Oh, Leones entre los
hombres,
Budas pasados, presentes y futuros,
a tantos como existís en las diez direcciones,
me postro con mi cuerpo, palabra y mente.
Con oleadas de la
fuerza de este rey
de las oraciones para una elevada conducta sublime,
con cuerpos, numerosos como átomos en el mundo,
me postro a los Budas que llenan el espacio.
En cada átomo se
halla un Buda
sentado entre incontables hijos de Buda,
miro con ojos de fe a los Victoriosos
que así llenan el Dharmadatu entero.
De éstos con
océanos de excelencia sin fin,
dotados de un océano de palabra maravillosa;
canto alabanzas a la grandeza de todos los Budas,
un encomio a los que Han Ido al Gozo Sublime.
Les ofrezco
guirnaldas de flores
y sonidos maravillosos, perfumes supremos,
lámparas de aceite e incienso sagrado.
Ofrezco a todos los Victoriosos,
Comida excelente,
fragancias supremas
y una pila de sustancias místicas, alta como el Monte Meru;
las dispongo en forma especial,
y las ofrezco a los que se han conquistado a sí mismos
Y alzo todas las
incomparables ofrendas,
con admiración por los que Han Ido al Gozo Sublime;
con la fuerza de la fe en las conductas sublimes
me postro y hago ofrendas a los Conquistadores.
Largo tiempo
dominado por apego, aversión e ignorancia,
he cometido incontables maldades
con acciones de cuerpo, palabra y mente;
todas y cada una las confieso ahora.
En las
perfecciones de los Budas y Bodhisattvas,
los Arhats, el adiestramiento y más allá,
y en la bondad latente de cada ser vivo,
levantando el ánimo me regocijo.
Luces de las diez
direcciones,
Budas que habéis encontrado el estado desapasionado de la Iluminación,
a todos vosotros dirijo esta súplica:
haced girar la incomparable Rueda del Dharma.
Maestros que
deseáis mostrar el Paranirvana,
os suplico que permanezcáis con nosotros y enseñéis,
por tantos eones como hay motas de polvo,
para traer bondad y alegría a todos los seres.
Cualquier pequeño
mérito que haya acumulado así,
postrándome, haciendo ofrendas, confesando, regocijándome
y pidiendo a los Budas permanecer y enseñar el Dharma,
que ahora sea dedicado a la Iluminación suprema y perfecta.
Que todas estas
ofrendas sean recibidas por todos los Budas pasados,
y por todos aquellos que ahora habitan en las diez direcciones,
y que todos los Budas que no han venido todavía,
perfeccionen rápidamente sus mentes y alcancen la Budeidad, el estado del
supremo despertar.
Que todos los
reinos de los Budas de las diez direcciones sean siempre inmensos y
completamente puros,
que el mundo esté totalmente lleno de Budas
que hayan logrado la Iluminación bajo árboles sagrados,
y que estén rodeados de Bodhisattvas.
Que todos los
seres vivos de las diez direcciones
habiten siempre con salud y alegría,
que vivan de acuerdo con la conducta del Dharma,
y que cada uno de sus deseos se vea satisfecho.
Por vivir en las
conductas de la Iluminación,
que recuerde mis vidas pasadas en todas mis reencarnaciones;
y en todos los ciclos de muerte, migración y renacer,
que la sensibilidad hacia la verdad esté siempre presente en mí.
Siguiendo los
pasos de los Budas,
que perfeccione la conducta sublime de los Bodhisattvas,
y que practique las puras, intachables, intactas e impolutas
conductas del dominio de uno mismo.
Que domine todas
las lenguas que existen
incluyendo las de los dioses, yaksas, espíritus y variedades de hombres,
así como todas las formas de comunicación de los seres vivos;
que sea capaz de mostrar el Dharma en toda manera.
Esforzándome así
y en las perfecciones transcendentes,
que nunca olvide la mente de Bodhi,
y que limpie totalmente de mi continuo mental
todas las negatividades y velos mentales.
Que me libre del
karma, los engaños y los maras kármicos,
para ser capaz de vivir en el mundo sin que me afecten sus manchas,
como un loto impoluto crece en el fango,
y como el sol y la luna resplandecen sin obstáculo en el cielo.
Mientras hayan
Campos de Budas y direcciones,
que me esfuerce por aplacar el dolor de los reinos inferiores,
que lleve a los seres vivos sólo a la felicidad
y les traiga a todos sólo felicidad y gozo.
Que me esfuerce
en consumar la conducta de la Iluminación
y en llevar una conducta en armonía con el mundo;
que exponga a los demás la conducta más sublime
y yo mismo more en ella durante todos los eones futuros.
Que mi conducta y
la conducta del Bodhisattva
vayan siempre juntas, mano con mano;
que con cuerpo, palabra y mente
pueda armonizarme con sus conductas sublimes.
Que nunca me
separe de los buenos amigos
que revelan el sendero de la conducta sublime
y que desean solamente ayudarme;
que nunca les decepcione ni por un momento.
Que siempre tenga
presentes a los Budas perfectos,
protectores y rodeados de Bodhisattvas,
y en el futuro que nunca me canse
de entregarme a ellos con toda mi fuerza.
Que siempre
sustente el Santo Dharma de los Budas
y dilucide la conducta sublime de la Iluminación;
que practique durante todas las eras futuras
la conducta y acciones del sendero sublime.
Dando vueltas por
los diversos reinos de existencia,
que acumule sabiduría y bondad inagotables
y me convierta en un tesoro infinito de cualidades
como los métodos, la sabiduría, el samadhi y la experiencia del
Bodhisattva.
En cada átomo hay
Campos de Budas tan innumerables como átomos;
cada Campo está lleno de Budas, más allá de la imaginación;
y cada Buda está rodeado por multitud de Bodhisattvas;
a todos estos que moran en la conducta sublime dirijo mi atención.
Así, todos los
átomos en las direcciones
se contienen en el espacio de un solo cabello;
un océano de Budas en un océano de Campos de Budas,
realizando actividades iluminadas durante un océano de eones.
Cada Buda, con su
habla perfecta, libera
un océano de sonidos en cada palabra que dice,
para satisfacer las diversas tendencias de los seres;
de esta manera, la palabra de Buda fluye constantemente.
Todos los
Conquistadores del pasado, presente y futuro
hacen girar continuamente los métodos de las ruedas de Dharma;
con todos los poderes de mi mente escucho
el sonido inagotable de sus palabras.
Todos los eones
futuros que puedan ser posibles
se manifiestan en mí en un solo instante
y yo mismo en la fracción de un momento,
entro en todos estos eones de los tres tiempos.
Todos los Leones
entre los hombres pasados, presentes y futuros,
concibo con la sabiduría instantánea,
y por el poder de los ejemplos de los Bodhisattvas,
dirijo mi atención a los objetos de su experiencia.
Manifiesto Campos
de Budas pasados, presentes y futuros
en un sólo átomo de la existencia,
y luego transformo todos y cada uno de los átomos
de la existencia en un Campo de Buda.
Por esto, cuando
las luces futuras de los mundos
alcancen finalmente la Bodhi, giren las ruedas de Dharma
y revelen el paso a la suprema paz del Nirvana,
que yo renazca en su misma presencia.
Entonces que
alcance los diez poderes;
el poder de la emanación mágica instantánea,
el poder que es un vehículo con cada puerta,
el poder de la actividad excelente,
el poder del amor que todo lo abarca,
el poder de la energía constantemente positiva,
el poder de la sabiduría desapasionada,
los poderes del conocimiento, del método y del samadhi,
y el poder de la Iluminación misma.
Que purifique
todo el poder del karma,
que aplaste los poderes del engaño,
que deje impotentes a los poderosos maras,
y que perfeccione los poderes de la conducta sublime.
Que purifique un
océano de reinos,
que libere un océano de seres conscientes,
que vea un océano de verdades,
y que realice un océano de sabiduría.
Que realice un
océano de acciones perfectas,
que perfeccione un océano de oraciones,
que venere a un océano de Budas,
y que practique sin descanso durante un océano de eones.
Por mi práctica
de la conducta sublime del Bodhisattva,
que alcance la Iluminación de la Budeidad,
y entonces que satisfaga la aspiración iluminada y sublime
de los Budas pasados, presentes y futuros.
Para equiparar
las conductas del sabio
llamado Samantabadra, el Siempre Sublime,
primero entre los Hijos de los Despiertos;
dedico ahora todas las virtudes que poseo.
Tal como el sabio
Samantabadra
dedicó todas las prácticas puras de cuerpo, palabra y mente
para lograr un estado y reinos puros;
así mismo, ahora dedico el fruto de todo mi esfuerzo.
Para
comprometerme en todas las virtudes sublimes
ofrezco la oración de Manjushri;
que en el futuro nunca desfallezca
en el esfuerzo por perfeccionarme en la elevada conducta de los
Bodhisatvas.
Que mis acciones
nunca tengan límite,
que mis cualidades de excelencia lleguen a ser ilimitadas,
y al permanecer en actividad inmensurable,
que encuentre la Budeidad, el estado de manifestación sin límite.
Ilimitada es la
extensión del espacio,
ilimitado es el número de seres conscientes,
e ilimitado es el karma y los engaños de los seres;
tales son los límites de mis aspiraciones.
Uno podría
ofrecer a los Conquistadores,
los ornamentos supremos de los Campos de Budas de las diez direcciones,
y también ofrecer los máximos goces de dioses y hombres,
durante eones tan numerosos como los átomos del mundo.
Pero leer o
escuchar la Reina de las Oraciones
con ojos puestos en la Iluminación Suprema
y con fe resplandeciendo en el corazón, incluso por un instante,
da lugar a un mérito con mucho superior.
Si alguien recita
esta aspiración a la conducta sublime,
sobrepasará todos los estados de dolor,
emergerá sobre todos los seres inferiores y obtendrá
la visión de Amitaba, el Buda de la Luz Infinita.
Incluso en esta
misma vida,
todos los gozos sublimes serán suyos;
las experiencias de Samantabadra, en todo sublime.
serán rápidamente suyas, sin obstrucción.
Sólo expresar de
palabra esta aspiración
a la conducta sublime del Bodhisattva,
trae resultados que sólo un Buda omnisciente conoce,
por tanto no hay duda que conduce a la Iluminación.
Para seguir los
excelentes ejemplos expuestos
por la sabiduría del Bodhisattva Manjushri
y por Samantabadra, el Siempre Sublime,
dedico todas las virtudes a sus incomparables ideales.
Todos los
Conquistadores de los tres tiempos
han alabado como suprema esta incomparable dedicación,
por tanto yo también rindo todas las raíces de mis actos
a las metas sublimes del Bodhisattva.
Cuando llegue el
momento de la muerte,
que me vea libre de oscurecimientos espirituales,
que perciba el rostro de Amitaba,
y transmigre a Sukhavati, la Tierra Pura de la Alegría.
Al llegar allí,
que satisfaga
todos los propósitos de esta oración de aspiraciones
y beneficie a los incontables seres vivos
que residen en las diez direcciones.
En el mandala
gozoso del Buda Amitaba,
que renazca en un loto maravilloso,
y que allí tenga el placer de conseguir
una profecía pura del mismo Amitaba.
Habiendo ganado
esta palabra profética,
por el poder de la mente, que llene todas las direcciones
con muchos millones de emanaciones místicas
y traiga ilimitados beneficios al mundo.
Si por recitar
esta oración de la conducta sublime,
he logrado algún diminuto fragmento de bondad,
que sirva para satisfacer inmediatamente
todas las esperanzas de Dharma de los seres vivos.
No olvides las
oraciones de dedicación para que los méritos no desaparezcan con el primer
enfado que tengas.
Toma de refugio:
sang-ye chö-dang
tsog-kyi -chok-nan-la
chan-chub bar-du dang-ni kyab-su-chi
dag-gi jin-sog gy-pe so-nam-kyi
dro-la pen-chir sang-gye drup-par-shog. |