
4.95. Nada es como el cerrojo de la puerta que encierra el caballo (el
pensamiento conceptual) del yogui; por consiguiente, se ha de meditar
diariamente sobre nada.
4.96. La mente y el nada son como el mercurio y el sulfuro que, cuando
se unen, la mezcla se solidifica y el mercurio (la mente) pierde su
naturaleza activa, capaz incluso de moverse sin apoyo en el akâsha de
brahman.
4.97. Cuando la mente se sumerge en nada es como una serpiente absorta
en la unidad, que se olvida de toda inquietud y no huye a ninguna
parte.
Asamprajñatasamâdhi.
4.98. El fuego que quema un trozo de madera se apaga cuando ha
consumido toda la madera; así también la mente, cuando permanece
concentrada (y no busca más combustible), se disuelve en nada.
4.99. La mente (antahkarana) es como un ciervo que,atraído por el
sonido del reclamo, se queda inmóvil y puede ser herido facilmente por
un arquero (es decir, totalmente silenciada por aquel que domina prâna).
4.100. Lo que se puede oir ahora es la resonancia mística de un
sonido; y la quintaesencia de eso que se oye es el supremo objeto de
conocimiento, la consciencia absoluta (caitanya); antahkarana (mente)
se vuelve una con caitanya, se disuelve en ella; este es el supremo
estado de Vishnu (el omnipenetrante ser).
4.101. El concepto de akâsha (el substrato del sonido) existe sólo
mientras el sonido puede escucharse; la máxima realidad (brahman)
expresada en el silencio, es el supremo âtman.
4.102. Todo lo que se escucha bajo forma del místico nada es realmente
shakti; es el estado que está más allá de toda forma, en el que los
elementos (tattva) se disuelven (laya), es el Supremo Señor (parameshvara).
Unmaniâvasthâ.
4.103. Todas las prácticas del hathayoga y el layayoga no son más que
medios para conseguir el rajayoga; quien logre el rajayoga triunfará
sobre la muerte.
4.104. La mente es la semilla, el hathayoga el suelo y vairâgya el
agua; con estos tres elementos crece rápidamente el árbol (kalpavriksha)
del unmani-âvasthâ29 .
4.105. Por medio de la constante meditación en nada, se destruyen
todos los deseos acumulados, y la mente y el prâna se disuelven
definitivamente en la inmaculada consciencia absoluta (vacía de todas
las gûna).
4.106. Durante unmani-âvasthâ el cuerpo se parece a un trozo de madera
y el yogui no se inmuta ni por los fuertes sonidos de la concha marina
ni por el del dundubhi.
4.107. El yogui que supera todos los estados y se libera de todos los
pensamientos, parece como muerto (es decir, inmutable ante los
estímulos externos) y se halla liberado, sin duda alguna30.
29
el
kalpavriksha es un árbol mítico que cumple todos los deseos; en el
estado de trascendencia mental unmani-âvasthâ también se cumplen todos
los deseos.
30
hay cinco estados o avasthâ: jagrat,
svapna, sushupti, murcha y marana.
Samâdhi.
4.108. Un yogui en samâdhi no resulta dominado por el proceso del
tiempo (la muerte), ni por el fruto de las acciones (karma); nada ni
nadie puede afectarle.
4.109. Un yogui en samâdhi no recibe nada a través de los sentidos; no
se conoce a si mismo ni a los demás.
4.110. Aquel cuya mente no está despierta ni dormida, libre de los
recuerdos y del olvido, para quien nada permanece quieto o activo, es
realmente un liberado (jivanmukti)31.
4.111. Un yogui en samâdhi es insensible al calor y al frío, al dolor
y al placer, al honor y al insulto.
4.112. Ciertamente, se trata de una persona liberada, de aspecto
saludable (con la mente clara y despejada), que parece dormido pero
está despierto, que no inspira ni espira (debido al sostenimiento de
kumbhaka).
4.113. Un yogui en samâdhi no puede ser herido por ningún arma, ni ser
atacado por nadie; está mas allá de las influencias de mantras y
yantras.
31se
dice que la mente duerme cuando pierde la facultad de discernir entre
distintos objetos, dado que tamas cubre los órganos de los sentidos,
superando a rajas y sattva; el estado de samâdhi no es de vigilia
porque no se experimentan los objetos de los sentidos; tampoco es un
estado en el que surgen los recuerdos, pues no se trata de una
modificación mental que haya surgido antes y no se despierta de tal
estado; se permanece libre del olvido, porque no hay impresiones
mentales que conduzcan al recuerdo; no se está quieto, porque existen
aún impresiones residuales; y tampoco activo, porque las
modificaciones mentales han cesado en su movimiento.
Conclusión.
4.114. Pero, mientras prâna no entre en sushumna y alcance su meta en
brahmarandhra, mientras bindu no esté controlado mediante la
contención de la respiración, mientras la mente no refleje su
auténtica naturaleza durante la meditación, los que hablan de
conocimiento espiritual no son mas que charlatanes y tergiversadores.
©
Jose Antonio Offroy – “Yogadarshana-Yoga y Meditación:
www.yogadarshana.tk” |