Versión de Khenpa Tsewang Dongyal Rinchope
Sabiduría
trascendente, inconcebible e inefable
como la esencia
increada e incesante del espacio
sabiduría prístina,
discernidora y conocedora de uno mismo
yo me inclino ante
ti, madre de los budas de los tres tiempos.
En sánscrito:
bhagavati prajñaparamita hridaya.
Me inclino ante la
victoriosa sabiduría trascendente.
Así lo escuché en
una ocasión.
Una vez, el
Bienaventurado se hallaba en el Pico de los Buitres, en Rajagrija, con una
gran asamblea de monjes y
una gran asamblea de
bodhisattvas.
Entonces el
Bienaventurado entró en el samadhi que examina los fenómenos llamado
“profunda luminosidad"
y, en ese momento,
el bodhisattva mahasattva, el noble Avalokiteshvara, en completa
meditación, él mismo alcanzó la sabiduría trascendente y vio con
perfección que los cinco agregados, en sí, también se encuentran vacíos.
A continuación, bajo
el influjo de del Buda, el venerable Shariputra se dirigió al
bodhisattva , el noble Avalokiteshvara, del siguiente modo:
“Cualquier hijo o
hija de la familia, que desee alcanzar la profunda sabiduría trascendente,
¿Cómo deberá aplicarse?”
Tras estas palabras,
el bodhisattva
mahasattva, el noble Avalokiteshvara, respondió al venerable Shariputra
del siguiente modo:
“Shariputra, todo
hijo o hija de la familia, que desee alcanzar la profunda sabiduría
trascendente, deberá partir del siguiente punto de vista y, entonces,
verá con nitidez
también que los cinco agregados se hallan igualmente vacíos por
naturaleza.
La forma es vacío y
el vacío es forma,
no existe otra forma
que la vacuidad
ni otra vacuidad que
la forma.
Del mismo modo, las
sensaciones, las conceptuaciones,
las formaciones
mentales y las consciencias se hallan vacías.
Shariputra, así
pues, todos los fenómenos son vacuos:
sin características,
increados e incesantes,
sin impurezas ni
ausencia de impurezas
sin disminución ni
aumento.
De este modo,
Shariputra, en la vacuidad no hay formas,
ni sensaciones, ni
conceptuaciones, ni formaciones mentales,
ni consciencias; ni
vista, ni oído,
ni olfato, ni gusto,
ni tacto, ni mente;
ni forma, ni sonido,
ni olor, ni sabor,
ni tacto, ni
fenómenos.
Tampoco hay el
acompañamiento de la vista..., ni el componente de la mente,
ni el componente de
la consciencia de la mente;
ni ignorancia, ni
fin de la ignorancia... ,
ni vejez y muerte,
ni fin de la vejez y la muerte
Igualmente, tampoco
hay sufrimiento,
ni causa, ni
cesación,
ni camino, ni
sabiduría primordial,
ni obtención, ni
no-obtención.
De este modo,
Shariputra, puesto que los bodhisattvas no tienen que obtener nada,
permanecen
confidentes en la sabiduría trascendente.
Sin ofuscamiento en
la mente, no tienen miedo.
Completamente más
allá del error,
alcanzan el nirvana
final.
Todos los buddhas
que habitan los tres tiempos, habiéndose confiado también a la sabiduría
trascendente,
han despertado
manifiesta y completamente
a la iluminación
insuperable y perfectamente pura.
Así pues, el mantra
de la sabiduría trascendente
es el mantra de la
gran consciencia,
el mantra
insuperable,
el mantra que iguala
lo desigual,
el mantra que
apacigua completamente todos los sufrimientos.
Puesto que no es
falso, hay que considerarlo como verdadero.
El mantra de la
sabiduría reza así:
Tadyata om gate gate
paragate parasamgate bodhi svaha.
Shariputra,
los bodhisattvas
mahasattvas de este modo deben aplicarse en la profunda sabiduría
trascendente.
Entonces, el
Bienaventurado salió del samadhi
y dijo, como
asentimiento a las palabras del bodhisattva mahasattva, el noble
Avolokiteshvara:
“Sí, sí,
Honorable, así es
así es.
Tal como tú lo has
enseñado
hay que practicar la
profunda sabiduría trascendente.
Incluso los
tathagatas se regocijan”.
Cuando el
Bienaventurado se pronunció de este modo,
el venerable
Shariputra,
el bodhisattva
mahasattva, el noble Avalokiteshvara,
todos cuantos forman
las asambleas,
el mundo de los
dioses, los seres humanos, los asuras
y los gandharvas se
regocijaron
y elogiaron
abiertamente las palabras del Bienaventurado.
Así concluye el
Sutra mahayana llamado “Corazón de la victoriosa sabiduría trascendente”
El mantra de la
sabiduría reza así:
Tadyata om gate gate paragate parasamgate bodhi svaha.
Tadyata
significa “así”.
Om posee varios
significados, pero en este caso significa “propicio”, “ser fuerte” y
“realización suprema”.
Gate significa “que ha ido”.
El primer gate representa la intención inicial de los seres corrientes de
entrar en primer camino de la iluminación, el Sendero de la Acumulación.
Gate, en la segunda ocasión,
expresa la disposición de los practicantes para avanzar hacia el segundo
camino, el Sendero de la Aplicación.
Paragate significa “que ha ido más
allá”. Indica el progreso desde el Sendero de la Aplicación hasta el
Sendero de la Contemplación, el tercer camino. Este es el bhumi, o nivel
de realización espiritual, en el que el practicante se libera del
nacimiento kármico en el samsara.
Parasamgate significa “que ha ido
completamente más allá”. El cuarto Sendero de la Meditación abarca todo
aquel que se encuentra entre el segundo y el décimo bhumi. Es el camino en
el que el practicante obtiene estabilidad en la gran, abierta y vasta
ecuanimidad, el umbral de la iluminación.
Bodhi
significa
“iluminación. El quinto Sendero del Fin de la Erudición, que corresponde
al undécimo bhumi, es el estado en el que se han alcanzado plenamente
todas las realizaciones.
Svaha significa “que así sea” o
“así está establecido. |